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Fighting. Puños de asfalto

Fighting. Puños de asfalto

Fighting
  • Valoración moral: Desaconsejable
  • Año: 2009
  • Dirección: Dito Montiel
Contenidos V(algunas imágenes), D(varios diálogos), X(varias imágenes)

Reseña:

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Dirección: Dito Montiel
Intérpretes: Channing Tatum, Terrence Howard, Luis Guzmán, Brian J. White, Flaco Navaja, Zulay Henao, Michael Rivera.
Guión: Robert Munic, Dito Montiel
Música: Jonathan Elias, David Wittman
Fotografía: Stefan Czapsky
Distribuye en Cine: Universal
Duración: 105 min.
Género: Acción

El luchador clandestino 

    Shawn es un joven que vive en Nueva York. Anda muy escaso de fondos, así que vende objetos varios en el "top manta". Pero un buen día se cruza en su vida Harvey, un buscavidas que le ofrece la oportunidad de participar en combates de lucha clandestinos. El chico tiene aptitudes, y a pesar de tener un corazón que no le cabe en el pecho, acepta porque necesita el dinero. 

    Película insulsa, simple y sin gracia, sobre las peleas clandestinas. Ni entusiasmará ni asqueará. La historia es muy típica, tanto, que no le falta ni el giro de guión final que sirve para colocar cada cosa en su sitio, faltaría más. Pero no es esta nula capacidad de sorpresa la que hace que la película sea un título que se ve, sin mayor trascendencia. Los personajes son demasiado arquetípicos. 

    Shawn es el héroe por antonomasia, Harvey el caradura de buen corazón, Zulay es la chica maltratada por la vida que necesita ayuda, y luego están los malos supermalos. Dito Montiel, a pesar de que dirigió antes la prometedora Memorias de Queens, su debut tras las cámaras, no ha sabido dar a la historia de siempre un aire que sepa captar la atención del espectador. 

    Los actores están correctos y da la sensación de que el director ha intentado por todos los medios convertir a la ciudad de Nueva York en un personaje más de la historia, tarea que consigue sólo a medias. En cuanto a las peleas, que son el gran centro de atención de la película, se puede decir que están bien. Montiel ha optado por no cargar las tintas en la violencia. 

    Es decir, la película es inevitablemente violenta, pero no tanto como cabría esperar si se compara con las licencias que últimamente se toman muchos cineastas a los que les encanta rozar el "gore". El guión es demasiado obvio y  esquemático y casi nunca sorprende al espectador. (Decine21 / Almudí OA-JJA)