País: Alemania, EE.UU.
Dirección: Hal Hartley
Intérpretes: Parker Posey, James Urbaniak, Jeff Goldblum, Saffron Burrows, Elina Löwensohn, Liam Aiken, Chuck Montgomery, D.J. Mendel, Thomas Jay Ryan, Anatole Taubman.
Guión: Hal Hartley
Música: Hal Hartley
Fotografía: Sarah Cawley
Distribuye en Cine: Avalon
Duración: 118 min.
Género: Comedia, Thriller
Espionaje internacional
En 1997, Hal Hartley -uno de los adalides del cine independiente estadounidense- dirigió Henry Fool, extraño film sobre un tipo que piensa que ha escrito una obra maestra de la literatura. Años después el cineasta recupera aquí a los tres protagonistas de aquella película, aunque en este caso le cede todo el protagonismo a la chica, Fay Grim, mientras que los otros dos personajes masculinos pasan a ser secundarios.
Tampoco el argumento tiene mucho que ver con la historia del pasado, ya que la cosa va de espionaje internacional, terrorismo e investigaciones policiales. Todo comienza cuando un agente de la CIA entra en contacto con Fay Grim, a la sazón esposa de un Henry Fool, acusado de asesinato y huido de Estados Unidos, y hermana de Simon, quien se encuentra en la cárcel por cómplicidad en la huida de su cuñado. Por lo visto, la CIA busca unos cuadernos que se llevó Henry y que pueden comprometer importantes secretos de la política internacional americana.
El director de Nueva York, responsable de títulos como Flirt o Amateur, juega al despiste en esta película curiosa y desconcertante. Al principio parece que estamos ante una comedia divertida, pues los puntos de humor "indie" y algo gamberro son frecuentes, pero poco a poco la cosa empieza a derivar en lo que parece una farsa satírica del mundo del espionaje.
Por último la trama va poniéndose cada vez más seria hasta desembocar en un thriller en toda regla, que abandona cualquier parecido con la parodia para convertirse en una intriga con el terrorismo internacional como telón de fondo. En fin, que uno no sabe a qué atenerse con el tono general de la película y también con tanto enredo absurdo sobre los cuadernos -un MacGuffin agotador- y la rebuscada trama, tan enrevesada que es imposible saber a veces quién es quién, quién miente y qué bandos hay.
La película, sin embargo, no acaba de aburrir gracias al notable ritmo que Hartley imprime a la narración, a esos peculiares encuadres torcidos, y a los acordes puntuales de la música compuesta también por él. Pero gran mérito de que el conjunto sea estimable lo tiene de todas formas la enorme actriz Parker Posey, habitual del director.
Tiene un toque humorístico genial y una ambigüedad en su actitud que Hartley sabe usar fenomenalmente. Ella sola se las apaña para aguantar el peso de las dos horas de película. El reparto cumple, con un gran trabajo de Posey. Una obra menor, en suma, para incondicionales de un Hartley.(Decine 21 / Almudí AP-AC)