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El último justo

El último justo

El último justo
Dirección: Manuel Carballo
Intérpretes: Diego Martín, Ana Claudia Talancón, Antonio Dechent, Raúl Méndez, Goya Toledo, Pedro Armendáriz Jr., Federico Luppi.
Guión: Manuel Carballo, Manu Diez
Música: Zacarías M. de la Riva
Fotografía: Javier G. Salmones
Distribuye en Cine: Filmax
Duración: 102 min.
Género: Thriller

Perseguido por la muerte 

    El productor Julio Fernández continúa estrenando películas de género, de aspecto visual más o menos correcto, que puedan tener tirón en todo el mundo. Esta vez, ha coproducido con México este thriller, con el que se apunta al carro de los best-sellers que mezclan conspiraciones ancestrales con elementos religiosos, ingredientes de varios libros de gran éxito recientes sobre masones, templarios, y tal. 

    Teo, un reportero gráfico que acaba de cubrir un conflicto, pasa una noche con Victoria, de la que está enamorado, aunque no se atreve a dar el paso de formalizar la relación. De repente, irrumpen en la casa dos tipos, uno que pretende asesinar a Teo, y otro que intenta salvarle. En la refriega que se produce muere Victoria, alcanzada por un disparo. Perseguido por más individuos extraños, Teo debe ponerse a salvo. Con ayuda de Miryam, una desconocida, descubrirá que sus perseguidores forman parte de una secta milenaria. 

    El debutante Manuel Carballo no logra ocultar que su guión es efectista y vacío. Ni un actor tan solvente como Federico Luppi es capaz de pronunciar con naturalidad los artificiosos diálogos. Tampoco se salva Antonio Dechent, un actor casi siempre efectivo, pues su personaje está tan poco explicado que hacia el final de la trama los guionistas han tenido que ponerle a recitar un monólogo en el que cuenta que es un policía honrado que viene de España y acabó en México, lo que también sirve para explicar por qué no tiene acento mexicano como la mayoría de actores. 

    El desarrollo es premioso, las secuencias de acción tal y como están contadas parecen irreales, y abunda en despropósitos, como cuando al protagonista le disparan en la esquina de al lado de donde está el policía interpretado por Antonio Dechent, y éste al parecer no escucha nada, porque no interviene. En resumen, otra oportunidad perdida para el cine español de alumbrar un thriller decente. Y van muchas. (Decine21 / Almudí JD-AC)