Contenidos: Imágenes (alguna S-), Diálogos (algunos D-)
- Dirección: János Edelényi
- Intérpretes: Brian Cox, Anna Chancellor, Emilia Fox, Coco König, Karl Johnson, Selina Cadell, Andrew Havill, Roger Moore, Richard Ridings, Andor Lukáts
- Guión: János Edelényi, Gilbert Adair, Tom Kinninmont
- Música: Atti Pacsay
- Fotografía: Tibor Máthé
- Distribuye en cine: Festival Films
Reseña:
El legendario actor Sir Michael Gifford vive recluido en su casa de campo. Desde hace años sufre una enfermedad degenerativa que intenta ocultar al público. En otro tiempo, apasionado y mujeriego, se ha convertido en una persona intratable que se niega a aceptar su condición. Su hija, Sophia, y su antigua amante y ahora ama de llaves, Milly, se desesperan buscando enfermeras. Hasta que aparece Dorottya, una joven cuidadora húngara, que secretamente aspira a convertirse en actriz. A pesar del temperamento de Sir Michael y de la desconfianza de su familia, el amor que ambos comparten por Shakespeare, les ayudará a afrontar un último acto.
Deliciosa película británica en donde el veterano director húngaro János Edelényi ofrece un reconfortante homenaje al mundo de la interpretación y en especial al universo de William Shakespeare. El guión es un ejemplo de equilibrio y ritmo, con un soberbio retrato de la galería de personajes que se mueven en escena y unos diálogos divertidos, directos, que aúnan naturalidad y una perfecta pomposidad cuando se trata de citar literalmente al bardo de Stratford-upon-Avon.
Rodada con exquisitez, con el fin de contar el ocaso de quien fuera en otros tiempos una gran estrella, triunfador y afamado, para el que es preciso conservar su pretérita gloria, la película saca partido al imaginario bucólico inglés: castillo campestre, grandes prados verdes, anciano gruñón e insoportable, decoración nostálgica, ex amante desesperanzada, hija sin amor, sirvientes fieles, gentes sencillas del pueblo, etc. El peso de los años, la vejez, la enfermedad no son el fin, más bien son parte de la vida humana, algo de lo que no hay que avergonzarse, por mucho que la sociedad se empeñe en ocultarlo. La apariencia no lo es todo. Y para seguir adelante hay que aceptar las propias limitaciones. La interpretación de Brian Cox es excelente. (Almudí JD). Decine21: AQUÍ