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El secreto de los hermanos Grimm

El secreto de los hermanos Grimm

  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Sin calificación
  • Año: 2005
  • Dirección: Terry Gilliam
CONTENIDOS: V Dirección:Terry Gilliam Guión: Ehren Kruger Música: Dario Marianelli Fotografía: Newton Thomas Sigel Montaje: Lesley Walker Intérpretes: Matt Damon, Heath Ledger, Peter Stormare, Lena Headey, Jonathan Pryce, Monica Bellucci Distribuidora: DeAPlaneta El ya veterano Terry Gilliam (Minneapolis, 1940) dirige con maestría una original recreación del mundo literario de los hermanos Grimm (Jacob -1785-1863- y Wilhelm -1786-1859-), filólogos, escritores y profesores universitarios a los que tanto debe la lengua alemana. Creador de películas de gran fantasía visual (Brazil, Doce monos), Gilliam se siente muy a gusto en el paraíso extraordinario de los cuentos. Mezclando realidad y ficción, el director de El rey pescador sigue las imaginarias andanzas de los hermanos Grimm, que viajan por pueblos y ciudades estafando a la gente. Se ganan la vida derrotando monstruos y brujas ideados por ellos. Pronto son descubiertos por el ejército de Napoleón y se ven abocados a luchar con una verdadera maldición, recaída sobre un pueblo llamado Marbaden. En las aventuras que suceden, aparecen diferentes personajes de sus cuentos más famosos: Caperucita Roja, Hansel y Gretel, etc. La cinta combina el realismo aventurero con la fantasía terrorífica, logrando que el espectador vaya entrando en la historia, a la vez que lo hacen Jacob y Will. Llega un momento en que uno se encuentra completamente involucrado, y los 115 minutos de metraje pasan sin darse cuenta. El diseño de producción de Guy Dyas (X2, Superman returns) es impecable en su definición de un mundo mágico insertado en el mundo real del siglo XIX. La película, aunque no narra la vida real de los hermanos Grimm (no es la finalidad), quiere respetar el espíritu de su obra, mientras desarrolla un cuento en el que ellos son los protagonistas. Y en gran medida lo consigue, gracias a un trabajado guión y a grandes intérpretes, con una declarada intención de rendir homenaje no sólo a la imaginación sino también al lado macabro del legado de los Grimm. En este último sentido, Gilliam carga la mano sin necesidad. La lectura de la obra de los Grimm no es especialmente profunda y asoma el tonillo Monty Phyton del que Gilliam fue pieza clave. El tiítulo es engañoso, pues la película no se ocupa de la vida de los Grimm sino que se aprovecha de algunos de sus personajes. No responde al mensaje de la literatura clásica infantil.. En ambiente es barroco, macabro, casi de película de terror, y prescinde del fondo cristiano de los Grimm. No es una película para un público infantil ni juvenil, sino para mayores. (Filasiete /Almudí) FET-JIP)