Dirección: Marwan Hamed
Intérpretes: Adel Imam, Nour El-Sherif, Youssra, Essad Youniss, Ahmed Bedir, Hend Sabri.
Guión: Wahid Hamid
Música: Khaled Hammad
Fotografía: Sameh Selim
Distribuye en Cine: Enfoque Lumière
Duración: 161 min.
Género: Drama
Historias de El Cairo
El egipcio Marwan Hamed debuta en el largometraje con esta adaptación de una prestigiosa novela de su compatriota Alaa Al Aswany, que compagina su profesión de escritor con la de dentista. El título alude a una de las construcciones más emblemáticas de El Cairo, situada en el centro de la ciudad, y que fue edificado en 1934 por orden de un millonario armenio del que toma su nombre. En un principio, estaba habitado por miembros de la alta sociedad, que poco a poco abandonaron el lugar, dando paso a vecinos más modestos.
El film recupera en cierta medida el viejo patrón de Delicatessen, o 13 Rue del Percebe, pues sigue el periplo de los inquilinos del inmueble, tan variopintos que sirven para trazar un fresco de la sociedad egipcia. En la azotea existen diversas buhardillas, ocupadas por gente sin muchos recursos, como Busayna, una joven huérfana de padre que ha tenido que renunciar a su trabajo porque era acosada por su jefe.
Su novio, Taha, hijo del portero, se siente discriminado por su clase social, y acaba contactando con un grupo radical religioso. Kaki Bey el Desouki es un aristócrata que mantiene su vieja residencia para encontrarse con sus amantes. También reside en el lugar Harem Rachid, homosexual que ocupa un cargo destacado en un periódico.
La duración del film, 161 minutos, se antoja desmesurada, y puesto que sus imágenes no tienen la fuerza de la obra original, su acumulación de giros parece un tanto folletinesca en la pantalla grande. Sin embargo, el director apunta maneras, consigue que sus actores cumplan, y atrapa al espectador con sus críticas hacia la situación social de su país.
Por lo que se deduce de la trama, imperan los políticos corruptos, los policías son capaces de entrar en cualquier lugar sin orden judicial, existen leyes y costumbres injustas, y las diferencias entre clases sociales son abismales. Aborda el espinoso tema del fundamentalismo islámico con sutilidad, pues intenta describir por qué un joven idealista puede acabar tomando el camino de la violencia.
Quizás el 'primerizo' director peque de querer abordar demasiados asuntos, pero entre otras muchas cosas denuncia problemas como el acoso sexual, el machismo y las drogas, y realiza una crítica nada desdeñable del aborto, que muestra como una gran salvajada. (Decine21)