Contenidos X+ (frecuentes imágenes explícitas) D (varios diálogos) F+ (homosexualidad , nudismo, amoralidad)
Reseña
Año de producción: 2009
País: España
Dirección: Sigfrid Monleón
Intérpretes: Jordi Mollà, Bimba Bosé, Álex Brendemühl, Josep Linuesa, Blanca Suárez, Biel Durán, Vicky Peña, Carmen Conesa, Isak Ferriz, Juli Mira, Isabelle Stoffel, Isaac de los Reyes
Guión: Miguel Dalmau, Miguel Ángel Fernández, Joaquín Górriz
Fotografía: José David Montero
Distribuye en Cine: Rodeo Media
Duración: 112 min.
Género: Biográfico, Drama
Una falta de respeto a un gran poeta
El cónsul de Sodoma es un recorrido por la vida de Jaime Gil de Biedma (1929-1990), poeta de la segunda mitad del siglo XX. Su vida es la historia de una contradicción: por un lado, pertenece a la alta burguesía y es ejecutivo de una importante multinacional; por otro, vive su faceta de poeta y homosexual, que se rebela contra su entorno familiar e histórico.
El sexo, el amor, la literatura y la lucha política son las constantes de una vida que atraviesa una época de rebeldía, violencia y descubrimiento. Es también un retrato de Barcelona de los años 60, en el que desfilan personajes emblemáticos de la cultura y la sociedad catalana progresista, conocida como "la Gauche Divine".
La espléndida interpretación de Jordi Mollà se pone al servicio de una obscena muestra de depravación, con sexo homosexual explícito, jovencitos filipinos comprados por un puñado de billetes, desnudos integrales, orgías... ¿Para mayores de 13 años?
La calificación será una broma de mal gusto. Después de ver la película, las críticas de los familiares se antojan no comprensibles, sino leves. ¿Era esto lo que tenían que decir de uno de los grandes de la poesía española del siglo XX? (Almudí JD-AC).
El director Sigfrid Monleón (La bicicleta) dibuja una existencia muy triste e infeliz, y no esconde la tragedia de Gil de Biedma. Se centra en los dos aspectos más destacados de su vida: por un lado, sus relaciones profesionales como empresario y como escritor ocasional de poemas, con su difícil dependencia paterno-filial y sus amistades más célebres, con el escritor Juan Marsé y el editor Carlos Barral; y por otro lado, sus prácticas sexuales, siempre con hombres con la excepción de su relación con la artista Bel (desinhibido debut 'artístico' el de Bimba Bosé...).
En este terreno, el de su vida erótica, la película juguetea en varios momentos con la pura pornografía, lo que es un absoluto lastre con respecto al supuesto esfuerzo interpretativo de Jordi Mollà, que encarna al protagonista con un tremendo sentimentalismo, acicalado eso sí con estudiados planos grandilocuentes y la voz en off que recoge los poemas del biografiado (Decine21).