Dirección: Mira Nair
Intérpretes: Kal Penn, Tabu, Irfan Khan, Sahira Nair, Jacinda Barrett, Zuleika Robinson, Brooke Smith.
Guión: Sooni Taraporevala
Música: Nitin Sawhney
Fotografía: Frederick Elmes
Distribuye en Cine: Fox
Duración: 122 min.
Género: Drama
Vida intercultural
La cineasta india Mira Nair (1957) se dio a conocer al gran público sobre todo con la estupenda Salaam Bombay, un acercamiento hondo a la vida y costumbres de su país de origen, y que fue nominada al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa. Más tarde ha ido adquiriendo prestigio gracias a películas como La boda del Monzón o la occidentalizada La feria de las vanidades, basada en la novela de William Thakeray.
En este caso, Nair educada en las universidades de Nueva Delhi y Harvard adapta una novela de Jhumpa Lahiri y reúne así a sus dos amores en cuanto a países se refiere, a través de la historia de una familia india a lo largo de 30 años.
A finales de los años 70 el bengalí Ashoke Ganguli, que trabaja como profesor universitario en Nueva York, regresa a su país en busca de esposa. Sus padres conciertan un encuentro con otra familia del lugar y en un pis pas, Ganguli se casa con la bella Ashima. Ya en Nueva York, la vida no es fácil pero los dos son muy buenas personas, forman una pareja unida y aprenden a quererse. Pronto vienen los hijos y la vida sigue.
Nair habla de la fuerza de la sangre y de las tradiciones, y de la perdurabilidad de la propia identidad lejos del hogar. El núcleo del film está en las cuitas del hijo mayor: en la dificultad de aceptar su procedencia, en su resistencia a mostrar el cariño filial, en creer que ser americano es lo mismo que renunciar a su origen. Nair envuelve ese conflicto en la aceptación o no del nombre que le pusieron al nacer, Gogol, que responde a una historia, íntima y trágica, vivida por su padre.
De todas formas, la trama propiamente dicha es mínima o, al menos, el desarrollo de los acontecimientos esconde pocos giros o imprevistos. Aunque, paradójicamente, esto no impide que el guión sea rico, lleno de ternura y que ofrezca a la vez todo aquello que puebla la existencia: amores, bodas, comidas, muertes, funerales, desencuentros.
Así hasta el sencillo colofón, muy oriental, que entronca con el origen de la historia. Nair dirige con sensibilidad y gusto, recreándose en los colores y los adornos que pueblan la cultura india, y adopta un tono general enormemente nostálgico, rico en flash backs, con el que logra en más de una ocasión emocionar de veras. Ayuda al conjunto el trabajo del reparto, en donde destacan magníficamente la modelo Tabu y Irfan Khan.
Se contempla un retrato que exalta lo mejor de las tradiciones indias, especialmente en cuanto al respeto mutuo entre padres e hijos, la educación en la responsabilidad y la religiosidad. A la vez, se pone el dedo en muchas de las llagas del materialismo occidental, presentado como peligrosamente individualista y hedonista, frívolo respecto al sexo y al amor, consumista hasta el hartazgo, y descreído, cínico y desencantado.
Resulta así una sugerente reflexión sobre la integración pacífica y enriquecedora de las culturas, y sobre los traumas de muchos hombres y mujeres actuales. Dirigida e interpretada con vigor, cuenta además con una espléndida banda sonora de Nitin Sawhney, que incluye varias canciones indias preciosas. Imágenes a suprimir: 17:30 (32''); 53:40 (17''); 1:28:45(10''); 1:30:25 (4'8'').(decine21 / Aceprensa / Almudí SC-JD)