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Beowulf

Beowulf

Beowulf
  • Valoración moral: Desaconsejable
  • Año: 2008
  • Dirección: Robert Zemeckis
Dirección: Robert Zemeckis
Intérpretes: Ray Winstone, Crispin Glover, Angelina Jolie, Anthony Hopkins, Brendan Gleeson, Alison Lohman, John Malkovich, Robin Wright Penn.
Guión: Neil Gaiman, Roger Avary
Música: Alan Silvestri
Fotografía: Robert Presley
Distribuye en Cine: Warner
Duración: 113 min.
Género: Fantástico, Animación, Aventuras

Matagigantes 

    Película inspirada, bastante lejanamente, en el poema épico anglosajón homónimo, situado en la Dinamarca del siglo VI, y que con sus 3.182 líneas es uno de los más importantes en inglés antiguo: no hay seguridad a la hora de datarlo, pero parece que se escribió entre el siglo VIII y el XI. 

    La historia transcurre en Escandinavia, donde el rey Hrothgar ve amenazado su reino por las salvajes escabechinas que organiza una increíble criatura que responde al nombre de Grendel. Por suerte acude en su ayuda Beowulf, un valiente guerrero, acompañado de sus hombres. El combate será bestial, e incluso una vez finalizado, queda el reto de enfrentarse a la madre del "bicho". 

    Como trama argumental, la cosa resulta bastante simple. Se trata de la misma épica que se quiso explotar en 300, muy grandilocuente, pero vacua, y donde las referencias literarias son mera excusa para ofrecer acción, mucha y bien rodada acción. Tenemos héroes muy valientes, dispuestos a arrostrar mil y un peligros, aunque sin ideales de entidad que los muevan. 

    A cambio se nos ofrece una filosofía a lo Nietsche en versión barata, por la que se quiere contraponer la grandeza y valentía de los héroes paganos de antaño con los incipientes mártires cristianos, que se conformarían dócilmente con su muerte

    Hay, sí, mucha violencia gore, con la sangre salpicando, claro está, algo que no sorprende si se tiene en cuenta que Robert Zemeckis dispone del guionista Roger Avary, un amiguete de Quentin Tarantino al que "le va la marcha". 

    Y llama la atención un curioso culto al cuerpo, donde se juega a mostrar generosamente la anatomía de los protagonistas, pero sin traspasar ciertas fronteras escudados en que son "dibujos", a ver si cuela ante el censor de turno (coló en Estados Unidos parcialmente, pues le atizaron la calificación PG-13, de menores de 13 años acompañados, "por sus secuencias de violencia, algún material sexual y desnudos"). 

    Esta película pasará a los anales de la historia del cine por ser el primer título estrenado de modo masivo en 3D, o sea, en tres dimensiones, en un nuevo intento de volver a convertir la experiencia de ver una película en sala en algo irrepetible, no comparable a visionarla en el salón de casa o en el ordenador. 

    En Estados Unidos ha llegado en este formato a 800 salas, pero en otros países la oferta tridimensional es bastante menor (en España se puede ver en 6 salas). 

    Sin duda que la filmación por el sistema de "motion capture" (se filma a los actores con uno sensores, y luego se les anima digitalmente en escenarios espectaculares) ha mejorado bastante desde Polar Express, también de Robert Zemeckis (el cineasta siempre ha sido un pionero en el uso de los efectos especiales.

    Piénsese en Regreso al futuro, ¿Quién engañó a Roger Rabbit? y Forrest Gump), y que se aprovecha el efecto 3D al máximo. Pero también es cierto que si se piensa bien, tampoco ha habido pasos que se puedan calificar de "revolucionarios" en lo tridimensional, seguimos con las gafitas de los años 50 más o menos mejoradas. Desgraciadamente los dos primeros tercios de la película se espesan y endurecen en exceso por culpa de un morboso tratamiento de la violencia y del sexo. (decine21 / La Gaceta / Almudí JD-ES)