Dirección: Eduard Bosch
Intérpretes: María Isabel, Pablo Carbonell, Silvia Marsó, Anabel Alonso, Jaime Barnatán, Darío Paso.
Guión: Inma Cánovas, Lilian González
Fotografía: Juan Carlos Gómez
Distribuye en Cine: DeAPlaneta
Duración: 95 min.
Género: Musical, Comedia
El suplente angélico
Carlos está casado con Julia, y tiene dos hijos, María Isabel, que tiene unas dotes excepcionales para cantar y bailar, y Dani. Se diría que María Isabel ha heredado su inclinación artística por vía paterna, pues Carlos es muy creativo, y trabaja en una editorial asesorando en el lanzamiento de coleccionables.
Su última idea es un coleccionable de angelitos, con el que está muy ilusionado. Sus jefes también quedan muy convencidos, pero el avión que le lleva a China, donde debe contratar la producción de las figuritas, sufre un accidente. Carlos va a parar al cielo, donde le atienden unos ángeles muy amables. Pero él no está nada contento con su nuevo estado, y protesta a Simona, la jefa de los ángeles.
Especialmente le preocupa la situación en que ha quedado María Isabel, quien no ha logrado superar la muerte del padre. Para colmo de males, Carlos se entera que, por un error celestial, su hija es la única persona del mundo que no tiene ángel de la guarda.
Así que conseguirá una solución de compromiso: podrá volver a la tierra en el cuerpo de un profesor de su hija; y no podrá desvelar quién es ni por supuesto interferir a la libertad de los otros.
Digna película del género celestial, en la línea de El difunto protesta o El cielo puede esperar, o, más cercana en el tiempo, Ghost. Dirige un inesperado Eduard Bosch, que entrega una película muy diferente a El viaje de Arián, que abordaba el terrorismo de ETA. Aquí el tono es amable, y se juega casi todo el tiempo con la idea de que Carlos tiene un aspecto físico que le impide ser reconocido.
Encuadrable en el género familiar, está concebida sobre todo para el lucimiento de María Isabel, bien conocida por Antes muerta que sencilla, y que por supuesto nos deleita en el film con unos cuantos animados números musicales; de hecho la niña demuestra encontrarse más en su salsa en dichos números, en los que se transfigura, por así decir, que cuando está simplemente actuando.
Por supuesto, se aborda el tema de la ayuda angélica una divertida Anabel Alonso se comunica con el meloso padre de Pablo Carbonell a través de un pinganillo, para mostrar cómo padre e hija han de saber encajar que han pasado dos años la viuda está lista para intentar un nuevo matrimonio. Para las escenas del cielo se ha contado con elaborados efectos digitales. Entretenida para los chavales. Los mayores no se aburrirán (decine21 / almudí JD-AC)