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Dirección: Ol Parker. País: Reino Unido. Año: 2012. Duración: 103 min. Género: Drama, romance. Interpretación: Dakota Fanning (Tessa), Jeremy Irvine (Adam), Olivia Williams (madre), Kaya Scodelario (Zoey),Paddy Considine (padre). Guion: Ol Parker; basado en la novela “Before I die”, de Jenny Downham. Producción: Graham Broadbent y Peter Czernin. Música: Dustin O’Halloran. Fotografía: Erik Alexander Wilson. Montaje: Peter Lambert. Diseño de producción:Amanda McArthur. Vestuario: Suzie Harman. Distribuidora: Vértigo Films. Estreno en España: 11 Julio 2014.
Reseña:
Dos años ha tardado en estrenarse en España esta adaptación de la novela “Before I Die” (2007), de la inglesa Jenny Downham, muy similar en su planteamiento a “Ways to Live Forever” (2008), de su compatriota Sally Nicholls, brillantemente llevada al cine en 2010 por el madrileño Gustavo Ron con el título “Vivir para siempre”. Además, se estrena una semana después de “Bajo la misma estrella”, de Josh Boone, la exitosa versión fílmica de la popular novela homónima del estadounidense John Green, otro intenso melodrama juvenil con el cáncer y el amor como detonantes de la acción.
Tessa (Dakota Fanning) es una adolescente inglesa de diecisiete años, inteligente y rebelde, que vive apasionadamente cada minuto a pesar de que tiene diagnosticada una leucemia terminal. De hecho, ha decidido suspender el tratamiento médico, se ha hecho una lista de cosas que hacer antes de morir —como ser famosa, robar, consumir drogas o perder la virginidad—, y las intenta llevar a cabo con la ayuda de su amiga Zoey (Kaya Scodelario) y ante el estupor de sus divorciados padres: él (Paddy Considine), posesivo y responsable; ella (Olivia Williams), alcohólica y caótica. En ésas, Tessa se enamora de Adam (Jeremy Irvine), su nuevo vecino, un chaval cariñoso y más bien tímido, que la corresponde con generosidad.
En comparación con los filmes similares antes citados, “Ahora y siempre” tiene mucha menos intensidad emocional y mucha menos hondura dramática y moral en su acercamiento al amor y a la muerte. El londinenese Ol Parker (“Rosas rojas”) dirige bien a su magnífico reparto —encabezado por una inmensa Dakota Fanning—, y saca brillos vitalistas y optimistas a su fluida realización hiperrealista, cercana a la habitual en el nuevo cine social británico y más bien descarnada en su descripción de los sufrimientos físicos y psíquicos que supone una enfermedad terminal.
Esto da a la película un cierto barniz de veracidad y vigor dramático. Pero su desarrollo es bastante deslavazado, y está demasiado marcado por el ramplón hedonismo de las ilusiones de Tessa antes de morir, expresadas a menudo de un modo muy grosero. Además, este enfoque debilita la credibilidad del romance de Tessa con Adam, pues éste es dibujado por el guion y por la interpretación de Jeremy Irvine con perfiles demasiados blandos y sensibleros, casi naifs. Y, por supuesto, se echa en falta alguna referencia religiosa o al menos trascendente, que si está presente, para bien, tanto en “Vivir para siempre” como en “Bajo la misma estrella”. J. J. M.