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Contenidos: Imágenes (varias V+, X+), Ideas (erotismo, amoralidad F)

Dirección: Miguel Larraya. País: España. Año: 2013. Duración: 76 min. Género: Terror. Interpretación: Luis Fernández (Carlos, el Capi), Úrsula Corberó (María), David Seijo (Nico), Alicia Sanz (Carla), Ana Caldas (Álex), Juan Blanco (Nacho), Andrea Dueso (Ana), Rocío León (Lucía). Guion: Miguel Larraya y Fernando San Cristóbal. Producción: Álvaro Augustín y Tomás Cimadevilla. Música: Lucas Vidal. Fotografía: Pablo Rosso. Montaje: Jordi López. Estreno en España: 13 Septiembre 2013.

Reseña:

Encerrados

   Carlos es El Capi (Lucho Fernández), protagonista de una serie televisiva de éxito llamada Campamento misterio. El Capi cuenta con un rendido grupo de fans, sobre todo de chicas jóvenes y adolescentes que le adoran, y que él se liga sin ton ni son. A punto de fichar para una producción estadounidense, acudirá una noche a una fiesta en una gran mansión. Allí, tras una orgía de alcohol y de sexo, se levantará al día siguiente y se dará cuenta de que está encerrado junto a tres chicas y otro chico. Las puertas y contraventanas están selladas, la casa es como un búnker, sus móviles han desaparecido… Pronto empezarán a morir uno por uno.

   Más que discreto producto de terror español, que quiere sacar partido a la moda de las series televisivas y sobre todo a la desenfrenada locura de los fans por los actores, especialmente por parte de jovencitas impresionables. La película, que supone el debut en el largometraje de Miguel Larraya, sigue el esquema de otros filmes de escaso presupuesto y gran acogida, de las que [REC] es el mejor botón de muestra. Así pues, asistimos entre gritos, jadeos y escenas sangrientas, a correrías a oscuras dentro de una enorme casa, en donde todo son pasillos y escaleras, mientras la cámara en mano va siguiendo todos los movimientos de los personajes, con encuadres poco preparados, con luz de linterna, etc.

   El conjunto sin embargo tiene poca entidad y un insuficiente aire amateur. A las baratas producción y puesta en escena se suma un guión bastante tópico y lineal –aunque se quiera enmascarar su simpleza con algún giro tramposillo–, en donde se incluyen varias imágenes de desenfreno sexual a golpe de videoclip alucinado y algún pasaje escasamente verosímil, si es que el conjunto no cojea por todos lados. Los actores, desconocidos, cumplen sin más. (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS