Contenidos: Imágenes (algunas V), Imágenes (9:27 a 9:33 S-,, 23:50 a 24:15 X, 54:50 a 54:58 X-), Diálogos (30:15 a 30:20 D)
Dirección: Albert Dupontel. País: Francia. Año: 2013. Duración: 82 min. Género: Comedia. Interpretación:Albert Dupontel, Sandrine Kiberlain, Nicolas Marié, Philippe Uchan, Philippe Duquesne, Christian Hecq, Gilles Gaston-Dreyfus, Bouli Lanners, Michel Fau. Guion: Albert Dupontel, con la colaboración de Héctor Cabello Reyes y Olivier Demangel. Producción:Catherine Bozorgan. Música: Christophe Julien. Fotografía: Vincent Mathias. Montaje:Christophe Pinel. Dirección artística: Pierre Quefféléan. Vestuario: Mimi Lempicka.Distribuidora: Vértigo Films. Estreno en Francia: 16 Octubre 2013. Estreno en España:11 Abril 2014.
Reseña:
Ariane Felder (Sandrine Kiberlain) es una dura jueza parisina, con unos valores intachables y un apego aún mayor por la soltería, provocado por su nefasta visión de los varones y de la maternidad. Seis meses después de una desmelenada fiesta de Nochevieja en el Palacio de Justicia de París, se descubre embarazada sin saber quién es el padre.
Una investigación y varios tests de paternidad después, Ariane se entera de que el “culpable” no es otro que Bob Dolan (Albert Dupontel), un ladrón de medio pelo, estigmatizado por la opinión pública y perseguido a muerte por la policía a causa de la brutal agresión a un anciano paralítico. Sin saber cómo afrontar la situación, y con el torpe pero sincero delincuente ahora instalado en su casa, Ariane intenta llegar al fondo de la verdad y, sobre todo, decidir qué hacer.
Los Premios César 2013 a la mejor interpretación femenina (Sandrine Kiberlain) y al mejor guion original avalan esta disparatada y trepidante comedia de enredo, escrita, dirigida y protagonizada por el francés Albert Dupontel (“Bernie”, “Le créateur”, “Enfermés dehors”, “Le vilain”), que dice haberse inspirado en el documental “10e chambre - Instants d’audience”, de su compatriota Raymond Depardon, sobre el día a día de una auténtica jueza.
Además de una afilada crítica a la judicatura y a la policía galas, la película arremete contra el sensacionalismo de los medios de comunicación, el morbo de los espectadores y la deshumanización del feminismo radical, que ha transformado la supuesta autoafirmación sexual, laboral y vital de las mujeres en un verdadero infierno afectivo para muchas de ellas. En este sentido, y quizás sin pretenderlo, la película ofrece una visión muy positiva del matrimonio y la maternidad —con ecografía incluida—, decididamente alejada de la cultura de la promiscuidad y el aborto.
Todo esto se articula en un guion de ritmo endiablado y lleno de diálogos chispeantes, que Dupontel traduce en imágenes a través de una sugestiva puesta en escena, con moderneces formales y de montaje muy imaginativas. Todos los actores responden magníficamente a este planteamiento con unas divertidísimas interpretaciones, asumidamente histriónicas, en las que los constantes duelos verbales —ese genial abogado tartamudo…— se enriquecen con numerosas incursiones en el humor físico —el “slapstick”—, característico del mejor cine mudo y del “cartoon” clásico.
Queda así un notable vodevil, eléctrico por fuera y sabroso por dentro, al que sólo cabe reprochar algunos detalles “gore” demasiado grotescos y un excesivo detenimiento en el patético encuentro sexual en torno al que se articula la trama. Como curiosidad, el popular actor francés Jean Dujardin (“The Artist”) y el singular cineasta estadounidense Terry Gilliam (“Los héroes del tiempo”, “Brazil”, “El rey pescador”) protagonizan un par de cameos delirantes e hilarantes.(Cope J. J. M.)