Dirección: Juan Carlos Fresnadillo
Intérpretes: Robert Carlyle, Rose Byrne, Catherine McCormack, Jeremy Renner, Amanda Walker, Shahid Ahmed, Harold Perrineau, Imogen Poots, Mackintosh Muggleton, Emily Beecham.
Guión: Rowan Joffe, Juan Carlos Fresnadillo, Jesús Olmo, Enrique López Lavigne
Música: John Murphy
Fotografía: Enrique Chediak
Distribuye en Cine: Fox
Duración: 99 min.
Género: Terror
Virus letal
Danny Boyle insufló algo de vida al trilladísimo género de los muertos vivientes con 28 días después, de 2002. Cinco años después, el español Juan Carlos Fresnadillo ha dirigido la secuela, en su segundo largometraje, que se ha hecho mucho de rogar, puesto que han pasado seis años desde Intacto, su prometedor debut, de 2001.
El propio Fresnadillo ha coescrito un guión en el que respetando la ley fundamental de las secuelas están presentes todos los elementos del original, pero más a lo grande. Y aunque no inventa la polvora, ha acertado al vertebrar la historia en torno a una familia, lo que aporta los suficientes conflictos emocionales para que se identifique el espectador y así funcionen a la perfección las secuencias de tensión y suspense.
El matrimonio formado por Don y Alice logró refugiarse en una cabaña durante la plaga de zombies que asoló Gran Bretaña. Por suerte, sus hijos estaban fuera, concretamente en Estados Unidos, lo que les ha librado de la catástrofe. Cuando una horda de muertos vivientes asalta su escondrijo, Don logra escapar, pero a costa de no acudir en ayuda de su esposa, y cerrar impulsivamente la puerta de la habitación en la que ésta intenta librarse de sus agresores.
28 semanas después del inicio de la plaga, los zombies han muerto de hambre, por lo que se inicia la repoblación y los primeros ciudadanos regresan a Londres, bajo la supervisión del ejército estadounidense. Entre ellos está Don, que se reúne con sus hijos, pero se siente responsable de la muerte de Alice.
Fresnadillo logra las suficientes dosis de espectacularidad, y demuestra su talento visual, con un modélico uso de la cámara en mano para darle un aire documental a secuencias como la de una vibrante persecución por la campiña inglesa al principio de la cinta. También otorga enorme verosimilitud el trabajo de actores tan brillantes como Robert Carlyle y Catherine McCormack.
Por lo demás, un montaje dinámico y una sugerente ambientación permiten pasar por alto que en el fondo se nos está dando más de lo mismo, que el potencial de algunos personajes parece desaprovechado, y que algunas muestras de brutalidad se antojan exageradas, como la secuencia del helicóptero. Defectos casi imperceptibles, por otra parte, pues el espectador pasa miedo, sin necesidad de sustos baratos, lo que explica que la cinta arrasara en Estados Unidos, suceso que presagia que habrá una nueva entrega, que por lógica debería llamarse 28 años después. Imágenes a suprimir: 26:30 hasta 26:36. Imagen a valorar: 36' (15'')(decine / Almudí JN-ES-SC)