Seguirá siendo un misterio la tilma de la Virgen de Guadalupe, pero seguirá siendo sobre todo un motivo para que muchas personas vean lo que Dios es capaz de hacer cuando encuentra
a una persona sencilla y buena como Juan Diego. También será un misterio la pregunta acerca del “material” de una persona santa como Guadalupe. San Josemaría va a la raíz que desvela el misterio: el amor y la gracia de Dios en todas sus manifestaciones, sobre todo en el dolor y la enfermedad. Guadalupe llegó a la misma respuesta con su vida y, curiosamente, a través de su trabajo profesional centrado en materiales refractarios, nos quiso decir que mientras ella se pasó su vida investigando y conociendo ese tipo de materiales, Dios se gozaba experimentando con esa hija suya que tan bien le correspondía. Su resultado fue “cum laude”. Y ha querido ponerla en nuestras manos, con todo lo que ella era y tenía, para que nos sirviera como ejemplo de lo que son los materiales refractarios más importantes. Aquellos que resisten en el dolor sin sentirse víctimas, y que reflejan con su vida entregada qué grande y sorprendente es el Amor de Dios.
Antonio Schlatter Navarro
Guadalupe Ortiz de Landázuri, la búsqueda de Dios de una científica