La Física da de sí lo que su método le permite
Diario de Navarra
En las consideraciones publicadas por The Times basadas en algunas citas del último libro de Hawking y, supuestamente, en lo contenido en dicho volumen, se puede apreciar una superposición de planos en el que últimamente suelen incurrir algunos científicos que defienden, principalmente, tesis materialistas, aunque no solamente estos.
Hay dimensiones del mundo físico y de lo que es propiamente humano que exigen, de una manera muy clara, una racionalidad ampliada que podríamos llamar filosófica. De hecho, incluso dentro de la Física, la legítima pretensión de explicar todos los fenómenos físicos mediante un conjunto de leyes fundamentales es muy discutida. Sorprende que un científico como Hawking, con méritos reconocidos, incurra en semejantes confusiones.
Según The Times, Hawking afirma que «el Universo puede crearse a sí mismo de la nada, y lo hace. La creación espontánea es la razón por la que existe algo, en vez de nada, por la que existe el Universo, por la que existimos nosotros».
Respondamos con claridad que ver las leyes del Universo como una explicación de su autocreación no tiene ninguna base racional ni empírica. De hecho, hablar de "creación espontánea" es contradictorio. La Física se ocupa del comportamiento de la materia en todos sus estados: como partículas o como energía de distinto tipo.
Cuando se emplea la expresión "creación espontánea" en esta ciencia, por lo general se está refiriendo en realidad a una simple transformación material. Un físico no puede hablar de "crear desde la nada", como sí lo puede hacer la fe cristiana. En el cristianismo, Dios es el autor de las leyes, no se limita a usar leyes preexistentes para organizar uno o varios universos.
Otros planetas con vida inteligente
Por otro lado, parece que, según Hawking, la existencia de Dios depende de la probabilidad de la existencia o no de un mundo como el nuestro. Sin embargo, lo propio de Dios no consiste en afinar los parámetros para que podamos existir, sino en crear. Y crear es una donación libre y amorosa de Dios. Esto difícilmente lo puede explicar la Física y los argumentos basados en la probabilidad.
Luego, para combatir el "principio antrópico" (que, en principio, favorece las posturas teístas) acude a la tesis de que hay una infinidad de universos. En realidad, ésta no pasa de ser una mera hipótesis matemática. Hoy por hoy no tiene contrastación de carácter experimental, ni se puede falsar, es decir, no es científica. Sólo busca quitar especificidad a nuestro Universo.
La tercera frase del libro de Hawking que The Times difunde postula: “El hecho de que nosotros los seres humanos –que somos fundamentalmente meras colecciones de partículas fundamentales de la naturaleza– hayamos llegado tan cerca de entender las leyes que nos gobiernan a nosotros y a nuestro universo es un gran triunfo». ¿Cómo puede un conjunto de partículas alcanzar "ese gran triunfo" sin dejar de ser eso: un conjunto de partículas? Seremos, al menos, algo más, no sólo eso.
Por último, Hawking parece sugerir que si hubiese muchos planetas como la Tierra, con vida inteligente, el cristianismo se vería refutado o, al menos, en dificultades. El que haya más o menos planetas con o sin vida inteligente no está directamente abordado por el magisterio de la Iglesia, pero el cristianismo nunca ha negado esta posibilidad.
De hecho, la enseñanza católica sobre los ángeles es una manifestación de la apertura de la Iglesia a la existencia de seres inteligentes diferentes de nosotros. Simplemente, de haber más razas inteligentes en el cosmos, se plantearían algunas preguntas teológicas sobre la unicidad de la redención de Cristo (¿necesitan redención, sería Cristo su redentor, cómo les llegaría esa redención?, y otras) que habría que abordar. Pero no afectan en nada a las enseñanzas sobre un Dios Creador.
La Física da de sí lo que su método le permite. Siempre habrá cuestiones que quedarán fuera de su alcance, preguntas que ese "conjunto de partículas" se hace continuamente: el sentido de la existencia, de la vida y de la muerte, etc. La Física no responde a estos interrogantes, que son reales e importantes.
Santiago Collado González
Subdirector del grupo de investigación "Ciencia, razón y fe"
Universidad de Navarra