almudi.org Los niños fallecidos sin bautismo, una cuestión que interpela a los teólogos
Según constata Juan
Pablo II al recibir a la Comisión Teológica Internacional.
CIUDAD DEL VATICANO,
jueves, 7 octubre 2004 (ZENIT.org).- Juan
Pablo II encomendó este jueves a algunos de los teólogos católicos más
reconocidos que profundicen en una cuestión que interroga a la teología católica
desde hace siglos, ¿qué pasa con los niños que mueren sin haber recibid...
almudi.org Los niños fallecidos sin bautismo, una cuestión que interpela a los teólogos
Según constata Juan
Pablo II al recibir a la Comisión Teológica Internacional.
CIUDAD DEL VATICANO,
jueves, 7 octubre 2004 (ZENIT.org).- Juan
Pablo II encomendó este jueves a algunos de los teólogos católicos más
reconocidos que profundicen en una cuestión que interroga a la teología católica
desde hace siglos, ¿qué pasa con los niños que mueren sin haber recibido el
bautismo?
El Santo Padre dejó esta tarea a los miembros de la Comisión Teológica
Internacional, institución de la Santa Sede presidida por el cardenal Joseph
Ratzinger, en cuanto prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Aunque nunca fue definido como dogma, en siglos pasados los teólogos
consideraron la posibilidad de la existencia del «limbo», una especie de lugar
intermedio entre el cielo y el infierno, que buscaba evitar a inocentes muertos
sin el bautismo las penas del infierno.
Tras el Concilio Vaticano II, la teología está profundizando en la búsqueda de
respuestas acordes a la cuestión con la misericordia de Dios Padre.
En realidad, explicó Juan Pablo II al recibir a la asamblea plenaria de la
Comisión Teológica Internacional, que se compone de al menos treinta miembros,
«no se trata simplemente de un problema teológico aislado».
«Otros muchos temas fundamentales se relacionan estrechamente con éste
--constató--: la voluntad salvífica universal de Dios, la mediación única y
universal de Jesucristo, el papel de la Iglesia, sacramento universal de
salvación, la teología de los sacramentos, el sentido de la doctrina sobre el
pecado original».
«A vosotros os corresponde escrutar el "nexo" entre todos estos misterios para
ofrecer una síntesis teológica que pueda servir de ayuda para una práctica
pastoral más coherente e iluminada».
El Catecismo de la Iglesia Católica no habla del limbo de los niños. En el
número 1261, explica que por lo que se refiere a la cuestión de «los niños
muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina,
como hace en el rito de las exequias por ellos».
«En efecto --añade--, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los
hombres se salven (cf 1 Tm 2,4) y la ternura de Jesús con los niños, que le hizo
decir: "Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis" (Mc 10,14), nos
permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren
sin Bautismo».
«Por esto es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los
niños pequeños vengan a Cristo por el don del santo bautismo», concluye el
Catecismo.
La Comisión Teológica Internacional, creada hace 35 años por Pablo VI, tiene por
objetivo ayudar a la Santa Sede, y particularmente a la Congregación para la
Doctrina de la Fe, en el examen de las cuestiones doctrinales de mayor
importancia.
En general, sus estudios toman la forma de documentos de estudio. Es posible,
por tanto, que la Comisión dedique un documento a la cuestión de los niños
fallecidos sin recibir el bautismo.