almudi.org Imagen de san Josemaría en Nª Sª de la Merced
El pasado viernes tuvo lugar en la Basílica de Nª Sª de
la Merced (Barcelona) la bendición de una imagen de san Josemaría Escrivá de
Balaguer. Presidió el acto el arzobispo de Barcelona, Mons. Lluís Martínez
Sistach, acompañado de Mons. Javier Echevarría, obispo prelado del Opus Dei.
20 de septiembre de 2004
La colocación de la imagen en la Basílica ha sido una iniciativa de la Hermandad
de Nª Sª ...
almudi.org Imagen de san Josemaría en Nª Sª de la Merced
El pasado viernes tuvo lugar en la Basílica de Nª Sª de
la Merced (Barcelona) la bendición de una imagen de san Josemaría Escrivá de
Balaguer. Presidió el acto el arzobispo de Barcelona, Mons. Lluís Martínez
Sistach, acompañado de Mons. Javier Echevarría, obispo prelado del Opus Dei.
20 de septiembre de 2004
La colocación de la imagen en la Basílica ha sido una iniciativa de la Hermandad
de Nª Sª de la Merced, para conmemorar la entrañable relación de san Josemaría
con la patrona de Barcelona. En la imagen, figura el santo encomendándose a la
Merced. Como recordó Mons. Martínez Sistach, "el 21 de junio de 1946 hay un
hecho importante vinculado a esta basílica. Importante para todos, para toda la
Iglesia: es la visita de san Josemaría, quien después acudiría en otras
ocasiones. Entonces, emprendía un viaje a Roma. Tras las gestiones que realizó
allí, volvió de nuevo para agradecer a Nª Sª de la Merced el resultado de las
gestiones realizadas. San Josemaría, en este templo, suplicó con fe y confianza
filial la intercesión de María, bajo su advocación de la Merced. La Virgen
María, que es también Madre nuestra, lo escuchó".
El objetivo de aquel viaje fue conseguir una aprobación pontificia para el Opus
Dei, con la que abrir camino al cumplimiento que Dios había manifestado al
sacerdote el 2 de octubre de 1928. En el relieve bendecido se representa a san
Josemaría rezando ante Nª Sª de la Merced. Asimismo, incluye una imagen del
templo de la Sagrada Familia.
Sobre esta imagen, Mons. Javier Echevarría comentó que "la familia es un tema de
mucha actualidad en el mundo", y recordó que "los hijos son la prueba más grande
de la confianza de Dios". También pidió "por las intenciones del Sr. arzobispo,
ahora que empieza su camino en esta archidiócesis". Finalmente intervino el
rector de la Basílica de la Merced, Mn. Salvador Cristau, que agradeció la
presencia del arzobispo y del prelado.
"Cuando, pasado el tiempo, se escriba la historia del Opus Dei, habrá que
resaltar -¡cuántos acontecimientos vienen a mi memoria!- los hechos que vieron
la luz en esta ciudad condal, entre vosotros y bajo la mirada de la Virgen María
de la Merced". Estas palabras de san Josemaría, pronunciadas en Barcelona en el
año 1966, muestran la profunda devoción que tuvo el santo por Nª Sª de la Merced
de Barcelona. Fue el suyo un aprecio filial, que se fortaleció con el paso de
los años. El fundador estableció la costumbre de visitar a la Madre de Dios en
su advocación de La Merced cuándo pasaba por la capital catalana. Se postraba a
sus pies, le abría su corazón y le confiaba sus intenciones.
Esta estrecha relación se inició con la visita del 21 de junio de 1946.
Aunque no era la primera vez que acudía: conocía la imagen de años atrás, y
había animado a los barceloneses que se acercaban a su tarea pastoral a acudir a
su intercesión. Pero aquella fecha tuvo una significación especial. Horas antes
de embarcar hacia Roma, san Josemaría encomendaba a la Virgen María, delante del
camarín, el trascendental propósito de aquel viaje: obtener una aprobación
pontificia para el Opus Dei que abriera camino al cumplimiento que Dios le había
manifestado el 2 de octubre de 1928.
María escuchó su ruego: la Santa Sede concedió el Breve 'Cum Societatis',
expreso asentimiento pontificio a la tarea pastoral, y la carta 'Brevis Sane',
de alabanza de los fines de la institución. Cuatro meses más tarde, san
Josemaría volvió a la basílica barcelonesa para dar gracias. El hecho reafirmaba
el convencimiento de sentirse bajo la amorosa protección de María, que había
manifestado muchas veces. El recuerdo de este favor permanecería presente en sus
viajes, y sería ocasión para renovar el agradecimiento a la patrona de
Barcelona. Estas visitas de san Josemaría buscando la intercesión de María
fueron frecuentes. Se tiene constancia, entre otras, de las que hizo en 1962,
1966, y 1972. En esas ocasiones procuraba ir primero a visitar a la Merced, y
antes de marcharse, acudía de nuevo. Una costumbre que han seguido después sus
sucesores al frente del Opus Dei.
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