Almudi.org Mujeres elegantes. Conchita F. A. (24-6-04)
Conchita Fernández de Avilés
Al usar la palabra elegante para referirnos a una persona, se
hace mención a su buen gusto en el vestir, a su finura, distinción, armonía,
belleza, delicadeza, gracia y estilo. Dicen que: el necio se cubre, el rico se
decora, el elegante se viste. La verdadera elegancia nace de dentro, no viene
impuesta, porque vestirse bien es conocerse, es una cuestión de identidad,
-también para...
Almudi.org Mujeres elegantes. Conchita F. A. (24-6-04)
Conchita Fernández de Avilés
Al usar la palabra elegante para referirnos a una persona, se
hace mención a su buen gusto en el vestir, a su finura, distinción, armonía,
belleza, delicadeza, gracia y estilo. Dicen que: el necio se cubre, el rico se
decora, el elegante se viste. La verdadera elegancia nace de dentro, no viene
impuesta, porque vestirse bien es conocerse, es una cuestión de identidad,
-también para diferenciar los sexos-. Es un asunto de aceptación personal. Es la
capacidad de adaptación para que nuestra presencia resulte siempre armoniosa en
las diversas circunstancias en las que nos vamos encontrando.
No es cuestión ni de mucho ni de poco, ni de medidas ideales,
ni de delgadez, la elegancia es ¡ un reto!. Chanel consideraba que una mujer a
la que se le recuerda por el vestido que llevaba es que no lo había sabido
llevar. Balenciaga dijo en cierta ocasión que la mujer que va de elegante por la
vida siempre tiene algo de antipática.
Estas dos opiniones sugieren que la elegancia no supone tanto
con lo que uno, una, se viste, sino en la capacidad de saber estar en armonía
consigo mismo y manifestarlo, entre otras cosas, con la ropa que se usa,
-incluidos los accesorios y complementos-.
Ha resultado eminentemente visible la evolución de la
estética femenina a través de los tiempos.. Hasta la segunda guerra mundial, la
inmensa mayoría de las mujeres usaban el corsé como único medio para estilizar
su silueta, denominada "S", que era la favorita de los modistos para diseñar sus
modelos. ¿A qué nos suena miriñaque, corsé, cubrecorsé, modestia, enagua de
encajes, camisas, polisón ?, pues era el lenguaje en el que se movía la
elegancia femenina. En la actualidad, se tiende a simplificar la forma de
vestir, de calzar, hay una tendencia a la utilización, como prendas cotidianas,
de las camisetas , traje pantalón, pantalones vaqueros. bermudas, calzados
deportivos; prendas de lavar, colgar y poner, que no exijan una dedicación de
tiempo para mantenerlas a punto y que se adapten al tipo de vida actual.
Dentro de esta acomodación del vestido a la moda, para
alcanzar el título de elegante, tiene que haber sobre todo, una adecuación en
pro a la propia imagen, dignidad, personalidad, que conecte con naturalidad con
la circunstancia concreta.
Entre otras muchas, han destacado como mujeres elegantes:
Grace Kelly: la primera mujer americana en entrar en el gotha europeo de la
moda. La más mimada por los modistos y en particular por Christian Dior y su
sucesor Marc Bohan. Grace Kelly prestaba glamur y clase a cualquier guante,
bolso, zapato o vestido con el que aparecía en público. Jackie Kennedy. Ella
siempre será Kennedy, aunque también se casó con Onasis. Con Jackie, los Kennedy
se convierten en dinastía, en casa monárquica, en plena república. Sus bolsitos,
sus lazos en la cintura y hasta el Chanel imitado salpicado de la sangre del
atentado de Dallas, forman parte de su leyenda.
Audrey Hepburn. Simboliza la feminidad delicada que nace del
interior y sabe expresarse con suavidad majestuosa. La inmortal "My Fair Lady" y
la eterna "Sabrina" han conseguido que siga siendo algo mas que una musa. Coco
Chanel. El paradigma de la moda en el siglo XX. No solo por su obra sino también
por su vida. La primera mujer de negocios con apariencia glamurosa. A Chanel se
le considera en la moda como a Picasso en la pintura, "otra cosa". Enjuta,
trabajadora infatigable y devota de la verdadera feminidad, se inventó a si
misma, y con ella todo un estilo personal eintransferible. Inés de la Fresange.
Mitad francesa mitad argentina. Inés evoca la exquisitez francesa. Fue modelo
con la que todos querían contar, hasta que se convirtió en "Mademoiselle Chanel"
e impuso una elegancia desenfadada en la pasarela que no ha vuelto a verse
nunca. Christie Turlington. La gacela de las pasarelas. Impalpable, etérea, ha
sido la más versátil del fenómeno top model de los años noventa. Desfilando para
cualquier diseñador, ella siempre estaba bien, dejando a su paso una estela de
feminidad a lo Botticelli. Ingrid Berman. La sueca más fina de la historia. La
mujer que hizo soñar enlos cuarenta y en los cincuenta. Cuerpo y dibujo de cara
perfectos, eradueña de sus gestos y de su andar. En "Casablanca" marcó moda en
la inmortal escena del aeropuerto.