Almudi.org Juan Pablo II hace balance del Año del Rosario
Intervención en la audiencia
general de este miércoles
CIUDAD DEL VATICANO, 29 octubre
2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II hizo este miércoles un balance del Año del
Rosario, que concluye en este mes de octubre, durante la audiencia general que
concedió a los peregrinos en la Basílica de San Pedro y en la Sala Pablo VI del
Vaticano.
* * *
1. Con el mes de octubre se
concluye el Año del Rosario.
Estoy ...
Almudi.org Juan Pablo II hace balance del Año del Rosario
Intervención en la audiencia
general de este miércoles
CIUDAD DEL VATICANO, 29 octubre
2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II hizo este miércoles un balance del Año del
Rosario, que concluye en este mes de octubre, durante la audiencia general que
concedió a los peregrinos en la Basílica de San Pedro y en la Sala Pablo VI del
Vaticano.
* * *
1. Con el mes de octubre se
concluye el Año del Rosario.
Estoy profundamente agradecido a
Dios por este tiempo de gracia, en el que toda la comunidad eclesial ha podido
profundizar en el valor y la importancia del Rosario, como oración cristológica
y contemplativa.
«Contemplar con María el rostro
de Cristo» (Carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, 3). Estas palabras, que
se repiten en la carta apostólica «Rosarium Virginis Mariae» se han convertido,
por así decir, en el «lema» del Año del Rosario. Al mismo tiempo, ponen de
relieve la continuidad entre la propuesta del Rosario y el camino indicado al
Pueblo de Dios en mi precedente carta apostólica Novo millennio ineunte.
2. Si, de hecho, al inicio del
tercer milenio, los cristianos están llamados a crecer como «contempladores del
rostro de Cristo» («Novo millennio ineunte», 16), y las comunidades eclesiales
a convertirse en «auténticas escuelas de oración» (ibídem, 33), el Rosario
constituye el «camino mariano», y por ello es la senda privilegiada, para
alcanzar este doble objetivo. Con el deseo de reflejar cada vez más el
«misterio» de Cristo, la Iglesia, para meditar los «misterios» de su Evangelio,
recurre a la escuela de María. Este es «el camino de María» (Cf. ibídem, 24),
el camino por el que Ella recorrió su ejemplar peregrinación de fe, como
primera discípula del Verbo encarnado. Es al mismo tiempo el camino de una auténtica
devoción mariana, centrada totalmente en la relación que existe entre Cristo y
Madre santísima (Cf. ibídem).
3. Durante este año, he querido
confiar al Pueblo de Dios dos grandes intenciones de oración: la paz y la
familia.
El siglo XXI, nacido bajo el
signo de la gran reconciliación jubilar, ha heredado por desgracia del pasado
numerosos y duraderos polvorines de guerra y de violencia. Los desconcertantes
atentados del 11 de septiembre de 2001 y lo que ha sucedido a continuación en
el mundo han aumentado la tensión a nivel planetario. Ante estas preocupantes
situaciones, recitar el Rosario no es un repliegue en el ensimismamiento, sino
más bien una consciente opción de fe: contemplando el rostro de Cristo, nuestra
Paz y nuestra reconciliación, queremos implorar de Dios el don de la paz, por
intercesión de María santísima. A ella le pedimos la fuerza necesaria para ser
constructores de paz, comenzando por la vida cotidiana en familia.
¡La familia! Debería ser
precisamente el núcleo familiar el primer ambiente en el que la paz de Cristo
es acogida, cultivada y custodiada. En nuestros días, sin embargo, sin la
oración se hace cada vez más difícil para la familia realizar su vocación. Por
este motivo sería verdaderamente útil recuperar la bella costumbre de rezar el
Rosario en casa, como sucedía en las generaciones pasadas. «La familia que reza
unida permanece unida» («Rosarium Virginis Mariae», 41).
4. Confío estas intenciones a la
Virgen para que proteja a las familias y obtenga la paz para los individuos y
para todo el mundo.
Deseo que todos los creyentes,
junto con la Virgen, emprendan con decisión el camino de la santidad, teniendo
la mirada fija en Jesús y meditando con el Rosario los misterios de la
salvación. Este será el fruto más precioso de este año dedicado a la oración
del Rosario.
ZS03102904