No me pidas que te bese porque te besaré

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Reseña:

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Boda a la vista 

    Albert está a cinco días de casarse con su novia Helena. Pero a falta de esos pocos días, Albert no está seguro de si la quiere. 

    Los días van pasando y para evitar tener que hablar con ella, se apunta a un curso de guitarra con chicos especiales (chicos con retraso mental), que le acabarán explicando un truco para saber si quieres o no quieres a la persona que está a tu lado.

    Debut tras las cámaras del catalán Albert Espinosa (1974), que antes había triunfado con los interesantes guiones de Planta 4ª y Tu vida en 65', entre otros recientes filmes españoles. Aquí, además de llevar a la pantalla su propio guión (adaptación a su vez de su obra teatral), también interpreta con desparpajo a uno de los personajes principales. Para el reparto ha contado con un grupo muy apañado de jóvenes actores. 

    Como en sus anteriores trabajos, Espinosa idea una historia sencilla, de aire tragicómico, que rezuma optimismo y en el fondo ofrece una mirada muy positiva hacia los seres humanos, sin importar sus carencias o deficiencias, sean físicas o mentales. Este enfoque acertado de la dignidad humana es, con mucho, lo mejor de la película, junto con la preciosa partitura musical de Aritz Villodas. Pero en otros aspectos el guión hace aguas y resulta deficiente. 

    En primer lugar, el lenguaje soez y desinhibido no encaja para nada -por mucho que se intente- en la atmósfera de tono amable de la película, y las obsesiones del personaje de David (interpretado por el director) llegan a ser agotadoras, pese a que algún chiste sea divertido. Por otro lado, tampoco están bien resueltas las escenas entre los novios, muy poco verosímiles quizá por la falta de química entre los actores y por una muy escasa definición de caracteres. (Almudí JD-AC)