“Monseñor Javier Echevarría Rodríguez, prelado del Opus Dei nació en Madrid el 14 de junio de 1932. Es Doctor en Derecho Civil y en Derecho Canónico y pertenece al Opus Dei desde 1948. Fue ordenado sacerdote el 7 de agosto de 1955…”
El 7 de Agosto se cumple, pues, el 50º aniversario de su Ordenación sacerdotal. Desde el mayor respeto a su intimidad y para celebrar de alguna manera este día, nos unimos a sus oraciones con la nuestra y reproducimos una entrevista publicada en Alfa y Omega
Entrevista al Prelado del Opus Dei publicada en 'Alfa y Omega'.
21 de febrero de 2002
¿Cuáles son los rasgos del perfil de Josemaría Escrivá que siguen teniendo hoy más atractivo?
-Sí, cien años después de su nacimiento, Josemaría Escrivá es una figura históricamente cercana, que atrae por su vigor humano y cristiano. Bien sabemos -la Historia, concretamente la historia de la Iglesia, es maestra- que los hombres que caminan al paso de Cristo son sembradores de paz y alegría, y también signos de contradicción. A mí me llegan todos los días noticias -por escrito o de palabra- de muchos que tocan la paz y la alegría de Dios, al acoger lo que Él nos quiere decir con esos amigos suyos que son los santos, entre ellos el beato Josemaría.
¿Rasgos que más atraen? Quizá que ha contagiado a millones de personas el gozo de ser cristianos, de saberse hijos de Dios. En medio de tantas algaradas banales o dolorosas depresiones, pienso que las almas sienten la necesidad de tener a su lado la sonrisa de quien vive como discípulo de Cristo para servir a los demás.
¿Qué es lo esencial que el Opus Dei quiere dejar como resultado de esta celebración centenaria, tanto en el ámbito de lo doctrinal-eclesiológico, como en lo material-obras?
Ha escrito y repetido muchas veces el beato Josemaría que "es de Cristo de quien tenemos que hablar, y no de nosotros mismos". Por eso, yo espero que los actos de celebración del Centenario del beato Josemaría aviven en muchos hombres y mujeres la conciencia de que Cristo debe estar en el corazón de nuestra historia individual, a través de un continuado encuentro con Él, precisamente en las circunstancias ordinarias de la vida; y en nuestra historia colectiva, por medio de la paz, de la justicia y del perdón.
La calamidad más triste de un pueblo es marginar a Jesucristo, como si Él, que ha entregado su vida por salvar la nuestra, fuera un intruso. Sería un estupendo legado del Centenario, volver a descubrir, y ayudar a descubrir, ese horizonte de acción que el beato Josemaría resumía así: "Conocer a Jesucristo. Hacerlo conocer. Llevarlo a todos los sitios".
En el plano de las obras, el compromiso cristiano ante las necesidades de los demás -al que tanto urgía el beato Escrivá- está llevando a muchos a promover nuevos proyectos de cooperación social y de carácter educativo, tanto en naciones del tercer mundo como en focos de marginación localizados en países desarrollados. En Nigeria, por ejemplo, se ha inaugurado recientemente una escuela profesional para jóvenes de Lagos con pocas posibilidades de lograr un trabajo. Y se iniciaron otras iniciativas semejantes en diversos países.
Me ha causado alegría ver, durante el reciente congreso en Roma, el afán de muchos hombres y mujeres de impulsar nuevas tareas, yendo al fondo de urgentes necesidades, desde el Congo a Colombia, en Asia y en Europa.
¿Desde el punto de vista jurídico y pastoral, la Prelatura Personal está definitivamente consolidada y aceptada en la Iglesia?
El Opus Dei fue erigido como Prelatura Personal hace casi veinte años. Pienso que es un tiempo suficiente para hablar de un firme asentamiento de esta figura jurídica, que se ha demostrado perfectamente adecuada a la realidad teológica y pastoral del Opus Dei.
Desde el punto de vista práctico, la configuración del Opus Dei como Prelatura Personal ha permitido mejorar la inserción de la Obra en la Pastoral orgánica de la Iglesia, tanto a nivel universal, como en el ámbito de las Iglesias locales.
A oscuras, sin la luz de Cristo
¿Qué diría el beato Escrivá ante los principales problemas de la humanidad : el terrorismo, la familia, la bioética...?
Siempre evitaba imponer su opinión sobre los problemas humanos, por su delicado respeto a las libres opciones de las personas que acudían a su consejo, atraídas por su celo de buen pastor. Sólo quería hablar de Dios, el gran amor de su vida. Y, precisamente por esto, tenía una sensibilidad muy fina para descubrir los frutos de la presencia o de la ausencia del espíritu cristiano en los hechos y situaciones históricas.
Ante las cuestiones que se plantean actualmente, pienso que el beato Josemaría volvería a recordarnos, en primer lugar, que sin la luz de Cristo nos quedamos a oscuras; y que, sin el amor de Cristo, no sabríamos romper con nuestro egoísmo. E invitaría a considerar la dignidad del ser humano en su condición de hijo de Dios; la necesidad de promover una paz estable entre todos los pueblos, sobre unas bases sólidas de justicia y de solidaridad; la importancia de la familia, fundada en el matrimonio indisoluble, para la sociedad y para la Iglesia.
Luego bendeciría las rectas soluciones que cada cristiano aportara en esos puntos, de acuerdo con su criterio personal y su responsabilidad como fiel de la Iglesia y como ciudadano.
¿Es creciente el papel de la mujer dentro del Opus Dei?
Bueno, yo diría que dentro y fuera. Ya desde el principio de las actividades del Opus Dei dirigidas a mujeres, el 14 de febrero de 1930, el beato Josemaría afrontó esta labor en toda su amplitud. El mensaje fundacional fue expresado exactamente en los mismos términos a mujeres y a hombres, sin ningún tipo de diferencia.
Por eso, dejando aparte el sacerdocio ministerial -reservado en la Iglesia, por disposición divina, a los varones, como es sabido-, en el Opus Dei, las mujeres han tenido y tienen responsabilidades de igual importancia que los hombres, ni más ni menos. Cada una, en y desde su trabajo profesional, procura llevar la luz de Cristo al ambiente en el que se mueve.
Hoy, indudablemente, es grande el desafío que una mujer cristiana tiene por delante; una tarea para llenar de entusiasmo, porque cada una de ellas juega, si quiere, un papel trascendental en la vida social y en la vida de la Iglesia.
¿Cuál es la relación con los nuevos movimientos y asociaciones en la Iglesia, con la vida religiosa?
Cuando rezo el Credo, me gusta paladear cada una de las notas que definen a la Iglesia: Una, Santa, Católica y Apostólica. La Iglesia es intrínsecamente una, no un conglomerado de elementos dispersos. Es un organismo, un cuerpo, el Cuerpo Místico de Cristo, en el que los diferentes miembros, con su enriquecedora diversidad, se necesitan unos a otros.
Todo el valor del Opus Dei reside en que es parte de la Iglesia: sin ese estar en la Iglesia, el Opus Dei se desharía. Por eso, cualquier otra luz que se enciende para servir a Jesucristo, me resulta cercana, algo propio, expresión de la iniciativa del mismo Espíritu, del empeño por anunciar a Cristo.
En el plano práctico, el Opus Dei procura mantener una relación fraterna con todas las realidades de la Iglesia. Y cuenta con el apoyo de la oración y el cariño de muchas personas: por mencionar sólo un ejemplo, más de quinientas comunidades contemplativas son cooperadoras del Opus Dei.
¿Cuáles son las principales acciones apostólicas del Opus Dei en España, en el marco de la nueva evangelización?
Como en otros países, pienso que la principal aportación de los fieles del Opus Dei a la nueva evangelización en España es su apostolado personal, la labor que cada uno desarrolla para dar a conocer a Cristo en su propio ambiente.
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San Josemaría, maestro de perdón (1ª parte) |
Aprender a perdonar |
Verdad y libertad |
El Magisterio Pontificio sobre el Rosario y la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae |
El marco moral y el sentido del amor humano |
¿Qué es la Justicia Restaurativa? |
“Combate, cercanía, misión” (6): «Más grande que tu corazón»: Contrición y reconciliación |
Combate, cercanía, misión (5): «No te soltaré hasta que me bendigas»: la oración contemplativa |
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Combate, cercanía, misión (3): Todo es nuestro y todo es de Dios |
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La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía II |
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