MADRID, 30 Nov. 03 (ACI).-Ante el crecimiento del número de mujeres que padecen el síndrome post-aborto (SPA) y la ausencia de estudios especializados sobre este problema que afecta a casi un millón de españolas ha surgido una asociación de investigación y ayuda conformada por diferentes especialistas en salud mental.
La asociación cuenta con un equipo de psicólogos y psiquiatras que ha elaborado una página web para dar a conocer los estudios internacionales sobre las secuelas del aborto.
En www.nomassilencio.com se ofrece ayuda psicológica a las mujeres que sufren el síndrome y, además, se presenta un cuestionario para profesionales de salud interesados en colaborar en la realización de la primera investigación científica sobre el SPA en España.
Las consecuencias del aborto
Un estudio de la Real Academia de Obstetricia de Inglaterra sostiene que el 59 por ciento, es decir, seis de cada diez mujeres que abortan tiene altas probabilidades de suf! rir problemas psiquiátricos graves y permanentes.
Los trastornos psíquicos derivados del aborto se conocen como síndrome post-aborto (SPA), un tipo de trastorno de estrés post-traumático. Ansiedad, conducta agresiva, pesadillas, pensamientos o actos suicidas, bulimia, anorexia, abuso de alcohol y drogas y ruptura de relaciones de pareja son algunos de sus síntomas.
Las manifestaciones del SPA pueden tardar años en aparecer debido a la represión a la que recurren muchas mujeres como mecanismo de defensa. El psiquiatra estudioso del SPA, Juan Cardona Pescador, afirma que "después del trauma que supone el aborto se deteriora la afectividad, la capacidad de querer, la voluntad, y todo lo demás viene en cascada: la ruptura con parejas sucesivas, la depresión y otras consecuencias negativas".
En cuanto a la relación de pareja, la doctora Emily Milling halló que el 70 por ciento de las 400 parejas de su estudio se rompieron en el año siguiente al aborto.
También el suicidio aumenta considerablemente entre las mujeres que han abortado. Los investigadores finlandeses Speckhard y Vaughan constataron que la tasa de suicidio en el año posterior al aborto era tres veces más alta que la media femenina, y siete veces má! s alta que la de las mujeres que habían dado a luz.
Organismos internacionales abortistas han reconocido la existencia de trastornos psíquicos derivados del aborto. La Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF, por sus siglas en inglés) los ha confirmado en su Plan Trienal del período 1990-1993 donde sostiene que: "Una serie de estudios y encuestas de los opositores al aborto han mostrado que la incidencia del trauma post-aborto puede llegar a afectar al 91% de los casos. Algunos informes recientes del Instituto Alan Guttmacher que no han sido publicados, indican que el alcance del problema puede haber sido correctamente calculado en dichos estudios".
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