Viene de nascor, eris, que significa nacer. Naturaleza es, por tanto, lo que algo es de nacimiento y no como resultado de sus operaciones o influencias externas; lo que cabe esperar de ese algo, lo que está llamado a ser. Con este término la sabiduría popular ha vinculado la naturaleza principalmente con el mundo de la vida (plantas y animales), de modo que hace falta un grado más de abstracción para aplicarlo a objetos inanimados (naturaleza del agua, de la atmósfera, de las rocas). Porque, en efecto, la naturaleza de algo consiste más en el fin para el que nace o surge que en la materia de que está hecho o la estructura con que se organiza. Es un matiz muy importante para llegar al concepto de “naturaleza humana”, ya que lo distintivo en ella es la tendencia a lo mejor, una aspiración constitutiva a la excelencia humana: para el hombre lo natural es superar lo natural. Este “rebasamiento”, con el que el hombre se humaniza, y con él al mundo que le rodea es lo que llamamos cultura.
Pablo Prieto