VATICANO, 16 Dic. 02 (ACI).- Ante una multitud de niños llegados a la Plaza San Pedro a recibir la bendición para el Niñito del pesebre, el Papa Juan Pablo II invitó a las familias del mundo a acudir masivamente al Cuarto Encuentro Mundial de las Familias que se realizará en Manila, Filipinas del 22 al 26 de enero de 2003.
El Pontífice señaló que, con la construcción del gran nacimiento y la instalación del árbol navideño, “ya se respira un clima navideño en la Plaza San Pedro”.
El Papa agradeció también a los niños y jóvenes que con sus imágenes del Niño Jesús porque “vuestra alegría se pone a tono con el espíritu de gozo propio del Tercer Domingo de Adviento.
“La Navidad es por excelencia fiesta de la familia, porque Dios, naciendo en una familia humana, la ha elegido como la primera comunidad consagrada por su amor”, dijo el Santo Padre, antes de mencionar la importancia del Cuarto Encuentro Mundial de las Familias que “servirá para relanzar en el tercer milenio el Evangelio de la familia”.
Y luego de agradecer a quienes colaboran con el Pontificio Consejo para la Familia en la organización del evento, Juan Pablo II pidió que “la participación de las familias sea la más grande posible. El mundo tiene necesidad de un signo de esperanza que venga precisamente de las familias cristianas”.
“Desde ahora encomiendo este encuentro mundial a María Santísima, Reina de las Familias”, concluyó el Papa.
El Angelus tuvo lugar después que el Pontífice realizara su segunda “visita pastoral” a una parroquia romana, en la que el párroco, sacerdotes y fieles se trasladaron al Vaticano para visitarlo.
En esta ocasión fue la parroquia de San Juan Nepomuceno Newman, que incluye el barrio de Montespaccato, una zona tugurizada y pobre ubicada al oeste de la ciudad de Roma.