Su presidente estima que el Gobierno ha realizado una política «nefasta» en este ámbito
El presidente de la Federación Española de Familias Numerosas, José Ramón Losana, pidió durante su intervención como miembro de la mesa redonda «Políticas familiares y demográficas» del IV Congreso Católicos y Vida Pública organizado por la Asociación Católica de Propagandistas, que no se vote al Partido Popular en las próximas elecciones ya que, a su juicio, la política familiar del PP ha sido «nefasta», especialmente en Madrid y precisó, en su intervención, que «los padres de familia somos los más progresistas, porque somos los que más contribuimos al progreso».
Nicolás de Cárdenas - Madrid.-La Razón, 7.XI.2002
José Ramón Losana estimó que «si somos los que más contribuimos al estado del bienestar, no es lógico que seamos los más perjudicados» y añadió, a lo largo de su intervención, que si piden ayudas es «para poder ejercitar nuestra libertad de tener los hijos que creamos oportunos». Las ayudas a las que se refiere el representante de las familias numerosas de España, han de permitir «las condiciones necesarias para mantener una familia más de una generación» y expresó su convencimiento de que «no es verdad que no haya presupuestos» y que «lo que hay que tener es voluntad política». «Estamos hartos de brindis al sol», añadió al tiempo que quiso recalcar que el Partido Popular ha llevado a cabo «una política familiar nefasta, especialmente en Madrid» y por ello pidió a los presentes «que no se vote al PP» y que busquen otras alternativas, en una velada alusión al novísimo partido Familia y Vida que preside Íñigo Coello de Portugal.
Por otro lado, planteó los buenos resultados económicos que tendrían lugar con un Gobierno en el que su ministro de Economía fuese un padre de familia numerosa por «la audacia y la imaginación que tiene que echarle para sacar adelante a un gran número de hijos».
La segunda jornada del IV Congreso Católicos y Vida Pública que se está celebrando estos días en la Universidad San Pablo CEU de Madrid comenzó ayer con una ponencia del secretario (ministro) de Trabajo y Previsión social de México, Carlos María Abascal Carranza, que fue largamente aplaudida por los presentes.
Abascal abordó en su discurso sobre políticas solidarias su experiencia como católico comprometido con el servicio público desde el acceso al poder del Partido de Acción Nacional (PAN) mexicano.
En su ponencia, el político ve necesario «renovar la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de acuerdo con las nuevas realidades de la sociedad y basada en la doctrina social de la Iglesia» y asumió el hecho de que «tenemos que aceptar el desafío de diseñar políticas solidarias», pues «la paz del mundo depende de la solidaridad».
Para Abascal, «es necesario identificar y poner fin a las fracturas que impiden el pleno desarrollo de la persona» y «pasar de las buenas intenciones a los hechos».
El secretario de Trabajo explicó que, en la vida pública, «el valor que más destacamos es el de la solidaridad» ya que el trabajar por el bien de los demás exige una «consagración a la construcción del bien común por amor». Este concepto de la solidaridad debe ser, para Abascal, complementado con la subsidiariedad, de manera que cada ente de la sociedad desarrolle el papel que le es propio.
Otros valores que deben estar presentes en el ejercicio de la actividad política son el de la justicia, como «la voluntad permanente de dar a cada uno lo suyo» y el del bien común, como «las condiciones necesarias para la realización personal plena».
Estos cuatro rasgos, «pueden ser compartidos por todos porque son valores que están en el corazón de los hombres». Además explicó que al igual que el amor de uno hacia los demás es expresión de la participación del amor de Dios, el ejercicio de la autoridad en la vida política es participación de la naturaleza todopoderosa de Dios. Sobre la canonización del indio Juan Diego, Abascal dijo que fue «un momento espiritual histórico porque la Guadalupana es la emperatriz de toda Hispanoamérica».