Manuel P. Villatoro

En 1585, las tropas hispanas sitiadas en la isla de Bommel lograron vencer a la muerte gracias a la repentina congelación de un río. El hecho fue atribuido a la Inmaculada Concepción

Un golpe de suerte o una intervención divina. Estas eran las únicas formas de que los miembros del Tercio de Bobadilla no fueran masacrados el 8 de diciembre de 1585 mientras defendían el monte de Empel –ubicado en una pequeña isla holandesa–. Harapientos, sin provisiones y asediados por una infinidad de buques, a los soldados españoles no les quedó otra solución que rezar pidiendo un milagro, y eso es lo que obtuvieron. Aquella noche, uno de los ríos limítrofes se congeló permitiendo a los defensores cargar contra el enemigo y obtener una victoria por la que nadie hubiera dado medio escudo de oro.

Pero en esa funesta jornada el ejército español no solo triunfó en combate, sino que también convirtió a la Inmaculada Concepción en la patrona de su infantería.

Y es que, según cuenta la leyenda, un soldado del Tercio encontró enterrada una imagen de la virgen pintada en madera el día previo a la contienda. Al parecer, este hecho llenó de moral a los soldados, los cuales consideraron el hielo como un regalo divino.

Una guerra de 80 años

Para llegar a la raíz del conflicto que llevó a estos españoles hasta la isla de Bommel es necesario retroceder en el tiempo hasta 1555. En ese año, Carlos I (V de Alemania) legó a su hijo Felipe II el gobierno de España y de los estados que hoy ocupan en su mayoría los Países Bajos. De esta forma, el monarca cedía las que durante toda su vida habían sido sus tierras predilectas para, después de una larga regencia, retirarse de la vida pública.

Sin embargo, el cambio de gobierno no agradó demasiado a los habitantes de la región, que vieron en Felipe a un rey extranjero que no lucharía por sus intereses. «A diferencia de su padre, Felipe había nacido y se había criado en España, su lengua materna era portuguesa, y desde 1559 hasta su muerte no pisó los Países Bajos. (…) Los flamencos se vieron gobernados por extranjeros», afirman Andrés Más Chao y José María Sánchez de Toca en el volumen titulado «La infantería en torno al Siglo de Oro» de la obra conjunta «Historia de la infantería española».

Finalmente, las tensiones se hicieron irreconciliables cuando Europa quedó dividida entre los seguidores del catolicismo y los partidarios del protestantismo –una nueva religión muy extendida en la región flamenca–. Sin remedios para evitar un enfrentamiento latente desde hacía varios años, la contienda se materializó cuando las provincias de los Países Bajos se unieron contra Felipe II. Como contrapartida, desde España se inició la movilización de varios Tercios hacia el territorio para, mediante pica y arcabuz, terminar con las pretensiones de independencia rebelde. Acababa de iniciarse la «Guerra de los ochenta años».

La partida hacia el combate

Durante años se sucedieron centenares de combates en territorio flamenco, los cuales se cobraron miles de vidas y cubos de sangre española. No obstante, todo pareció cambiar con la llegada de algunos líderes militares como Alejandro Farnesio, quien no tuvo reparos en demostrar la capacidad militar de los tercios en decenas de contiendas.

Con todo, y a pesar de las victorias hispanas, a finales del siglo XVI todavía eran una infinidad las plazas que estaban en poder de los rebeldes y multitud las que pedían auxilio a los católicos ante la presión enemiga. «Cuando (Farnesio) recuperó Amberes en el verano de 1585, se sintió en condiciones de acudir a las «Islas de Gelanda y Holanda», cuyas poblaciones católicas oprimidas por los rebeldes protestantes le pedían auxilio», señalan en su obra los expertos.

Una vez tomada la decisión de atacar a, Alejandro puso al mando de su ejército al Conde Carlos de Mansfelt, que recibió órdenes de dirigirse hacia el norte de Brabante (ubicada en el centro de los Países Bajos) para sofocar las revueltas. A esta fuerza se unió a su vez el Tercio dirigido por el Maestre de Campo Don Francisco de Bobadilla, un militar con una extensa hoja de servicios.

«Ya todos juntos, marchó (…) el conde Carlos de Mansfelt con los tres tercios de españoles del coronel Cristóbal de Mondragon, de D. Francisco de Bobadilla y el de Agustín Iñíguez, repartidos en sesenta y una banderas y con la compañía de arcabuceros a caballo de españoles del capitán Juan García de Toledo», explica el Capitán Alonso Vázquez –contemporáneo de Bobadilla– en su obra «Los sucesos de Flandes y Francia del tiempo de Alejandro Farnese».

La toma de Bommel

El camino de la fuerza española se detuvo al vislumbrar el río Mosa (el que, con casi 1.000 Km. de extensión, corta los Países Bajos de este a oeste). «Mansfelt llegó a la orilla meridional del Mosa, donde hizo acuartelar el grueso, y mandó a Bobadilla que ocupara la isla de Bommel. Esta isla –el Bommelward– tiene unos 25 Km. de este a oeste, 9 de anchura máxima de norte a sur, y está formada por los ríos Mosa y Vaal, que se aproximan mucho al Este de la isla, y están comunicados por brazos de unión en ambos extremos (…). La comarca es baja, fértil y bien trabajada», completan Más y de Toca.

Sin dudarlo, Bobadilla cruzó el río con casi 4.000 hombres y tomó este minúsculo terreno de escasa importancia para los rebeldes. A su vez, envió varias patrullas a proteger los diques de contención construidos para evitar que el agua anegara la isla. Y es que, si el enemigo tomaba varios de ellos, podría llegar a inundar Bommel y lanzar sobre los españoles toda la potencia contenida de los ríos. Con el terreno conquistado, Mansfelt partió hacia Harpen, a 25 Km. de la isla, dejando al Maestre de Campo al Mando.

Holac se arma

Por su parte, los rebeldes no lo dudaron ni un segundo y, aunque la pérdida de la isla de Bommel no significaba ni mucho menos un golpe de efecto, decidieron armarse para dar, por fin, una lección a los Tercios hispanos. «(Los rebeldes) juntáronse en Holanda y Gelanda y armaron y guarnecieron de muy buena infantería más de doscientos navíos, entre grandes y pequeños, porque viendo las fuerzas españolas encerradas en la isla de Bommel les creció un ánimo extraordinario de anegarlos y deshacerlos y quitar de aquella vez el yugo español que tenían sobre sus hombros», añade en su ya antigua obra Vázquez.

El Tercio de Bobadilla tuvo que retirarse a Empel cuando la isla quedó inundada

Al mando de la armada rebelde se distinguía el Conde de Holac, quien, impulsado por el odio a los españoles, ordenó un ataque masivo desde sus buques. «(A la isla) se arrimaron los rebeldes con su armada y cortaron dos diques junto a la villa de Bommel; pero el que está entre los lugares de Dril y Rosan, que es donde Francisco de Bobadilla tenía alojados y repartidos los tres tercios españoles ya nombrados, no lo pudieron cortar aunque lo intentaron por muchas y diversas partes. (…) D. Francisco con su experiencia y valor había repartido las guardias de manera que, aunque los rebeldes acometieran por cualquier parte, hallaran mucha resistencia», señala el militar.

Comienza la batalla

A continuación, y sin ninguna piedad, los rebeldes abrieron los diques que habían conseguido tomar por la fuerza. Así, en apenas unos minutos, el agua se lanzó sobre los tercios españoles con más fuerza que una carga de caballería pesada. Bobadilla, casi sin tiempo de reaccionar, ordenó a sus hombres abandonar el campamento y dirigirse con la mayor celeridad posible hacia una de las posiciones más elevadas de la isla: el monte de Empel.

La batalla acababa de comenzar, al igual que el sufrimiento de los soldados de los Tercios quienes, totalmente rodeados de buques enemigos y agua, se aprestaron para la defensa decididos a no regalar su vida sin combatir hasta la muerte. Con todo, los españoles fueron aquella noche cañoneados con fuego de artillería y mosquetería rebelde hasta la saciedad, algo que aguantaron estoicamente durante horas.

Sin embargo, con la llegada de la noche, los decididos miembros de los Tercios devolvieron el fuego y pusieron en fuga a sus enemigos. Se acababa de ganar una pequeña batalla que podría haber decidido la guerra si los españoles hubieran sido derrotados. Por su parte, Holac, asombrado ante la tenacidad de los defensores, decidió retirar sus barcos del alcance de las armas católicas.

Aunque habían conseguido acabar momentáneamente con sus enemigos, los infantes españoles sabían que, aislados como estaban en un pequeño monte, tenían muy pocas posibilidades de salir con vida. Por ello, y con el conocimiento de que el paso de los minutos disminuía las posibilidades de escapar con vida de aquella encerrona, Francisco de Bobadilla ordenó a un soldado atravesar el bloqueo en una pequeña barca con varias cartas de auxilio. Entre ellas, se podía distinguir una que tenía como destinario a Mansfelt, el que más cerca se hallaba del lugar de los hechos.

Mansfelt, un rescate fallido

Al día siguiente, y a sabiendas de que el fuego podía acabar fácilmente con ellos, los españoles trataron de fortificar el monte para, al menos, resistir hasta la llegada de refuerzos. El socorro llegó el día 6 cuando Mansfelt envió una carta a Bobadilla proponiéndole un descabellado plan; el Conde planeaba asaltar a la flota rebelde con unas escasas 50 embarcaciones en un intento de romper el sitio. Sólo había una remota posibilidad de conseguirlo, pero era la única opción de salvar a los cercados. Por ello, Bobadilla armó a su vez 9 pleytas –o barcazas– para reforzar el desesperado ataque.

Los soldados pensaron incluso en suicidarse para evitar morir ante los rebeldes

«El jueves 5 de Diciembre por la mañana, llamó el Maestre de campo D. Francisco de Bobadilla a los Sargentos mayores de los tres tercios españoles, y les dio orden de que en las nueve pleytas (tres para cada tercio) embarcasen en cada una diez picas, diez mosqueteros, quince arcabuceros y dos Capitanes escogidos en cada una», destaca Vázquez.

En las barcazas, Bobadilla situó a unos 300 militares dispuestos para el combate. «Los Capitanes y soldados que los sargentos mayores ya habían señalado para este efecto se confesaron y comulgaron, como siempre que han de pelear lo acostumbra la nación española, y conformados todos de morir o salir con tan honrada empresa, estuvieron esperando la orden y hora en que habían de hacer el efecto», añade el militar español.

No obstante, el asalto nunca se produjo, pues las tropas enemigas, aprovechando su inmensa superioridad numérica y armamentística, arrebataron espada en mano varias posiciones a los defensores. Así, si antes la misión era casi imposible, ahora se convertía en un suicidio. Hambrientos, vestidos con ropas raídas, empapados y superados en todos los frentes, los españoles ya no tenían ningún cartucho al que recurrir. Ahora solo les quedaba morir cómo héroes y dejar una huella imborrable en la Historia llevándose consigo a todos los rebeldes que pudieran.

El encuentro con la Virgen

En la mañana del día 7 todo parecía sentenciado para los soldados españoles. Sin embargo, aquella mañana uno de los miembros del Tercio encontró algo muy especial que, según la tradición, cambió radicalmente el devenir de los acontecimientos.

«Estando un devoto soldado español haciendo un hoyo en el dique para resguardarse debajo de la tierra del mucho aire que hacía y de la artillería que los navíos enemigos disparaban, a las primeras azadonadas que comenzó a dar para cavar la tierra saltó una imagen de la limpísima y pura Concepción de Nuestra Señora, pintada en una tabla, tan vivos y limpios los colores y matices como si se hubiera acabado de hacer. Acudieron otros soldados con grandísima alegría y la llevaron y pusieron en una pared de la iglesia», añade Vázquez en su obra.

El hallazgo fue tomado como una señal divina por los soldados que, después de rezar devotamente a la Inmaculada Concepción, recuperaron las esperanzas de escapar con vida de aquella trampa mortal. «El Padre Fray García de Santiesteban hizo luego que todos los soldados le dijesen un Salve, y lo continuaban muy de ordinario. (…) Este tesoro tan rico que descubrieron debajo de la tierra fue un divino nuncio del bien (que por intercesión de la Virgen María) esperaban en su bendito día (…). Quedaron tan consolados lo sitiados españoles después de haber dicho la Salve (…) que no sentían tanto el hambre» completa el autor de «Los sucesos de Flandes y Francia del tiempo de Alejandro Farnese».

Una decisión hacia la muerte

Animados como estaban ahora los miembros del Tercio, Bobadilla tomó la iniciativa y reunió a sus capitanes para decidir cómo actuar. Concretamente, el Maestre de Campo pretendía quemar las banderas, desarmar los cañones y, finalmente, lanzarse en un último y valeroso ataque sobre la armada rebelde hasta derramar la última gota de sangre por España.

No obstante, también hubo partidarios de suicidarse. «A todos les pareció bien la honrada determinación de D. Francisco, aunque algunos Capitanes y soldados (…) dijeron que, en caso que no tuviese efecto lo que se había acordado, se repartiesen en el dique (…) y se diesen la batalla matándose unos a otros, porque los rebeldes y enemigos de Dios no triunfasen sobre ellos. (Pero) D. Francisco mandó que no se diesen oídos a aquellas temeridades», determina el cronista.

Ese mismo día, Holac envió a varios emisarios para ofrecer una rendición honrosa a los españoles. Tuvo una tajante negativa como respuesta. Y es que, los soldados de Bobadilla lo tenían claro: preferían morir cruelmente en combate rodeados de cientos de enemigos a capitular. Todo quedó visto para sentencia, a la mañana siguiente los miembros del Tercio se lanzarían contra los navíos para librar su última batalla.

El milagro de Empel

Pero, al amanecer del 8 de diciembre, fiesta de la Purísima Concepción, se produjo un acontecimiento que los españoles no dudaron en bautizar como «el milagro de Empel»: durante la noche, un gélido viento se alzó sobre el río y congeló sus aguas, algo que no había sucedido en Bommel desde hacía muchos años. El día 8 el agua se congeló de forma inexplicable.

Aquella jornada el frío se convirtió en un factor militar determinante, pues la inmensa flota rebelde tuvo que abandonar el asedio y retirar sus buques para evitar que se quedaran encallados en el hielo. Perplejos por la situación, a los soldados de Holac no les quedó más que maldecir durante su repliegue. «Cuando los rebeldes iban pasando con sus navíos río abajo les decían a los españoles, en lengua castellana, que no era posible sino que Dios fuera español, pues había usado con ellos un gran milagro», completa el militar en su obra.

El asalto final

El día 9, Bobadilla llamó a voz en grito a sus soldados para que tomaran sus picas, mosquetes y arcabuces, pues era hora de aprovechar su ventaja. Decididos, los miembros del Tercio montaron en sus barcazas –más manejables que los grandes barcos rebeldes– y, tras atravesar con ellas el hielo, asaltaron el fortín que el enemigo había fabricado a orillas del Mosa.

Finalmente, los españoles obtuvieron una victoria inimaginable gracias a los elementos

No obstante, el combate ni siquiera se inició, ya que los rebeldes corrieron para salvar su vida al ver las pleytas hispanas. Con la posición tomada ambos bandos sabían que la contienda había tocado a su fin pues, aunque se produjera un deshielo, los buques de Mansfelt pronto llegarían a socorrer al Tercio de Bobadilla. La batalla había acabado y, para asombro de todos, la victoria pertenecía a los Tercios españoles.

Después de este curioso suceso la Inmaculada Concepción fue tomada como la patrona de los Tercios y, años más tarde, de la Infantería española. Y es que, ya fuera por intervención divina o no, lo cierto es que gracias a la moral que les dio su imagen los soldados vivieron para combatir otro día y gritar, un vez más «¡Santiago y cierra España!».

Sánchez de Toca y Catalá: «Los holandeses de entonces dijeron que "Dios era español"»

-¿Qué hay de verdad y qué de leyenda en el milagro de Empel?

-El hecho es incontrovertible. Los tercios estaban dispuestos al suicidio colectivo -así lo propuso un capitán-, asediados en un dique por la escuadra holandesa, cuando la súbita e imprevista helada congeló las aguas. Los holandeses tuvieron que marcharse a aguas libres bajo el fuego de los tercios. Los holandeses de entonces dijeron que «Dios era español», y después que fue un insólito concurso de circunstancias fortuitas. Para españoles e italianos -que los había y muchos- no cabía duda que era un milagro, asociado a la vigilia de la Inmaculada y al hallazgo de un cuadro de la Purísima esa misma noche.

-¿Cómo definiría la actuación de Bobadilla?

-Bobadilla actuó con serenidad y esperanza, infundió en sus hombres fe en que vendría ayuda del Cielo. La Sagrada Escritura dice que el miedo no es otra cosa que la falta de confianza en el auxilio divino, y Bobadilla le supo transmitir esta convicción a sus hombres, que estaban al borde de soluciones extremas. Un gran jefe y un gran creyente -con razón-, como se vio.

-¿Por qué las tropas españolas se empeñaron en conquistar Bommel, un territorio de tan poco valor?

-No fueron los españoles los que se empeñaron en Bommel, fueron órdenes de Mansfelt, quien ya entonces pareció sospechoso porque podría haber aniquilado lo mejor del ejército de Felipe en los Países Bajos.

Manuel P. Villatoro, en abc.es/

Jorge Vidal Arenas

I.             Existencia y naturaleza del tiempo

En el libro IV (217b 29) de la Física, Aristóteles comienza el examen del tiempo planteándose de antemano, tal como le es costumbre, los asuntos a los cuales se referirá y los problemas a los que se debe atender; en primer lugar el físico debe plantearse 1) si el tiempo es o no es (problema de la existencia) y en el caso que sea, 2) cuál es su naturaleza (problema de la esencia del tiempo).

En cuanto al primer punto, afirma el estagirita, si consideramos que el tiempo está compuesto de dos partes (y no tres, pues el presente no es una parte) resultaría evidente que el tiempo no existe de modo absoluto, sino solo de manera relativa y oscura. Pues la primera parte (el futuro) será en algún momento pero aún no es, y la segunda (el pasado) en algún momento fue, es decir, dejó de ser. En vistas de esta situación resultaría dudoso hablar de la existencia del tiempo, puesto que aquello que se compone de partes inexistentes difícilmente podría considerarse como algo que participa del ser.

Aristóteles afirma que para hablar de la existencia de algo divisible en partes deben cumplirse al menos dos condiciones: la primera es que todas o al menos algunas de sus partes deben existir, y la segunda es que estas partes existentes deben ser medida del todo, es decir, deben tener alguna extensión en el continuo al que pertenecen. Si la primera condición, por los motivos ya aducidos, no es cumplida en absoluto por el tiempo, debemos decir que la segunda, si bien no será negada cabalmente, presenta al menos serias dificultades; pues lo único perteneciente al tiempo de lo cual podemos predicar el ser, es precisamente aquello que no podemos considerar como una extensión y por lo tanto como una parte, a saber, el presente -o en palabras de Aristóteles, el ‘ahora’-.

En este punto resulta necesario definir exactamente a qué se refiere Aristóteles con ‘ahora’ https://www.scielo.cl/fbpe/img/byzantion/n34/art14-1.jpg y explicar por qué no debe ser considerado como una parte del tiempo. Esto se lleva a cabo a través de la exposición y resolución del dilema de la identidad y alteridad del ‘ahora’ (cf. Comentario a Fis. IV (218a 8) de Vigo, Alejandro. En Aristóteles, 1995, p.236).

-    ¿El <ahora> es siempre uno y el mismo? Si consideramos que cada parte o sección del tiempo que tomemos en cuenta es diferente una de otra, estamos diciendo que es imposible que sucedan simultáneamente (a no ser que una breve esté contenida en una más larga). Si extendemos este principio al <ahora> nos daremos cuenta que cada ‘ahora’ es distinto de otro y no pueden ser siempre uno y el mismo, pues no pueden coexistir ya que no representan extensiones de tiempo, las extensiones de tiempo son partes divisibles comprendidas por límites, y el ‘ahora’ al no estar comprendido, sino que al ser él mismo el límite, resulta ser inextenso e indivisible.

-    Si el ‘ahora’ no puede ser siempre uno y el mismo, entonces ¿es siempre distinto uno de otro? Puesto que los ‘ahoras’ no coexisten, si atendemos al hecho de que los ‘ahora’ del pasado no son existentes habiendo existido efectivamente en algún momento, debemos reconocer que aquellos ‘ahoras’ se destruyeron en algún momento; sin embargo, es imposible que aquel ‘ahora’ se destruya en otro, puesto que aquello supondría un ‘ahora’ inmediatamente siguiente al que fue destruido y esto no es posible[2] -tal como un punto no le sigue a otro punto en la línea-. Pero tampoco es concebible que el ‘ahora’ se destruya dentro de sí mismo (es decir, en el mismo instante en el que es) puesto que es contradictorio que algo sea y no sea al mismo tiempo. Entonces, ¿cómo podemos habar de ‘ahoras’ distintos unos de otros si no podemos decir que existen aquellos que no están en tiempo presente?

La solución a este importante dilema es entregada por Aristóteles durante el desarrollo posterior de su tratado, sin embargo, para no perder el hilo conductor de esta exposición la examinaremos a continuación.

De igual manera que el movimiento siempre es distinto en el sentido de que cada parte o etapa del movimiento es distinta una de otra, el tiempo también es distinto porque cada lapso específico no se identifica con otro. Ahora, si consideramos el tiempo en su totalidad, podemos decir que es siempre igual, en la medida que los distintos movimientos simultáneos tienen lugar en un único mundo, pues son afectados por un único y mismo tiempo. Tomando en consideración lo anterior, podemos decir que el ‘ahora’ en cierto sentido es siempre uno y el mismo y en otro es siempre distinto; en cuanto es considerado como ‘ser ahora’, es decir, lo que sucede en cada instante transcurrido en el tiempo, es siempre diferente (cada ‘ahora’ posee un ser distinto de otro); Sin embargo, cuando es considerado "como aquello siendo lo cual en cada caso es el ahora" [3] (Aristóteles, 1995b, p.89), es decir, como sustrato de los distintos ‘ser ahora’, es siempre el mismo.

Para asegurar la comprensión del doble sentido en el que debe ser entendido el ‘ahora’, Aristóteles decide reforzar la idea estableciendo una analogía entre el ‘ahora’ y el ‘móvil’ (219b 15 - 220a), dicha analogía es, en resumidas cuentas, expuesta de la manera siguiente: el ‘ahora’ es al tiempo, lo que el ‘móvil’ es al movimiento. Esto, claro está, en el sentido en que el ‘móvil’ permanece siendo el mismo como sustrato del movimiento, pero se constituye siempre como algo distinto en cada fase del movimiento. La manera más clara en la que podemos visualizar esto es atendiendo en especial al movimiento locativo o de traslación, pues el ‘móvil’, por ejemplo una flecha, sigue siendo siempre una y la misma mientras va en el aire, pero es distinta en cada instante que consideremos, en el sentido que ocupa una porción distinta de espacio en cada momento [4].

Definición del Tiempo

No podemos entregar una respuesta cabal y definitiva al problema de la existencia del tiempo, sin embargo, la existencia del ‘ahora’ y sus modos de ser, nos proporcionan importantes elementos para dar paso a la cuestión de la naturaleza del tiempo. Como es de costumbre en nuestro filósofo, el primer paso al respecto lo constituye un examen acerca de las opiniones que han dejado sus predecesores en torno al tema, con esta exposición, pese a lo breve y simplificada que resulta ser, Aristóteles logra introducir los primeros elementos para una definición propia del tiempo.

Las dos consideraciones anteriores acerca del tiempo que tiene en cuenta son las siguientes: 1) El tiempo es el movimiento del todo (o de la esfera celeste) y 2) el tiempo es la esfera misma.

- En primer lugar Aristóteles rechaza la identificación del tiempo con el movimiento de la esfera (circunvolución), puesto que si tomamos solo una parte del movimiento de la esfera y no la circunvolución completa, aun podemos hablar de tiempo; además, el caso hipotético de la existencia de otros mundos supondría la existencia de tiempos distintos, puesto que cada mundo (esfera celeste) tendría su propio movimiento de circunvolución. Pero la existencia de distintos tiempos simultáneos es imposible (en contraposición a la existencia de movimientos simultáneos), pues todos los mundos simultáneos posibles, estarían circunscritos siempre a uno y el mismo tiempo, aun cuando la velocidad de ellos difiera, pues la velocidad no es más que la cantidad de movimiento en un determinado tiempo.

- Finalmente en cuanto a la consideración del tiempo como la esfera misma, la cual Aristóteles desestima como ingenua, se debe al hecho de pensar que, puesto que todas las cosas suceden o están en el tiempo, éstas suceden o están también en la esfera del todo (se trata de un equívoco en cuanto a la expresión "estar en").

Queda manifiesto que entre tiempo y movimiento existe algún tipo de relación, pero está claro que esta relación no es de identificación pues mientras el movimiento solo se da en aquello que cambia, el tiempo se da en todas las cosas, y mientras el movimiento puede variar su velocidad, el tiempo no puede hacerlo, puesto que la velocidad de las cosas que cambian se miden en función del tiempo en que transcurren, pero el tiempo no puede medirse en función de sí mismo. "Es evidente, por tanto, que el tiempo no es movimiento" (Aristóteles, 1995b, p.86).

El tiempo no es movimiento, pero debemos reconocer que no podemos hablar de tiempo sin cambio. Pues cuando en nuestra alma no cambia nada o no advertimos que cambie algo, tampoco advertimos el pasar del tiempo. Dicho de otro modo, el tiempo solo existe para nosotros, en tanto que el alma capte cambio o movimiento. Cada vez que percibimos movimiento percibimos tiempo, es por ello que debemos indagar qué es el tiempo en relación al movimiento.

En primer lugar sabemos que cuando acontece un movimiento, éste se da desde algo hacia algo, es decir se da en un ‘continuo. Y para Aristóteles el ‘continuo’ por antonomasia es el espacio o ‘magnitud’ (péyshoc;). El movimiento es ‘continuo’ en función de la continuidad de la magnitud, y el tiempo es ‘continuo’ en función de la continuidad del movimiento. De esta manera lo anterior y lo posterior que se da primeramente en la magnitud, da origen a la ‘antero-posterioridad’ del movimiento y éste a su vez da lugar a lo anterior y lo posterior en el tiempo. De esta manera podemos decir que tenemos conocimiento del tiempo cuando podemos determinar un movimiento según lo anterior y lo posterior en él, es decir cuando el alma logra distinguir dos límites o ‘ahoras’ reconociendo que son distintos entre sí y de lo contenido entre ellos. "Pues esto es el tiempo: número del movimiento según lo anterior y lo posterior" [5] (Aristóteles, 1995, p.88). A continuación Aristóteles afirma que existen dos sentidos en los cuales pueden ser entendidos el concepto de ‘número’: 1) como lo ‘numerado o numerable, o 2) como ‘aquello a través de lo cual se numera’. De los cuales es el primer sentido es el que se adecúa a su definición del tiempo.

De esta manera, cuando se dice que el tiempo es el ‘número’ del movimiento según lo anterior y lo posterior, lo que se está numerando no es el movimiento en sí o los ‘ahoras-limites’ (o una supuesta sucesión de ‘ahoras’ comprendidos entre los límites) sino que se numera la magnitud o amplitud del movimiento comprendido entre los ‘ahoras’ (anterior y posterior). Por lo tanto no podemos identificar tiempo y movimiento de manera absoluta, sino solo en tanto que el movimiento comporta número, es decir, en tanto que es numerado. Un indicio de esto, según Aristóteles, sería el siguiente:

Si lo mayor y lo menor (Mym) se mide por medio del número (N), y si un movimiento mayor o menor (Mym) se mide por el tiempo (T) [6], entonces el tiempo (T) es una especie de número (N). Silogísticamente:

Todo lo Mym es (medido por) N

Algún Mym es (medido por) T

El Tiempo es Número

Para finalizar, debemos decir que la analogía anteriormente apuntada entre el ‘ahora’ y el ‘móvil’ no se agota en el simple hecho de que ambos comparten la característica de ser en un sentido la misma cosa y en otro siempre algo diferente [7], sino que también comparten la característica de ser una especie de clave de acceso al conocimiento del ‘continuo’ al que pertenecen; Por una parte podemos decir que tenemos conocimiento del movimiento solo por medio del ‘móvil’, y por otra, -si atendemos a la definición de tiempo ya formulada, es decir, "número del movimiento según lo anterior y lo posterior" e identificamos que lo ‘anterior’ y lo ‘posterior’ se refiere a dos cortes o ‘ahoras’ en el tiempo- entonces podemos decir que también tenemos conocimiento del tiempo a través del ‘ahora' [8].

Tal como ya habíamos adelantado, las posteriores partes de éste trabajo se encargarán de abordar las implicancias derivadas de las relaciones tiempo/alma y tiempo/mundo. Para esto, resulta interesante tomar los conceptos (aunque no los análisis) elaborados por Paul Ricoeur en Tiempo y Narración en torno a los dos modos en los que se presenta nuestro problema (Cf. Ricoeur, 2003). Por una parte, podemos reconocer una aproximación al análisis del tiempo desde una perspectiva que podríamos llamar psicológica, en la cual la pregunta principal a responder sería aquella que indaga acerca de la relación existente entre tiempo y alma. Y por otra parte, nos enfrentamos a una perspectiva que podríamos llamar cosmológica, la cual tendría por objetivo responder a la pregunta por el tiempo y su relación con el mundo. Con esto, pretendemos demostrar que si bien, la medición del movimiento por parte del alma se constituye como la instancia en la cual la existencia del tiempo cobra algún sentido, esta relación no es en modo alguno la condición de posibilidad de manera absoluta de la existencia del tiempo. Pues, a pesar de que los argumentos ofrecidos por el estagirita se encargan de borrar desde un principio toda distinción nítida entre lo que es la existencia del tiempo y lo que es su percepción (Cf. Vigo, 2002 p.145)’ y que incluso la misma definición de tiempo que nuestro filósofo entrega de manera definitiva implica la existencia del alma, sostendremos que una lectura atenta del tratado en cuestión nos permitirá esbozar una eventual concepción del tiempo independiente de su relación con el alma (cosmología del tiempo), pues aún sin alma podemos hablar de un ‘sustrato del tiempo’ (5 note ov eotiv o ypóvoO, gracias al cual nos es posible estudiar la relación tiempo/mundo. En lo que sigue, veremos cuál es la importancia y la función que cumple el ‘Motor inmóvil’ en relación a los presupuestos cosmológicos que fundan la noción de temporalidad en Aristóteles, pero primero nos encargaremos de cerrar el tema de la relación tiempo/alma, abierto por la misma definición aristotélica del tiempo.

II.          Psicología del tiempo

Con el objetivo de esclarecer la función que cumple el alma -según Aristóteles- en relación con el tiempo, nos resulta útil recordar lo mencionado anteriormente respecto de las relaciones entre tiempo y movimiento. Si bien es cierto que Aristóteles no identifica tiempo y movimiento sin más, podemos advertir que existe una relación directa entre estos dos ‘continuos’ (Cf. Fis. IV 218b18-219a24), pues, como afirma el estagirita, conocemos el tiempo a través del movimiento y el movimiento a través del tiempo (Cf. Fis. IV, 220a15-19); esta relación podemos identificarla de manera clara apelando a su propia definición de tiempo. "Pues esto es el tiempo: número del movimiento según lo anterior y lo posterior" [9] (Aristóteles, 1995b. p. 88).

Tras establecer que ‘número’ puede ser entendido en dos sentidos distintos, a saber, como número numerado (lo que se numera) y como número numerante (a través de lo cual se numera), Aristóteles afirma que en su definición opera claramente el sentido de número numerado, es decir lo que se ‘mide’.

Ahora, esta medición debe ser llevada a cabo obviamente por un agente numerador; y es aquí donde interviene el alma dentro de la concepción aristotélica del tiempo. Es el alma, o su intelecto, quien al discernir dos ‘ahoras’ distintos en el tiempo, es decir lo anterior y lo posterior en el movimiento, y establecer que estos cortes son también distintos de lo contenido entre ellos, da lugar al tiempo entendido como número del movimiento.

La pregunta que surge inmediatamente es esta: ¿Es posible que tras haber definido el tiempo como número del movimiento, podamos concebirlo como algo que sea capaz de existencia independiente del alma?; La cuestión es planteada por Aristóteles de la siguiente manera:

¿Existiría o no el tiempo si no existiese el alma? Porque si no pudiese haber alguien que numere tampoco podría haber algo que fuese numerado, y en consecuencia no podría existir ningún número, pues un número es o lo numerado o lo numerable. [10] (Aristóteles, 1995a, p.287).

La respuesta de Aristóteles a esta aparente complicación resulta ser bastante escueta, y se basa sustancialmente en la apelación a su definición entregada. Puesto que el tiempo es número del movimiento, resulta necesaria la existencia de un agente capaz de numerar este movimiento para que el tiempo pueda existir de manera efectiva. Por lo tanto "resulta imposible la existencia del tiempo sin la existencia del alma, (a menos que sea aquello por lo cual existe el tiempo), como sería el caso si existiera el movimiento sin que exista el alma" [11] (Aristóteles, 1995a); En efecto, si hacemos abstracción del tiempo como numeración del movimiento, y atendemos a aquello por lo cual el tiempo es número, queda algo que no es tiempo propiamente tal, sino únicamente su substrato (Cf- ^ 2006, p 53), es decir, el movimiento que potencialmente puede comportar número.

Como ha señalado oportunamente Alejandro Vigo (CÍ Ibíd-p52), el pasaje que va desde 223a21 hasta 223a29, ha presentado desde antiguo varias complicaciones para su interpretación, esto se debe en gran parte a la lectura que se le ha aplicado al pasaje desde la óptica de la modernidad, involucrando las categorías que aluden al problema de la esencia del conocimiento, a saber, realismo e idealismo. Vigo afirma que el problema esencial pasa justamente por el hecho de que el tratamiento aristotélico en torno a la cuestión del alma en relación al movimiento -y en definitiva, la cuestión del alma en relación al mundo en general- no se deja encasillar bajo ninguna de estas categorías.

En efecto, una interpretación idealista se disiparía de inmediato al considerar que lo que Aristóteles afirma no es que el tiempo se dé dentro del alma o que sea ésta quien lo constituya, sino que solo se sostiene que el tiempo, al ser número del movimiento, se encuentra en estrecha relación con aquello que lleva a cabo la numeración.

Por otra parte, una interpretación realista la cual supondría la existencia real de los objetos de conocimiento independientemente del sujeto cognoscente, podría tomar como base lo dicho por Aristóteles en Met. IV 5, 1010b30-1011a2:

Y, en suma, si sólo existe lo sensible, no existiría nada si no existieran los seres animados, pues no habría sensación. Que, en efecto, no existirían lo sensible ni las sensaciones sin duda es verdad (pues esto es una afección del que siente); pero que no existieran los sujetos que producen la sensación, incluso sin sensación, es imposible. La sensación, en efecto, no es, ciertamente, sensación de sí misma, sino que hay también, además de la sensación, otra cosa, que necesariamente es anterior a la sensación... [12] (Aristóteles, 1990, p.194).

Pues, al atender a aquella otra cosa que es anterior a la sensación (rá nnoKsíqsva), podemos decir que el objeto de conocimiento posee una existencia independiente de las determinaciones que el alma pueda captar en ella. Sin embargo, resulta necesario hacer la distinción clara entre lo que sería un objeto primario de percepción (p.ej. El color, el sabor, y en definitiva cualquier tipo de determinación perteneciente a la materia en tanto que sensible) y lo que sería el substrato de dichas determinaciones; pues, mientras el primero no posee existencia actual independiente del acto mismo de la percepción, el segundo puede existir con independencia de la actividad perceptiva del alma puesto que solo es aquello por lo cual tiene lugar lo sensible (Cf. Vigo, 2006, p. 55).

Dicho lo anterior, debemos reconocer que el tiempo no es un objeto sustancial, es decir, no es un substrato independiente del alma, sino que es una determinación de aquellos objetos sustanciales que comportan movimiento. Es decir, su existencia, en tanto que afección del movimiento, resulta estar íntimamente ligada con la percepción de éste llevada a cabo por el alma. Precisamente éste es el sentido de las siguientes palabras. "Los (momentos de) antes y después se dan en el cambio, pero el tiempo se da en tanto que estos (momentos) se pueden contar" [13] (Aristóteles, 2001, p. 109).

En consecuencia, podemos afirmar con Aristóteles que el tiempo no consiste en una mera inspección del alma ni tampoco en una mera determinación del movimiento, sino que más bien resulta ser la instancia en donde confluyen en una y la misma actualización, la potencia que el alma tiene para numerar con la potencia que el movimiento tiene para ser numerado.

Lo que Aristóteles afirma no consiste en una negación absoluta de la existencia del tiempo con independencia del alma, pues el tiempo es numero ‘numerado’ del movimiento, y lo numerado también puede ser entendido como ‘numerable’ (Fis. 219b7-8) (es decir la potencia de ser numerado), con esta precisión podemos decir que para hablar de tiempo no es necesario que dicha numeración se dé en acto, puesto que podemos suponerla actual. (Cf. Vigo, 2002, pp.143144) Es así, gracias a esta última consideración, que nos es posible hablar de una cosmología del tiempo.

III.        Cosmología del tiempo

Tanto para Aristóteles como para la mentalidad griega en general, el mundo es ingénito e incorruptible, no hay lugar para una creación desde la nada ni para el paso del ser al no-ser absoluto del mundo. Sin embargo es en la particularidad de los argumentos donde las diferencias se hacen patentes en este terreno, pues mientras que para Platón el mundo resulta ser -según el mito del Timeo- formado y configurado por un Demiurgo que obra sobre una materia prima preexistente en un ‘tiempo caótico’ e indefinido [14], Aristóteles afirma que el mundo, refiriéndose a todos sus componentes y afecciones, tales como el espacio, el movimiento y el tiempo, son coeternos a una realidad eterna y primera, que es tal porque es causa primera del movimiento.

Dicho esto, resulta necesario analizar los presupuestos que conducen finalmente a la necesidad de afirmar la existencia de un Motor inmóvil, que si bien, no se involucra de manera directa con el mundo, podríamos decir que gracias a él éste último subsiste.

Para Aristóteles resulta absurdo que el mundo sea generado, es algo que la lógica no puede permitir. La demostración más clara de esta doctrina se da en Física VIII, en la cual, si bien Aristóteles se refiere de manera específica a la eternidad del movimiento, es posible extender dicha argumentación a la eternidad tanto del tiempo como del mundo material (o de la magnitud espacial) [15]. Esto lo podemos hacer en virtud de la característica que comparten -tanto espacio, movimiento y magnitud- de ser continuos: Lo continuo es aquello que posee un antes y un después, "ahora bien, el antes y el después son ante todo atributos de un lugar, en virtud de su posición relativa. Y puesto que en la magnitud hay un antes y un después, también en el movimiento tiene que haber un antes y un después, por analogía con la magnitud. Pero también en el tiempo hay un antes y un después pues el tiempo sigue siempre al movimiento" [16] (Aristóteles, 1995a p270). En efecto, mientras el tiempo es algo del movimiento (es más, no podemos pensar el uno sin el otro (Cf. 218b20-219a1)), el movimiento solo se puede dar a través de la magnitud espacial, puesto que el movimiento es movimiento de algo y no de sí mismo. Es decir, se da con necesidad de un sujeto que soporte el cambio y sirva de sustrato. Por lo tanto, cuando afirmamos la eternidad del movimiento, también lo hacemos respecto del tiempo y el mundo.

Aristóteles inicia el razonamiento de esta manera:

¿Alguna vez fue engendrado el movimiento, no habiendo existido antes, y ha de ser destruido alguna vez, de manera que ya nada estará en movimiento? ¿O no fue engendrado ni será destruido, sino que siempre existió y siempre existirá, y esto inmortal e incesante pertenece a la cosas (...)? [17] (Aristóteles, 1995a, p.423)

Podríamos resumir las opciones entregadas de la siguiente manera: 1) ¿el movimiento (y por lo tanto el mundo) ha sido generado para luego llegar a un término? o 2) ¿éste es eterno, sin generación ni destrucción?

Para responder a la interesante pregunta -que por lo demás, resulta de gran interés para el debate entre paganismo y cristianismo-, Aristóteles se basa sustancialmente en argumentos de tipo lógico-causal.

Eternidad del mundo, del movimiento, y del tiempo

Tal como observa acertadamente Aristóteles, independientemente de la postura tomada en torno a la cuestión de la finitud o eternidad del mundo, todos, o al menos la gran mayoría de los que han hechos cosmogonías, han aceptado explícita o tácitamente la existencia del movimiento, pues todos han hablado de generación o corrupción, y estos precisamente consisten en formas de cambio. Qué es el movimiento, es algo que ya fue discutido en el tercer libro de la Física (201a9-15), a saber, "la actualidad de la potencia en tanto que es potencia". Cuando se dice que el movimiento comenzó en algún momento sin antes haber existido, tenemos dos opciones: 1) Que el mundo haya sido generado junto al movimiento o para luego comenzar a moverse, o 2) que el mundo sea eterno y existente desde antes que el movimiento tenga inicio.

1. Si aceptamos que el mundo fue generado para luego iniciar el movimiento, debemos atender al hecho de que esta generación ya constituye un tipo de cambio, pues si algo no existe, y tiene la potencia de existir, al momento de venir a la existencia o de generarse significa que ha actualizado una potencia, y por lo tanto -en función de la definición- es movimiento [18], y sería anterior al supuesto inicio del movimiento. Además, el solo hecho de decir que el mundo se genera ‘junto al movimiento’, debe ser rechazado, pues al hablar de generación, se está suponiendo un tiempo preexistente en el cual no existía el mundo ni el movimiento, y puesto que el tiempo solo es concebible cuando hay movimiento (o viceversa) [19], esta expresión se constituiría bajo un supuesto falso.

2. Ahora bien, suponer que el mundo -siendo eterno- tenga un comienzo del movimiento, es algo absurdo. Pues, si en estas condiciones el movimiento comenzó en algún momento, también debemos suponer que existió un primer móvil y un primer motor, pero aquello que es motor, para poder mover requiere en sí tener movimiento, y este movimiento solo le pudo ser comunicado por otro motor, y así sucesivamente en una serie infinita.

El Motor Inmóvil

A pesar de negar la generación del movimiento, debemos reconocer que el movimiento, por eterno que sea, debe tener alguna causa primera que no nos lleve al infinito. Pues según el célebre principio de causalidad: "todo lo que está en movimiento tiene que ser movido por algo" [20] (Aristóteles, 1995a, p.391). Ya sabemos, según nuestra definición de movimiento, que todo lo que se mueve y por lo tanto que es capaz de producir cambio debe estar en acto, por ejemplo, un cuerpo frío se calienta por la acción de un cuerpo que ya está caliente; Dicho esto, surge una aporía: pareciera que todo lo que está en acto tuvo una potencia (aquello que calentó lo frío no era caliente por sí mismo o caliente eternamente, sino que adquirió el calor por otro cuerpo), pero la potencia no tiene por qué tener un acto, pues lo potencial puede no ser. Y en este sentido, la potencia sería anterior al acto.

Pero si esto fuera así, no existiría ninguna de las cosas que son, ya que es posible que algo pueda ser, pero no sea. Y si fuera como dicen los teólogos que hacen surgir todo de la noche, o como dicen los filósofos de la naturaleza que «todas las cosas estaban juntas», surgiría la misma imposibilidad. Y es que ¿cómo se habría producido el movimiento de no haber causa alguna en acto? [21(Aristóteles, 1994, p483)

Si el movimiento, ciertamente, es eterno, necesita de un motor que sea siempre acto (acto puro), puesto que si tuviera potencia alguna, no habría movimiento eterno, pues lo potencial podría no ser (Cf. Met. XII 1071b16-18). Por lo tanto, si nuestra causa primera debe ser un acto eterno (que sustente el movimiento eterno del mundo) y libre de toda potencia, éste debe ser también inmaterial, puesto que solo la materia comporta potencialidad (ya que el movimiento y el cambio solo se dan en ella). Finalmente, nuestra causa primera al exigir ser acto puro, no puede contemplar ni entrar en contacto con otra cosa que no sea su propia perfección, ya que cualquier contacto con el mundo material, lo contaminaría con potencialidad. Una vez despejado todos los atributos que corresponden al primer motor -ser eterno, inmaterial, acto puro e inmóvil [22]- solo queda la siguiente pregunta: ¿si el Dios aristotélico no es causa del movimiento a modo de causa eficiente -pues no puede entrar en contacto directo con el mundo-, de qué manera es causa eterna del movimiento?

No es un misterio el que una de las diferencias esenciales entre el pensamiento griego y el cristiano, consista en que este último a diferencia del primero, sostenga su pensar cosmológico sobre la doctrina ‘ex nihilo’. Diferencia que en términos aristotélicos podría retraducirse en la distinción entre el tipo de causa primera que se propone como fundamento de la existencia del mundo.

Mientras que el Dios cristiano es causa del mundo a modo de causa eficiente, puesto que crea el mundo desde la nada tal como un artífice crea desde la materia [23], el Dios aristotélico es causa del movimiento a modo de causa final, tal como el amado mueve al amante (Cf. Metafísica. XII 7. 1072b2-3) de esta manera el motor inmóvil se libra de todo contacto con el mundo material.

Para Aristóteles, el mundo no tiene ni puede tener una causa eficiente, puesto que tal causa implicaría una cadena de causas hacia el infinito, sin embargo, podemos pensar en una causa primera que no es primera en sentido cronológico si logramos comprender que la eternidad de dicha causa primera es coeterna a la eternidad del tiempo y el mundo.

Jorge Vidal Arenas, en scielo.cl/

Notas:

1.      El cuerpo central del que se constituye éste texto fue concebido originalmente como parte de un trabajo más extenso realizado en el seminario de Filosofía Medieval a cargo del profesor Claudio Pierantoni (U. de Chile). En éste se llevó a cabo un análisis comparativo entre las concepciones filosóficas del tiempo en Aristóteles y San Agustín. El motivo por el cual dicho trabajo no fue incluido en su totalidad reside, por una parte, en el hecho de que la autoría del resto del trabajo no me corresponde, y por otra, en que tal inclusión excedería los límites de extensión establecidos. Debo mencionar que cualquier error u opinión(es) vertida(s) en ente ensayo, corresponde(n) exclusivamente a su autor y en ningún caso al profesor a cargo del seminario mencionado.

2.      Dado que el tiempo es un continuo, la suposición de que un ‘ahora’ le sigue a otro es imposible puesto que entre dos ‘ahoras’, por muy cercanos que sean, siempre existirán infinitos ‘ahoras’.

3.      https://www.scielo.cl/fbpe/img/byzantion/n34/art14-3.jpg  

4.      Ver ejemplo sofistico ofrecido de en 219b 20-23. ("ser Corisco en el Liceo" y "ser Corisco en el ágora").

5.      https://www.scielo.cl/fbpe/img/byzantion/n34/art14-4.jpg

6.      En efecto, un movimiento mayor corresponde a lo que se mueve mucho en poco tiempo y uno menor a lo que se mueve poco en mucho tiempo.   

7.      Esto es así a pesar de que la relación de identidad y alteridad entre el ‘ahora’ y el ‘móvil’ sea asimétrica. (Para este punto Véase: Baño, 2006, n. 11).   

8.      Para más detalles acerca de las implicancias del pasaje que va desde 219b 15 hasta 220a 26, véase, El problema de la analogía entre móvil y ‘ahora’ en Baño, 2006.

9.      https://www.scielo.cl/fbpe/img/byzantion/n34/art14-5.jpg

10.       https://www.scielo.cl/fbpe/img/byzantion/n34/art14-6.jpg

11.      

12.       https://www.scielo.cl/fbpe/img/byzantion/n34/art14-7.jpg

13.      

14.       No profundizaremos aquí en el extenso debate acerca del verdadero sentido que tienen las líneas expuestas en el Timeo: si acaso se trata solo de una serie de expresiones alegóricas para representar un orden causal-lógico del mundo, o si se trata de una exposición literal en donde el mundo, tal como lo conocemos, es concebido como venido a la existencia después de ser ordenado -cronológicamente hablando- por un Demiurgo. Basta con decir que el mismo Aristóteles se inscribió en esta segunda línea interpretativa. Para más detalles al respecto, véase el breve estudio introductorio a la traducción del Timeo en Platón, 2007, pp.127 ss.

15.        A pesar de que nuestra exégesis acerca de la infinitud del tiempo y del mundo la subordinamos aquí a los argumentos entregados en Física VIII a favor de la infinitud del movimiento, no debemos pasar por alto que Aristóteles también argumenta de manera individual la infinitud tanto del tiempo (Fis. IV 222a10-b7; 251b10-29) como del mundo (De Cael. I 279b4-283b24).

16.       https://www.scielo.cl/fbpe/img/byzantion/n34/art14-8.jpg

17.       https://www.scielo.cl/fbpe/img/byzantion/n34/art14-9.jpg

18.       Para más detalle acerca de la ‘ingenerabilidad’ e ‘incorruptibilidad’ del mundo Véase: De Cael. I 279b4-280a35.

19.       Cf. Física IV (218b21-219a2).

20.       https://www.scielo.cl/fbpe/img/byzantion/n34/art14-11.jpg

21.       https://www.scielo.cl/fbpe/img/byzantion/n34/art14-10.jpg

22.       El atributo de inmóvil en realidad se desprende de su característica de ser acto puro, pues, mientras el reposo consiste en la ausencia de movimiento sin negar la posibilidad de moverse, lo inmóvil consiste en aquello que sin estar en movimiento no posee la facultad de hacerlo.

23.       Si bien, la analogía es evidentemente insuficiente para expresar el tipo de creación desde la nada, puesto que el artífice efectivamente si crea desde un algo, basta para ejemplificar el tipo de causa que representa el Dios cristiano.

  

 

Antonio Ares Rodríguez

Programas Máster

Para hacer frente a la demanda del sector de contar con profesionales con conocimiento profundo de las distintas fases del proceso gráfico y que sean capaces de dirigir equipos humanos, se crean los programas de Máster en Procesos Gráficos, Máster Empresarial en Artes Gráficas y Máster en Gestión Comercial y Marketing. Son los primeros programas Máster que se realizan a nivel nacional en este sector. No solo se profundiza en la gestión y producción editorial y la solución de problemas, sino que, además, se dedica especial atención al conocimiento de técnicas para fidelizar los clientes, la calidad, las actitudes del mando intermedio... Se organiza en módulos de 20 y 30 horas, teniendo una duración de 400 horas. Está dirigido a mandos intermedios y profesionales de alta cualificación.

A los participantes en estos programas, además de otorgarles el título correspondiente,  se les impone la beca del Instituto en el solemne Acto de Graduación que se celebra en el mes de junio, con presencia de autoridades académicas, empresariales y familias de los graduados.

¿Cómo afrontar los nuevos retos tecnológicos? La rápida evolución a métodos productivos más competitivos en calidad y coste, obliga a una actualización permanente. Para ello, además de los talleres y laboratorios con los que ya se contaba, se han incorporado nuevas instalaciones y aulas que cumplen los requisitos óptimos para impartir formación reglada, ocupacional y continua.

Las numerosas conferencias, jornadas y presentación de nuevos sistemas, son un medio importante de formación para los alumnos. Los empresarios participan activamente en estos medios, bien como conferenciantes, participantes o presentación de sus productos en el caso de los proveedores.

El equipo directivo y los profesores son profesionales altamente cualificados. Por citar algunos ejemplos: Aurelio Mendiguchía, Director Técnico, forma parte de distintos comités tecnológicos y uno de los pioneros en la inclusión de la calidad en las empresas gráficas; José Manuel Carrión, Jefe Dpto. Diseño, colaboró con el Ministerio de Educación en la redacción de las competencias profesionales de los nuevos ciclos formativos y es un experto en el diseño digital; Pedro José Cerrato, Jefe Dpto. Impresión, publicó el libro “Impresión Offset”, referencia de este proceso productivo en la empresa; Benigno Romeo fue uno de los pioneros en el estudio de la selección de color.

Algunos datos

El Instituto ha ido siempre respondiendo a las exigencias académicas que marcaba la legislación. Así, de aquel plan experimental que empezó en 1967 y que dio paso a la Formación Profesional de la LGE del 70, donde se impartían los títulos de Técnico Auxiliar y Técnico Especialista en Artes Gráficas, se pasó a impartir los nuevos ciclos de Impresión, Preimpresión y Diseño y Producción Editorial.

En la actualidad se imparten los Ciclos Formativos que establece la Ley Orgánica 12/2010 para enseñanza reglada:

Grado Medio

§  Impresión Gráfica

§  Preimpresión Digital

Estos ciclos han sido autorizados por Resolución de 7 de octubre de 2016 de la Comunidad de Madrid como proyecto propio, con las mismas atribuciones académicas que el resto de los ciclos. Tienen una duración de 2.000 horas, de la cuales 370 son de formación en centros de trabajo. La organización curricular de estos ciclos está totalmente adaptada, como no podría ser de otra forma, a la demanda actual de las empresas para poder contar con profesionales al día.

Grado Superior

§  Diseño y Edición de Publicaciones Impresas y Multimedia

Formación en la empresa

Para realizar el módulo de Formación en Centros de Trabajo, se tienen establecidos  convenios con más de 200 empresas lo cual es un reflejo de la confianza que tiene el tejido empresarial en el Instituto para poder contar con profesionales formados. Como ejemplo, se citan a continuación algunas de estas empresas:

•        BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO      •        RECOLETOS CÍA. EDITORIAL

•        ARTES GRÁFICAS GÁEZ S.A.         •        PROTEC

•        AGFA GEVAERT, S.A.                            •        EL PAIS

•        TETRA PAK ENVASES, S.A.           •        UNIDAD EDITORIAL, S.A.

•        FNMT                                        •        DIARIO DE BURGOS

•        GRÁFICAS PALERMO                    •        EDICIONES PALABRA, S.A.

•        EDICIONES DE LA TORRE             •        OXFORD UNIVERSITY

•        EDITORIAL BORRMART, S.A.         •        EDUCIONES TUTOR

•        DIARIO AS                                 •        GRÁFICAS MONTERREINA

•        EDITORIAL GREDOS                     •        DIARIO ABC

•        ARTEGRAF INDUSTRIAS GR.          •        HENCHE TECNOLOGÍA GRÁF.

•        LA RAZÓN                                 •        TORREANGULO

•        EDITORIAL EDITEX                      •        EUROPA PRESS NOTICIAS

•        PRODUCCIONES DIGITALES •        SUCESORES DE RIVADENEYRA

Enseñanza ocupacional

La enseñanza ocupacional o formación para el empleo, es una de las labores sociales más importantes que se realizan. Inicialmente, estos cursos los organizaba el Servicio de Promoción Profesional Obrera, dependiente del Ministerio del trabajo. Con el traspaso de competencias, pasó a hacerse cargo de estos programas el Servicio Regional de Empleo, dependiente de la Comunidad de Madrid. Su objetivo es lograr la capacitación y/o actualización de personas que se encuentran en situación de desempleo o con riesgo de perder su empleo. También va dirigido a aquellos jóvenes que buscan su primer empleo. En función de la especialidad, el tiempo oscila entre 300 y 600 horas. Gracias a estos programas se beneficiaron, y siguen beneficiándose, miles de personas en Tajamar.

También forman parte de esta modalidad los cursos que se organizan en Tajamar como, por ejemplo, el Graduado en Procesos Gráficos.

Formación continua

Para responder a la continua transformación y actualización que demandan las incorporaciones tecnológicas, en cualquier periodo temporal, el Instituto da respuesta, ofreciendo un amplio abanico de posibilidades formativas. Unas veces, organizadas por el propio Instituto y otras -las más- a petición de la propia empresa (formación “a la medida”). Son múltiples y variados los acuerdos que se establecen, en particular con las organizaciones empresariales. Lugar destacado de estas organizaciones es el Gremio de Artes Gráficas de Madrid. Sus distintos presidentes y secretarios generales siempre han visto en Tajamar el medio formativo imprescindible para formar a sus trabajadores. La financiación de estas acciones formativas proviene de las propias empresas o a través de los planes oficiales de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo. La duración de estas acciones oscila entre 10 y 30 horas, adaptándose los días y horarios a las peticiones que nos formulan. Muchas de estas empresas son las que acogen también a nuestros alumnos de enseñanza reglada para la realización del módulo de Formación en Centros de Trabajo. Como ya quedaron reseñadas algunas de ellas en el apartado de formación en la empresa, omitimos nombrarlas de nuevos, pero hay que resaltar que esta formación se imparte en todo el territorio nacional, acudiendo allí donde lo demanda la empresa: Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Andalucía, Cataluña, Valencia y, en general, en todo el territorio nacional.

Los masters forman parte de esta modalidad. Su duración oscila entre las 300 y 400 horas de formación continua.

A continuación, se citan los datos de las acciones que constan en nuestros archivos:

Cuadro 4.png

El Instituto sigue su andadura y, para estar a la altura de lo que se requiere hoy en los distintos perfiles, ya no es suficiente una formación generalista o una formación vertical; hay que tender también a la formación horizontal en busca de la excelencia en la especialización. Por ello, se sigue apostando por la participación activa de alumnos y profesores en ferias, jornadas, publicaciones, visitas programadas, prácticas en empresa.

El informe tecnológico y gráfico que publica anualmente el Instituto Tecnológico y Gráfico Tajamar [28], reúne artículos técnicos de profesores y profesionales formados en Tajamar, que abarcan temas que van desde el estado de las impresoras 3D o el “cloud computing”, hasta el papel de la deconstrucción en el diseño gráfico, pasando por el análisis de las certificaciones de la cadena de custodia para el sector papelero o el futuro de las máquinas de impresión, entre otros.

Muestra de la importancia que tiene el ITG, a nivel nacional, es la acreditación que ha concedido el ENAC para la realización de ensayos de colorimetría y las calibraciones en el área óptica:

Cuadro 6.png

Si no se avanza, se  retrocede: creación del Instituto de Nuevas Tecnologías

A partir de los años ochenta, los estudios de Formación Profesional darán un giro para atender la demanda y necesidades de la empresa. Ya empieza a hablarse de lo que en Tajamar se vivía desde sus comienzos: “no es posible una buena formación profesional si la empresa no se compromete a participar en el proceso formativo”. Esta realidad, hoy se refleja en las estancias de los alumnos en las empresas de los distintos sectores, según especialidad, al tener que realizarse en ellas, obligatoriamente, el módulo de Formación en Centros de Trabajo (aproximadamente, 400 horas). También se constata ese compromiso en el notable aumento de matriculaciones en los centros que tienen incorporada la “formación dual” en sus planes de estudio.

Así, nace el Instituto de Nuevas Tecnologías como medio para impulsar nuevos planes e incorporación de los equipos informáticos que demandan las nuevas enseñanzas. Su primer director, Alfredo Abad, gran entusiasta y defensor de la FP, puso en marcha el departamento de Administración de Equipos Tecnológicos (AET) desde donde se daría soporte informático a todo el centro y se darían las orientaciones precisas para la formación tecnológica de los profesores. Según los últimos datos facilitados por Mariano Madrid, jefe del departamento e hijo del primer profesor de carpintería en el bachillerato técnico, se atienden para su mantenimiento e instalación de software:

•        500 ordenadores (Pcs y Mac)

•        1.060 tablets

•        Conexión en wifi del entorno de 2.000 dispositivos

•        distribución de 80 puntos wifi para evitar “sombras” de conexión en todo el centro

Desde este Instituto se coordinarían todos los planes e innovaciones en las áreas de Informática y Electrónica y se impulsaría la participación en los programas europeos, gracias al empuje motivador de Mariano del Castillo, director de Tajamar en esa época.

Tajamar es uno de los primeros centros que ponen en funcionamiento especialidades en plan experimental, autorizadas por el Ministerio de Educación: Procesos Gráficos y Electrónica de Control y Mantenimiento Industrial.

Importante es también resaltar la incorporación de métodos educativos que facilitasen el aprendizaje: recuperaciones, programas de apoyo, interaprendizaje, prácticas basadas en la realidad, “mentoring”... Una de las experiencias incorporadas en las prácticas de la especialidad Administrativa, para que los alumnos “viviesen” la realidad de la gestión bancaria, fue la que implantó Manuel López -profesor proveniente de la banca- para conseguir que los alumnos desarrollasen valores que fomenten el espíritu emprendedor: esfuerzo, creatividad, iniciativa, autocrítica, iniciativa, competitividad, responsabilidad..., realizando un trabajo de forma análoga a como se desarrolla en una entidad bancaria. Con ello, se conseguía también la actualización de los profesores al tener que incorporar a sus clases procesos reales. Al proyecto se le denominó BANCOVASA [29]:

a)       Se formaban los distintos departamentos, compuestos por tres o cuatro alumnos. Se hacía una oposición para ver quién ocupaba el puesto de Jefe de Departamento.

b)       Se establecían objetivos en cada uno de los departamentos (aplicar las cuentas del PGC, regulación del ejercicio, gestión de créditos, análisis y planificación, transacciones...).

c)       A los distintos departamentos se les entregaba un dossier sobre las distintas tareas o consideraciones a tener en cuenta.

d)       Se elaboró una moneda propia.

e)       Para lograr una formación completa, los alumnos rotaban por los distintos departamentos.

Fue un gran éxito y sirvió para que otros centros incorporasen este atractivo método de aprendizaje.

Para finalizar la exposición de este proyecto, y valorar su bondad, valgan las dos respuestas siguientes:

¿Qué opinas de esta clase? (preguntado a un alumno): “Parece más una empresa que una clase y apetece estar en ella. No porque tengas que estar atento a las explicaciones del profesor, sino porque aprendes. Estás haciendo algo que no se hace en todos los sitios y nos vale de experiencia. Aunque hay muchos trabajos, es muy interesante”.

¿Cuál ha sido la operación que más os ha costado realizar? (preguntado a un departamento): “En el mes de marzo efectuamos el primer cierre. Fueron unos días de bastante trabajo. Teníamos que cerrar las cuentas que estaban en las fichas del Mayor y, además, el saldo de cada cuenta debía ser cero. Primero regularizamos todas las cuentas que corresponden a gastos e ingresos. Una vez hecha se hace el Balance de situación, constituido por el activo, todos los derechos patrimoniales, el pasivo y todas las deudas de la empresa. La suma del activo y del pasivo deben ser iguales (bienes y derechos patrimoniales). Los beneficios se repartieron entre los accionistas”.

Otro de los métodos propios de aprendizaje que se incorporó fue el que denominamos PROER [30]. Consistía en recuperar a los alumnos que no habían superado FP1 y, así, darles la oportunidad de proseguir su capacitación en la Formación Profesional de Segundo Grado. Teniendo en cuenta las capacidades específicas de cada alumno, se elaboraba un programa para que consiguiesen los objetivos mínimos. El profesor que coordinó el programa, Juan María Ortiz, puso una gran ilusión, esfuerzo e interés para lograr los buenos resultados que se consiguieron. Los padres quedaron muy agradecidos. Los alumnos también, aunque durante su desarrollo mostraban a veces su disgusto por el esfuerzo y dedicación que les suponía. Pero valió la pena.

La incorporación de las enseñanzas oficiales de Informática en el curso 83/84, mediante las que se obtenía el título de Técnico Especialista en Informática, era otra muestra más de cómo Tajamar incorporaba a sus planes de estudio lo que demandaba la empresa. Como en todo lo que se iniciaba, había pocos medios y poca preparación de los profesores para impartir esta especialidad, pero se suplía con ilusión, esfuerzo, dedicación y convencidos de la labor social que se estaba realizando. La primera aula de Informática solo contaba con 10 PCs para 40 alumnos. El profesor que impartía la tecnología me comentaba: “Antonio, les llevo 2 días de ventaja. Antonio, solo les llevo una clase de ventaja; a ver si llega el fin de semana para prepararme más contenido...”.

Esa ilusión por sacar las cosas adelante ha dado paso a lo que hoy es la Informática en Tajamar, contando con los equipos y software más actualizados. Pero es de justicia

-¡siempre!- recordar los comienzos.

Algunos datos

La Formación Profesional que promulga la LGE 14/1970, se va incorporando poco a poco en especialidades punteras del momento. Así, en 1975 comienza la FP1 en Electrónica y Delineación y en 1977 Administración, obteniéndose la titulación de Técnico Auxiliar. Este título da paso a proseguir la capacidad profesional en el Segundo Grado, en el que se obtiene el título de Técnico Especialista. Como ha quedado dicho, en este Grado se incorpora el título propio de Electrónica de Control y Mantenimiento Industrial en 1978 y el de Informática de Gestión en el curso 84/85.

Con la implantación de la Ley Orgánica 12/2010 se incorporan los ciclos formativos de Grado Medio Sistemas microinformáticos y redes y el de Grado Superior Administración de Sistemas Informáticos en red.

Formación en la empresa

Para realizar el módulo de Formación en Centros de Trabajo, se tienen establecidos  convenios con más de 50 empresas. Algunas de estas empresas son:

•        GFK RETAIL AND TECHNOLOGY      •        EUROPA PRESS NOTICIAS S.A.

•        O2C OFFER TO CUSTOMER S.L.      •        PROTEC

•        INDRA SISTEMAS S.A.                 •        HEWLETT PACKARD CUSTOMER

•        MICROKERNEL TECHNOLOG. S.L.    •        AMAZON FULFILLMENT S.L.U.

•        ADIF (ADMIN. INFRAESTR. FERR.) •        UNIV. INTERN. DE LA RIOJA              

•        EFECTO 2000 (GEST. INFORM.)     •        BUSINESS PROMOTION S.L.

•        ARC EUROBANAN S.L.                 •        CROS SOLUCIONES TECNOL. S.L.

•        TELCO (CSMC)                            •        SEVEN EIGHTS IP MANAGEMENT

Muchos de los alumnos encontrarán su primer empleo en estas mismas empresas.

Nuestra andadura europea

La globalización es una oportunidad para intercambiar experiencias con otros centros internacionales. Nada mejor para ello que participar en programas europeos que estén relacionados con la formación que se imparte en Tajamar: Artes Gráficas, Informática y Electrónica. Se citan a continuación los proyectos en los que se ha participado:

PETRA

Es el programa de acción comunitaria para la formación profesional de los jóvenes y su preparación para la vida adulta y profesional.

El proyecto consistía en experimentar un programa, formado por un conjunto de módulos de tecnología, con prácticas en empresas del sector. Se eligió para este experimento el programa de Graduado en Procesos Gráficos.

Participó, además de Tajamar, el London College of Printing (Londres, Inglaterra) y la Scuola Gráfica San Zeno (Verona, Italia).

EUROTECNET

Orientado a favorecer la transferencia de conocimientos y experiencia innovadora en el campo de la información de la formación profesional básica y la formación profesional permanente. El nombre del proyecto desarrollado fue “Informática aplicada a las Artes Gráficas”.

EUROSTEP

El programa “The educational Channel for Europe” estaba dirigido al desarrollo telemático orientado a la educación a distancia (distance learning”). Se elaboró un módulo sobre “Fundamentos de Publicación Electrónica”. Las singularidades propias de la enseñanza a distancia, unidas al rápido avance tecnológico en el sector gráfico, obligaron a una reestructuración del material original elaborado, simplificando algunos temas, agrupando otros y aportando una serie de nuevos materiales complementarios al texto básico. Ello dio lugar a un buen producto que se experimentó con éxito en las empresas en el marco de la formación continua en la empresa de FORCEM.

FORCE

Programa de acción comunitaria para el desarrollo de la formación profesional continua de los trabajadores.

Bajo el título “Information technology for graphic industtry” se desarrolló este programa con contenidos actualizados para adaptación de los empleados del sector a las nuevas tecnologías.

Junto a Tajamar, participaron las siguientes entidades: London College of Printing, Waterloo Apple Centre, Scuola Gráfica San Zeno, Cooperativa Gráfica Veronese, Val do Rio, Informaçao Cientifica e Tecnica, Torreangulo, Protec y Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.

Dado el interés de estos programas, se elaboraron proyectos para presentar en Bruselas:

•        “Formación Técnica y continua de profesores”, basada en programas informáticos, medios audiovisuales y soporte escrito.

•        “Diseño y aplicación de un estándar europeo de calidad en la enseñanza profesional”, en el que se haría un análisis del fracaso escolar en la formación profesional de los distintos países y las medida adoptadas para solventarlos.

•        “Tecnología y gestión de la innovación”, programa que se desarrollaría a distancia

bajo el paraguas del Leonardo da Vinci.

•        Desarrollo, dentro del proyecto Edimpo-Trazos, de un producto a dos niveles: UNIX y DOS, con propuesta de colaboración a Confemetal y a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid.

•        También, se desarrollaron los proyectos “Grafinred” e “InformGraf” en colaboración con el Centro Tecnológico de Madrid (CETEMA), el Gremio de Artes Gráficas de Madrid y la fundación CIREM.

Hubo contactos frecuentes con escuelas de Suecia, Portugal, Finlandia, Gales, Inglaterra, Alemania y, por supuesto, con escuelas españolas.

En la actualidad, bajo la coordinación del Jefe de Estudios de Formación Profesional, Javier Rodríguez-Borlado, se participa en el programa ERASMUS PLUS. Este programa trata de impulsar el empleo y el desarrollo personal de los alumnos para dotarles de las capacidades necesarias para el mercado laboral. Los alumnos de los Ciclos Formativos están haciendo prácticas en distintas empresas:

•        Alumnos de Administración de Sistemas Informáticos en Red y Diseño y Edición de Publicaciones Impresas y Multimedia, en Avon Cosmetic (Varsovia);

•        Alumnos de Animación de Actividades Físicas y Deportivas, en Ireland Padel Federation (Irlanda) y en Every one active (Reino Unido);

•        Alumnos de Impresión Gráfica y Preimpresión digital, en Fife College (Escocia), en Cardiff Metropolitan University (Gales) y en A&N Print Limited Cardiff (Gales).

Los profesores también actualizan sus conocimientos y transmiten sus experiencias en:

•        Every one active (Reino Unido)

•        Fife College (Escocia)

•        Colleges Wales (Gales)

•        Instituto Politécnico de Pomar (Portugal)

•        Cesson Rennes Metropole Handball (Francia)

•        Heidelberg (Alemania).

LLegar a muchas personas y formarlas bien: Instituto de Desarrollos y Proyectos Formativos

Dado el gran volumen de acciones formativas que se desarrollan en Tajamar en la Formación Profesional reglada, y en los institutos de Artes Gráficas y Nuevas Tecnologías, para poder atenderlas convenientemente, se dispone de buenas instalaciones, equipos, materiales y, lo que es más importante, profesionales docentes que imparten los contenidos actualizados que demandan las empresas. Esto, lógicamente, supone inversiones que no son cubiertas en su totalidad con los conciertos y becas que otorga la Administración.

Por ello, se hace preciso crear una nueva estructura organizativa que coordine las acciones formativas de formación ocupacional y continua en vigor, fomente nuevos proyectos y consiga los medios económicos necesarios para cubrir el déficit.

Así nace el Instituto de Desarrollos y Proyectos Formativos (DPF) en el año 1999. La fluida relación con organismos oficiales: Servicio Regional de Empleo, Agencia para el Empleo del Ayuntamiento de Madrid, Fundación Tripartita; con organismos privados: FAME, Fundación Laboral de la Construcción y empresas en general, dan paso a la formación de miles de personas para actualizar sus conocimientos (formación continua) o para formarse en nuevos perfiles que faciliten la inserción laboral (formación ocupacional).

Desde DPF, nacen los primeros contactos y gestiones para lo que luego será la constitución del Instituto Logístico, del que hablaremos más adelante.

FAME

Una de las instituciones que más han ayudado a Tajamar en la formación de jóvenes para su inserción laboral, con una alta cualificación profesional, es la Fundación Alfonso Martín Escudero (FAME). Los distintos programas impulsados desde esta Fundación han conseguido una alta tasa de empleabilidad, consiguiendo cotas del 70 y el 80% [31], según programas, y en la actualidad las acciones formativas que se desarrollan, y que se citarán más adelante, consiguen un 90% de inserción laboral. A algunos de estos alumnos les cuesta convencer a la empresa donde realizan las prácticas de que les deje terminar el programa que están realizando (MCSA, MCSE...) ya que quieren que se incorporen inmediatamente a la plantilla de esa empresa.

La Fundación beca totalmente a los alumnos seleccionados, exigiendo -como no podría ser de otra forma- un aprovechamiento máximo, en asistencia, interés y participación en las clases. Al término de cada programa se envía una memoria detallada que recoge el nivel de ese aprovechamiento, los contenidos impartidos, las prácticas en empresa, los datos de inserción profesional.

El tipo de programa y los contenidos han ido variando a lo largo del tiempo en función de la demanda de profesionales en la empresa. Tanto la Fundación como Tajamar proponían programas para ser estudiados conjuntamente para su puesta en marcha.

Su vicepresidenta, Elisa Polanco, siempre nos animaba -y lo sigue haciendo- a buscar nuevos perfiles profesionales que facilitasen, aún más, la búsqueda de empleo de los jóvenes. Así, de sus propuestas nacieron los programas de energías alternativas, medioambiente y nuevas tecnologías.

"Entre los fines de la Fundacion Alfonso Martin Escudero se incluyen la becas de formacion profesional, que son ayudas destinadas a la realizacion de programas formativos para la adquisicion de conocimientos y destrezas en nuevas tecnologias, con el fin de facilitar la capacitacion necesaria para la insercion laboral. TAJAMAR, es el centro receptor de nuestras ayudas por la calidad de sus equipos e instalaciones y consideramos que el profesorado es idóneo, consiguiendo que los alumnos adquieran una  gran formación técnica y humana. Los resultados son óptimos, alcanzando un 90% de inserción laboral en puestos de alta cualificación". Elisa Polanco

Desde que se impartió el primer programa, en el año 1997, hasta 2017, se han desarrollado los siguientes programas:

Cuadro 7.png

Educar en valores

Por muy buenos conocimientos profesionales que diésemos a nuestros alumnos, si no fuésemos capaces de transmitirles unos valores que les hagan tener muy presente la dignidad de la persona, poco habríamos hecho.

Tajamar, sin esos principios, no hubiese merecido la pena que existiese. La formación profesional se puede conseguir incluso sin necesidad de formador. Hay estupendos medios telemáticos que, con una pequeña ayuda tutorizada, facilitan la adquisición de los conocimientos necesarios para desempeñar una profesión. Sobre todo, a partir de los 18 años de edad en la que uno ya es capaz de ser autodidacta.

Sin embargo, la adquisición de valores se interiorizan con el ejemplo y consejo de otras personas, empleando y facilitando medios que ayuden a conseguirlos. Y eso es lo que intentamos transmitir en Tajamar. Y digo intencionadamente intentamos porque siempre se respeta salvajemente la libertad (no una libertad salvaje).

Para ello, damos prioridad a la atención personalizada y la formación integral. En nuestras aulas buscamos formar buenas personas y excelentes profesionales. Cada alumno cuenta con un tutor personal que sigue su evolución y le ofrece asesoramiento.

Comentamos brevemente algunos de esos valores:

Visión transcendente de inspiración cristiana

Se transmite una visión transcendente de la vida basada en la doctrina católica.

Libertad

Porque nos da la gana, hacemos lo que de suyo es bueno, siguiendo la ley natural.

Responsabilidad

Hacer nuestro trabajo, la vida familiar, la social..., sabiendo que nuestros actos pueden repercutir positiva o negativamente en los demás.

Servicio a los demás

Ayudar a las personas, sin que se den cuenta, hace que nosotros seamos mejores.

Capacidad crítica

Saber decir no a los errores, argumentándolo razonadamente.

Cosas pequeñas

Terminar bien lo iniciado. Cuidar el material, el sitio de trabajo, pequeños detalles de educación...

Humanizar el trabajo

Como personas que somos, saber que ese trabajo nos dignifica si lo hacemos todo lo bien que podamos. El propio trabajo se dignifica y, además, con el ejemplo, ayudamos a nuestro compañeros de trabajo a que puedan hacer lo mismo.

Solidaridad

Con los más cercanos. Se anima a colaborar en instituciones de labor social.

Afán de mejora y superación

No solo con la formación continua sino, también, corrigiendo nuestros defectos.

Visión positiva de la vida

Les animamos a no desanimarse ante las dificultades. La familia y la sociedad en general necesita de personas alegres, con buen humor, optimistas...

Compañerismo

Conocer a los que están en nuestro propio curso y estar pendientes de sus dificultades, si se presentan, para ayudarles.

Sinceridad

Lo que haya que decirse, se dice: sin “tapujos”, pero con educación.

Lealtad

La familia, Tajamar, la empresa... tienen que saber que puede contar con nosotros. No fallaremos.

Espíritu emprendedor

Tener iniciativa. Proponer mejoras. Ser capaces de materializar las ideas, si estas no son inalcanzables.

Epílogo

He tratado a lo largo de estas páginas recoger lo más significativo de la labor social que se realiza desde la formación profesional en Tajamar. Estoy convencido que, una veces por pudor y otras -quizás las más- por falta de memoria, me he dejado hitos importantes sin reseñar.

He intentado que se visualicen las personas que más han contribuido a esta realidad. Aún así, tengo el total convencimiento de que me he quedado corto.

Gracias a los que me enseñaron que formar parte de Tajamar es formar parte de una familia, donde las cosas se hacen libre y responsablemente.

Gracias a san Josemaría por haber pensado en Vallecas (yo soy vallecano) para hacer esta labor tan extraordinaria y estupenda donde se ha hecho, se hace y se hará una gran labor social.

Antonio Ares Rodríguez, en tajamar.es/

Notas:

28. Nueva denominación que desde finales de los noventa se da al Instituto de Artes Gráficas.

29. Banco de Vallecas S.A (ver más información en el blog asesoriadeformacion.blogspot.com.es)

30. Programa Específico de Recuperación.

31. Al termino del programa se hace un seguimiento a los 3 meses y a los 6 meses para conocer el grado de inserción. Los datos constan en las memorias enviadas a la Fundación.

Antonio Ares Rodríguez

Preambulo

Sin el aliento y la vibración apostólica del Fundador del Opus Dei [1], todas las iniciativas que se relatan en este libro no hubieran sido posibles. En una tertulia en Tajamar, el 1 de octubre de 1967, ante padres, profesores, alumnos, personal no docente y cientos de personas de la barriada, explicó que estas iniciativas se hacen presentes:

“donde hay pobreza, donde hay falta de trabajo, donde hay tristeza, donde hay dolor, para que el dolor se lleve con alegría, para que la pobreza desaparezca, para que no falte trabajo −porque formamos a la gente de manera que lo puedan tener−, para que metamos a Cristo en la vida de cada uno, en la medida que quiera, porque somos muy amigos de la libertad” [2].

Libertad y responsabilidad es el binomio que siempre está presente en el hacer diario de las múltiples actividades que se realizan en todas las enseñanzas que se imparten en Tajamar, siendo, junto a una formación sólida, lo que más destacan los miles de antiguos alumnos que han pasado por sus aulas.

A lo largo de estas páginas se va presentando cómo -desde unos comienzos paupérrimos, pero con personas entregadas a esta labor social- ha sido posible lo que hoy es Tajamar en Formación Profesional, de la que se benefician cientos y cientos de jóvenes de toda condición.

San Josemaría repetía en la década de los años treinta: “Soñad y os quedaréis cortos”; hoy, Tajamar es una de esas realidades que superan los mejores sueños.

Los comienzos

Cuando Tajamar inicia su andadura en el Puente de Vallecas un 12 de febrero de1958 [3], la vida social, cultural y profesional de los habitantes de esta barriada se inserta en muy bajos niveles: viviendas poco dignas, bastantes chabolas y cuevas habitadas, alto índice de analfabetismo, profesiones no cualificadas...

Por deseo expreso del fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer, Tajamar se construye en una de esas zonas, llamada por los vallecanos “Cerro del Tío Pío” (hoy calle Pío Felipe).

Como consecuencia de la anexión del municipio de Vallecas al de Madrid (BOE 13 de diciembre de 1950), toma importancia como barrio en expansión dentro de la capital de España, produciéndose un aumento considerable de su población, debido en gran parte a la población inmigrante, principalmente de Andalucía, Extremadura y La Mancha [4].

Uno de los primeros que comenzaron Tajamar dejó escrito:

“Hacia el kilómetro 6 de la carretera de Madrid a Valencia hay una desviación a la izquierda que sube, serpenteando, hasta las puertas de Tajamar. Estamos en el Cerro de Pío Felipe, un casi legendario personaje que habitó por primera vez este pequeño monte... Muchas gentes, provenientes de la zona de Andalucía y Extremadura principalmente, llegaron a Madrid y por dificultades de vivienda en el casco urbano comenzaron a habitar estos lugares rústicos y se asentaron en pequeñas casas, chabolas o simplemente cuevas...”.

La población, a finales de la década de los 50, según la Sección Estadística del Ayuntamiento de Madrid, era de 167.000 habitantes; pero la población real se estimaba que superaba el cuarto de millón. Por entonces existían solo cuatro instituciones que impartiesen materias conducentes a la formación profesional [5].

Miles de personas no tenían cualificación alguna para el desempeño de un puesto de trabajo especializado. La gran mayoría se dedicaban a la construcción como peones [6].

Se hacía, por tanto, necesario contar con más instituciones que ayudasen a esta populosa barriada a salir de esa situación de exclusión o marginalidad y hacer desparecer la “brecha” laboral que se iría produciendo como consecuencia de los cambios tecnológicos.

Así nace Tajamar, en 1958 como un Centro de Enseñanza Media y Profesional, ofreciendo la posibilidad de cursar estudios de Bachillerato y la preparación para una enseñanza técnica, según se publicitaba con un reparto de sencillos impresos que anunciaban los exámenes de ingreso: “Tajamar, Centro de Enseñanza Media y Profesional (...), establecido en Puente de Vallecas, ofrece la posibilidad de cursar los estudios de Bachillerato elemental y la preparación para una profesión técnica, en un ambiente que asegura una completa formación humana y moral”.

El 15 de enero de 1958, después de diversas negociaciones con el Ministerio de Educación, Tajamar es autorizado a impartir enseñanzas como “Sección Filial Tajamar”, dependiente del Instituto Nacional de Enseñanza Media “Ramiro de Maeztu”.

Cuatro son los principales problemas a los que hay que enfrentarse: conseguir alumnos, conseguir profesores, hallar un local apropiado para las clases y solucionar el eterno problema de la financiación.

Los alumnos se consiguieron en tiempo récord, después de numerosas visitas a los centros de la zona, publicidad en establecimientos, visita a familias...: 58 alumnos en dos secciones que estudiarían primer curso de Bachillerato Elemental y 17 alumnos en estudios nocturnos. Los profesores fue fácil encontrarlos aunque la mayoría apenas tenían experiencia docente. La financiación era otro cantar. Aunque se disponía de las ayudas oficiales, estas eran insuficientes para llevar a cavo este ilusionante proyecto que tanto bien haría al barrio. Se pedía ayuda a todas las personas e instituciones que era posible para que aportasen la cantidad económica que pudiesen, otorgándoles el título de “socios protectores”. Por el nivel socioeconómico de la barriada, bien puede entenderse que las cantidades eran simbólicas; pero lo que valía y se valoraba es la ilusión con que lo hacían, esperanzados de que saliese adelante ese “sueño” que en aquel momento era Tajamar.

¿Y el local? Esto era “harina de otro costal”. ¿Qué hacer mientras se iban construyendo los pabellones en el lugar definitivo? Lugar que, a esas fechas, era todo un descampado, rodeado de chabolas, donde se hacía prácticamente imposible el acceso cuando llovía por el barrizal arcilloso que se formaba.

El lugar era un descampado, rodeado de chabolas

Después de “patear todo el Puente de Vallecas” se consiguió un local prestado en la colonia “Erillas”, situada en el centro de Vallecas, entre la avenida de la Albufera y el Arroyo del Olivar. Pero los dueños solo podrían prestar este local hasta que comenzase el nuevo curso.

Una vez adecentado convenientemente el local, llegó el día deseado del comienzo de las clases. Las clases se desarrollan con normalidad, no exenta de algunas “chiquilladas” de los alumnos: colgarse en los árboles recién plantados en esa colonia, vocerío y pequeñas peleas... Siempre se contó con la comprensión de los vecinos, ayudada por la cordial relación que aquellos primeros establecían con ellos. Siempre dispuestos a acoger y solucionar las quejas y sugerencias. En octubre del 58 habría que empezar el nuevo curso y ya no se tendría “Erillas”.

Nuevamente a recorrer Vallecas, preguntar, visitar locales..., hasta que se encontró una vieja vaquería: La Vaquería, como cariñosamente la llamaban los primeros alumnos. Se conserva un testimonio escrito de uno de aquellos que consiguió encontrar este local:

 “...era ésta una antigua casa de labor muy cercana a los lugares actuales de Tajamar, que además tenía un amplio establo con 68 pesebres para vacas, y edificios anejos para graneros, vivienda del guarda y un patio central de unos 40 metros en cuadro; todo bien circundado con una alta tapia semejante a un “fuerte” de las películas del Oeste. Como vaquería, había dejado de utilizarse desde hace dos años. En los alrededores, campo abierto con señales de las plantaciones de la última temporada. Cerca, dos cerámicas se disputan la tierra arcillosa...”

Mientras se adecentaba “La Vaquería” -tirar y levantar tabiques, poner o arreglar algunas ventanas desvencijadas, puertas, mano de cal...-, se utilizó el gimnasio de la calle Eduardo Requena [7] y el día 2 de octubre de 1958 comenzaron las clases: los de 1º por la mañana y los de 2º por la tarde.

Tan pronto estuvo La Vaquería “habilitada” prosiguieron las clases en ella:

“Todo fue muy rápido y a finales de noviembre de 1958 tenemos cuatro locales utilizables como aulas, un pequeño gimnasio y cuatro o cinco pequeñas habitaciones: Dirección, Secretaría, Sala de Profesores... todo cuanto necesitábamos. La decoración y mobiliario proviene a veces de donaciones de cosas nuevas o viejas que se acoplan bastante bien al resto del ambiente. También se utiliza el patio central para deportes: las redes de balonvolea y las canastas de baloncesto dan un nuevo colorido ambiental al viejo patio. El fútbol, deporte el más popular, se practica en las afueras del “fuerte”. En muy poco tiempo los surcos y barbechos del exterior se allanan por las pisadas y carreras de los chicos en las horas de deporte. Año tras año se incrementa el número de aulas, a la vez que disminuyen los graneros. Comienzan las clases primarias, se incrementan los cursos de Bachillerato y se recoge, de un modo progresivo y constante, el fruto esperado”.

Cuando los alumnos terminan las clases, al ir hacia sus casas se ven “asaltados” por los chicos de las chabolas cercanas, comenzando unas verdaderas batallas campales: las dreas [8]. Al conocer que estos chicos están desescolarizados, se decide crear la Primaria.

Pelegrín Muñoz, primer gerente de Tajamar, dejó escrito:

“Cuando salen de clase los chicos que están estudiando dentro de Tajamar se ven asaltados por los chavales que viven en Garganta de Aísa y en toda la zona aquella, y empiezan las pedradas. Los de Tajamar no son mancos: se defienden y contraatacan. Recuerdo que Bernardo decía: “¡A ver quién sale por ahí a poner paz!”. En una reunión de la junta de Gobierno de Tajamar, Bernardo nos contó estas cosas y estuvimos dándole vueltas buscando una solución, como, por ejemplo, llamar a la policía para que viniera cuando los chicos salieran del colegio... No sé a quién se le ocurrió la idea, pero lo que había que hacer era meter a esos chicos dentro de Tajamar, y fue cuando nació la Primaria: se cogió a todos aquellos chicos y se metieron dentro de la Primaria. No teníamos previsto poner Primaria, sino que lo que pensábamos era seguir con la Sección Filial, por lo que la primaria surge como consecuencia de las pedradas, y de constatar que aquellos chicos no iban a ningún colegio”.

Para ganarse unas pequeñas monedas, aquellos chicos recurrían a las más variadas clases de “buscarse la vida”: recoger carbón que caía de la máquina de los trenes al pasar por el Puente de los Tres Ojos, recoger colillas para “fabricar” nuevos cigarros, vender “La Goleada” [9], Vender agua en botijo al término de los partidos del equipo del barrio: el “Rayo Vallecano”, pedir limosna... Los más afortunados, trabajaban como “chico de los recados” en pequeños establecimientos.

Aquellos padres, que no habían podido tener la posibilidad de ir al colegio, veían ahora como un sueño el que sus hijos estuviesen estudiando en Tajamar.

Martín Carmona, en una de las convivencias que se organizaban en Buendía (Cuenca) para padres y profesores, nos contó que cuando iba subiendo hacia el colegio por la empinada cuesta que partía desde la avenida de la Albufera, preguntó a una de las señoras que estaba en la puerta de su chabola:

-      Qué tal son esos de ahí arriba (se refería a Tajamar)

-      ¿Esos señores? Si alguien les toca se las tendrá que ver conmigo.

El cariño que las personas del “Cerro” mostraban por Tajamar se hacía evidente. Era una muestra palpable de que la labor social que se realizaba merecía la pena.

En octubre de 1961, Tajamar ocupó las instalaciones definitivas en el Cerro de Pío Felipe, sito entre el camino alto de Valderribas y la autopista de Valencia.

Bachiller laboral: el inicio de la formación profesional

Como se ha comentado anteriormente, aparte de la formación académica, Tajamar se crea para ayudar a las personas a conseguir una buena cualificación profesional que le facilite su inserción y promoción en el mundo laboral.

La ley de 16/07/49 y el Decreto de 06/07/56, por el que se establece el Bachillerato Laboral y su duración, es la referencia que Tajamar toma como punto de partida para incorporar esos estudios conducentes a una especialización técnica. Al término del Bachiller Elemental, el alumno podía optar por proseguir estudios de Bachiller Superior Universitario o Bachiller Laboral Superior. Este Bachiller Laboral daba acceso, mediante prueba, a la universidad.

Desde su implantación en Tajamar en el curso 60/61 hasta su extinción en el curso 72/73 [10], fueron cerca de 400 alumnos los que realizaron estos estudios [11]. Pasaron, unos a las Facultades Universitarias o Escuelas de Ingeniería; otros, los más, ocuparon puestos de trabajo en la industria como especialistas.

Dentro de las distintas modalidades que se ofrecían [12], Tajamar optó por la Industrial-Minera en la especialidad de Electrónica por entender que era una profesión de futuro y que se empezaban a solicitar especialistas en esta especialidad en las empresas punteras de Madrid. El tiempo dio la razón a estos “visionarios” y Tajamar se convirtió en uno de los primeros Institutos de Enseñanza Laboral de España, de iniciativa social.

Manolo Plaza, fue el primer Secretario General de Tajamar. Él explica muy bien cómo se incorporaron estos estudios:

“Al finalizar los primeros 4 años de estudios en la Sección Filial y después de realizar la reválida, preceptiva en este sistema de estudios,  se abría la posibilidad de acceder al Bachillerato Superior Laboral, mediante un curso de Adaptación o Transformación, que hacía de 5º curso. Este curso tenía un marcado carácter tecnológico y práctico para el que eran necesarios unos talleres de mecánica con tornos y fresadoras, al frente del cual está Pepe Rivas (José González Rivas), y otro taller de carpintería, donde Mariano Madrid iniciaba a los alumnos en el mundo de la madera y en el uso del cepillo y la garlopa. Al finalizar este curso volvían a hacer otra nueva reválida que, superada, les daba acceso al Bachillerato Laboral Superior. Eran dos cursos, 6º y 7º, con una especialidad en Electrónica en la rama Industrial-Minera, que finalizaba con un examen de madurez, semejante al Preuniversitario, que daba acceso a la Universidad a carreras de ciencias y técnicas, pero que no era válido para las carreras de Derecho o Filosofía y Letras. A la vez facilitaba la entrada en el mundo laboral. Muchos de nuestros alumnos encontraron trabajo en empresas como Telefónica y Standard, en sus servicios técnicos, donde eran muy apreciados.”

Los chavales, con sus “monos” [13] y su algarabía daban un toque de color a las clases de prácticas.

Escribo a continuación un testimonio simpático que dejó escrito Pepe Rivas en carta a su novia, comentándoles sus clases con los “chicos del laboral”:

“Madrid (jueves) 12 de octubre de 1961: ... tengo treinta muchachos, el mimísimo demonio en persona multiplicado por treinta, pero que con sus voces, su alegría, su despreocupación, y su falta de respeto a este pobre maestro, me hacen pasar un par de horas distraído, intentando mantener a cada uno en su trabajo...”

Estamos en el curso 61/62 [14]. Por fin han llegado las máquinas: el torno, la fresa, la máquina tupí, la cortadora de chapa y otras pequeñas maquinas accesorias.

El 24 de noviembre de 1962 se inauguran las aulas y laboratorios de Electrónica. Preside el acto el Nuncio de Su Santidad y el Director General de Enseñanza Laboral.

En un emotivo discurso, Bernado Perea, refiriéndose a la inauguración de estas aulas, decía:

“Cuando el pasado curso inaugurábamos la sede definitiva de Tajamar, no podíamos imaginar que al cabo de un año iba a ser posible construir este nuevo edificio que alberga una enseñanza laboral tan sugestiva como necesaria. La incorporación de la Electrónica al ya tan extenso conjunto de materias que Tajamar ofrece a sus estudiantes, es un paso más en el progreso de esta institución docente. Tajamar, brinda a la sociedad especialistas de grado medio en diversas ramas laborales, algunos de los cuales podrán cursar después con facilidad enseñanzas medias de grado superior. Más de un millar de jóvenes reciben aquí una eficiente formación profesional, gracias a la labor abnegada y entusiasta de los profesores”.

Mariano Madrid fue el primer profesor que impartió carpintería. Cuando se hizo cargo del taller, había que dotarlo de lo más elemental para empezar las clases. Con sacrificio económico se consiguió comprar las primeras herramientas en la ferretería Atocha [15].

El Sr. Redondo era otro de los profesores de Carpintería que ayudaba a Mariano Madrid. Ambos eran muy queridos por los alumnos. Con el paso del tiempo, a aquellos primeros les quedó un recuerdo imborrable de los profesores y de los “tochos” de madera que tenían que convertir en piezas con la garlopa, garlopín, cepillo, cepilladora, sierra...

Benjamín Michavila se hacía cargo del taller de Electricidad y del Laboratorio de Electrónica. Cables, soportes para montar circuitos, pequeños aparatos de medida, herramientas básicas y poco más. Los primeros aparatos de TV que se tuvieron eran solamente la pantalla y estaban desarmados, “con las tripas fuera” solían decir los alumnos.

Con el paso del tiempo íbamos modernizando los equipos y aquellas pantallas, válvulas, condensadores, etc, se utilizaron para decorar las vitrinas y paredes del laboratorio. Cuando recibíamos visitas -que no eran precisamente expertos tecnológicos- al ver esta decoración solían comentar: “qué buenos equipos tenéis”. Delicadamente, les informábamos que, poco a poco, nos hemos ido actualizando, enseñándoles los otros equipos que tenían a la vista: osciloscopios, analizadores, frecuencimetros, etc.

Pepe Rivas y Pascual Ares eran los profesores en el taller de ajuste. Los pocos medios con los que se contaba habían sido donados en su mayoría por distintas empresas. Eran de segunda mano y no exentos de continuas reparaciones para mantenerlos útiles. El orden y limpieza del taller causaba una grata impresión en las autoridades académicas y civiles que lo visitaban. Cualquier cajón que se abriese estaba perfectamente ordenado con sus herramientas. Ello respondía al “cuidado de las cosas pequeñas” que formaba parte de los valores que se inculcaban a los alumnos. Alfonso Ríos, primer director de Relaciones Públicas, ilustra la afirmación anterior:

“Hubo un grupo de personas, en una de estas visitas, que ¡abrieron todos los cajones de las mesas! Había no sé cuántos cajones, más de 20... Y en todos los cajones de las mesas -limas, martillo, sierra...- todas las herramientas estaban perfectamente ordenadas. ¡No había ni una que estuviera fuera de su sitio! Esto era un tema sorprendente para las visitas; y era un tema muy natural, muy lógico, muy normal, para los chavales y para nosotros; para nosotros era una sorpresa encontrar una cosa fuera de su sitio”.

Tajamar avanza en su andadura profesional. Siempre pensando en la promoción de las personas, facilitándoles una cualificación laboral.

Aprovechando el taller de electricidad, y pensando en los chicos que habitaban en las chabolas y no asistían al colegio, se organizaron dos cursos de Electricidad: uno por la mañana y otro por la tarde. Corría el curso 62-63. Estos cursos eran totalmente gratuitos y se consiguió con ello que bastantes de estos alumnos empezaran a trabajar como aprendices en pequeños talleres.

La experiencia profesional que se va logrando: profesores -talleres, laboratorios...- facilita que se vaya conociendo Tajamar en el tejido productivo. La respuesta a la invitación para visitar el Centro que se hace a autoridades, empresarios, directivos y periodistas, tanto nacionales como internacionales, no se hace esperar y es frecuente ver a estas personas visitando los talleres, los recientes espacios verdes, las aulas... Suele ser unánime uno de los comentarios que los visitantes realizan: “Qué bien cuidado está todo”.

Ya están todos los cursos funcionando a pleno rendimiento. En la memoria académica del curso 64/65, en su página 26, se recogen los siguientes datos:

Estadística de matrícula, becarios y calificaciones

En 1967 se crea el Centro de Educación Permanente de AdultosCuadro 1.png

Comienza la “avalancha de promoción social”. En 1965 se propone al Ministerio de Trabajo ser centro colaborador en la capacitación de obreros en paro o sin cualificación profesional. Esta propuesta se ve con buenos ojos en el Ministerio y así da comienzo los cursos que se insertaban en los planes del PPO, FIP, PPT... [16].

Eran cursos patrocinados por el Ministerio de Trabajo y tenían por objeto una mayor capacitación para obreros en paro real o potencial, siendo la edad mínima exigida de 18 años. Bastantes de estos alumnos ocupaban los talleres y aulas que pocas horas antes habían sido ocupadas por sus hijos. Venían de 6 a 10 de la noche. Su duración oscilaba entre los 3 y los 6 meses, según las especialidades, aunque alguno duraba algo más. Se dieron cursos muy diversos y muchos de ellos se repitieron varias veces, teniendo en cuenta el grado de inserción en las empresas y la aceptación de los alumnos. Desde el curso 64-65 se tuvieron cursos de: torneros, delineación, administración, contabilidad, soldadura, chapistas, dibujo industrial, electricidad, electrónica, reparadores de televisión, etc. Más tarde, en 1967, se creó el Centro de Educación Permanente de Adultos (CEP) con la infraestructura suficiente para coordinar, promocionar y ampliar estas enseñanzas. La junta directiva la formaba Fernando Chiclana (director), Pepe Rivas (subdirector) y Pascual Ares (Jefe de Estudios). Entre diez y quince cursos se realizan cada año [17] y esto, lógicamente tiene una repercusión muy positiva. Cada año se formaban en torno a los 250 trabajadores.

Benjamín desarrolló unos apuntes muy completos de Electrónica Básica y Semiconductores que se entregaban a los alumnos y que, además, eran solicitados por otros centros. Al encontrarme con alguno de aquellos alumnos, aún me comentan “Todavía conservo los apuntes de D. Benjamín”.

Las fotocopias se realizaban en una vieja ciclostil. También, Benjamín preparó una mezcla de “cola de pescado” donde se creaba el “molde” de un original. Después, se iban poniendo las hojas (¡una a una!) y con un pequeño rodillo se presionaba ligeramente sobre el reverso de la hoja y quedaba impreso el contenido del original.

En el taller de forja y soldadura se fabricaron farolas, ceniceros -en aquel entonces se podía fumar en las aulas- y perchas para los despachos de profesores. Se buscaba que todos los trabajos prácticos que realizaban los alumnos tuviesen utilidad, simulando la realidad de una empresa.

Desde el curso 64/65 hasta el 74/75 se impartieron los siguientes cursos:

Los profesores procedían de las empresas, donde ocupaban puestos de mandos intermedios o técnicos superiores. Todos tenían una buena preparación tecnológica para impartir estas especialidades. Algunos conocían Tajamar y otros no. El grado de amistad que se establecía con ellos desde el primer momento y las reuniones informativas y formativas, les hacía sentirse protagonistas responsables del ideario del centro. Miguel Quereda, Guillermo Arredondo, Manuel Ruiz, Antonio Fernández, Antonio Cuenca, Enrique Mateos, Juan Suárez... y tantos otros, fueron testigos directos de esta realidad.Considerando que no puede impartirse una buena formación sin el apoyo y asesoramiento de las empresas, se empezó a visitar las empresas importantes, por su volumen, para colaborar en los planes de formación de sus empleados: Petroquímica Esso, Uralita, Construcciones Aeronáuticas, Renault, Standard, Telefónica, Renfe...Cuadro 2.png

Desde esos momentos, estamos en la década de los 70, Tajamar se convirtió en un referente en la formación para el empleo. Como no podría ser de otra manera, esa relación empresa-escuela se entronca en la forma de concebir la formación en Tajamar.

La experiencia del CEP tuvo mucha difusión en los medios informativos del momento: Pueblo, Ya, Comunicación de Navarra, ABC... Las visitas aumentaban y Tajamar avanzaba en la promoción social de las personas junto a la formación humana.

Tajamar se consolida como centro de formación profesional

Por Orden Ministerial de 30 de junio de 1976, Tajamar obtiene su clasificación definitiva como Centro Privado de Formación Profesional de Primero y Segundo Grado [18]. Antes, el 31 de enero de 1972, se había concedido la autorización provisional para impartir 1º y 2º Grado de Artes Gráficas (BOE 20.02.71).

El Centro de FP es el encargado de impulsar y coordinar todos los estudios con titulación oficial y de mantener las relaciones ordinarias con el Ministerio de Educación, en su momento, y con la Comunidad de Madrid actualmente; así como toda la gestión conducente a los trámites administrativos para la gestión de alumnos, contrato y formación de profesores y relación con empresas para las prácticas de los alumnos.

Por la especificidad de las especialidades que imparte, se ayuda de los distintos institutos que se comentarán más adelante. Con ello se consigue una mayor sinergia en la utilización de equipos, profesores formados, prestigio en las empresas...

En el curso 17/18, se imparten los siguientes estudios oficiales:

1.       CFGM Impresión Gráfica

2.       CFGM Preimpresión Digital

3.       CFGM Sistemas Microinformáticos y Redes

4.       CFGS Administración Sistemas Informáticos y Redes

5.       CFGS Diseño y Edición de Publicaciones Impresas y Multimedia

6.       CFGS Transporte y Logística (On line)

7.       CFGS Animación de Actividades Físicas y Deportivas

Este último ciclo, denominado abreviadamente TAFAD, se ha incorporado recientemente.

De Tajamar salieron varios atletas internacionales y campeones del mundo [19]. Por tanto, y aunque hay diversidad de escuelas deportivas y actividades deportivas (cross, carrera 500 km, torneos) no podía dejarse de impartir un título oficial en esta especialidad.

Deporte, cultura, formación humana, espiritual y formación profesional van de la mano en Tajamar para conseguir una formación completa de la persona y unidad de vida:

“...Dios nos quiere muy humanos. Que la cabeza toque el cielo, pero que las plantas pisen bien seguras en la tierra...” [20].

El prestigio alcanzado por la formación profesional, el club deportivo y el resto de enseñanzas del colegio supuso que en la celebración del XXV Aniversario del nacimiento de Tajamar, el Secretario General de la UNESCO, impusiese la Corbata de Alfonso X El Sabio, en reconocimiento a la labor social que estaba desempeñando Tajamar en Madrid y, en especial, en el Puente de Vallecas.

En febrero, los alumnos de los ciclos formativos de grado medio, y en junio los alumnos de los ciclos formativos de grado superior, celebran el Acto de Graduación como culmen de su formación. La mayor parte de los alumnos del ciclo de Grado Medio suelen proseguir estudios de Grado Superior.

Alumnos titulados [21]

Cuadro 3.png

1967, inicio de un gran proyecto: el imstituto de Artes Gráficas

El 24 de agosto de 1965 se firma un convenio entre el Ministerio de Trabajo, en el que intervienen el Director General de Promoción Social, D. Torcuato Fernández Miranda, D. Pelegrín Muñoz, Director-Gerente de Tajamar, y D. Abelardo Alonso, Consejero de Tajamar, por el que se constituye un Centro Experimental de Formación Profesional que se denominará Instituto de Artes Gráficas Tajamar. En ese mismo convenio en su apartado segundo se establece que el “Instituto de Artes Gráficas Tajamar” desarrollará las  actividades docentes necesarias para la formación completa de profesionales de oficios de Artes Gráficas e Industrias relacionadas con las Artes Gráficas, en forma progresiva y a medida que las circunstancias y las necesidades lo vayan aconsejando”.

En octubre de 1967 comienzan las clases, siendo el primer director e impulsor del instituto el joven ingeniero Martín Vía Gasa.

La formación profesional que se realiza, al depender del Ministerio de Trabajo [22], no es reglada. Se imparte esa formación en tres años [23] y muchos de los alumnos lo compatibilizan con los estudios de bachillerato nocturno que se imparte en Tajamar. Eran jornadas maratonianas, pero merecía la pena ese esfuerzo que se vería recompensado con buenos puestos de trabajo o el acceso a carreras universitarias.

Pronto, el acuerdo del apartado segundo del convenio citado, se haría realidad y el avance que se iba experimentando en la industria gráfica hacía aconsejable atender a nuevas necesidades formativas. El sector iba transformándose vertiginosamente de destrezas manuales a conocimientos técnicos y generalistas para hacer frente a los nuevos retos tecnológicos. Así, paralelamente a las enseñanzas diurnas, se organizan cursos de formación ocupacional en los perfiles más demandados por la empresa: Ténico de Artes Gráficas, Impresión Offset, Pasado de Planchas, Fotografía, Reproducción de Color, Diseño, etc.

Hoy, esos perfiles han quedado totalmente obsoletos, pero en aquel tiempo era todo un gran avance y en Madrid solo se contaba con la escuela oficial de Artes Gráficas y los Salesianos de Atocha, ambos con gran prestigio, pero insuficientes para atender  al expansivo sector gráfico.

Las industrias, obligadas por la revolución tecnológica que estaba surgiendo, tenían que prepararse para pasar de una situación cuasi artesanal a otra caracterizada por la implantación de las nuevas tecnologías y la exigencia de mayor calidad en los trabajos que reclamaban los clientes. Esto exigía la capacitación de las nuevas generaciones de trabajadores, técnicos y directivos. A partir de ese análisis, el Instituto se fijó como objetivos la formación, la investigación, el asesoramiento técnico y la información.

Hay dos preocupaciones principales: la formación y actualización del profesorado y tener los adecuados equipos y maquinaria que demanda la empresa.

Para la formación y actualización del profesorado, pronto se empieza a visitar empresas y ferias importantes, tanto nacionales como internacionales, donde se presentan las nuevas innovaciones en el proceso productivo gráfico. Pero esto no es suficiente y Martín Vía en mayo de 1974, con la colaboración de profesores de Electrónica e Informática, desarrolla el proyecto “Edicom 2000”, único sistema nacional de aplicación de la informática a la composición de textos [24]. Además de proporcionar un servicio eficaz al sector, se pretendía:

a)       Proporcionar a los profesores -especialmente a los de las áreas tecnológicas- la posibilidad de desarrollar un trabajo, compatible con su dedicación docente, que les mantenga relacionados con el sector industrial para el que intentan formar profesionales.

b)       Conseguir la permanente actualización de los conocimientos del profesorado.

c)       Generar, en la mayor medida posible, los recursos económicos necesarios para el desarrollo de las actividades docentes de Formación Profesional que son, por sí solas, altamente deficitarias.

Los resultados no se hacen esperar en cuanto a su implantación exitosa en la empresas editoriales: Marca, Diario de Cádiz, La Vanguardia, el Faro de Vigo, Prensa Española...; pero en cuanto a la formación del profesorado, la realidad se impuso: un proyecto como este exigía mucha dedicación para el contacto con la empresa y las soluciones urgentes que surgían por parte de los clientes... Esta situación absorbía hasta el punto de no poder dedicar el tiempo necesario que reclamaba la docencia. Valió la pena intentarlo y se consiguió que se conociese aún más Tajamar.

¿Y cómo se solucionó el problema? Los profesores seguirían su formación en la visita a ferias, en los contactos frecuentes que se tenía con profesionales y empresarios y con el estudio y ensayo de nuevas técnicas.

Conseguir los equipos y maquinaria fue más complicado. El alto coste de estas máquinas es inalcanzable para un centro educativo. Por ello se inician gestiones con los principales proveedores para ofrecerles que puedan depositar estas máquinas en los talleres y laboratorios del Instituto. Pedro José Cerrato, Jefe del Departamento de Impresión, consigue buenos resultados. Proveedores como Henche, Coydis, Depa, Hartmann, Müller, Mitsubishi, prestan sus equipos y donan los materiales. Hay máquinas que superan los 600.00€ [25]. También Benigno Romeo, Jefe del Departamento de Preimpresión, consigue importantes acuerdos con Canon, Crosfield, 3M, entre otros.

Tanto los proveedores como Tajamar salían beneficiados: los proveedores podrían mostrar sus equipos a los potenciales clientes, además de tener personal cualificado en el manejo de esas máquinas -los alumnos- y Tajamar contaba con una tecnología puntera que no hubiese sido posible tenerla por ser un coste inalcanzable para un centro educativo. Además, las empresas en vez de enviar a sus empleados a Alemania o Japón para formarse en el manejo, los enviaban a Tajamar, con el consiguiente ahorro que ello suponía y la cercanía para la resolución de problemas que surgiesen. Lógicamente, se debía ir por delante para que los profesores adquiriesen los conocimientos necesarios: visita a empresas donde se producía con esas máquinas, estudio, ensayo... ¡Muchas horas de dedicación!

El Instituto se convierte en un referente de la formación gráfica. Los cursos a empresas se multiplican. Es un denominador común la satisfacción de los alumnos al encontrarse con esos adelantados medios tecnológicos y con la cercanía de amistad de los profesores. Para corroborar hasta qué punto calaba esa amistad, es significativa una anécdota que dejó escrita Antonio Hernández (profesor):

Se organizaron unos cursos de selección del color, y uno de los alumnos dijo: “Yo soy comunista por convicción, y de religión no quiero saber nada”. Al acabar el curso le dijo al profesor: “Que conste que no he cambiado; solo vengo a decirle que no olvidaré nunca lo que han hecho aquí por mí, y a prometerle que de ahora en adelante no consentiré que nadie ponga ni un pero al Opus Dei: lo que es el Opus Dei ya lo he visto yo”.

Se firman acuerdos de colaboración en los planes de formación con el Ministerio de Trabajo, con la Federación Española de Artes Gráficas, con los gremios de Madrid, Galicia y Andalucía, con el Grupo Recoletos, con la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, con Prensa Española, con empresas de fabricación y distribución de maquinaria...

Es poco probable que hoy haya una empresa gráfica en España que no  conozca Tajamar. La mayoría de los empleados del sector han pasado por las aulas y talleres de nuestro Instituto.

Con las visitas a empresas y ferias internacionales, se consigue que se conozca aún más al Instituto. En este sentido es destacable la formación que se impartió a tres hermanos libios durante un año. El padre, un empresario libio, conociendo el prestigio de Tajamar, envió a sus hijos a formarse en el proceso gráfico, y con Venezuela, en el año 1978, se colaboró en la formación de 60 alumnos venezolanos, dentro de la Operación 5.000 que el gobierno de esa época estaba desarrollando. Se les formó en Preimpresión y en Impresión.

El SEAF-PPO, organismo dependiente del Ministerio de Trabajo, encargó a Tajamar la elaboración de los cuadernos metodológicos para la formación ocupacional de Técnicos en Artes Gráficas.

Con la entrada en vigor de la Ley General de educación, se solicita al Ministerio acogerse a las nuevas titulaciones que se otorgan a la familia de Artes Graficas, con carácter experimental, con fecha 31/01/1972, dando comienzo así a la nueva FP promulgada en la Ley del 70. Posteriormente, figurará la autorización definitiva en la Orden 30 de junio de 1976. Con ello, los alumnos conseguían el título oficial de Técnico Auxiliar en Artes Gráficas. Este título daba acceso a la Formación Profesional de Segundo Grado.

No obstante, los contenidos curriculares que se establecían no se adaptaban del todo a los perfiles profesionales que la empresa reclamaba. Se decidió entonces elaborar un nuevo currículum para presentar al Ministerio de Educación, tomando como referencia esos perfiles. Los contenidos a elaborar deberían ser generalistas y polivalentes. Se presentó un nuevo plan con la denominación de Procesos Gráficos que fue aprobado con fecha 26/06/1979.

Este nuevo plan tuvo mucha repercusión en la empresa. Efectivamente, se adaptaba a lo que necesitaban. Prácticamente, el porcentaje de empleo de los alumnos estaba cerca del 100%, tanto en el área de Preimpresión como en la de Impresión. Muchos de estos alumnos ocupan hoy importantes puestos directivos.

No obstante, hay profesionales que reclaman una formación más intensiva [26]. Ello da pie a que el Instituto cree dos titulaciones propias: el Graduado en Procesos Gráficos (GPG) y el Máster en Procesos Gráficos.

Graduado en Procesos Gráficos

Este programa va dirigido a personas que ya están, o van a estar, en contacto con el sector. Son personas que quieren obtener una cualificación profesional más acorde con la demanda de la industria gráfica. Varios de estos alumnos suelen ser hijos o familiares de empresarios que quieren formarse para hacerse cargo en un futuro de la empresa. Por su carácter generalista y polivalente, el programa profundiza en el itinerario completo de la producción: Diseño, Preimpresión, Impresión y Postimpresión; y tiene una duración de 800 horas. Sin jactancia, se puede afirmar que este tipo de programas orienta la creación de los nuevos ciclos formativos de la FP reglada actual y reafirma el acierto de la puesta en marcha del GPG [27].

Antonio Ares Rodríguez, en tajamar.es/

Notas:

1.   Tajamar es obra corporativa del Opus Dei. 1 San Josemaría Escrivá de Balaguer fundó el Opus Dei el 2 de octubre de 1928.

2.   “Una mirada al futuro desde el corazón de Vallecas”, Madrid, 1998, p. 135

3.   Como anécdota simpática, baste decir que no hay acuerdo en la fecha de inicio. Manuel Plaza, primer secretario, dejó escrito el 12 y Bernardo Perea, primer director, el 13. Yo entré a trabajar en Tajamar el 12/02/68 y ese día se celebraba el 10º Aniversario...

4.   El 25% de la población de inmigrantes que llegaban a Madrid se instalaron en el Puente de Vallecas (publicado en “Vallecas. Todo cultura”).

5.   Fundación Dolores Sopeña (OSCUS), creada en 1902, asentada en el barrio de San Diego, de titularidad privada. Escuela de Aprendizaje Industrial (hoy IES Vallecas I), creada en 1940 en la Av. de la Albufera, de titularidad pública. Ciudad de los Muchachos, en el año 1947, en el barrio de Dña. Carlota, de titularidad privada. Fundación Santa María del Pozo (hoy Fundación José María Llanos), en los años 50, para atender a los barrios del Pozo del Tío Raimundo y Entrevías, de titularidad privada.

6.   Categoría profesional que se daba a los trabajadores no cualificados que servían como ayudantes, realizando tareas básicas: picar, preparar las mezclas de cemento, transportar los materiales...

7.   Es el gimnasio que utilizaba el ya constituido club de atletismo.

8.   Término que se utilizaba en Vallecas para denominar a las peleas con piedras.

9.   Pequeño boletín que se imprimía al término de los partidos de fútbol. Se repartía en la calle al precio de 0,40 pts. El chaval iba gritando: ¡¡¡la goleadaaa!!!

10. La Ley General de Educación (14/1970 de 4 de agosto) dio paso a los nuevos estudios de Bachillerato Unificado Polivalente y a la nueva Formación Profesional reglada. En Tajamar se fueron implantando estos estudios según el calendario oficial del MEC.

11. Archivo datos secretaría de Tajamar.

12. Administrativa, Industrial-Minera, Agrícola y Marítima.

13. Así se denominaba la prenda que utilizaba el personal de talleres en la industria.

14. No he encontrado fecha concreta del comienzo de 1º Bachiller Laboral, pero por los datos presentados en el cuadro indicado (memoria 64/65), se observa que el curso 64/64 ya existía 4º Técnico (Bach. Lab.) por lo que se deduce fácilmente que 1º comenzaría en el 61/62   en los talleres que se citan y que se ubicaban en los pabellones D y E.

15. Testimonio de Mariano Madrid al autor.

16. Promoción Profesional Obrera (PPO), Formación Intensiva Profesional (FIP), Promoción Profesional de Tabajadores (PPT). En la actualidad, estos cursos los organiza el Servicio Regional de Empleo, del que también Tajamar es centro homologado  con el nº 577.

17. Hay años enque se imparten más de 25 cursos.

18. La incorporación de los distintos planes se indican en el AnexoI.

19. Fernando Cerrada y Jesús A. García Bragado, entre otros. También el responsable del deporte en Tajamar -hasta su jubilación- Lázaro Linares, recibió en 2015 la Medalla al Mérito Deportivo.

20. San Josemaría, Amigos de Dios, 75

21. Datos obtenidos de los archivos de “alumni”.

22. El organismo de otorgar los títulos oficiales era el Ministerio de Educación

23. Se accede desde el Bachiller Elemental u otros estudios que demuestren la suficiente madurez para iniciar estas enseñanzas

24. Este proyecto dio origen a la empresa PROTECMEDIA, con más de 150 profesionales dedicados a la investigación, desarrollo e implantación de soluciones editoriales y otros servicios relacionados con la comunicación. Algunos de nuestros antiguos alumnos son directivos y técnicos  de esta empresa.

25. 100 millones de las antiguas pesetas.

26. En la FP reglada hay materias que no son específicas de AAGG, como por ejemplo, Formación Humanística o Educación Física.

27. Así era familiarmente conocido por profesores, alumnos y empresarios.

 

Jerónimo González Bernal, Josefa González Santos, Raquel de la Fuente Anuncibay, Soraya Marquínez Meneses, Natalia González Bernal

Introducción

Estamos asistiendo en las últimas décadas a una profunda transformación tecnológica que esta cambiando en gran medida la sociedad de los países desarrollados, y entre ellos se encuentra España. Esta evolución social afecta a una de sus estructuras fundamentales, la familia, y las relaciones entre sus miembros. Nuestro interés se centra precisamente en los cambios familiares y en las relaciones que mantienen sus componentes, específicamente en las relaciones intergeneracionales entre abuelos y nietos, y como queda definido el nuevo rol o funciones del abuelo con su nieto. Estos cambios aparecen como cambios sociodemográficos como el envejecimiento poblacional conformado por el aumento de la esperanza de vida y la disminución en la natalidad, entre otras, gracias a los avances científicos y tecnológicos que permiten prolongar la vida y controlar la concepción.

También existe un nuevo concepto de familia que supera el de los lazos consanguíneos, permitiendo catalogar como familia a otros grupos sociales que antes no se contemplaban como tal, a saber: parejas con hijos de anteriores matrimonios, matrimonio entre homosexuales, adopción de hijos, familias comunales.

No obstante el cambio fundamental es la incorporación de la mujer en el ámbito laboral, reconceptualiza su papel de esposa y madre, modifica su imagen y le permite la adquisición de otros roles al tiempo que modifica los de los demás miembros de la familia. (González, De la Fuente 2010)

En una revisión teórica llevada a cabo por Barranti (1985) se encontraron las diferentes funciones llevadas a cabo por los abuelos:

Radcliffe-Brown (1952) de forma teórica y con un estudio con tribus primitivas anteriores a la escritura, extrajo la siguiente conclusión: la relación abuelo-nieto se puede definir como de igualdad amistosa: abuelo como aliviador de las tensiones en las relaciones padre-hijo.

Albrecht (1954), en una investigación mediante cuestionarios, con una muestra de 700 abuelos al azar encontró los siguientes modos de comportarse: placer sin responsabilidad. Política de no hacer nada.

Apple (1956) mediante un estudio etnográfico y en 75 sociedades encontró las formas de relación con los nietos: indulgencia, relaciones cálidas y disasociación del poder del abuelo y de la autoridad de la familia.

Un estudio clásico, quizás el que más repercusión ha tenido, es el de Neugarten y Weinstein (1964) mediante entrevista a 70 parejas de abuelos en el que encontraron cinco tipos:

Formal: los abuelos tienen ya un rol prescrito, con interés constante en los niños y líneas marcadas entre los abuelos y los padres.

Abuelo divertido: informal, y relación caracterizada por una satisfacción mutua.

Sustituto del padre: rol del abuelo identificado con el hecho de asumir responsabilidades del cuidado de los niños.

El guardián de la sabiduría familiar: el rol del abuelo identificado como el dispensador de habilidades especiales y las líneas de autoridad muy marcados entre las generaciones.

Figura distante: contacto con el niño poco frecuente aunque el abuelo es benevolente.

También Triadó, et al. (2000), basándose en el estudio de Van Ranst, et al. (1995), llegaron a determinar que las funciones que comúnmente desempeñan los abuelos son alianza fiable, soporte emocional, reforzador de la propia valía, soporte financiero, vínculo con el pasado, conocimiento de vejez, consejero y modelo de rol, guardián de la familia, mediador de los conflictos entre padres e hijos, cuidador sustituto y figura distante, para llegar a estas conclusiones utilizaron un cuestionario del cual, algunos ítems aparecen a continuación ya que nos parecen clarificadores para explicar las funciones del abuelo:

Alianza fiable: “Pase lo que pase sé que puedo contar con mi abuelo” Fuente de afecto y ayuda emocional: “Sé que mi abuelo me quiere mucho” Reforzador de la propia valía: “Sé que mi abuelo está orgulloso/a de mi”

Provisor de ayuda económica: “Mi abuelo me da algún dinero regularmente”

Vínculo con el pasado: “Explicándome cosas de su juventud mi abuelo me permite aprender cosas sobre épocas pasadas”

Conocimiento de la vejez: “Por mi abuelo entiendo mejor a la gente mayor en general” Consejero y modelo de conducta: “Me gustaría parecerme a mi abuelo en algunos aspectos”

Guardián de la esencia familiar: “Mi abuelo me hace tomar conciencia de que formo parte de una familia”

Mediador en los conflictos entre el adolescente y sus padres: “Por mi abuelo he aprendido a aceptar mejor a mi padre/madre”

Cuidador sustituto de los padres: “Mi abuelo ha tenido un papel importante en mi crianza” Imagen de una figura distante: “Tengo poco contacto con mi abuelo”

Nos gustaría realizar una breve reseña: en esta revisión casi todos los autores señalan la forma de ejercer de abuelo como un vestido propio de la persona mayor, y nosotros aunque nos hacemos eco de las diferentes tipologías consideramos que estas se pueden dar en cada persona, puesto que cada abuelo y abuela se comporta de forma diferente con cada nieto, y con el mismo nieto a lo largo de las diferentes edades.

Funciones que desempeñan los abuelos

A continuación, dada la importancia que tienen para nuestra investigación se clasifican y describen en mayor profundidad las funciones más importantes que la mayoría de los autores atribuyen al rol de abuelo, tomando las que utilizan Rico et al. (2001), que son las que utilizaremos para llevar a cabo nuestro estudio y son: cuidador, compañero de juegos, historiador familiar, transmisor de conocimientos y valores morales, modelo de envejecimiento y ocupaciones, amortiguación entre padres e hijos, influencia a través de los padres, ayuda en momentos de crisis, amor incondicional, mimar y malcriar, confidentes y compañeros, y por último, abuelos indiferentes.

Función de cuidador

Es una de las funciones que aparece con mayor frecuencia en las diversas investigaciones, haciendo de padres sustitutos. En este sentido aparece en los estudios de Cherlin y Furstenberg, (1986) y de Kornhaber y Woodward (1981).

Esta función se lleva a cabo más frecuentemente en casos de familias uniparentales, madres adolescentes, o cuando ambos padres trabajan fuera de casa (Radin, Oyserman y Benn 1989, citados en Smith 1991).

El estudio de FOESSA (1994 citado por Hernández 2001), señala que entre la diversidad de tareas que las personas mayores realizan con sus descendientes, destacan las de cuidar y atender a los menores, e indica diferencias de género; los abuelos predominan normalmente cuando salen los padres, y las abuelas en el resto de situaciones: diariamente, cuando los padres trabajan, llevarles y recogerles del colegio, darles de comer, cuando los nietos están enfermos, o en vacaciones.

Por otra parte, Fernández et al. (2003) manifiesta que el papel principal de los abuelos es el de abuelos sustitutos y cuidadores, y que el 58% de los nietos son cuidados cuando están enfermos.

La mayoría de las investigaciones incluyen el rol de cuidador como una de las funciones de los abuelos, mediado por diversos factores que van a determinar el tiempo que los abuelos estén en este rol; entre ellos, que la madre trabaje fuera de casa, que el abuelo viva en la misma casa que el nieto, que la madre sea adolescente, o que la familia sea monoparental. Todas estas variables condicionadas por la edad del nieto salvo que hablemos de nietos con discapacidad, aspecto este muy interesante y abordado en páginas anteriores, dentro del apartado de personalidad del nieto. Sería conveniente contar con un mayor número de estudios o proponer para estudios posteriores la insatisfacción de los abuelos en el papel de cuidador, como hemos apuntado anteriormente.

Función como compañero de juegos

También aparecía en el estudio clásico de Neugarten y Weinstein (1964), con el estilo denominado búsqueda de diversión, un estilo no autoritario, formado por abuelos jóvenes, compañeros de juegos de sus nietos.

Un estudio que recoge las variables sexo y edad es el de Lázaro y Gil (2002), los cuales hacen notar que los abuelos suelen participar en los juegos de sus nietos pequeños más a menudo que las mujeres. Y señalan que no existen variaciones en cuanto a la variable edad.

Función de historiador familiar

Este era un papel fundamental en sociedades más antiguas donde la transmisión de conocimientos, costumbres y tradiciones se hacía de forma oral. Actualmente con la generalización en el uso de las nuevas tecnologías se ha transformado, hacia un papel más vinculado a narrar historias personales y familiares que sólo se hallan en la memoria del anciano.

Neugarten y Weinstein (1964) nombran al guardián de la sabiduría familiar, que incluye a un grupo de abuelos de la muestra que hablan a los nietos de la historia de la familia. Este grupo estaría más representado por abuelas que por abuelos.

En estudios más recientes, Triadó y Villar (2000) destacan la función del abuelo como portador de la memoria familiar entre otras. El abuelo, quizá a diferencia de los padres, representaría la memoria de la familia y el vínculo entre su pasado (sus propias vivencias de juventud) y su futuro (los nietos) Esta función puede repercutir tanto en la integración de la familia como en el propio bienestar personal del abuelo, contribuyendo a dar significado a la propia trayectoria vital en una etapa, la vejez, en la que es precisamente esta una de las tareas que la persona ha de afrontar.

Función como transmisor de conocimientos y valores morales

Otra función de las que participa el abuelo es la de dar consejos, orientar y transmitir conocimientos y valores a los nietos.

En cuanto a la incidencia del sexo del abuelo en esta función, Roberto y Stroes (1992), en un estudio realizado mediante cuestionario, obtuvieron diferencias en la cantidad de influencia del abuelo según el sexo, siendo las abuelas las que más influyen en las creencias de los nietos.

Otro estudio jerarquiza la importancia de las funciones realizadas por el abuelo, es el caso de Kalliopuska (1994), el cual llegó a la conclusión de que los abuelos dan a sus nietos, por orden de importancia, amor, cuidados, valores morales y experiencia.

Función como modelo de envejecimiento y ocupaciones

Dentro del aprendizaje por modelado se encontraría el cómo los abuelos enseñan conductas a sus nietos, les modelarían formas de vida, formas de actuar. Si bien esta función no aparece en muchos estudios, es un factor demasiado importante como para olvidarlo (Van Ranst, et al. 1995).

Por otra parte Rice (1996, citado en Rico et al., 2001), señala la importancia de esta función y manifiesta que este papel de los abuelos como modelos puede proporcionar a los niños una actitud más sana hacia las personas mayores, sobre todo en nuestra cultura, donde la juventud es idolatrada. Los abuelos actúan como futuros modelos de rol de sus nietos cuando sean abuelos y como modelo de relaciones familiares. Además de conocer a los mayores, aprenden que son buenos y pueden amarlos y respetarlos.

Función como amortiguación entre padres e hijos

Es una función dedicada a eliminar tensiones y que conduce a la estabilización de la familia y en último fin a mantenerla unida y que no se disgregue.

Aunque el abuelo se encuentra con la limitación que conlleva consigo “la norma de no interferencia”, que significa no poder criticar la educación que reciben sus nietos por parte de sus hijos y contribuir de esta manera a tener relaciones armoniosas con los demás miembros de la familia (Belsky, 1996).

Esta función es citada en la investigación de Bengtson y Robertson (1985) quienes apuntan a que el abuelo actúa muchas veces como arbitro en las disputas entre padres e hijos, negociando los valores familiares, conservando la continuidad de la familia y aportando su ayuda en los momentos de conflictos entre generaciones.

Los abuelos, no sólo influyen a los nietos de forma directa sino que también lo hacen a través de los padres, y signo de ello es que la relación de los padres con los hijos esta condicionada por como fueron educados los padres y como fueron modelados por los progenitores, ahora abuelos.

No sólo en la educación de los padres, sino que otra forma de intervención es la que aparece en el estudio de Hagestad (1985), el cual menciona otra forma de influir de forma indirecta, y es proporcionando ayuda económica y financiera a los hijos lo que mejora la calidad de vida de los nietos, especialmente en momentos de dificultades, aunque también se lleve a cabo en momentos de tranquilidad.

Función de ayuda en momentos de crisis

Cherlin y Furstenberg (1985) afirman que si bien en épocas de tranquilidad, los abuelos proporcionan afecto y mantienen una relación informal con los nietos, en tiempos de crisis, los abuelos adquieren un papel fundamental con asistencia de los nietos y manteniendo la familia a flote.

Una investigación que define las cualidades de los abuelos en momentos de crisis es la de Bengtson y Robertson (1985), quienes destacan la disponibilidad en casos de emergencia, y lo definen como función tranquilizadora del abuelo frente a una situación extrema.

Investigaciones más actuales conforman las diferencias en la intervención en tiempos de crisis entre distintos tipos de abuelos, es el caso de Valencia y Viguer (2004). Estas autoras señalan que el abuelo jubilado no apoya en momentos de crisis, y sí lo hace, además de cuidarles, el abuelo o abuela que ven casi todos los días.

Función de amor incondicional

Es esta una de las funciones principales, el soporte emocional que ofrecen a los nietos, es un amor incondicional, parecido al vínculo del apego, o el estar siempre disponible del que habla Bolwy (1969), pues no conlleva la responsabilidad paterna.

Los abuelos dan amor y aceptación para convertir que los niños se conviertan en su propia persona, proporcionando un ambiente seguro y asisten al desarrollo personal de sentido del nieto, en la identidad, en la confianza y en la seguridad (Kennedy, 1992)

Un estudio que confiere a esta función una importancia vital es el de Van Rast et al. (1995). Estos autores llegaron a la conclusión de que el soporte emocional es el mejor predictor de la importancia y cercanía de la relación entre abuelos y nietos.

Así mismo, un estudio que refleja la insatisfacción de los nietos es el de Fernández et al. (2003), quienes afirman que las redes afectivas que establecen los abuelos con los nietos son satisfactorias en la mayoría de los casos, y que la cuarta parte de los nietos no recibe apoyo afectivo satisfactorio, y que éste se muestra en relación con la frecuencia de visitas mutuas.

Función de consentidor

Esta función, unida a la anterior, asocia el clásico rol a los abuelos de que miman en exceso a los nietos y los malcrían una vez desprovistos de la responsabilidad paterna, si bien no hay muchos estudios que recojan esta variable.

El estudio de Tyszkowa (1991), señala como esfera de influencia el impacto negativo de los abuelos, actuando de forma contraria a los padres y con actitudes de sobreprotección.

Es esta una función que siempre se ha criticado a los abuelos por ir en contra de las normas paternas y que se acusa a la falta de responsabilidad.

Función como confidentes y compañeros

En relación a la anterior función, los abuelos se convierten en confidentes y depositarios de secretos, pues se considera que no aplican las normas a rajatabla y por lo tanto los castigos que normalmente llevan asociadas. Y al cambiar el juicio de la conducta por la comprensión, son percibidos por los nietos como quienes más les escuchan y entienden.

Una de las variables para que los abuelos funcionen como confidentes de los nietos es la conclusión a la que llegaron Pérez y Canovas (1995), los cuales manifiestan que en la percepción de atención que prestan los abuelos a los nietos, el 71% está muy de acuerdo o de acuerdo con la afirmación de que los abuelos siempre están dispuestos a escucharte.

Para señalar datos cuantitativos en la importancia de esta función conviene recordar el estudio ya citado de Rubio y Garrido (1995), realizado mediante cuestionario con una muestra de 44 niños y 41 niñas de 4 y 5 años, y que obtuvieron que un 25% de los niños manifiesta prioridad por la compañía de sus abuelos antes que los progenitores o hermanos, aunque era menor aún así que la prioridad por los padres, que es del 42%.

En una investigación reciente, Fernández et al. (2003) recogen la variable de insatisfacción del nieto en cuanto a la dejadez del abuelo en la ejecución de esta función y manifiesta que el 22,4% de los niños no recibe apoyo confidencial suficiente.

Abuelos indiferentes, abuelos sin función

El último factor a tener en cuenta son los abuelos que toman distancia de la relación con los nietos, característica que ya ha aparecido en varios estudios citados con anterioridad, entre ellos el de Neugarten y Weinstein (1964), quienes ya describían este rol como figura distante con poca frecuencia de contacto con el nieto, y que constituían el 19% de la muestra.

La causa de esta distancia puede ser la que señala Robertson (1977), quien afirma que este rol de abuelo indiferente, corresponde a personas poco satisfechas con el rol de abuelos, y las abuelas que cumplían esta función generalmente eran desempleadas y/o viudas.

Un estudio que señala la diferencia entre el origen familiar y el sexo es el de Van Rast et al. (1995). Estos autores relacionan esta función en mayor medida con abuelos que abuelas y más de origen paterno.

Método (participantes, instrumento y procedimiento)

La muestra de esta investigación esta formada por abuelos y abuelas de Burgos capital y provincia. Este estudio ha sido realizado a partir de una muestra de 603 abuelos de Burgos capital y Burgos provincia. A la hora de elegir la muestra podíamos saber que en los mayores de 65 años, el 70% son abuelos, pero no podíamos limitar el ser abuelo a ser jubilado, y a la vez no conocíamos la población que eran abuelos y no tenían cumplidos 65 años, por lo que la selección de la muestra se realizó al azar, proporcional y estratificado por sexo y lugar de residencia. De esta forma se obtuvo una muestra definitiva de 603 personas, 345 de Burgos capital, y 258 de la provincia de Burgos.

El instrumento utilizado para medir las variables del abuelo, del nieto, las características conjuntas y la imagen de la relación es el utilizado por Rico et al. (2001). Partiendo de éste, que medía la relación entre el abuelo y el nieto preguntando a los nietos, elaboramos nuestro propio instrumento modificando los apartados necesarios e introduciendo alguna variable nueva, como fueron la existencia o no de nieto favorito, la existencia o no de discapacidad en el nieto, así como entre que edades están los nietos, la existencia de bisnietos, y el preguntar por las actividades conjuntas cuando el nieto no era adulto.

La recogida de datos tuvo lugar durante el año 2003 y 2004, se recogieron un total de 645 encuestas, si bien luego se trabajó con 603, al eliminar todas aquellas que no ofrecían algún dato, o éste era dudoso. La recogida de encuestas fue llevada a cabo en diferentes municipios de Burgos, y en diferentes lugares, se buscaron locales donde los abuelos tuvieran momentos de ocio, y también se realizaron encuestas en la calle. En primer lugar existía gran reticencia por parte de los ancianos a contestar a las encuestas, nos confunden con vendedores o dicen que no tienen tiempo. Una vez que acceden y les relatamos nuestro interés, llevamos a cabo la encuesta, donde nos encontramos con relatos exhaustivos de la vida de los abuelos y con reticencias a la hora de elegir un nieto favorito, con lo cual, en los casos que manifiestan que todos los nietos son iguales, les pedimos que nos hablen acerca del nieto con le que mayor frecuencia de contacto tienen.

Resultados

Los abuelos tienen una imagen de la relación con su nieto preferido sobre todo de ser mimadores, indulgentes, obsequiando al nieto con dulces y propinas en un 87,6% de los casos, también tienen la imagen de amor incondicional, y de ser abuelos que consuelan al nieto en un 84,7% de los entrevistados, a la vez, se consideran transmisores de conocimientos, valores morales y consejos en un 84,1% y cuidadores, y dar de comer al nieto cuando es pequeño en un 78,9%, y como contadores de cuentos en un 77,6% de los casos.

La imagen que menos tienen es la de ayuda en momentos de crisis, alejando al nieto de discusiones paternas, en un 15,6%; de puente entre padres e hijos, intercediendo a favor del nieto en un 41,5%; y la imagen de ser alguien que les comprenda o entienda, actuando como confidentes en un 45,6% de los casos.

Porcentajes de la imagen que los abuelos tienen de la relación con su nieto favoritoImagen de la relación.png

Discusión/Conclusiones

Rico et al. (2001), Smith (1995), Triadó (2000), y Valencia (2004) señalan que cuanto mayor es el abuelo, menor es la imagen que tienen de ejercer de guardianes y guías familiares, limitándose al contacto y a tomar posiciones de ayuda en momentos de crisis y papeles más conciliadores.

Las relaciones significativas encontradas en cuanto a la edad del abuelo con la imagen de la relación, se dan en las siguientes variables: amor incondicional, compañero de juegos, cuidadores, modelo de envejecimiento y ocupaciones, y fuente de comprensión.

Los abuelos más jóvenes se perciben como fuente de amor incondicional, compañeros de juegos y cuidadores, y los abuelos más mayores, se perciben en mayor porcentaje como modelo de envejecimiento y ocupaciones, y fuente de comprensión de sus nietos.

Observamos por una parte como los roles van cambiando y los abuelos con menor edad son los que piensan que realizan la función de cuidadores y también la de compañero de juegos del nieto favorito, además de funcionar como recurso de amor incondicional, por una parte se puede observar como las nuevas generaciones de abuelos participan del rol que la sociedad les asigna con la incorporación laboral de la mujer, teniendo que llevar a cabo la función de canguro o cuidador del nieto favorito, y por otra parte, la función de compañero de juegos es algo que aparece asociado a una edad menor del abuelo. Estos resultados coinciden con los de Triadó et al. (2000), quienes destacan que la cercanía emocional y la función del abuelo como cuidador sustituto tendía a ser más destacada por los abuelos de menor edad, mientras que con la demanda de ayuda sucedía lo contrario.

Por otra parte los abuelos más mayores participan en mayor medida de la función de modelo de envejecimiento y ocupaciones de su nieto favorito y son fuente de comprensión del mismo, consolidando así que la edad parece ser un factor que condicione la relación con el nieto en cuanto a ser comprendido por los abuelos y servir de referencia o modelo, esto coincide parcialmente con el estudio de Pinazo y Berjano (1996, citado en Valencia 2004) sobre la auto percepción de los abuelos en la relación con sus nietos quienes encontraron que la edad de los abuelos influye en la relación con sus nietos en cuanto a comprensión, satisfacción y grado de utilidad percibida. Los abuelos mayores se sienten más comprendidos y perciben mayor satisfacción que los abuelos más jóvenes. Los abuelos de edades entre 56 y 70 anos se perciben mas útiles (entendida la utilidad como la capacidad de dar ayuda cuando la necesitan) en la relación con sus nietos. También puede influir en la percepción de la relación lo que se ha denominado “rol inverso”; los abuelos jóvenes se sienten mas útiles porque pueden dar más de lo que reciben y a medida que aumenta su edad son ellos los que reciben más de lo que dan.

Por lo tanto concluimos que la edad que tenga el abuelo es un condicionante para la relación con el nieto favorito, y observamos como a medida que aumenta la edad del abuelo disminuye el porcentaje de personas que participan en actividades conjuntas, y que la imagen de la relación varía sobre todo por motivos sociales.

Jerónimo González Bernal, Josefa González Santos, Raquel de la Fuente Anuncibay, Soraya Marquínez Meneses, Natalia González Bernal, en redalyc.org/

Luis Fernando Garcés Giraldo

 

    I.          Introducción

Para Aristóteles, “la prudencia, la virtud y el placer están en el alma” (Ética Eudemia 1218b32) [1]; la virtud es la mejor disposición, modo de ser o facultad de todo lo que tiene un uso o función; la función de cada cosa es su fin (Ibíd. 1219a8-9), es por ello que la función del alma es hacer vivir [2] y la función de la virtud será la de una vida buena y como tal el bien perfecto: la felicidad; la felicidad es lo mejor y los fines y bienes mejores están en el alma (Ibíd. 1219a27-35); es así como para Aristóteles: lo que hay en el alma es un modo de ser o una actividad. Y puesto que la actividad es mejor que   el modo de ser, y la mejor actividad que el mejor modo de ser, y que la virtud es el mejor modo de ser, entonces la actividad de la virtud del alma es lo mejor. Pero la felicidad era también lo mejor; luego la felicidad es la actividad de un alma buena (Ibíd. 1219a27-37)

Para este pensador, la virtud del hombre será también el modo de ser por el cual el hombre se hace bueno y por el que realiza bien su función propia (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1106a22-24). Aristóteles advierte la importancia de la educación en la adquisición de las costumbres; afirma en la Ética Eudemia, que el fin es el principio del pensamiento, pero la conclusión del pensamiento es el principio de la acción. Ahora bien, si la razón o la virtud son la causa de toda rectitud, si no es la razón, entonces el fin, aunque no los medios que conducen al fin, será recto gracias a la virtud. (1227b33-35)

También nos dice claramente que el hombre es el único animal que es, a su vez, principio de ciertas acciones; en efecto, no podemos decir de ningún otro animal que actúa; esto, que es origen de los movimientos, se llama principios. El hombre es principio de un movimiento, pues la acción es movimiento (Cf. Aristóteles, Ética Eudemia 1222b20-30). La virtud, es esta disposición que resulta de los mejores movimientos del alma y es también la fuente de las mejores acciones y pasiones de esta (Ibíd. 1220a30). “Es por tanto, ese modo de ser que nos hace capaces de realizar los mejores actos y que nos dispone lo mejor posible, a un mejor bien u obrar, que está acorde con la recta razón” (Ibíd. 1222a8-10). Es la relación entre las virtudes aristotélicas y sus acciones como camino para la consecución de la felicidad, de las que nos ocuparemos en este artículo.

  II.        La virtud como camino hacia la felicidad

Aristóteles en la Ética Eudemia, nos introduce a la felicidad afirmando que existen tres bienes que conducen a ella: la virtud, la prudencia y el placer. Además, que existen tres géneros de vida: la vida política, la vida filosófica [3] y la vida del placer [4]; es así como la vida filosófica se ocupa de la prudencia y de la contemplación de la verdad; la vida política de las nobles acciones (las que se desprenden de la virtud); la vida del placer se ocupa del goce y de los placeres corporales (Ibíd. 1215a33-1215b1-4). La felicidad, entonces, se asocia con una u otra de las tres vidas (Ibíd. 25); este es el mayor y el mejor de los bienes humanos; es la mejor de las cosas que puede realizar un ser humano (Ibíd. 1217a23-28).

Debemos, por tanto, hablar de la virtud. Para Aristóteles, la virtud es la disposición que resulta de los mejores movimientos del alma y es a la vez la fuente de las mejores acciones y pasiones de esta (Ibíd. 1220a30- 32). “Es por tanto, ese modo de ser que nos hace capaces de realizar los mejores actos y que nos dispone lo mejor posible a un mejor bien u obrar, que está acorde con la recta razón” (Ibíd. 1222a8).

En la Ética a Nicómaco, Aristóteles define la virtud como: un hábito electivo que consiste en un término medio relativo a nosotros, regulado por la recta razón en la forma en la que lo regularía un hombre verdaderamente prudente. Es un medio entre dos vicios, uno por exceso y otro por defecto, y también por no alcanzar, en un caso, y sobrepasar en otro, lo necesario en las pasiones y acciones, mientras que la virtud encuentra y elige el término medio. Por eso, de acuerdo con su entidad y con la definición que establece su esencia, la virtud es un término medio, pero con respecto a lo mejor y al bien, es un extremo. (1106b-35-1107a-5)

La virtud es un hábito, una disposición o una actitud para elegir el justo medio, evitando el exceso y el defecto (Cf. Marcos, “Aprender haciendo” 209). Este justo medio, según Aristóteles, es la recta razón que decide el hombre prudente. Este término medio es una posición intermedia entre el exceso y el defecto, el cual apunta al equilibrio entre las pasiones y las acciones; se debe elegir el término medio y no el exceso ni el defecto.

De acuerdo con Salmerón (14), la virtud es, para Aristóteles, un hábito elegido desde una disposición intelectual que él llama prudencia. La prudencia no puede ser ejercida sino sobre la base de otras disposiciones intelectuales ―o virtudes del logos― que elaboran formas de juicio necesarias e incontingentes con aspiraciones verdaderas. La investigación aristotélica inicia con una comprensión precisa de la naturaleza humana y de su destino, de donde el filósofo parte para desprender los juicios de valor y prescriptivos que traduce, sin más, en virtudes. Es sin duda alguna, la prudencia (phrónesis) que une el conocimiento y la acción, la más importante de las virtudes; ya que es esta la que sustenta el entramado de las demás virtudes.

Ser virtuoso es toda una obra que se aprende con el ejercicio de los hábitos buenos, con formación, y requiere de experiencia y tiempo para ejercitarse en ellos. Para Aristóteles el llegar a ser buenos, a ser virtuosos, dependerá de diferentes factores como son la naturaleza, los hábitos y la enseñanza.

Algunos creen que los hombres llegan a ser buenos por naturaleza, otros por el hábito, otros por la enseñanza. Ahora bien, está claro que la parte de la naturaleza no está en nuestras manos, sino que está presente en aquellos que son verdaderamente afortunados por alguna causa divina. El razonamiento y la enseñanza no tienen, quizá, fuerza en todos los casos, sino que el alma del discípulo, como tierra que ha de nutrir la semilla, debe primero ser cultivada por los hábitos para deleitarse u odiar las cosas propiamente, pues el que vive según sus pasiones no escuchará la razón que intente disuadirlo ni la comprenderá, y si él  está  así dispuesto, ¿cómo puede ser persuadido a cambiar?

En general la pasión parece ceder no al argumento sino a la fuerza; así el carácter debe estar de alguna manera predispuesto para la virtud amando lo que es noble y teniendo aversión a lo vergonzoso. (Aristóteles, Ética a Nicómaco 1179b20-32)

López de Llergo (Cf. Vidal) puntualiza que la palabra hábito hace referencia a que, en el caso de la virtud, es un hábito estable para obrar bien; una segunda naturaleza que se adquiere con la repetición de actos buenos (Ibíd. 42). Para Marcos “en la persona virtuosa la acción correcta fluye de modo natural, sin artificiosidades. La virtud se convierte en un modo de ser, pero un modo de ser elegido por cada persona, de la cual cada uno es causante y responsable” (20).

En suma, la virtud del hombre es el modo de ser por el cual el hombre se hace bueno y realiza el bien; es decir hacer lo que le corresponde  en lo individual, en su entorno inmediato y en la sociedad de la que forma parte; esto es el modo mediante el cual realiza bien sus funciones propias. Por tanto, se puede afirmar que el hombre virtuoso es aquel que ha adquirido como hábito la realización correcta de sus funciones individuales y sociales en términos de  buscar siempre  beneficios  y de evitar perjuicios (Cf. Aranda y Salgado 37); se requiere de un comportamiento constante y continuo del “bien obrar” para la formación del buen carácter, pues así se evita la pasiva obediencia exterior a los principios y refuerza el compromiso global e interior del agente moral (Cf. Vidal 46).

Definida el alma para este pensador, es necesario considerar en esta discusión que en el alma humana existen dos partes participantes de la razón (Cf. Aristóteles, Ética Eudemia 1219b30), así las virtudes se distinguen según una parte del alma: de la parte racional, las virtudes intelectuales, cuya obra es la verdad; las de la parte irracional, los deseos (Ibíd. 1221b30). En la Ética Eudemia Aristóteles define dos clases de virtud, la virtud ética y la virtud intelectual, así:

y puesto que las virtudes intelectuales se acompañan de razón, éstas pertenecen a la parte racional, la cual, por tener razón gobierna el alma; en cambio, las virtudes,  las virtudes éticas pertenecen a la parte irracional, que, a pesar de ello, por su naturaleza es capaz de seguir la parte racional. (1220a10-12)

La recta razón se da cuando la parte irracional del alma no impide a la parte racional llevar a cabo su propia actividad: entonces, la acción será “según la recta razón”; cuando las pasiones no impidan al entendimiento llevar a cabo su propio trabajo, la acción sucederá “según la recta razón” (Cf. Aristóteles, Magna Moralia 1208a). De la misma manera, en Ética a Nicómaco, Aristóteles divide la parte racional del alma en dos partes:

una, con la que percibimos las clases de entes cuyos principios no pueden ser de otra manera, y otra, con las que percibimos los contingentes; a la primera se le llama científica y a la segunda, razonadora, ya que deliberar y razonar son lo mismo, y nadie delibera sobre lo que no puede ser de otra manera. (1139a8-15) [5]

La función de ambas partes intelectivas son las disposiciones según las cuales cada parte alcanza la verdad (Ibíd. 1139b10).

En Aristóteles, “la felicidad es algo perfecto y suficiente, ya que es el fin de los actos” (Ibíd. 1097b20). Pallí, traductor de la Ética a Nicómaco ―utilizada en esta reflexión―, nos aclara que “una de las acciones centrales de la moral aristotélica es que la felicidad es el bien que, cuando lo poseemos, nos hace independientes, y el hombre es independiente cuando posee todo lo necesario para su felicidad” (Ibíd. nota 16). Todas las condiciones requeridas para la felicidad pueden estar en la virtud, la prudencia o en cierta sabiduría, o en algunas de ellas. “Nuestro razonamiento está de acuerdo con los que dicen que la felicidad es la virtud o alguna clase de virtud, pues la actividad conforme a la virtud es una actividad propia de ella” (Ibíd. 1098b25). Aristóteles, en el capítulo I del libro I de su Ética a Nicómaco, afirma que: todo arte (téchne) y toda investigación científica, lo mismo que toda acción y elección parecen tender a algún bien; y por ello definieron con toda pulcritud el bien, que es aquello a lo que todas las cosas aspiran. Cierta diferencia, con todo, es patente en los fines de las artes y ciencias, pues algunos consisten en simples acciones, en tanto que otras veces, además de la acción, queda un producto. Y en las artes cuyo fin es algo ulterior a la acción, el producto es naturalmente más valioso que la acción. (1094a)

A su vez, este fin es siempre un bien que será también lo bueno y lo mejor; la virtud está en función de la consecución del fin. Esto significa que toda acción moral, dado que proviene de la conciencia y la libertad, tiende siempre a la realización de un objetivo presente en la persona que la ejecuta. Que cada persona sea el mejor ser humano que pueda llegar a ser constituiría el principal motivo del ejercicio de la virtud (Cf. Díaz 116).

Aristóteles se refiere a los medios para alcanzar el fin puesto que nadie delibera sobre el fin, sino sobre los medios que tienden hacia él.

Si, pues, nadie elige sin estar preparado y sin haber deliberado si la cosa es mala o buena, y si, por otra parte, uno delibera sobre las cosas que, dependiendo de nosotros, pueden existir o no y que constituyen los medios para alcanzar el fin. (Aristóteles, Ética Eudemia 1226b15)

Este pensador, en la Ética a Nicómaco, nos relaciona las acciones justas y buenas:

se dice bien, pues, que realizando acciones justas y moderadas se hace uno justo y moderado respectivamente; y sin hacerlas, nadie podría llegar a ser bueno. Pero la mayoría no ejerce estas cosas, sino que, refugiándose en la teoría, creen filosofar y poder, así, ser hombres virtuosos; se comportan como los enfermos que escuchan con atención a los médicos, pero no hacen nada de lo que les prescriben. Y, así como estos pacientes no sanarán del cuerpo con tal tratamiento. Tampoco aquéllos sanarán el alma con la filosofía. (1105b10)

Por tanto, afirma que el fin es el principio del pensamiento, pero la conclusión del pensamiento es el principio de la acción. Ahora bien, si la razón o la virtud son la causa de toda rectitud, si no es la razón, entonces el fin, aunque no los medios que conducen al fin, será recto gracias a la virtud. (Aristóteles, Ética Eudemia 1227b33)

Es así como la virtud tiene una relación directa e inmediata con la forma de actuar de las personas.

En suma, todo el valor de la virtud reside en la acción. Una acción, para ser virtuosa, debe ser realizada en concordancia con los deberes propios de la virtud (Cf. Jiménez 7). La virtud no consiste simplemente en la observancia de los deberes, sino en el hecho de que se cumplan las acciones apropiadas con el estado de ánimo de quien ha asimilado el comportamiento virtuoso transformándolo en hábito, es decir, haciéndolas de la mejor manera posible. La felicidad es adquirida simplemente por el hecho de ser virtuoso y de ejercitar la virtud más allá de los resultados, logros o consecuencias del acto virtuoso (Cf. Díaz 103).

Hasta aquí hemos discutido, como lo afirma Aristóteles, que el bien del hombre es una actividad del alma de acuerdo con la virtud que nos conduce a la felicidad. Es así como para este pensador “la felicidad es una actividad del alma de acuerdo con la virtud perfecta” (Ética a Nicómaco 1102a5). Pasaremos a referirnos a la virtud y sus acciones.

III.        La virtud y sus acciones

En su libro sobre el Movimiento de los animales Aristóteles propone que las cosas por las cuales nos movemos son la inteligencia, la imaginación, la elección, la voluntad y el apetito; y que todo esto se refiere a la mente y al deseo; la imaginación y la sensación tienen el mismo lugar en la mente porque son capaces de juzgar. La voluntad, el impulso y el apetito son deseos; y la elección es común a la inteligencia y al deseo. Además, indica que por lo anterior el primer motor es lo deseado y lo pensado; pero no todo lo deseado, sino la finalidad de los actos (Cf. Aristóteles, Movimiento 700b18-26).

Para Aristóteles la auténtica felicidad (eudaimonía) radica en el vivir y el actuar; siendo la actividad del hombre bueno, por sí misma buena, agradable y feliz (Cf. Benítez 16). En la Ética Eudemia, Aristóteles relaciona las acciones con la virtud y la felicidad: las acciones de acuerdo con la virtud serán por sí mismas agradables. Y también serán buenas y hermosas, y ambas cosas en sumo grado, si el hombre virtuoso juzga rectamente acerca de todo esto, y juzga como ya hemos dicho. La felicidad, por consiguiente, es lo mejor, lo más hermoso y lo más agradable […] todas ellas pertenecen a las actividades mejores; y la mejor de todas estas decimos que es la felicidad. (1099a20-31)

Para Aristóteles, “aquellas acciones que uno tiene en su poder hacer o no hacer, y aun aquellas que hace sin desearlas, las realiza voluntariamente y no por fuerza” (Aristóteles, Ética Eudemia 1225a10). Además aquellas cosas que pueden ser o no ser, son posibles deliberarlas por lo que está en nuestro poder hacerlas o no (Ibíd. 1226a20).

Nadie elige sin estar preparado y sin haber deliberado si la cosa es mala o buena, y si, por otra parte, uno delibera sobre si la cosa es mala o buena, y si por otra parte, uno delibera sobre las cosas que, dependiendo de nosotros, pueden existir o no y que constituyen los medios para alcanzar el fin. (Ibíd. 1226b15)

Es evidente que las acciones de las cuales el hombre es el principio y dueño, pueden suceder o no, y que él depende que se produzcan o no, al menos aquellas de cuya existencia o no es soberano.

Así de cuantas cosas está en su poder hacerlas o no, él mismo es la causa, y aquello de lo que es la causa depende de él; por tanto el hombre es la causa de las acciones voluntarias y conformes a su libre elección. (Ibíd. 1223a5-15)

La parte deliberativa del alma es la que considera una cierta causa, llamamos generalmente causa a aquello en vista de lo cual algo existe o llega a ser; de ahí que aquellos que no tienen un fin determinado no tienen la inclinación a deliberar; todo lo que está de acuerdo con una elección es voluntario (Ibíd. 1226b).

Ahora bien, aquello por la cual se obra es el término medio, del que la virtudes la causa por un acto de elección, aunque no se elige el fin, sino los medios adoptados a causa del fin; por tanto alcanzar lo que debe hacerse a cusa del fin pertenece a otra facultad [6], aunque la virtud es la causa de que sea recto el fin de la elección. (Ibíd. 1227b)

En la acción, el factor intelectual y el desiderativo deben darse juntos. El apetito o el deseo en general es la razón inicial del movimiento; una vez que el deseo ha dado lugar a la acción deben intervenir las facultades cognitivas (percepción, imaginación o intelecto) que se pondrán en conjunción con la facultad apetitiva para indicarle cuál es el objeto correcto que satisfará el deseo (Cf. Boeiri 206). Así, en Acerca del alma refiriéndose a la percepción sensible y a la inteligencia, nos dice: pues bien, es evidente que percibir sensiblemente y pensar no son lo mismo ya que de aquello participan todos los animales y de esto muy pocos. Pero es que tampoco el intelegir ―me refiero a aquel que cabe tanto el intelegir con rectitud como el intelegir sin rectitud; el intelegir con rectitud está constituido por la prudencia, la ciencia y la opinión verdadera, y el intelegir sin rectitud por el contrario de ellas―, tampoco intelegir, digo, es lo mismo que percibir sensiblemente: prueba de ello es que la percepción de los sensibles propios es siempre verdadera y se da en todos los animales, mientras que el razonar puede ser también falso y no se da en ningún animal que no esté dotado además de razón. (Ibíd. 427b10)

Es en el mundo de lo contingente donde el hombre se obliga a deliberar, elegir y actuar para alcanzar su telos (Cf. Vallejo 339). Para Aristóteles es evidente que la elección es un deseo deliberado de cosas a nuestro alcance porque se desea todo lo que se elige, pero no se elige todo lo que se desea (Cf. Aristóteles, Ética Eudemia 1226b15).

En Ética Eudemia, Aristóteles habla del alma en la deliberación: nadie impide a muchos tener una opinión sobre lo que se ha de hacer o no, pero tenerla por un razonamiento no les es posible a todos. En efecto, la parte deliberante del alma es la que considera una cierta causa, ‘esto en vista de lo cual’ es una de las causas, porque si ‘el porqué’ es causa, nosotros llamamos generalmente causa a ‘esto en vista de lo cual’ algo existe o llega a ser […] De ahí que los que no tienen un fin determinado no tengan inclinación a deliberar. (1226b2)

Así, para Aubenque, “lo contingente es denominado ‘aquello que puede ser o no ser’, pero eso no es más que una especie de ‘lo que puede ser de otra manera’” (79). De ahí que el acto moral corresponda a lo contingente, es decir, a las cosas que admiten ser de otra manera y que dependen en cierta forma de nuestros actos y nuestras disposiciones; por ello, se parte de los hechos y las experiencias relativas a cada caso particular; la deliberación corresponde a la parte del alma calculadora, que es una parte del alma dotada de razón (Cf. Vallejo 345).

Para Aristóteles, la ciencia práctica centrará su interés en las acciones humanas. Dicho objeto de estudio es más que relevante porque al tratarse de acciones, y no de entes inmutables y eternos, el conocimiento que se desprende del primer ámbito tiene que ser un conocimiento en el terreno de la contingencia (Cf. Rossi y Amadeo 70). Marcos, afirma que: en la persona virtuosa la acción correcta fluye de modo natural, sin artificiosidades. La virtud se convierte en un modo de ser, pero un modo de ser elegido por cada persona, de la cual cada persona es causante y responsable. (“Aprender haciendo” 20)

Aristóteles deja pensar al individuo que actúa moralmente como un sabio, como alguien que después de su sabiduría práctica es capaz de elegir el curso de la acción más conveniente. La prudencia es sabiduría práctica; pero sabiduría a cargo del virtuoso que es, así, sabio. Sabio práctico, es cierto, pero sabio (Cf. Seoane 752). En este sentido, para Irizar, conviene tener presente que existen diferentes niveles o grados de sabiduría. Dichos niveles van desde la sabiduría del hombre sencillo que es capaz de referir todas las cosas a una causa última, hasta la sabiduría de quien, gracias a sus dotes naturales y éticas enriquecidas con una sólida formación académica, tiene la capacidad de dar una explicación cada vez más profunda y precisa del origen y sentido de todo lo que es. (4)

Aristóteles, en la Ética a Nicámaco, señala la existencia de tipos de hábitos que hacen a la persona de naturaleza intelectual; estos hábitos ―denominados intelectuales― son el entendimiento, la ciencia, la sabiduría, el arte y la prudencia. El estilo intelectual marca la búsqueda de la razón última de las cosas: la sabiduría (Cf. Gómez 13). El rasgo definitorio en la concepción aristotélica está constituido en términos de una condición disposicional que privilegia alguna forma de actuación frente a otras posibles. A esta condición disposicional se llega, de acuerdo con el filósofo griego, por la vía de la costumbre; un hábito que, a fuerza de ser practicado, se arraiga en el carácter y que constituye una especie de molde comportamental e indica una forma específica de la personalidad moral del sujeto (Cf. Salmerón 14).

López de Llergo (Cf. Vidal) puntualiza que la palabra hábito hace referencia a que, en el caso de la virtud, es un hábito estable para obrar bien; una segunda naturaleza que se adquiere con la repetición de actos buenos (Cf. Vidal 42). Para Marcos, “en la persona virtuosa la acción correcta fluye de modo natural, sin artificiosidades. La virtud se convierte en un modo de ser, pero un modo de ser elegido por cada persona, de cual cada uno es causante y responsable” (“Aristóteles” 20). Todo el valor de la virtud reside en la acción. Una acción, para ser virtuosa, debe ser realizada en concordancia con los deberes propios de la virtud (Cf. Jiménez 7).

Una virtud no es una disposición que se ponga en práctica para tener éxito solamente en un tipo particular de situación (Cf. Díaz 103). O, tal como lo afirma Díaz, “la virtud necesita del deber para afirmarse del mismo modo como el deber necesita de la virtud para hacer justicia a la dimensión personal que trasciende la acción” (105).

IV.        Virtudes y su clasificación

Aristóteles explica de donde provienen las virtudes y para ello las divide en virtudes de orden moral (éticas) y virtudes de orden intelectual (dianoéticas): la dianoética se origina y crecen principalmente por la enseñanza, y por ello requieren experiencia y tiempo; la ética, en cambio, procede de la costumbre […] de este hecho resulta claro que ninguna de las virtudes éticas se produce en nosotros por naturaleza; puesto que ninguna cosa que existe por naturaleza se modifica por costumbre. (Aristóteles, Ética a Nicómaco 1103a15-20) [7]

Si bien, se debe aclarar que no hay una lista concreta ni cerrada, en diversas partes de su obra se refiere a diferentes clases de virtudes; modificándolas a lo largo de su vida [8]. Entre las virtudes morales se encuentran la liberalidad, la magnificencia, la magnanimidad, la mansedumbre, la amabilidad, la sinceridad, la agudeza, el pudor y la vergüenza, la justicia, la continencia, la amistad, la valentía, la moderación, la benevolencia, la concordia, la dignidad; y entre las virtudes intelectuales: la sabiduría, la ciencia, la intuición, la prudencia y el arte.

   V.        Virtudes éticas

La liberalidad (eleutheriótes): término medio respecto a las riquezas (económicas); la prodigalidad y la avaricia están en relación con la riqueza, una por exceso y otra por defecto. La avaricia se le atribuye a los que se esfuerzan por las riquezas más de lo debido y la prodigalidad [9] a los incontinentes y a los que gastan con desenfreno. El hombre que posea esta virtud usará mejor los bienes económicos, a este se le llamará liberal; este virtuoso será más feliz dando que recibiendo; para Aristóteles “de los hombres virtuosos, los liberales son, quizá, los más amados, porque son útiles y lo son en el dar” (Ética a Nicómaco 1119b25-1120a25). El liberal dará por nobleza y rectitud, dará a quien debe, cuándo y cuánto debe.

La magnificencia: se considera también una virtud relacionada con  las riquezas (bienes económicos); a diferencia de la liberalidad no se extiende a todas las acciones que impliquen dinero, sino a las que requieren grandes gastos, sobrepasando a la liberalidad por la magnitud. La magnificencia es propia de los gastos que llamamos honrosos. En la Ética a Nicómaco se afirma que “es un gasto oportuno a gran escala” (112a20 109); lo oportuno se refiere a las personas, circunstancias y al objeto del gasto. Los extremos de esta virtud son la mezquindad y la ostentación [10] vulgar; el mezquino es aquel que gasta menos en todo lo que hace, se queda corto en todo; mientras que el vulgar, se excede por gastar más de lo debido; gasta mucho en motivos pequeños y hace una gran ostentación; todo lo hace para exhibir su riqueza y no por nobleza. El hombre magnífico [11] será necesariamente liberal, ya que gasta lo que es debido y como es debido. Aristóteles dice “los hombres magníficos son, en efecto, los mayores y los más honrosos” (Ibíd. 1123a10-30).

La magnanimidad: está en la grandeza. El magnánimo está en la relación debida con los honores y la privación de ellos. Los extremos son la vanidad (exceso) y la pusilanimidad [12] (defecto); el vanidoso se excede respecto de sí mismo, es digno de las cosas grandes, será el mejor de todos, son necios e ignorantes de sí mismos, sin ser dignos emprenden cosas honrosas y después quedan mal; mientas que el pusilánime se queda corto no solo con la relación a sí mismo, sino también con la del magnánimo; siendo digno de cosas buenas, se priva a sí mismo de lo que merece porque no se cree digno de esos bienes, parecen tímidos. El hombre magnánimo es bueno; la grandeza de todas las virtudes son propias del magnánimo y no puede existir sin ellas (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1123b25-35). El magnánimo se comporta con moderación en la riqueza, el poder y toda buena o mala fortuna (Ibíd. 1124a15). El magnánimo no necesita nada, sino ayudar a los otros prontamente; no es rencoroso porque no es propio del magnánimo recordar lo pasado especialmente lo que es malo, sino, más bien, pasarlo por alto. Ni murmurador, pues no habla de sí mismo ni de otros. La magnanimidad acompaña a todas las virtudes o bien ella las acompaña a todas. La característica del magnánimo es interesarse por pocas cosas, y estas de importancia, no porque a otros les parezca; se preocupan más de la opinión del hombre bueno que el de la multitud (Cf. Aristóteles, Ética Eudemia 1232b-25).

La mansedumbre: es un término medio respecto de la ira (esta es la pasión). El que es manso, es sereno y no se deja llevar por la pasión. El exceso se denomina irascibilidad y el defecto [13] “ya se trate de una incapacidad por encolerizarse o de otra cosa es censurado, un hombre así parece ser insensitivo y sin padecimiento, parece que no es capaz de defenderse, es servil o soporta la afrenta; se suelen llamar sosegados” (Aristóteles, Ética a Nicómaco 1125b30). Los irascibles se encolerizan pronto con quienes no deben, por motivos que no deben y más de lo que no deben, pero se apaciguan pronto; son impulsivos y luego se aplacan (Ibíd. 1126a14).

La amabilidad: son los hombres que todo lo alaban para agradar y no se oponen a nada; el hombre amable tratará a los demás como es debido, con nobleza. Este modo de ser se parece a la amistad. En los extremos se encuentran aquellos que se oponen a todo y no se preocupan lo más mínimo de no molestar; son los llamados descontentos o pendencieros (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1126b15-25). Aquellos que aspiran a complacer, aquellos que aspiran a ser agradables, pero no por otra cosa, son obsequiosos; el que lo hace para obtener alguna utilidad de dinero, es adulador.

Es el término medio entre el desabrimiento y la adulación; aquel que se acomoda fácilmente a los deseos es adulador, aquel que choca con todos es desabrido, y aquel que no se asocia ni se opone a cualquier placer, sino que cede en lo que parece ser lo mejor, es amable. (Aristóteles, Ética Eudemia 1233b30)

La sinceridad: es el término medio de la jactancia y la ironía; el jactancioso se cree merecedor de reputación en cosas que no le pertenecen o en mayor medida de lo que le pertenecen; el irónico, niega lo que le pertenece o le quita importancia. Aquel que posea esta virtud, es un hombre sincero en su vida y en sus palabras, reconoce que posee lo que tiene ni más ni menos. Es un hombre íntegro, evita la falsedad como algo vergonzoso (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1127a20-30124).

La agudeza: es cuando se dice lo que se debe y como se debe de manera conveniente. El exceso es la bufonería porque se exceden en provocar la risa y no en decir cosas agradables, se les llaman ingeniosos o graciosos; mientras que los rudos o ásperos no dicen nada para provocar risas y se molestan contra los que lo consiguen. La virtud de la agudeza es propia de aquel que tiene tacto, dice y oye lo que le conviene (Ibíd. 1128a5-15).

El pudor y la vergüenza: el  pudor  para Aristóteles no es una  virtud,  se parece más a una pasión; es una especie de miedo al desprestigio   y equivale a algo parecido al miedo al peligro; ambos parecen ser afecciones corporales, parece más propio de la pasión que del modo de ser. Si se siente vergüenza de las malas acciones, no se deberían cometer. Realizar una acción vergonzosa es propio de un hombre malo. El pudor acompaña las acciones voluntarias y el hombre distinguido jamás comete acciones vergonzosas (Ibíd. 1128b10-25). El pudor es el término medio entre la desvergüenza y la timidez. El que no considera la opinión de nadie es desvergonzado, pero aquel que hace caso es tímido, y aquel que considera la opinión de la gente buena es reservado (Cf. Aristóteles, Ética Eudemia 1233b27).

La justicia: es un modo de ser por el cual se está dispuesto a practicar lo que es justo, a obrar justamente y a querer lo justo (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1129a8). Se llama justo a lo que preserva la felicidad (Ibíd. 1129a8). En Aristóteles la justicia es la más excelente de las virtudes, en ella están incluidas todas las virtudes, “es la virtud en el más cabal de los sentidos, porque es la práctica de la virtud perfecta, y es perfecta, porque el que la posee puede hacer uso de la virtud con los otros y no consigo mismo” (Ibíd. 1129a30). Al parecer es la única virtud, que parece referirse al bien ajeno, hace lo que le conviene a los otros. El vicio de esta virtud es la injusticia, que es el ejercicio de la maldad; es el exceso y defecto de lo inútil y perjudicial contra toda proporción. Existen dos tipos de justicia: la distributiva, la correctiva (Ibíd. 1130b30).

La continencia: el hombre continente estará entre el que disfruta de los placeres corporales menos de lo debido y no se atiene a la razón y al incontinente. El continente se atiene a la razón y no se desvía ni en un sentido, ni en el otro. El hombre continente no hace nada contrario a la razón por causa de los placeres corporales (Ibíd. 1151b35). El continente se atiene más a sus resoluciones (Ibíd. 1152a2). Es entonces en la virtud de la continencia donde la razón y las pasiones se oponen entre sí; en las otras virtudes la razón y las pasiones impulsan hacia las mismas cosas (Cf. Aristóteles, Magna Moralia 1200b).

La amistad: para Aristóteles, la amistad es una virtud o algo acompañado de virtud y es lo más necesario para la vida (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1155a).

La amistad perfecta es la de los hombres buenos e iguales en virtud; pues en la medida en que son buenos, de la misma manera quieren el bien el uno del otro, y tales hombres son buenos en sí mismos; y los que quieren el bien de sus amigos, a causa de éstos son los mejores amigos, y están así dispuestos a causa de lo que son y no por accidente; de manera que su amistad permanece mientras son buenos, y la virtud es algo estable. (Ibíd. 1156b)

La amistad consiste en querer, el amor es la virtud de los amigos y quienes lo experimentan son los amigos seguros y lo es su amistad (Ibíd. 1159b).

La valentía: es el modo de ser mejor en relación con el temor y con  la osadía. La valentía es el modo intermedio entre la temeridad y la cobardía. El valiente carece de miedo, soporta las cosas que son temibles para otros; el hombre valiente experimentará grandes y muchos temores, es por esto que será valeroso. Los valientes aunque se vean afectados por los mayores sufrimientos los padecen más calmadamente y con menor intensidad que la mayoría de los hombres, lo que afecta a la mayoría no les llega o les llega débilmente. El valiente escoge y confía lo bueno a la razón (Cf. Aristóteles, Ética Eudemia 1228b-1229a). La valentía tiene que ver con los sentimientos de temor y confianza; el valiente lo es respecto a estos sentimientos que son propios de los hombres; es decir, es valiente aquel que se muestre animoso en situaciones en las que la mayoría o todos los hombres sienten miedo. Si la valentía no perdura en el hombre cuando le falta algo ya no será valiente (Cf. Aristóteles, Magna Moralia 1190b-1191a).

La moderación: obra con rectitud. El moderado se manifiesta en relación con los placeres. El hombre moderado es moderado no acerca de todos los apetitos, sino a lo que respecta a los objetos de los sentidos del gusto y el tacto. No está vinculado al placer de las cosas bellas mediante la vista ni al dolor causado por las cosas vergonzosas, su moderación está en relación con el placer o el dolor de los sonidos armoniosos o discordantes transmitidos por medio del oído. La moderación es el término medio entre los objetos sensibles agradables; por tanto, es el término medio entre la intemperancia y la insensibilidad (Cf. Aristóteles, Ética Eudemia 1230b-1231a).

La benevolencia: se parece a lo amistoso, pero no es necesariamente amistad; se da incluso hacia personas desconocidas; no es afecto porque no tiene la intensidad ni el deseo que acompaña al afecto. La benevolencia es momentánea. Esta puede ser el principio de la amistad, no se puede ser amigo sin antes estar dispuesto a serlo. Se podría decir que la benevolencia es amistad inactiva, pero cuando es prolongada y alcanza familiaridad se convierte en amistad. La benevolencia no radica en el interés ni en el placer. En general la benevolencia surge por alguna virtud y bondad cuando alguien nos parece noble (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1166b30-1167a10).

La concordia: se parece a lo amistoso y puede darse en algunos que no se conocen entre sí. La concordia parece ser una amistad civil, está relacionada con lo que conviene y con lo que afecta a nuestra vida. Existe en los hombres buenos, ya que están de acuerdo consigo mismos y con los otros; quieren lo que es justo y conveniente. Los malos no pueden concordar ni ser amigos porque en los beneficios aspiran a alcanzar más de lo que les corresponde (Ibíd. 1167b10).

La dignidad: es un término medio entre la antipatía y la obsequiosidad. Aquel que vive despreciando a todos es antipático; el que hace caso a los demás, es obsequioso; aquel que actúa de esa manera en unos casos pero en otros no, y respecto a las personas que lo merecen, es digno (Cf. Aristóteles, Ética Eudemia 1233b35).

VI.        Virtudes intelectuales

Ciencia (epistéme): es un modo de ser demostrativo; cuando uno está convencido de algo y le son conocidos los principios, sabe científicamente. Todos creemos que las cosas que conocemos no pueden ser de otra manera (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1139b20). Se refiere a lo que puede ser probado de manera concluyente mediante demostración y razonamiento (Cf. Aristóteles, Magna Moralia 1196b).

El arte (téchne): la téchne es un modo de ser productivo acompañado de razón verdadera y la falta de arte; por el contrario, un modo de ser productivo acompañado de razón falsa; referidas ambas a lo que puede ser de otra manera (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1140a20).

La prudencia (prhónesis): es propio del hombre prudente ser capaz de deliberar rectamente sobre lo que es bueno. Llamamos prudente a aquel que para alcanzar algún bien razona adecuadamente. Nadie delibera sobre lo que no puede ser de otra manera (Ibíd. 1140a25). La prudencia es un modo de ser racional, verdadero y práctico, respecto de lo que es bueno para el hombre (Ibíd. 1140b20). Se refiere a las cosas prácticas en las cuales se da la elección o el rechazo y en las que está en nuestras manos actuar o no actuar (Cf. Aristóteles, Magna Moralia 1197a).

El intelecto (nous): existen principios de lo demostrable y de toda ciencia; el principio de lo científico no pude ser ni ciencia, ni arte, ni prudencia. El intelecto tiene por objeto los principios (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1140b30-35). Se refiere a los principios de las cosas intelegibles (Cf. Aristóteles, Magna Moralia 1197a).

La sabiduría (sophía): está formada de ciencia e intelecto porque la sabiduría se refiere a los principios y a aquello que es demostrado a partir de ellos, acerca de lo cual trata la ciencia (Ibíd. 1197a).

Es la más exacta de las ciencias. El sabio no solo debe conocer lo que sigue de los principios, sino también poseer la verdad sobre los principios; la sabiduría es intelecto y ciencia, una especie de ciencia capital de los objetos más honorables. (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1141a20-30)

VII.        Conclusión

El hombre virtuoso es aquel que sabe con toda su alma en dónde radica el verdadero bien, con sus buenos hábitos que sin duda alguna perfeccionarán las virtudes para formar su carácter, así como sus acciones son motivadas por la recta razón que debe tener un hombre prudente. La virtud nos ayuda a perfeccionar los juicios firmes, adecuados, rectos y valederos que conducen al buen ejercicio de la misma, a tener la resolución y la voluntad necesaria para deliberar sobre las cosas que creemos buenas con juicios reflexionados desde la libertad para que puedan ser los mejores. Se debe tener una voluntad firme para no dejarnos llevar por las pasiones o apetitos que pueden afectar el espíritu. Es así como de la certeza de nuestros juicios depende la eficiencia de la acción.

Para Vidal (43) algunas de las características generales acerca de las virtudes de mayor trascendencia para su aplicación son: las virtudes enriquecen la naturaleza de quien las adopta; se enraízan en valores que pueden adquirirse o desarrollarse; complementan la perfección del ser humano; suponen el ejercicio de la voluntad; requieren del uso de la libertad; solo se dan en el ser humano racional y pueden clasificarse en intelectuales (las que perfeccionan la inteligencia) y morales (las que se apoyan en la especulación y provocan la acción, mejorando el hacer y consecuentemente el ser, influyen en la inteligencia y permiten alcanzar la bondad).

Luis Fernando Garcés Giraldo, en scielo.org.co/

Notas:

1 Tomás Calvo Martínez, traductor de Acerca del alma, en la presentación afirma: “la cuestión fundamental y que ha de abordarse en primer lugar es ‘a qué genero pertenece y qué es el alma’. Tal afirmación implica que Aristóteles no se plantea de modo explícito el problema de si el alma existe o no: su existencia no se cuestiona, sino que se pasa directamente a discutir su naturaleza y propiedades” (7-8).

2 Aristóteles en Acerca del alma define el alma y le da funciones: “el alma es necesariamente entidad en cuanto forma específica de un cuerpo natural que en potencia tiene vida. Ahora bien, la entidad es entelequia, luego el alma es entelequia de tal cuerpo (412a20 70)”. A lo que agrega: “el alma es aquello por lo que vivimos, sentimos y razonamos primaria y radicalmente (414a12 75)”.

3 Se le denomina también “vida contemplativa” en la Ética a Nicómaco.

4 Denominada también “vida voluptuosa” en la Ética a Nicómaco.

5 Este “de otra manera” se entiende en Aristóteles como que nadie puede deliberar sobre el pasado, sino sobre lo futuro y posible; ya que lo pasado no puede no haber sucedido (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 160).

6 En nota al pié de página, realizada por Pallí, dice textualmente que “a la prudencia y a la virtud moral, porque ésta hace recto el fin propuesto y aquella, los medios que a él conducen” (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco nota 57).

7 Pallí, el traductor de Ética a Nicómaco, afirma que: “la costumbre es primordial en la adquisición de la virtud, pero la naturaleza desempeña también su papel en la capacidad natural para adquirir y perfeccionar las virtudes o vicios” (Ética a Nicómaco 49).

8 Es el caso de la Retórica, donde afirma que: “y partes de la virtud son: justicia, valentía, templanza, magnificencia, magnanimidad, liberalidad, prudencia, sabiduría” (1366b). Otro ejemplo es la Magna Moralia, donde se describen las virtudes morales: valentía, moderación, mansedumbre, generosidad, magnanimidad, esplendidez, justa indignación, dignidad, pudor, gracia, amabilidad, sinceridad, justicia; mientras que las virtudes intelectuales son: ciencia, prudencia, intelecto, sabiduría, suposición (1190c-1198b).

9 En la Ética a Nicómaco se habla de que esta denominación ‘prodigalidad’, no es del todo propia. El carácter de pródigo lo reclama el que tiene un vicio único: el de dilapidar su patrimonio puesto que pródigo o perdido es aquel que se arruina por sí mismo; y una especie de ruina de sí mismo parece ser la disipación de la fortuna como quiera que la vida depende de los bienes económicos (98-99).

10 La mezquindad y la ostentación vulgar son vicios, pero no acarrean reproche porque ni

perjudican al prójimo ni son demasiado indecorosos (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 108).

11 Se habla también del hombre espléndido.

12  Tanto al vanidoso como al pusilánime se les considera equivocados, pero no se les  consideran malos (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 114).

13 Su denominación no se específica con claridad. Se habla de manera general como el ‘defecto’ (Cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco 116-117).

Michael Greshko

Los prometedores resultados preliminares sugieren que podríamos contar con una nueva herramienta para combatir el nefasto parásito transmitido por los mosquitos.

Cada segundo, siete personas de algún lugar del planeta se topan con uno de los asesinos más prolíficos de la humanidad: un parásito cambiaformas transportado en la saliva de los mosquitos hembra que puede evadir nuestro sistema inmunitario y vivir en nuestros hígados y glóbulos sanguíneos. Cada dos minutos, el parásito se cobra otra víctima de menos de cinco años, provocando dolor y pérdida. Este atroz círculo tiene lugar cada hora de cada día, cada semana, cada año.

Durante más de una década, Halidou Tinto se ha enfrentado a este asesino. Tinto, epidemiólogo, experto en malaria y director regional del Instituto de Investigación de Ciencias de la Salud de Burkina Faso, trabaja en el distrito de Nanoro, a unos 80 kilómetros al noroeste de la capital, Uagadugú. Con la llegada del monzón africano cada verano, los casos de malaria se disparan en Nanoro y en comunidades de todo el país. Burkina Faso, un país de 20 millones de habitantes, registra casi 11 millones de casos de malaria cada año, así como 4000 muertes.

Pero tras meses hablando con familias locales sobre su participación en un nuevo ensayo de vacunas antipalúdicas, años de experiencia realizando ensayos médicos en la zona y décadas de investigación global a sus espaldas, el centro de Tinto en Nanoro alberga otra cosa: esperanza.

En un estudio publicado en The Lancet el miércoles, un equipo internacional ha compartido nuevos datos prometedores sobre una posible vacuna. El ensayo en fase II, en el que participaron 450 niños de Nanoro, evaluó la candidata a vacuna antipalúdica R21, que ha estado desarrollándose en el Reino Unido durante más de una década. Los investigadores descubrieron que, tras tres dosis en un periodo de ocho semanas y una dosis de refuerzo 12 meses después, la vacuna R21 tenía una eficacia del 77 por ciento contra la malaria, comparada con una vacuna contra la rabia a modo de control, en lugar de un placebo normal.

La R21 es la primera candidata a vacuna antipalúdica que cruza el umbral del 75 por ciento, una meta establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2013. Si se corrobora en ensayos con más participantes, la R21 podría añadir otra herramienta potente al arsenal para combatir la malaria.

«Estamos entusiasmados, pero todavía necesitamos que los ensayos en fase III confirmen la eficacia y la seguridad de la vacuna antes de proseguir», afirma Tinto, uno de los autores principales del estudio.

Un parásito complejo

Hay mucho en juego. En 2019, se estima que hubo 229 millones de casos de malaria en todo el mundo, que mataron a unas 409 000 personas, dos tercios de las cuales eran niños pequeños.

En las dos últimas décadas, se ha avanzado mucho para frenar la malaria, gracias al uso generalizado de mosquiteras, los diagnósticos rápidos y el uso estacional de medicamentos antipalúdicos preventivos. Entre los años 2000 y 2015, con todas estas intervenciones, la incidencia de casos de malaria en poblaciones de riesgo descendió un 27 por ciento. Pero en los últimos años el progreso se ha estancado. Entre 2015 y 2020, los casos descendieron menos de un dos por ciento.

Para volver a lograr avances considerables, la OMS está ansiosa por introducir una vacuna antipalúdica. Se están desarrollando más de 140 candidatas diferentes a vacunas antipalúdicas. Por ahora, ninguna ha sido aprobada formalmente.

Fabricar una vacuna antipalúdica es muy difícil, en parte porque esta enfermedad es compleja. La mayoría de los casos de malaria son causados por el parásito Plasmodium falciparum, cuyo genoma contiene más de 5000 genes, muchos más que los 12 del coronavirus que provoca la COVID-19. «Hay mucho interés y entusiasmo sobre las vacunas en este momento, por la COVID-19 … pero obviamente, estamos trabajando con algo diferente», afirma Mehreen Datoo, autora principal del estudio, médica y candidata a doctora en el Instituto Jenner de Oxford que ayuda a dirigir el desarrollo clínico de la R21.

A diferencia de las bacterias y los virus, los parásitos como el Plasmodium atraviesan varias etapas vitales en el cuerpo humano, por eso cuesta tanto desarrollar vacunas contra ellos. Cuando un mosquito hembra introduce su probóscide en la piel de una persona para alimentarse de su sangre, los parásitos Plasmodium de la saliva del mosquito pueden transferirse al torrente sanguíneo de la persona. En media hora, estos parásitos abandonan el torrente sanguíneo y se establecen en el hígado, donde se multiplican.

A continuación, los parásitos regresan al torrente sanguíneo, donde se multiplican rápidamente en un círculo vicioso: entran en un glóbulo rojo, se reproducen en su interior y después revientan la célula infectada. Algunos de estos parásitos maduran más y, una vez dentro de un mosquito que bebe la sangre de una persona infectada, los Plasmodium atraviesan las paredes del intestino del insecto y entran en sus glándulas salivales, comenzando el ciclo de nuevo.

En cada lugar del cuerpo humano, el Plasmodium se multiplica, lo que significa que la mejor forma de detener una infección es pararla cuanto antes, preferiblemente antes de que empiece a infectar los glóbulos rojos. Pero ¿cómo?

Diseñando una nueva vacuna

Durante décadas, los investigadores se han centrado en la etapa vital del Plasmodium que entra en el torrente sanguíneo humano, que se llama esporozoíto. En 1983, se descubrió que los esporozoítos están recubiertos de una proteína que provoca una respuesta intensa por parte del sistema inmunitario. En 1987, investigadores de la farmacéutica estadounidense GlaxoSmithKline desarrollaron una vacuna antipalúdica de prueba basada en esta proteína, que se llama proteína del circumsporozoíto (CSP, por sus siglas en inglés).

La idea de GlaxoSmithKline consistía en diseñar proteínas transportadoras que contuvieran fragmentos de la CSP y que se autoensamblaran en masas esféricas microscópicas —de nombre técnico «partículas similivíricas»— que pudieran inyectarse en el cuerpo humano, donde desencadenarían una respuesta inmunitaria. Si más adelante aparecieran patógenos recubiertos de la misma proteína, el sistema inmunitario estaría listo para la pelea. Esta técnica ya se emplea para fabricar vacunas hoy en día. Si te han vacunado contra el virus de los papilomas humanos (VPH) o la hepatitis B, habrás recibido una vacuna basada en una partícula similivírica.

En el caso de la malaria, los investigadores fijaron un fragmento de la CSP en una proteína extraída de la superficie del virus de la hepatitis B, que los investigadores ya sabían que se agrupaba en partículas esféricas. Cuando estas proteínas se fabrican en masa en levadura modificada genéticamente, se pegan en partículas salpicadas de fragmentos de la proteína del Plasmodium que fomentan que el cuerpo fabrique anticuerpos contra la CSP.

Esta vacuna, llamada RTS,S, es la candidata a vacuna antipalúdica más probada. (GlaxoSmithKline la produce a nivel comercial con el nombre de Mosquirix.) Durante casi tres décadas, investigadores, filántropos como la Fundación Gates y GlaxoSmithKline han intentado sacar adelante la RTS,S. Los ensayos han demostrado que es segura, y en 2015 la Agencia Europea del Medicamento le dio una recomendación positiva, pero no la aprobó (principalmente porque no se comercializa en la UE). Desde 2019, la RTS,S ha sido administrada a más de 650 000 niños en Ghana, Kenia y Malaui, mediante programas piloto apoyados por la OMS.

Los ensayos con la RTS,S han demostrado que las zonas de alta transmisión donde los niños pueden contraer la malaria hasta seis veces al año, la vacuna impedía unos 4500 casos de malaria por cada 1000 niños vacunados. Los modelos sugieren que por cada 200 niños vacunados con la RTS,S, se salva la vida de un niño.

«Para ponerlo en perspectiva, [la RTS,S tiene] casi la misma eficacia que una mosquitera y se ha observado un descenso drástico en la morbimortalidad por malaria con las mosquiteras», afirma Mary Hamel, epidemióloga de la OMS que gestiona el Programa de Implementación de la Vacuna contra la Malaria de la organización. «Esto es algo que podría añadirse a eso».

Pero respecto a otras vacunas —como las eficaces vacunas anticovídicas—, los resultados de la RTS,S son más bien modestos. Los ensayos descubrieron que en el primer año después de la vacunación, por cada nueve personas no vacunadas que contraían la malaria, cuatro personas vacunadas la contraían, lo que se traduce en una eficacia de aproximadamente un 55 por ciento. Cuatro años después de la vacunación, la eficacia se desplomaba a un 36 por ciento.

La OMS reconoció que una vacuna más eficaz podría salvar más vidas, así que estableció una meta audaz en 2013. Para 2030, la agencia sanitaria proclamó que quería una vacuna antipalúdica con una eficacia del 75 por ciento.

Aquí entra la R21, la candidata a vacuna de los ensayos de Burkina Faso. La R21 funciona de forma similar a la RTS,S: se fija un fragmento de la proteína del Plasmodium a una proteína de la hepatitis B y se fabrica una partícula esférica que estimula el sistema inmunitario.

Pero gracias a las mejoras en las técnicas de fabricación de vacunas, la partícula de la R21 es más eficaz. Resulta que hay menos proteína de Plasmodium en el exterior de la partícula de la RTS,S de la que podría haber en teoría. Por cada proteína de hepatitis B que tiene un fragmento de la CSP del Plasmodium, cuatro no lo tienen. Sin embargo, en la R21 cada proteína tiene un fragmento del Plasmodium, lo que proporciona a la superficie de esta partícula similivírica muchos más lugares que los anticuerpos pueden reconocer y a los que fijarse.

Los estudios de laboratorio de la R21 comenzaron en Oxford entre el 2010 y el 2012, y los primeros «ensayos de exposición» de la vacuna comenzaron varios años más tarde, con voluntarios sanos en Oxford, Londres y Southampton (el Reino Unido) que accedieron a que los infectaran de malaria para probar la seguridad de la vacuna. Los resultados preliminares fueron lo bastante prometedores como para que el Instituto del Suero de India, uno de los mayores fabricantes de vacunas del mundo, se involucrara. En 2018, el instituto adquirió la licencia de la vacuna de Oxford y accedió a producir de 200 a 300 millones de dosis de R21 al año si se registraba formalmente.

Dos años después, en mayo de 2019, comenzó el ensayo en fase II con 450 participantes en Burkina Faso, en un distrito sanitario centrado en Nanoro. Tinto y sus colegas estaban muy bien preparados: habían administrado uno de los centros de ensayos para la vacuna RTS,S.

Combatiendo una enfermedad ignorada

Hamel, la epidemióloga de la OMS, ha alabado los resultados de la R21. Con todo, al igual que los autores del estudio, recomienda precaución hasta después de los ensayos en fase III en 4800 personas, que comenzarán en cinco centros en Burkina Faso, Kenia, Malí y Tanzania. Según Tinto, es probable que los resultados se publiquen a finales de 2023 o principios de 2024. Datoo añade que el equipo de la R21 podría empezar el proceso de aprobación a finales de 2022, si los legisladores africanos se plantearan conceder autorizaciones de uso en emergencia como las emitidas para las vacunas anticovídicas.

Una cuestión clave es la protección que otorga la vacuna R21 contra la malaria en diferentes entornos de transmisión. En Burkina Faso, los casos de malaria se disparan durante la estación lluviosa del país, de junio a noviembre. En otras partes de África, la transmisión persiste durante todo el año. En el ensayo de la R21, los investigadores programaron las tres dosis de forma intencionada —cada una administrada con cuatro semanas de diferencia— justo antes del auge de la estación lluviosa de Burkina Faso, para sincronizar los niveles elevados de anticuerpos desencadenados por la vacuna con el pico de la temporada de malaria.

Para Hamel, los dos últimos años —pese a los retos de la COVID-19— han demostrado lo eficaces que podrían ser las vacunas contra la malaria. Los programas piloto respaldados por la OMS para la vacuna RTS,S continúan, a pesar de las interrupciones causadas por la pandemia en los sistemas sanitarios locales. Es más, los estudios generales de programas de vacunación infantiles en África han demostrado que, en hogares donde los niños no duermen con regularidad bajo mosquiteras, aproximadamente un 70 por ciento de los niños están vacunados. Si se distribuyera una vacuna antipalúdica a escala y se administrara con otras vacunas infantiles, muchos niños que actualmente no pueden acceder a otras medidas contra la malaria tendrían la protección de una vacuna antipalúdica.

La COVID-19 también ha subrayado cuánto progreso podría lograrse cuando la comunidad global actúa con urgencia para abordar una crisis médica. Hamel desearía que ese sentido de urgencia —y los fondos y apoyo logístico resultantes— también existiera para la malaria. «Creo que el mayor obstáculo es la complacencia», afirma. «Si este año fuera el primero con 265 000 muertes de niños de menos de cinco años por la malaria, diríamos que es una emergencia y la abordaríamos. Pero nos hemos acostumbrado a ella».

Michael Greshko, en nationalgeographic.es/

Luis Herrera

En el evangelio del pasado domingo escuchamos el relato de San Marcos, en el que Jesús envía a sus doce, de dos en dos, a predicar el Evangelio. Les da algunas instrucciones y les suelta en prácticas. El próximo domingo leeremos la continuación en la que Jesús recibe a esos mismos doce que regresan entusiasmados. Por qué los demonios se han sometido en el nombre de Jesús y porque han predicado en su nombre? Estos fueron las prácticas de los primeros doce a los que Jesús formó personalmente, para luego el día de Pentecostés, enviarlos a predicar el Evangelio por el mundo entero.

Desde aquel envío han pasado 2000 años. Qué ha ocurrido desde entonces? Qué ha sido de esa predicación? Esta región del mundo que se denomina Europa, ha sido casi durante estos 2000 años, cristiana. Pero en todo este tiempo se podrían distinguir cuatro distintas etapas que, aunque de manera muy opinable, evidentemente podrían ser las siguientes.

Una primera de envío que nace justamente en este momento de Pentecostés y de primera evangelización, donde los apóstoles y sus sucesores llevaron la fe a base de martirio de sangre hasta los confines de El Imperio.

Una segunda etapa que comenzaría el día en que el emperador Teodosio declara oficialmente cristiano el Imperio. Es el bautismo de este que lentamente, porque se trataba de un período de decadencia. El imperio desaparece por la invasión de los bárbaros. Pero más tarde surge una nueva civilización, nueva organización social que se conoce como la cristiandad.

Es la Edad Media, que básicamente consiste en la división de toda la gente, la población en tres grandes grupos. La nobleza: el rey, los condes, los nobles que se dedican fundamentalmente a gobernar y hacer la guerra. El pueblo llano que se ocupa del cultivar la tierra, criar el ganado, producir, formar una familia, divertirse, ir ellos mismos a la guerra que declaran los nobles. Y finalmente el clero, que se ocupaban no sólo de las tareas estrictamente espirituales, sino también de cultivar en lugares apartados del mundo tanto la cultura como la ciencia de la época, la astronomía, la biología, la física, la música, la literatura. Bien, esto serán los estamentos, la manera de organizarse en la Edad Media.

Una organización evidentemente no perfecta, sino coyuntural, que funcionó. Entonces este orden de cosas entra en crisis. Con la modernidad surge la burguesía. Es decir, que esos estamentos se vuelven permeables y la gente sencilla llega a ocupar, en cambio, cargos importantes. Aparece por primera vez Imitad del mundo en la cultura y la ciencia llevada a cabo por laicos, todos ellos cristianos muy bien intencionados y con un éxito tal que muy pronto, en los resultados, el progreso de esas ciencias y de esa cultura llega a acaparar el protagonismo, de forma que el mismo concepto de verdad se va modificando.

Pasa, de lo que se considera verdad en la cultura clásica a lo real, a considerar verdad el renacimiento, lo realizado, es decir, los logros de de la cultura y de la ciencia. A ser verdad. Ya más adelante la ilustración. Lo real. Es decir lo que un día el hombre realizara. Lo cual supone considerar el entorno, el mundo como algo indefinidamente moldeable por el hombre. Pierde el ser, desaparece el concepto de creación de naturaleza.

Aparece lo que hoy conocemos como relativismo. Esta tercera etapa da paso finalmente a la cuarta en la que estamos, que se puede denominar la posmodernidad, que se caracteriza, porque el optimismo propio de la modernidad, que llevó a la utopía de creer que se podría construir un paraíso en la tierra. Pues por el hecho de las guerras mundiales y otras muchas circunstancias, se llego a la convicción de que efectivamente era una utopía irrealizable y se dio un paso más.

Por tanto, en esa construcción intelectual, desde eliminar la fe hasta también eliminar cualquier otro relato de tipo ideológico, la filosofía o incluso la política que fuese capaz de explicarlo todo. Estamos hoy en una fase que se podría denominar tecnocracia. El gobierno de la tecnología. La única verdad es lo que la tecnología es capaz de aportar en beneficio de una vida más placentera y más cómoda. Es la posmodernidad o el relativismo en lo que se refiere a la fe.

Todos hemos tenido a partir de cierta edad, experiencias tres experiencias básicas de esta última cuarta etapa. En primer lugar, una gran descristianización. No hace falta recordar aquí los datos estadísticos de bautismos o de confirmaciones, o de matrimonios y últimamente también de funerales religiosos. Es una segunda experiencia, ha sido que ésta descristianización ha sido se ha producido súbitamente. Somos testigos los que tenemos una cierta edad de cómo se ha producido. Recordamos cómo era en este aspecto religioso las cosas en nuestra infancia las comparamos con cómo son ahora y vemos que en este espacio de tiempo más o menos grande se ha producido.

Ha sido un cambio intergeneracional, no intergeneracional, como suelen ser los cambios de época. Ha sido como una especie de ciclogénesis explosiva. Las ideas relativistas estaban en la mente de unos pocos intelectuales y seguramente con la ayuda de las nuevas tecnologías, eso ha terminado por empapar, por impregnar. Ha caído sobre la sociedad y la moldeador. Pero hay una tercera experiencia, además de esa descristianización, su vida. Y es que este proceso va más allá. Vamos experimentando cada vez más intensamente que se trata de una más que una descristianización, una mente, una ideología anticristiana.

El cristiano va experimentando una creciente hostilidad de la cultura dominante de la posmodernidad. Se siente como acosado, como incómodo, como crecientemente arrinconado, señalado. Y esto genera de manera espontánea. Si no se hace nada una reacción como de auto defensiva o de devolución de respuesta en el mismo plano, uno puede sospechar que detrás de esa cristianofobia hay determinadas fuerzas, determinados colores, determinadas personas, determinados intereses. Manos negras que lo manejan todo y sin que todo esto se descarte en absoluto.

Sin embargo, no es necesario, sino que simplemente es un sumando más para explicar lo que está ocurriendo. Las ideas tienen poder y la idea fundamental que lo impregna todo hoy y que lo explica suficientemente, es esta de relativismo. Por tanto, lo que tendríamos que plantearnos más bien más que un enfrentamiento o una respuesta, es mirar al Señor y preguntarle qué así como a los primeros doce les envió a predicar el Evangelio en unas circunstancias con unas instrucciones a nosotros que nos envía hoy, qué instrucciones tiene para nosotros un cristiano?

Recordamos en la anterior meditación como la situación cultural de occidente, que se puede denominar la postmodernidad,  es hostil al cristianismo y que la reacción natural de un cristiano puede ser responder o sentir temor. Pero no es, seguramente, la que nos pide el Señor.

Una respuesta de tipo humana, política, un poco guerrera,  no es lo que este mundo necesite y el Señor nos esté pidiendo. La política tiene unos límites muy grandes a la hora de construir y sin embargo es un instrumento que destruye muy fácilmente. En Burgos estamos celebrando el octavo centenario de la primera piedra de la catedral, pero la última piedra de la catedral se colocó 60 a 70 años más tarde, le cuesta mucho tiempo construir una cosa así, sin embargo se podía derruir en pocos segundos con una carga de dinamita y la política puede destruir muy rápidamente, pero construye muy lentamente y muy poco.

 Por otra parte, los centros de decisión política cada vez son más lejanos, más globales, y además si preguntásemos a nuestro alrededor comprobaríamos que las gentes que nos rodean, siendo muy buenas, sin embargo, participan en sus opiniones de esas leyes que son inocuas que van contra la ley natural muchas veces y incluso que los guerreros  sociales bienintencionados a favor de la fe, de la cristiandad, en ocasiones no son ellos mismos ejemplos de cristianos; no son santos, lo que necesita el mundo son santos, no tanto guerreros. Lo que el señor nos está pidiendo, por tanto seguramente, son dos cosas. En primer lugar y ante todo, intentar comprender un poco el mundo que nos rodea, este mundo está impregnado por la idea por la ideología relativista.

¿Qué es el relativismo? De manera muy sencilla o muy breve, esquemática, muy simplona, se podría decir que el relativismo es una religión en negativo, totalitaria y autodestructiva. Voy a intentar explicarlo brevemente. Una religión en negativo, significa que en la el relativismo no es, como se podría pensar la igualdad, y el igualitarismo. Igualar todas las opiniones, darlas la misma importancia que sería un tipo de relativismo, pero no, es relativismo que lo impregna todo es la exclusión positiva de la opinión partidaria de verdades absolutas, no es un madre que abre los brazos y acoja todo el mundo indistintamente, sino que es una ideología que excluye concretamente una opinión y concretamente las verdades absolutas. Y esto lo hace, además, nos desde lo opinable, sino como una exigencia de la ciencia del progreso, es decir, de vivir de acuerdo con los avances, es una exigencia de la tolerancia, algo necesario para convivir pacíficamente y una exigencia de la libertad, es algo que sólo esto puede permitir que cada uno viva como mejor le parezca, sin imposiciones externas totalmente en voluntaristas y justamente porque él el relativismo se auto vincula con la ciencia a la paz y la libertad siente que quien aporta quien afirma verdades absolutas es enemigo de la ciencia de la libertad y de la paz y por tanto ha de ser combatido por eso según avanza el relativismo.

Según se van estableciendo en la cultura, en la sociedad, propone unas leyes que van recortando derechos que antes se podrían considerar fundamentales como es el derecho a la objeción de conciencia individual; caso de los médicos en el aborto o el derecho a la objeción institucional de ciertas instituciones sanitarias en la eutanasia o es el derecho a la patria potestad como en el caso, por ejemplo, de los menores, de los hijos de 14 años que quieran auto determinar su género en contra de la opinión de sus padres. O como es el recorte de la libertad educativa en los programas que impone sin tener en cuenta las opiniones de los padres. Estos y otros derechos se van recortando y los cristianos se siente cada vez un poco más acorralados, arrinconados, imposibilitados y además como esta es una biología que tiene un origen dialéctico, seguramente muy afín al marxismo, va generando grupos identitarios que en algún momento consideran que han sido represaliados y a los que despierta wok para que reivindican sus derechos y pidan justicia y en contra de los verdugos que son siempre los mismos. Estos grupos represaliados pueden ser las mujeres, pueden ser los indígenas, pueden ser las personas de cierto color o de cierta inclinación afectiva, o incluso pueden ser los ateos y en frente como enemigo de todos ellos, siempre los mismos. Al final es como una generación, una proliferación de grupos reivindicativos para hacer la guerra a esos otros que durante mucho tiempo han tenido el monopolio y que han cometido aberraciones. Y por eso el actual relativismo es totalitario tiende a excluir, a arrinconar, y si pudiese borrar del mapa cualquier afirmación, cualquier verdad absoluta -y muy concretamente muy específicamente la cristiana-. Pero esto que podría parecer muy dramático y generar, por tanto, de irritación y como un deseo de corresponder o de pelear no nos ha de hacer olvidar la tercera característica del relativismo, que es autodestructivo.

Todos los días las noticias abren con disfunciones sociales provocadas por el relativismo que el relativismo mismos es incapaz de solucionar porque no reconoce sus raíces morales, como puede ser la violencia de género o puede ser la inmigración ilegal o la corrupción o la falta de reemplazo generacional o las rupturas matrimoniales o con el suicidio o el fracaso escolar o de tantas cosas que tiene una raíz moral y que hasta que no se reconoce no se consigue -por muchos medios que se emplean para combatirlas- porque entonces la lucha es simplemente sintomática. Se atacan los síntomas que no las raíces. Un ejemplo más veterano de todos estos es el del racismo; es muy preocupante que todavía se mantenga racismo después de tantos decenios, tantos siglos de lucha, mientras no se reconozca la dignidad absoluta de las personas, todo lo demás serán medios muy limitados, muy ineficaces. Un conocido filósofo ateo contemporáneo no hace mucho afirmaba, en una conferencia, que en la actual situación de occidente de post-cristiandad, tenemos tres opciones básicamente: o bien renunciar a la dignidad absoluta de la persona, o bien buscar un fundamento laico no trascendente, no espiritual a esa dignidad absoluta que de momento no se ha encontrado, o bien, -aunque no nos guste- volver a recuperar el cristianismo. Si no está cultura nuestra, esta civilización no tiene herramientas –armas- para atribuir a la persona una dignidad absoluta y, por tanto, que no sea manipulable la decisión a capricho de quienes en cada momento de puedan pueden hacerlo, puedan decidir.

Estos días en la Misa hemos recordado también otro pasaje, en este caso de San Mateo, que reprocha a las ciudades donde han vivido Jesús y los apóstoles y se ha predicado, se han hecho más milagros Ay de ti Corazaín, ay de ti Betsaida y en cambio dice Sodoma, Gomorra, Tiro o Sidón, ciudades que son célebres en la Biblia, por su por su increencia por su alejamiento de Dios, serán mejor juzgadas, porque han recibido menos. Es una constante histórica, ha pasado ya muchas veces antes; con Sodoma en que el alejamiento de Dios haya tenido como consecuencia la autodestrucción. Pasó con Jerusalén, que fue invadida por Nabucodonosor y deportó a Babilonia a sus habitantes. Pasó con el mismo Imperio Romano que cayó en una inmoralidad y una decadencia tal, que fue arrasado por los bárbaros. Hoy mismo está ocurriendo en con occidente. Ya hace muchos años San Josemaría decía eso de que toda una civilización se tambalea impotente y sin recursos morales cuando todavía no sabía nada de lo que está ocurriendo ahora. Una visión profética, y efectivamente es así toda una civilización se tambalea impotente y sin recursos morales. Por tanto, aquí tenemos un buen criterio para saber cómo andamos de formación, hasta qué punto entendemos el relativismo.

Si la contemplación de nuestro mundo occidental nos produce sentimientos de desconcierto, o de enojo, o de ira, o de responder con las mismas armas, o de miedo, o de inseguridad, nos falta todavía formación. Si en cambio nos produce un sentimiento fundamentalmente de misericordia, de ternura, de penita entonces tenemos los mismos sentimientos de Cristo, estamos entendiendo lo que pasa en este mundo. Se parece un poquito a lo que un padre o una madre sienten cuando tienen un hijo anoréxico o anoréxica o que está simplemente en la edad del pavo, que hace quizá la vida muy difícil, imposible incluso, que es muy irritante, que va a la contra de todo. Pero sí entienden además de procurar ayudarle sentirán ternura por él. O tiene un hijo drogadicto, que está totalmente enganchado, y procurarán ser fuertes con él para poder ayudarle pero no lo consideran un enemigo, sino que no deja de ser su hijo y justamente para eso para situaciones difíciles está ese vínculo familiar irrompible que es la maternidad, la paternidad.

Vamos a pedirle por tanto a la Virgen un corazón así de madre que sea también, porque es una condición de positividad, pase por la formación por la comprensión del mundo que nos rodea, dedicando el tiempo que cada uno pueda a los medios de formación de los que cada uno disponga para la propia lectura del libro, escuchar un post-cast tener una dirección espiritual. Cada uno a su manera, pero es imprescindible crear tiempo, esfuerzo para comprender mundo que nos rodea.

Recordamos en la anterior meditación que la primera tarea que se necesita para tener los  sentimientos de Cristo respecto al mundo que nos ha tocado vivir es la de nuestra propia formación.

Procurar entender ese mundo, sino no podremos amarlo. Pero a continuación, en la medida que se puede, entendemos y amamos ese mundo, hemos de procurar servirle, ayudarle. Servir al mundo significa -no es cualquier cosa- no es combatirlo, esta cultura nuestra se ha caracterizado por el enfrentamiento identitario, por la cultura wok, por el despertar, por la cancelación, por la confrontación de grupos y de ideas.

Bien pues justamente tenemos que salirnos de esa lógica, tenemos que apuntar en primer lugar a la persona, no a los grupos; sino ayudar a cada persona y no a las ideas, sino las experiencias. Estamos en una era de la post-verdad y la discusión y seguramente, por partir del otro, no nos es especialmente interesada y honrada, sino que la verdad se manipula sin ningún rubor a favor de los intereses, por tanto, hemos de pensar cómo ayudar, como servir a este mundo que nos toca vivir. Pero con estas dos premisas, dirigiéndonos a las personas más que los grupos; a cada persona que nos encontramos, y nos encontraremos con alguien bueno y dirigiéndonos a sus experiencias más que a las ideas, es decir, que hoy se necesita más que nunca hacer palpable la fe que se pueda experimentar. Hace unos días acompañé algunos peregrinos a Santiago hacían el camino en bicicleta -yo les acompañaba en el apoyo logístico- y cuando llegamos allí -a Santiago- la tarde en que llegamos caminando por la Rua da Franco no salió encuentro una señorita que nos ofreció una degustación: unas perlas de Santiago, unas almendras  -pues no recuerdo muy bien con que más-, pero fue un detalle muy agradable. Y al día siguiente, después de asistir a la Misa del peregrino, cuando ya nos disponíamos a regresar, alguien propuso comprar algunos recuerdos o algún producto para llevar a sus familias. Nos acordamos entonces de ese establecimiento y fuimos allí y nos atendió una persona extraordinaria, alguien con un verdadero portento, que inmediatamente -desde el minuto uno- empezó a ofrecernos degustación de unos dedalitos recién sacados del frigorífico, como licor de hierbas primero y otros dedalitos, como orujo, también sacados del frigorífico. También distintos de los anteriores como licor de café alternado con tarta de Santiago y otras delicias. Tan exuberante ofrecimiento tuvo como resultado el que nos lleváramos cantidad de cosas. Luego pude comprobar en Instagran -en la cuenta que tienen en Instagran- donde van colgando las fotos de sus víctimas, como no fuimos los únicos ahí estamos nosotros y muchísima gente. Un sitio que vale la pena conocer El Casal Cotton -se llama- y decía la dependienta ante nuestro asombro que ella se comportó así porque sabía que si lo probamos nos lo llevaríamos.

Hoy es el momento en que los cristianos tenemos que tener esta misma política empresarial, ofrecer la degustación de lo que tenemos, porque si es bueno, el mundo se lo llevara, habrá mucha gente que lo aprecie, que pasará por encima de sus prejuicios, de sus ideologías y dirá es verdad esto es bueno y habrá gente que no. Pero después de lo probado justamente esos que se alejen producirán en nosotros, si es verdad lo que ofrecemos, un sentimiento de ternura, de misericordia, no de enfado, no de fracaso,  frustración. Bien esto es todo un desafío porque en esta situación actual es crítica, tanto para unos como para otros, ya lo meditamos antes.

Es una situación insostenible no tiene futuro, pero también a los cristianos nos pone en crisis, es decir, nos obliga a plantearnos si esto realmente es verdadero o no. Todavía mejor, es el momento de la realidad. Verdad es una afirmación sobre algo, en realidad es ese algo de lo que trata la verdad; si yo digo que hoy aquí en Burgos está haciendo un día fresco, tu que me escuchas si no estás en Burgos, te lo puedes creer o no, es verdad. Pero sólo el que estén Burgos lo experimentará, dirá esto es real, lo estoy sintiendo ahora mismo. Estamos justamente en el momento de ayudar al mundo, ofreciéndole en realidad experiencia y que sepa palpar la fe. Y estas experiencias de la fe pueden ser múltiples, pero me quiero fijar muy rápidamente en tres: en primer lugar, la fe se experimenta en el amor de los cristianos, el amor de Dios por cada uno. Se palpa en el amor de el auténtico cristiano que me encuentro en el amor del grupo de cristianos, que no es un grupo identitario,  que acoge a todo el mundo con los brazos abiertos -da igual su pensamiento político, su inclinación afectiva, lo que sea, ama a todo el mundo, en el amor donde el matrimonio cristiano; porque lógicamente los cristianos tenemos derecho a tener una propuesta de amor hombre mujer, de uno con una, para siempre y abierto a la vida. El que quiera probar este producto comprobará que es muy bueno. Y finalmente el amor hacia los más necesitados, el amor de caridad hacia el pobre, el enfermo, el anciano. Si sus amores que nacen de la fe son superiores a los amores convencionales que hay fuera de la fe, entonces producirán una especie de sentimiento o de sensación o de experiencia como la de la flecha que atraviesa el corazón. El corazón se sentirá conmovido y dirá esto es verdad, esto es superior.

Una segunda experiencia de la fe es la de la luz, en los antiguos cómics cuando o uno de los personajes tenían una idea encontraba la solución un problema se dibujaba una bombilla reluciente. Uno puede estar un día paseando en la ducha y de pronto ver la solución a un problema que antes no lo sabía resolver. Esa iluminación, esa luz, esa sensación de ya está, lo he visto. También la produce la fe cuando se arroja esa luz sobre las preguntas existenciales que no responden nadie hoy sobre el sentido de la vida o el sentido de del mal, el sentido del dolor o el sentido de la muerte, o que hay después, si es que hay algo después de esta vida o en qué consiste la felicidad. Estas preguntas que se hace cualquiera, porque son naturales, son espontáneas; no reciben hoy ninguna respuesta lo único que reciben es negación, no existe nada de eso, no existe ningún sentido para esas preguntas, y sin embargo cuando escuchamos la respuesta de la fe, algo dentro de nosotros nos dice; estos verdad, esto es así, encaja perfectamente con los deseos profundos de nuestro corazón, lo que nos dice también nuestra cabeza, es como el zapatito de cristal que encaja perfectamente en el pie de la cenicienta.

Pero no solamente las preguntas existenciales, sino que la fe también ofrece el entorno, el contexto de los progresos de tipo científico, la neurociencia o la antropología o la astronomía o la física, van haciendo constantemente descubrimientos, pero son datos, -son informaciones parciales y especializadas-, y si queremos explicarlo todo a partir de ahí, aquello deja de ser ciencia y pasa a ser ideología. La ciencia es como un balón, un globo de conocimientos que se va aumentando progresivamente, muy rápidamente. Pero justamente en la medida que crece en la frontera el contorno con el misterio también aumenta. En la cabeza y más cosas que la ciencia es incapaz de explicarse hacer nuevas preguntas que solamente en la fe y responde. Ciencia y fe, no pueden entrar en conflictos y cada una de ellas respeta su propio método; es imposible si no si la metaciencia contradice la fe se ha convertido ideología. Si la fe contradice a la ciencia también se cometen en ideología. Cada una tiene sus ámbitos. Recuerdo un economista, luego metido a artista singular, que en uno de sus libros titulada de verdad crees que sólo somos pellejo y huesos, seguramente no. O como aquella novia que le decía su novio materialista si yo soy solamente un manojo de células para ti, entonces no me quieres, está queriendo solo a un pedazo de carne, pero a mí no me estás queriendo. Yo soy mis ideas, mis proyectos, mis convicciones, mi libertad, me autoconciencia.

La luz en segundo lugar. Y en tercer lugar, la otra experiencia de la fe es la contemporaneidad de Cristo, el experimentar como Cristo no es un personaje que se pierde en la historia, sino que sigue vivo; y esto se produce fundamentalmente a través de la liturgia, través de la oración. La liturgia, los sacramentos. En estos días del camino de Santiago encontré un peregrino con el que estuve hablando largo y que me contaba su historia me decía que estaba en el paro, que le acaba de dejar su mujer, que cuando las cosas iban bien pues no se acordaba de Dios, pero cuando le están yendo mal entonces había comprobado como Dios era el único que le entendía y que le ayudaba. Le aconsejé que con motivo de su estancia en Santiago y del año Santo aprovecharse para hacer una buena confesión y me respondió: si, tengo que hacerlo porque no me confesado nunca. Podemos imaginar la alegría de este peregrino. Después de confesarse; 50 años puestos en las manos de Dios y convertidos en misericordia, en perdón, en abrazo; que experiencia única de Cristo. ¡Quien más puede perdonar los pecados de esta manera!, ¡quien más puede reconciliar con uno mismo y con Dios! Y en segundo lugar, además de los sacramentos, en todos ¿eh?, la penitencia, la eucaristía, la unción de los enfermos cuando uno pasa por una situación límite. La oración, y no cualquier oración, sino sobre todo la oración con el Evangelio. Una manera de entrar a las escenas que muestre que Cristo es tan actual hoy como hace 2000 años. Y para ilustrar esto me gusta recordar un cuentecito de Chéjov. Chéjov era agnóstico, pero tenía predilección por este cuento que el tituló el estudiante, es la historia de un estudiante de teología que por vacaciones de semana Santa regresa a casa. Y el Jueves Santo acude a los oficios y el Viernes Santo, en cambio, da un largo paseo. Y de regreso atraviesa la finca en la que en una casita, en el porche se están calentando al fuego una madre y su hija. Se acerca a conversar con ellas y les cuenta algo que conocen bien los tres que es lo que ha escuchado la víspera en el Evangelio de los oficios del jueves la Pasión, y cuando llega al relato de Pedro calentándose al fuego, negando tres veces al Señor, Jesús le mira, y alguien sale y llora amargamente, comprueba que aquella aquellas mujeres -las dos- comienzan también a llorar. Entonces escribe Chéjov: sus lágrimas mostraban que todo lo sucedido a Pedro durante la horrible noche tenía un significado especial para ellas, era evidente que lo que acababa de contar -lo que sucedió 19 siglos antes- guardaba relación con el presente con las dos mujeres, y sin duda también con esa aldea perdida, con el mismo y con la humanidad entera. Si habían llorado no era porque él estuviera dotado de una elocuencia especial, sino porque se interesaba con todo su ser, por lo que había ocurrido en el alma de Pedro, y una súbita alegría agitó su alma. Luego cruzó el río en una balsa y a continuación, tras subir la colina, contempló su aldea natal y el poniente, donde en la raya del ocaso brillaba una luz púrpura y fría. Entonces pensó que la verdad y la belleza que habían orientado la vida humana en el huerto, y el palacio del sumo sacerdote, habían continuado sin interrupción hasta el presente y siempre constituirían lo más importante de la vida humana, y de toda la tierra, que ese estudiante había intuido que de manera misteriosa -en aquellas mujeres- se daba un reflejo, había ocurrido algo semejante a lo de Pedro; una cierta negación, un dolor, un arrepentimiento, una contrición. Algo había ocurrido en esas vidas que él no sabía exactamente qué, pero que se habían visto reflejadas. Esto ocurre en todas las escenas del Evangelio, si sabemos entrar en ellas, descubriremos su contemporaneidad, como estamos ahí nosotros reflejados en aquel suceso es inmortal, eterno. Pasa hoy y me pasa a mí.

Voy a terminar. Estos son los tres productos básicos que estas tres experiencias que  podemos ofrecer a las personas que nos rodean: la experiencia del amor, la experiencia de la luz y la experiencia de Cristo. Lo importante es tenerlas nosotros, si las tenemos las podemos ofrecer humildemente y es posible que alguien los aproveche y otros quizá no, pero como he dicho sentiremos ternura. Entre los 12 a los que el señor envió por ahí estaba Santiago, que fue quien dice la tradición que vino España y Evangelio esta zona y que se encontraban por Aragón muy desanimado por la dureza de los habitantes de esta región, cuando María en carne mortal se le aparece en cambio para consolarle, para confirmarle. María no en balde ha sido resucitada y asumpta al cielo con un cuerpo glorioso; María tiene manos, justamente para esto, para seguir ejerciendo con nosotros el mismo papel de madre que hizo con Santiago, para en este momento histórico que nos ha tocado vivir, en la que la evangelización es singular, es distinta, tenemos que procurar  ponernos ante el Señor y preguntarle sus instrucciones. Y con la ayuda de María, y sobre todo en los momentos difíciles, pues vayamos adelante.

Luis Herrera, youtube.com/ (conversión de hablado- a escrito)

Alejandro M. Gallo

Si analizamos con detalle nuestra atmósfera cultural, comprobamos que estamos rodeados de conspiraciones; incluso podemos avanzar que un inmenso cúmulo de ellas forma parte de nuestras vidas, ya sea en el cine, la narrativa, el discurso político o como método de interpretar la realidad y la Historia. Así, algunos investigadores opinan que: «Un siglo [el XX] en el que las tesis conspirativas pasaron de las minorías a las masas, de ser una leyenda a convertirse en la política de los estados y de sus dirigentes políticos» (Castillón, 2006; 191). A este sentir se suma con fuerza el profesor británico John Molyneux, que defiende una posición equiparable a la mantenida por Castillón: «Desde hace cierto tiempo me he dado cuenta de que, por todas partes y cada vez con mayor frecuencia, aparecen teorías de la conspiración» (Molyneux, 27 de agosto de 2011). No son los únicos, pues filósofos como Karl Mannheim (1943) y Karl Popper (1946), también las estudiaron antes de la Segunda Guerra Mundial; o Richard Hofstadter (1964), en plena Guerra Fría; o los pensadores que han reflexionado sobre ellas después de la caída del Muro, como Fredric Jameson (1995); o después del 11-S, como Peter Knight (2008), Frank Furedi (2007), Timothy Meiller (2003), Michel Collon (2016) o Alexander Cockburn (2006). A estos se unen escritores de la talla de Don DeLillo, Tomas Pynchon, Norman Meiller, David Foster Wallace y hasta Philip K. Dick con sus distopías tan actuales, que convirtieron las conspiraciones, o más exactamente las Teorías de la Conspiración (TdC, en adelante), en tropos de su literatura. De tal manera que para entender este fenómeno que invade la atmósfera cultural, y que ha cristalizado en algunos casos como una forma de analizar la Historia o de interpretar la realidad, abordaré el estudio de las TdC de una forma completa; es decir, desde tres campos de investigación: el analítico, el histórico y el crítico.

Antes de continuar debemos detenernos un instante, pues es necesario definir lo que se entiende por TdC en este trabajo. La mejor forma de definir las TdC es localizar lo que verdaderamente no son, para evitar desde el comienzo cualquier confusión: en primer lugar no son conspiraciones penales, para delinquir, que ya existían desde que Bruto, Casio y Trebonio se confabularon para matar a César, y que vienen definidas en el Código Penal, art. 17.1: «La conspiración existe cuando dos o más personas se conciertan para la ejecución de un delito y resuelven ejecutarlo». En segundo lugar tampoco nos referimos a las conspiraciones domésticas, las que englobarían desde una fiesta sorpresa de cumpleaños a las que sufrimos u organizamos con compañeros o amigos. Las características comunes de las conspiraciones citadas es que son falibles y limitadas en el tiempo y en el espacio (Patán, 2006). A las que añado la causalidad, ya que es prácticamente imposible que se conciban este tipo de conspiraciones por azar o accidente.

De esta manera, eliminadas las conspiraciones criminales y domésticas, las conspiraciones a las que me refiero son las Grandes Teorías de la Conspiración, como se han denominado de forma pomposa.

El término conspiración es grandilocuente y evoca imágenes de conjuras de poderosos y tramas de alto nivel […]. Término conocido, ubicuo en otros tiempos, si bien lo suficientemente escurridizo como para que su explicación se nos escape en una apabullante marea de significados. Es complicado alcanzar una definición satisfactoria sin apoyarnos en las habituales muletillas mediáticas o sin recurrir a los estereotipos que la industria del entretenimiento nos lleva ofreciendo desde su popularización (Díaz, Óscar, 2013).

Hacen referencia a un plan urdido por un grupo que mantiene ocultas sus intenciones y acciones, con el fin de conseguir ventajas de orden político, económico o social. Así, nos hablarán de la invasión de extraterrestres para apoderarse del mundo; de los secretos que los gobiernos nos ocultan sobre los atentados del 11-S o del 11-M; la teoría de que el hombre nunca pisó la Luna; el SIDA como creación en laboratorios para aniquilar a la población homosexual; los Illuminati; los supuestos contubernios judío-masónicos; el Priorato de los Sabios de Sion; la conspiración para dominar el mundo por los ricos en el Club Bilderberg o cualquier otra menos conocida [1]. Todas ellas existen en nuestra atmósfera cultural sin que se haya llegado a un acuerdo sobre qué función cumplen, cómo nacieron, o a quién y para qué sirven. El medio en el   que se desarrollan es la posmodernidad o globalización, entendida como último estado conocido del modo de producción y distribución económico, caracterizado por el consumismo, las nuevas tecnologías, los medios de comunicación de masas,  las redes sociales, el movimiento instantáneo de capitales, el pastiche, el simulacro, el control del tiempo libre por parte de la industria del entretenimiento, las fake-news y la posverdad [2]. Todas esas características del momento actual son las que permiten que se conviertan en virales, peculiaridad novedosa respecto a épocas pasadas. Y lo único que sabemos con certeza es que ninguna se ha cumplido en la realidad [3].

Frente a las conspiraciones reales que eran falibles y limitadas en el espacio y el tiempo; las TdC, siguiendo a Daniel Pipes (1997), se asientan sobre la certidumbre de que las apariencias engañan; de que las conspiraciones son el motor de la Historia; que nada ocurre al azar, pues todo está dirigido [4]y, al final, en sus relatos, el agente conspirador siempre gana a lo largo de la Historia, donde la fama, el poder, el dinero o el sexo son su late motiv. Julio Patán (2006) se expresa de forma similar al considerar que todas los constructos conspirativos presentan un mundo ordenado y dirigido, donde no hay hueco para el azar; también considera que liberan a sus seguidores de responsabilidades, tanto individuales como colectivas; piensa de ellas que son creencias simples, maniqueas, donde siguen existiendo buenos y malos en la Historia; añade que poseen una carga milenarista, pues consideran que todo ha de subordinarse al fin supremo, pues el destino de la humanidad se encuentra en juego; y, por último, se considera a los conspiradores todopoderosos y hábiles.

En este bloque de conspiraciones las hay inocuas y curiosas, por citar algunas: el plan mundial para ocultar que la tierra es plana [5]; la conjura mundial y eterna de los Illuminati o la creencia de que el alunizaje del Apollo 11 en la Luna fue un montaje para ganar la carrera espacial a la Unión Soviética. En un segundo bloque, podemos situar aquellas que han sido rentables políticamente: «aceptadas por […] la población y formaron parte de la legitimación de opciones políticas. Que la conspiración hubiese existido no importaba, era un modo plausible de justificar una política» (Broncano, 2019; 184). Un ejemplo lo tenemos en las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde Donald Trump se unió a la teoría de que Obama había nacido en Kenia y era proislamista radical. El tercer bloque lo formarían las TdC dañinas que han conducido a masacres, suicidios rituales o genocidios. Las TdC, pues, varían desde la inocencia, las usadas como instrumento de rentabilidad política y las dañinas para la integridad del ser humano. Son estas últimas el verdadero objeto de este estudio.

TDC Dañinas

Cuando analizamos los discursos y justificaciones de su supuesta legitimidad, los dictadores de todas las épocas parecen poseer manuales que contienen alguna conspiración como pilar básico sobre el que se sustenta la ideología de su régimen. A este respecto:

«[L]as dictaduras usan la noción de conspiración universal como arma. Durante los primeros diez años de mi vida, fui educado por fascistas en la escuela, y usaban la conspiración universal.» (Eco, ABC; 28 de abril de 2015).

La conspiración universal que utilizaba el fascismo italiano era que los ingleses, los judíos y los capitalistas estaban complotando contra el pobre pueblo italiano. Esta cuestión la cimentó Umberto Eco en su discurso el 24 de abril de 1995 en la Universidad de Columbia, New York, Ur-Fascismo [6], donde enumeró y desarrolló catorce puntos comunes, «síntomas» los llamó, a todas las argumentaciones que utilizaban las diferentes variantes en ese fascismo internacional: «en la raíz de la psicología Ur-Fascista está la obsesión por el complot, posiblemente internacional» (Eco, 1995; 6º síntoma). También nos explicará cómo consiguieron que él interiorizara esa conspiración siendo niño: «me enseñaban que los ingleses eran “el pueblo de las cinco comidas”: comían más a menudo que los italianos […]. Los judíos son ricos y se ayudan mutuamente gracias a una red secreta de recíproca asistencia» (Eco, 1995; 7º síntoma). Eso en cuanto al fascismo italiano, en el caso del franquismo en España se fustigó al pueblo español con la cantinela de un complot marxista judeo-masónico para destruir España, que culminó en plena Guerra Civil, en la zona nacional, con la primera disposición contra la masonería el 15 de septiembre de 1936, que en su art. 1 decía: «La francmasonería y otras asociaciones clandestinas son declaradas contrarias a la ley. Todo activista que permanezca en ellas tras la publicación del presente edicto será considerado como crimen de rebelión».   A partir de ahí comenzaron las masacres, como reflejaba la prensa afín, al hablar de operaciones represivas en Granada por esa época:

[...] se apoderaron de los ficheros de las dos logias masónicas que existían en la capital e hicieron prender a todos los masones. En camiones los trasladaron al vecino pueblo de Viznar, donde fusilaron a los venerables, y después de tener encarcelados varios días a todos los demás los condujeron al campo y les obligaron a cavar sus propias sepulturas, tan pronto las terminaban eran muertos a tiros... (ABC, 23 de septiembre de 1936).

Más tarde, en marzo de 1940, se aprobó la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo, pero ya de aplicación a todo el territorio nacional. Aún en 1975, en el último discurso del general Franco desde el Palacio de Oriente, seguía culpando de todos los males a la conspiración masónica-izquierdista. Si en Italia el enemigo fueron los ingleses y los judíos; en España, los masones y marxistas. Antes que ellos, en la Unión Soviética, el estalinismo ya había seguido el mismo rumbo señalando a Trotsky, Zinoviev, Kamerev y Bujarin [7] como los cabecillas de otro constructo conspirativo que denominaron «enemigos del pueblo». Lo que sirvió a Stalin de caparazón justificativo de la represión sanguinaria después del asesinato de Kirov:

Este término [«enemigo del pueblo»] hizo automáticamente innecesario que los errores ideológicos de los hombres expresados en una controversia se comprobasen; este término hizo posible que se causasen los más crueles métodos de represión, violándose así todas las normas de legalidad revolucionaria, cada vez que alguien estaba en desacuerdo con Stalin o que se sospechaba en él una intención hostil o debido simplemente a que tenía una mala reputación» (Khrushchev, 1965; 31-34).

Este término condenó en la Unión Soviética [8], desde 1934 hasta la muerte de Stalin, a casi 400.000 personas al exilio o al Gulag y 44.000 al pelotón de fusilamiento, lo mismo ocurrió en el Ejército Rojo, con casi 40.000 efectivos purgados.

El caso más paradigmático lo encontramos en la Alemania nazi, pues justificó el genocidio sobre la obra Los protocolos de los Sabios de Sion, que fue un panfleto falsificado por la policía secreta del zar y publicado en 1902 para justificar los pogromos contra los judíos. Este texto lo consideraban la prueba de la existencia de un complot mundial, con el objetivo de controlar la Tierra por parte de un grupo de poderosos banqueros y políticos judíos. De ahí que la raza aria tenía el deber de aniquilar a una raza inferior para salvar al mundo de sus intenciones de controlarlo, como decían Los protocolos... A este respecto, «Goebbels conocía su origen [falsificado], pero eso no importaba: Hitler lo creía a pies juntillas y bastó para poner en marcha el Holocausto» (Broncano, 2019; 184).

El análisis de las TDC

Las TdC han existido desde Homero, que en sus obras nos narraba las aventuras de los seres humanos para escapar de las conspiraciones tejidas por los dioses, los cuales tampoco podían sustraerse al destino. De esta manera el destino no dejaba de ser una forma de conspiración ajena a los seres humanos. Más tarde, toda la narrativa latina tampoco se pudo sustraer a esa concepción del destino, factum lo llamaron. Virgilio fue de los primeros autores latinos que utilizó el concepto de factum en su obra la Eneida. En el transcurso de los siglos, las conspiraciones y los agentes conspiradores fueron cambiando; desde los demonios y las brujas en la Edad Media a los masones, marxistas o anarquistas a finales del siglo XVIII, hasta desembarcar en el Estado moderno como conspirador al que siempre se apelará desde el siglo XIX. Sin embargo, no se produjo un estudio específico de las TdC hasta que los campos de exterminio mostraron al mundo a dónde podían conducir el uso de conspiraciones que nunca habían existido.

1º-          Analistas anteriores a la Guerra Fría

Los dos primeros filósofos que abordaron con cierto rigor las TdC fueron Karl Mannheim y Karl Popper. Ambos habían visto nacer el régimen nazi en Alemania y habían sufrido su posterior evolución, hasta que tuvieron que exiliarse. El primero  en analizarlo fue Mannheim, profesor en la Universidad de Frankfurt hasta 1934, que comprendió los efectos del régimen nazi antes de que el mundo conociera sus horrores. Así, en 1943, desde su exilio en Inglaterra escribió Diagnostico de nuestro tiempo, la primera obra que analiza el nacimiento y los efectos de los constructos conspirativos elaborados desde el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) sobre la población. En primer lugar, considera que Hitler despliega una conspiración muy medida sobre la población ―estrategia nazi, lo denominará―, cuya maniobra consistía en:

Al individuo no se le trata como una persona, sino como miembro de un grupo social determinado. De esa manera, la mejor forma de influir sobre una persona es hacerlo sobre sus vínculos sociales; siempre teniendo en cuenta que cada grupo tiene sus propias tradiciones, prohibiciones y peculiaridades formas de expresión que hay que tener en cuenta. Mientras esos grupos estén intactos, son un cobijo, un soporte y una guía de conducta para sus miembros (Mannheim, 1961; 132).

Después de ese inicio, Hitler pasa a la desorganización sistemática de la sociedad, y de esa manera se destruye la resistencia del individuo mediante la desorganización de los grupos a los que pertenece, ya que considera que el nazismo «sabe perfectamente que un hombre desvinculado de su grupo es como un cangrejo sin caparazón» (Mannheim, 1961; 132). Esta desorganización del contrario ha de ser rápida y violenta, sin posibilidad de respuesta en contra [9]. En tercer lugar, estos dos puntos sólo tendrán éxito si se consigue construir nuevos grupos que promuevan conductas aprobadas por el partido. Finaliza con un cuarto punto, que Mannheim denomina Quislings [10], nombre genérico por el que designa un método para poner de su parte a la oposición política y también a los inadaptados y fracasados sociales, al lumpen. Completada esta cuarta fase, la víctima se encuentra a su merced, pero aún evita el ataque directo y sigue prefiriendo la desmoralización desde dentro: «se propagan rumores, se crean temores, se azuza unos contra otros a los grupos rivales y, por último, se administra la conocida mezcla de promesas y amenazas» (Mannheim, 1961; 133). Llegados a este punto, el nazismo tenía a los sujetos rendidos ante él y la explicación psicológica sería:

«el hombre abandonado a sí mismo no puede ofrecer resistencia» (Mannheim, 1961; 134). Destruir el grupo deja al individuo sin lazos con la sociedad, ni de amistad ni de confianza, la ruptura de esos vínculos le convierte en un ser impotente. Llegados aquí, al sujeto no la queda más que elegir entre el martirio o el Nuevo Orden que comienza, cuyos elementos son: el Fürher, como caudillo de la sociedad; el terrorismo del NSDP sobre la sociedad o el terrorismo de Estado; y la creación de un chivo expiatorio, «buco emisario» lo llama Mannheim. El objetivo al señalar ese buco emisario será doble: liberar a la comunidad de cualquier sentimiento de culpa e impedir que cualquier hostilidad se vuelva contra los dirigentes. Así, los judíos se convirtieron en el buco emisario del III Reich, ellos eran los causantes de las desgracias que afligían al mundo, pues tramaban una conspiración desde los tiempos inmemorables para dominar al resto de la humanidad, cuestión documentada, según ellos, en los Protocolos de los Sabios de Sion. Esta manipulación de las masas lo consiguieron los nazis con «técnicas sociales»¸ es decir, «el conjunto de métodos que tratan de influir la conducta humana y que en las manos del gobierno operan como un medio de control social singularmente poderoso […] esta eficacia fomenta la dominación minoritaria» (Mannheim, 1943;  10). Las mismas enlazan hoy en día con los mecanismos nacientes de las sociedad de consumo y que la publicidad extendió a todas las esferas sociales usando estrategias de explotación similares. Broncano (2019) va a identificar las «técnicas sociales» de Mannheim con la actual «’ingeniería social de la comunicación’ que ha provocad  la transformación del entorno cultural, informacional y epistémico de la política, economía y sociedad contemporánea» (Broncano, 2019; 129). Ambas, técnicas sociales e ingeniería social de comunicación, operan como instrumentos para manipular las emociones de las masas y «poner bajo control público procesos psicológicos que se consideraban antes enteramente personales» (Mannheim, 1943; 11). El esquema de la «estrategia nazi» empleado por Hitler, fue asumido por el resto de dictadores, tanto por los que ya existían entonces ―Franco, Mussolini, Stalin y Salazar― como por los que vinieron después. Lo único que cambiaba era el sujeto o colectivo que ejercía de «buco emisario».

El segundo filósofo que abordó con rigor el estudio del uso de las conspiraciones fue Karl Popper en su libro La sociedad abierta y sus enemigos, escrito en 1945. Popper conoció  tres mundos que se iban a enfrentar con el paso de los años: el primero fue  el judaísmo y sionismo por su origen familiar, al que siempre criticó; el segundo, el marxismo, que le resultó cercano porque desde 1923 a 1933, la izquierda política dominaba Viena al ganar las elecciones el Partido Socialdemócrata Obrero Austriaco, lo que se vino a denominar la Viena Roja (Rotes Wien); y, tercero y último, después de 1933, con el ascenso de Hitler al poder en Alemania y la instalación de un régimen fascista en Austria, Popper vivió las consecuencias en primera persona. Así, en su obra critica lo que llama nacionalismos de todo tipo ―sionismos, marxismos y fascismos― y centra su estudio de las TdC o constructos conspirativos. Estas dos cuestiones son su ataque directo al historicismo, como creencia de que la historia humana sigue leyes y tendencias regulares y cognoscibles, de lo que derivan que el papel de las Ciencias Sociales y/o la Filosofía es encontrar esas leyes para predecir el curso de la historia. Esto le permite establecer paralelismos entre «el pueblo elegido» ―sionismo y la mayoría de los nacionalismos conocidos, incluido el norteamericano― con «la clase elegida» ―marxismo, anarquismo y otros teorías del socialismo utópico― y «la raza elegida» ―nazismo y otras tendencias del supremacismo―. El historicismo es la verdadera bestia a batir por Popper, pues considera que está presente en todas esas ideologías que dominaban el mundo de forma tiránica, asesinando y convirtiendo lo que les rodeaba principalmente en un gran campo de reclusión y de exterminio. Así, la dedicatoria de su obra La miseria del historicismo, escrita en 1961, es toda una declaración de intenciones, después de que los nazis matasen a un alumno suyo, Karl Hilferding:

«En memoria de los incontables hombres y mujeres de todos los credos, naciones y razas que cayeron víctimas de la creencia fascista y comunista en Leyes Inexorables del Destino Histórico» (Popper, 2015; 3). Esas Leyes Inexorables del Destino Histórico, como las denomina en la dedicatoria, son las que el historicismo cree que existen en la Historia y la rigen por encima de la voluntad de los seres humanos. De tal manera que los defensores de ese historicismo «creen haber descubierto ciertas leyes de la Historia que les permiten profetizar el curso de los sucesos históricos» (Popper, 1994; 17). Esas profecías históricas se hallan fuera del radio del método científico, pues el futuro  solo depende de nosotros mismos y nosotros no dependemos de ninguna necesidad histórica. El objetivo principal de todo historicismo será: «aligerar a los hombres del peso de sus responsabilidades» (Popper, 1994; 18). Popper encuentra el origen en Homero, que consideraba la Historia como un producto de la voluntad divina, cuyo destino final se mantenía en secreto para la mayoría de los seres humanos, excepto para los oráculos que podían interpretar las señales. Luego la Historia y la realidad  se rigen por «fuerzas ocultas entre bambalinas» (Popper, 1994; 26). Relacionado con el historicismo se encuentran las TdC, pues considera que éstas son anteriores a aquél e influyeron en su nacimiento. De esta manera nos dejó escrito que: « una teoría ampliamente difundida pero que presupone lo que es, a nuestro juicio, el opuesto mismo del verdadero objetico de las ciencias sociales: nos referimos a lo que hemos dado en llamar teoría conspirativa de la sociedad [11]» (Popper, 1994; 280).

Lo que subyace en todas las TdC es que: «Todo lo que ocurre en la sociedad ―especialmente los sucesos que no gustan a la gente: guerras, pobreza, paro, miseria, epidemias, etcétera― es el resultado del plan directo de algunos individuos y grupos poderosos» (Popper, 1994; 280). Esta cuestión la mantiene en el tiempo y en diferentes obras, así la encontraremos cronológicamente en la página 280 de La sociedad abierta y sus enemigos, escrita en 1945, y la conserva en la página 409 de Conjeturas y refutaciones, que es de 1963, y revisada por él mismo en  1972. Más adelante va a defender que   las TdC son anteriores al historicismo y que «la forma teísta [del historicismo] es un producto derivado de la TdC. En sus formas modernas es un resultado típico de la secularización de una superstición religiosa» (Popper, 1994; 280). Es una conclusión parecida a la que llegarán ciertos antropólogos que consideran las TdC como pensamiento mágico secularizado. De ahí que «los fenómenos sociales se explican cuando se descubre a los hombres o entidades colectivas que se hallan interesados en el acaecimiento de dichos fenómenos, y que han trabajado y conspirando para producirlo» [12] (Popper, 1994; 280). Los dioses grecolatinos han desaparecido y han sido sustituidos por hombres o grupos misteriosos y muy poderosos, casi divinos: los sabios ancianos de Sion, los monopolistas, los capitalistas o imperialistas, los masones, las brujas y diablos, etcétera; es decir, una cadena de siniestros grupos cuya perversidad es responsable de los males que sufrimos.

Karl Popper definió las TdC como  discursos  cerrados  y  autoafirmativos,  por lo que no son científicas, ya que no pueden ser falsables y se presentan como irrefutables, una característica para Popper acientífica. A esto adelantó para el resto de investigadores cinco pilares comunes sobre las que se sustentaban. Así, podemos enumerar como primera característica que existen una serie de fuerzas ocultas que manejan nuestro destino, ocultas detrás de las cortinas del escenario del mundo. La segunda sería que todo lo que ocurre, principalmente lo relativo a nuestras desgracias, es el resultado de los planes de individuos y grupos poderosos, por lo que todo lo que sucede es intencionado, es causado, y no deja lugar al azar ni al accidente ni a    la casualidad. La tercera, que se consideran infalibles e ilimitadas en el tiempo y en  el espacio; es decir, se presentan como universales e infalibles, cuando las realmente existentes han sido falibles y limitadas en el tiempo y el espacio. La cuarta es que toda TdC permite a los creyentes y dirigentes sociales que las crearon, descargarse de la responsabilidad que pudiera recaer sobre ellos. Y la última, que todas las TdC no dejan de ser la secularización de una superstición religiosas; o sea, las TdC descienden del pensamiento mágico secularizado. Umberto Eco, setenta años después, escribió sobre la vigencia de las enseñanzas de Popper respecto a las TdC:

Hay muchas conspiraciones pequeñas […]. Pero la paranoia de la conspiración universal es más poderosa porque es eterna. Nunca se puede descubrir porque no se sabe quién participa. Es una tentación psicológica de nuestra especie. Karl Popper escribió un excelente ensayo sobre eso, donde dijo que empezó con Homero. Todo lo que pasa en Troya fue planeado la víspera en la cima del Olimpo por los dioses. Es una forma de no sentirse responsable de algo (Eco, ABC, 28 de abril de 2015).

Karl Popper, al igual que Mannheim, abordó las TdC desde el nacimiento del fascismo y el nazismo, así como las secuelas de los campos de exterminio nazis. Setenta años después de sus conclusiones, el número de incondicionales es legión. Citaremos al magnate George Soros que ha creado una fundación basada en los principios expuestos por Karl Popper, la Open Society Foundations, o el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa14 que ha manifestado varias veces su adhesión a las tesis del filósofo, o el filósofo italiano Umberto Eco que, en lo que respecta a las TdC, considera a Popper como un referente.

2º-           Las investigadores de las TdC hasta el final de la Guerra Fría

En plena Guerra Fría, considero que Richard Hofstadter y Fredric Jameson fueron los pensadores que mejor abordaron las TdC; el primero desde el punto de vista de los elementos del discurso político y el segundo desde el análisis de la cultura y sus expresiones. Comenzaremos por Hofstadter, que fue seguidor de Max Weber, Sigmund Freud, Karl Mannheim y la Escuela de Frankfurt, recibió dos veces el premio Pulitzer: la primera en 1956 por The Age of Reform, y la segunda en 1964 por Ant-Intellectualism in American Life. Su análisis del pensamiento conspiranoico de la política americana, lo dejó reflejado en The Paranoid Style in American Politics and Other Essays y en «The Paranoid Style in American politics», publicado en Harper´s Magazine, en Noviembre de 1964. Este ensayo, el primero donde exponía sus ideas, nacía en un momento crítico de la política norteamericana: por un lado, el reciente magnicidio del presidente   John F. Kennedy y el aluvión de TdC que surgieron por doquier sobre el mismo; por otro, el estilo de debate y polémica que se dio el candidato de los republicanos, Barry Goldwater [13], cuyo estilo de discurso lo tenía muy reciente Hofstadter, pues Goldwater se presentaba a las elecciones presidenciales de 1964. Richard Hofstadter analizó las TdC que nacieron en su tiempo, desde el magnicidio de John F. Kennedy a la creencia de que el ataque de Pearl Harbor pudo haber sido un hecho conocido por Franklin Delano Roosevelt y no se actuó; pasando por el nacimiento de John Birch Society, una de las sociedades ultraderechistas que usan las conspiraciones como interpretación de lo real y motor de la Historia; las constantes conspiraciones, reales e imaginarias, de McCarthy o de Robert H. Welch; o la retórica citada del aspirante republicano a la presidencia, Barry Goldwater. De esta manera, Hofstadter pudo comprobar la influencia política que puede conseguir una minoría, incluso un grupúsculo, cuando apela a las animosidades y pasiones. Aunque no es un estilo del todo nuevo ni centrado en exclusiva en la extrema derecha, Hofstadter parte de que esa posición política es el origen de ese estilo, que él denominó «estilo paranoico» porque no encuentra: «otra palabra que evoque adecuadamente el exagerado acaloramiento, la desconfianza y la fantasía conspirativa que tengo en mente» (Hofstadter, 1964; 77). También quiso dejar claro que el empleo de ese término nada tenía que ver con un sentido clínico y enfatiza que «tiene más que ver con la forma con que se defienden estas ideas que con la verdad o falsedad de las mismas» [14] (Hofstadter, 1964; 77).

En sus ensayos explora la influencia de las TdC en los movimientos de descontento a lo largo de la historia estadounidense. Nos muestra la paranoia política de sus dirigentes y élites contra las Luces. «Intelectualidad subversiva» se vino a denominar a los seguidores de los principios de la Ilustración, que Hofstadter abordó en el ensayo que ganó el Pulitzer en 1964, Ant-Intellectualism in American Life. También dirigió sus críticas contra las construcciones conspirativas en las que implican a la francmasonería, al reflejar la desconfianza ante las uniones de gremios, corporativas, pues se refieren a ellas como corporaciones subversivas. En resumen: para Richard Hofstadter el origen del pensamiento conspiratorio, del estilo paranoide, se encuentra en la extrema derecha, pero se ha instalado en casi todas las tendencias políticas; ya que apela a animosidades y pasiones, se olvida de la razón, emplea un excesivo acaloramiento y desconfianza, y no tiene que ver con un sentido clínico, sino con la forma que se defienden las ideas, independientemente de su veracidad. Así, el objetivo de Hofstadter será:

[E]stoy interesado en comprender nuestra psicología política a través de nuestra retórica política. El estilo paranoico es un fenómeno antiguo y recurrente en nuestra vida pública que frecuentemente se ha relacionado con sospechosos movimientos de descontento» (Hofstadter, 1964; 77).

Hofstadter considera que hay dos elementos que van a perdurar en el discurso conspiranoico: primero, la defensa de la economía nacional frente a la apertura de mercados o cualquier institución internacional, sesgo de políticas de extrema derecha que se ciñen al marco estricto del estado nacional nacido en el siglo XVIII; lo segundo, una visión de la Historia como producto de las conspiraciones, la historia detrás de la Historia, «entre bambalinas», como apuntaba Popper.

No sólo será Goldwater quien empleará esa retórica, también se podía observar constantemente en el senador Joseph McCarthy y su caza de brujas. Así, en su alegato ante el Comité de Actividades Antinorteamericanas presentó esa gran conspiración:

[La situación política] es el resultado de una conspiración a tan gran escala que toda la historia precedente del hombre queda empequeñecida. Una infame conspiración tan oscura que una vez descubierta sus promotores será siempre merecedores de las maldiciones de todos los hombres honestos» (McCarthy, 1951).

Hofstadter defiende el origen de este estilo desde la fundación de los Estados Unidos como estado independiente, pues la conspiración será una seña de identidad del nuevo pueblo que se constituía como nación. Se construye defendiéndose de elementos conspiradores que quieren impedir su independencia y el éxito como Estado-nación. Muestras de eso las encuentra en los discursos de diferentes movimientos políticos, sociales y económicos a lo largo de los años con una serie de agentes conspiradores comunes: el iluminismo y la masonería serán considerados como eternos conspiradores contra los buenos ciudadanos temerosos de Dios; también el Papa y los jesuitas serán agentes conspiradores que pretenden socavar los principios protestantes de su cultura y joven nación; la creencia entre algunos portavoces del abolicionismo que consideraban que la nación estaba sometida a una conspiración de los dueños de esclavos; en los textos alarmistas contra determinadas sectas o proveniente de éstas mismas; el movimiento contra el Billete Verde [15], movimiento contra la Reserva Federal, que reflejaba una defensa del Estado frente a la Unión, ya que el billete reflejaba el poder de un ente superior al municipio, condado o estado; y por último, algunos populistas que construyeron una supuesta conspiración de los banqueros internacionales y los fabricantes de armas en la I Guerra Mundial contra los Estados Unidos.

A partir de aquí, Richard Hofstadter nos introdujo en las propias tripas de las TdC mostrándonos una serie de personajes comunes: la figura del iluminado o elegido o portavoz paranoide, el intérprete de signos o indicios, que se comporta como un oráculo [16]; y la otra figura será la del renegado o el agente doble, que permite informar desde dentro de la conspiración de los movimientos e identidad de los agentes conspiradores [17]. Así mismo, nos mostrará otra característica en el relato conspiranoide: el lenguaje pedante en sus textos, que adoptan la maniobra de presentar una colosal bibliografía, con infinidad de notas a pie de página y una erudición inusitada. Y considera que McCarthy fue pionero:

Las 96 páginas del folleto de McCarthy […] contiene no menos de 313 referencias […]. El movimiento de derechas de nuestro tiempo es un desfile de expertos, grupos de estudio, de monografías, notas al pie y extensa bibliografía. A veces, la búsqueda de profundidad académica y una visión inclusiva del mundo por parte del ala derecha tiene consecuencias alarmantes: el señor Welch, por ejemplo, denunció que la popularidad de la obra de Arnold Toynbee era consecuencia de un complot por parte de la Sociedad de los Fabianos y varios miembros del establishment angloamericano liberal, con la finalidad de eclipsar el trabajo mucho más esclarecedor y veraz de Oswald Spengler (Hofstadter, 1964; 82).

Así, a todas las características citadas anteriormente hay que añadir el estudio por primera vez de la argumentación conspiranoica, que Hofstadter la encuentra repleta de sesgos y falacias: primero con los sesgos de confirmación y de atribución; luego las falacias de la «inversión de la carga de la prueba» o ad-ignorantiam empleada por McCarthy y el fiscal Garrison; después, las Post hoc ergo propter hoc y Cui Protest?

A Richard Hofstadter he de sumar los estudios de Fredric Jameson respecto a las TdC, principalmente en The geopolitical aesthetic (1992), donde acuñó para su análisis el concepto de mapeo cognitivo o cartografía cognitiva, como la forma rudimentaria de interpretar la realidad por parte de los constructores y de los creyentes en TdC. Hofstadter, como expuse, había avanzado en el estudio de las TdC el análisis de su retórica grandilocuente, del uso de los sesgos y de las falacias para defender esos discursos cerrados y autoafirmativos. Además de mostrarnos cómo se podían convertir en una forma identitaria en la construcción de una nación, nos señaló el uso como defensa contra enemigos internos y externos, que se convertirían en los bucos emisarios. Ahora, Jameson lo desplaza más allá de las fronteras norteamericanas y del discurso político de la extrema derecha, para defender que las nuevas técnicas de comunicación, en esa avalancha de información y desinformación, habían convertido las TdC en una forma básica, rudimentaria de analizar la realidad, en una técnica de mapeo cognitivo o cartografía cognitiva.

Esta técnica la recogió Jameson de la psicología social y experimental de Edward Chace Tolman, Universidad de California-Berkeley, al comienzo de la Guerra Fría, siendo ese mapeo cognitivo el medio por el cual las personas procesan su entorno, resuelven sus problemas y utilizan la memoria. Más tarde, el arquitecto Kevin Lynch trasladó ese mapeo cognitivo del laboratorio a la ciudad, principalmente en The imagen of the City (1960). Lynch partía de que cuando estalló la explosión demográfica, la ciudad se convirtió en un monstruo de dimensiones inabarcables, impersonal y alejado de   la escala humana del paseante. Como alternativa se imaginaba ciudades de tamaño más reducido e integrada en el entorno rural o, en el caso de ciertos sociólogos de la Escuela de Chicago[18], la vida en el barrio como alternativa. Lynch concretó en su obra la posibilidad de sentir con rapidez que la ciudad estaba bajo nuestro control. Los psicólogos sociales sustituirán la ciudad por la realidad, por lo que para ellos el mapeo consistirá en sentir con rapidez que es la realidad la que está bajo control, como un túnel de la mente que busca el mínimo esfuerzo [19]. Así, las teorías de Kevin Lynch sobre el urbanismo tuvieron una repercusión en psicología social con su ya clásica distinción de los elementos de la imagen urbana (sendas, hitos, mojones, límites y barrios) [20], en esa metáfora del recorrido que nos haga sentir que tenemos la ciudad controlada. Después, los psicólogos sociales sustituyeron la ciudad por la realidad al completo, por lo que los elementos urbanos de Lynch pasaron a formar parte de la investigación psicológica de los mapas cognitivos. De tal manera que lo importarte no es estar, sino transitar, entrar para salir, llegar para marcharse. Se diría que su ciudadano ejemplar fuese el taxista, que recorre la ciudad incansablemente sin llegar nunca a sitio alguno, sin detenerse, sin entrar en ningún lugar. Años más tarde, Roger M. Downs y David Stea procedieron a divulgar las ideas de Lynch en Imagen and Environment (1973) y Maps in Minds: Reflections on Cognitive Mapping (1977) y lanzaron el nuevo concepto de behavioral setting, «ajustes de comportamiento», en un diálogo del diseño arquitectónico con las ciencias del comportamiento. De ahí la importancia del mapeo cognitivo para ellos, que lo definirían de la siguiente manera:

El mapa cognitivo es un constructo que abarca aquellos procesos que posibilitan a la gente adquirir, codificar, almacenar, recordar y manipular la información sobre la naturaleza de  su entorno. Esta información se refiere a los atributos y localizaciones relativas de la gente y los objetos del entorno, y es un componente esencial en los procesos adaptativo y de toma de decisiones espaciales (Downs y Stea; 73; 312).

El sujeto de estudio de Downs y Stea será el hombre desplazándose en la ciudad o moviéndose en el mundo guiado en todo momento por sus imágenes perceptuales, que constituye un hecho real de la vida cotidiana, presentándonos un ser humano con capacidad limitada para fijar información, así como con tiempo también limitado para tomar decisiones, en una tendencia humana irrefrenable a construir esquemas y categorías de reducción. Después de las investigaciones citadas de Tolman, Lynch, Downs y Stea, Fredric Jameson recogió sus aportaciones y utilizó el concepto de mapeo cognitivo como un método cognitivo, que comprende un conjunto de herramientas simbólicas, estrechamente relacionadas, adecuadas para una representación esquemática del conocimiento. Teniendo esto en cuenta, Jameson usará el término   de mapa cognitivo al referirse a los constructos conspirativos en el mundo actual, principalmente en su obra La estética geopolítica, aunque ya en El posmodernismo y la lógica cultural nos adelantaba:

De esta manera retomo mi argumento principal, de que esta última mutación del espacio ―el hiperespacio moderno― al fin ha logrado trascender las capacidades del cuerpo humano individual para ubicarse, para organizar mediante la percepción sus alrededores inmediatos,  y para encontrar su posición mediante la cognición en un mundo exterior del cual se pueda trazar un mapa. Y ya he señalado que este alarmante punto de disyunción entre el cuerpo y su ambiente construido… puede erigirse en el símbolo y la analogía de ese dilema aún más agudo que consiste en la incapacidad de nuestras mente, al menos por el momento, para trazar el mapa de la gran red global multinacional de las comunicaciones descentralizadas en que nos encontramos atrapados como sujetos individuales [21] (Jameson, 1991; 97).

Su posición, pues, respecto a las TdC hay que enmarcarla dentro de los estudios que realiza sobre la posmodernidad [22]. Parte de que vivimos en un modo de producción que se identifica con el capitalismo tardío [23], que es su economía política, de ahí surge una forma cultural que le es propia, a la que denomina posmodernidad, con una serie de características nuevas respecto a la etapa precedente. En la época previa al fin de la Guerra Fría, el cine era el arte por excelencia de esa posmodernidad, principalmente porque en su interior habían desaparecido las precarias distinciones entre gran arte   y arte menor. Del análisis de varias películas cuyo eje principal era la conspiración, van a surgir sus argumentos sobre las TdC. Así, partiendo de las conclusiones, que podríamos denominar clásicas, de Louis Althusser sobre los Aparatos Ideológicos del Estado (AIE) [24], Jameson nos dirá que Althusser describió tres términos fundamentales de la ideología: «el sujeto individual, lo real y la proyección imaginaria que hace el sujeto de la relación del primero con el segundo» (Jameson, 1995; 23). De aquí nace su concepto de cartografía cognoscitiva, para definir o concretar el tercer término descrito por Althusser, que viene a ser una serie de conceptos capaces de relacionar lo psíquico con lo social dentro de la ideología, pues los AIE funcionan mediante la ideología, que a su vez no tiene historia, pues es eterna, al interpelar siempre a los individuos (desde el ser individual) como sujetos; es decir, como «un instrumento conceptual para comprender nuestro nuevo Estar-en-el-mundo» (Jameson, 1995; 24). El elemento conspirativo sería, pues, un intento del inconsciente político de pensar un sistema tan vasto y complejo que escapa a las categorías históricas de percepción y conocimiento. Un intento de comprender la totalidad social, por el que se aventuran hipótesis y se trazan mapas cognitivos en busca de comprensión. Ese mapeo de lo real vendría a ser:

[L]a vista de pájaro de Víctor Hugo sobre Waterloo, en Los miserables […] La multitud, las masas de la plaza vistas desde arriba, literalmente a vista de pájaro, el maniobrar silencioso de grandes ejércitos frente a frente ―por ejemplo las películas de Espartaco (1960) o Guerra y paz (1968)―» (Jameson, 1995; 25).

Es decir, para Jameson la cartografía cognoscitiva o mapeo cognoscitivo es  la forma básica del tercer elemento que Althusser asignaba a la ideología: la proyección imaginaria que hace el sujeto individual de su relación con la realidad. Al entender de Jameson, la aparición de las TdC posee dos características negativas: primero, no explican la auténtica complejidad de la historia, la política o la economía; segundo, ignoran los problemas reales y desvirtúan el funcionamiento del sistema económico  y político, al culpar de todo mal a unos supuestos poderes ocultos, por lo que su consecuencia es el inmovilismo político. De tal manera que lo defendido por Jameson en 1992 adelanta lo expuesto diez años más tarde, desde una óptica marxista heterodoxa, por Michael Hardt y Toni Negri en Imperio:

Que la manipulación de la política por parte de los medios y otras organizaciones no democráticas sea necesariamente controlada por la mente en la sombra de un villano, sea del tipo del Club Bilderberg o Moriarti, pues no existe un único lugar de control. Sin embargo, el espectáculo generalmente funciona como si realmente existiera tal punto de control central. (Hardt y Negri, 2005; 345).

Ambos autores, refiriéndose a Jameson, nos dicen que las TdC son:

[U]n mecanismo tosco pero efectivo para aproximarse al funcionamiento de la realidad.   El espectáculo de la política funciona como si los medios, las fuerzas armadas, el gobierno, las instituciones financieras globales, etcétera, estuvieran consciente y directamente dirigidas por un único poder, aunque en realidad no lo estén (Hardt y Negri, 2005; 346).

Esto tendrá relación con la propia distribución del poder real, ya que no existe un foco concreto de poder donde esté situada la toma de decisiones, un punto de poder central, pese a que la realidad mercantilizada así nos lo parece sugerir. Sin embargo, la realidad es que el poder está diseminados en muchos centros [25]. De ahí que la interpretación de la realidad, como nos sugieren Hardt y Negri, nos hace creer que los medios de comunicación, las fuerzas armadas, las policiales, el gobierno central y local, las instituciones financieras globales, etcétera, estuvieran conscientemente dirigidas por un único poder, aunque en realidad no lo estén, es una forma de pensar tosca, simplista, de interpretación de lo que nos rodea.

La figura de la conspiración, para Jameson se presenta como un intento de pensar un sistema vasto que no puede abarcarse con las categorías de percepción desarrolladas históricamente, con las que los seres humanos se orientan normalmente. El espacio y la demografía ofrecen los atajos más rápidos para salvar esta dificultad perceptiva; es decir, son los túneles de la mente que buscan el mínimo esfuerzo. Esto es porque existe un límite en la capacidad humana, un límite estructural de la memoria, y más en estos momentos en los que somos bombardeados por miles de datos informativos. De ahí que nuestra capacidad se satura y necesitamos explicaciones sencillas para comprender la complejidad real. De esta manera, Fredric Jameson ha sugerido que las narrativas de conspiración —desde las películas de Hollywood a los thrillers populares— son una expresión de la incapacidad de las personas para dar sentido al mundo tan complejo que les rodea en la era de la globalización. Así, la gente recurre a este tipo de historias porque ofrecen una manera de enlazar la interminable avalancha de sonidos y datos en una trama sencilla que resulte coherente y clarificadora. Sin embargo, aunque prometen esa claridad, en realidad solo mistifican lo que ocurre, por lo que el intento de ubicarnos sea aún más difícil. De esta manera consiguen conectar lo colectivo con lo epistemológico, y aflorarán las características del pensamiento conspiratorio: todo está conectado, nada es al azar, y las nuevas tecnologías son la nueva red que nos envuelve. Podríamos aventurarnos a asegurar que todo el planteamiento de Jameson se resumiría en que las TdC y el pensamiento conspiratorio no es más que una dirección abreviada de lo que ocurre en la realidad; es decir, una cartografía simplificada y a vista de pájaro para poder guiarnos en el mundo que nos rodea.

3º-          Los análisis de las TdC posteriores a la Caída del Muro y al 11-S

Considera el profesor Luis Vega Reñón [26] que la profesión más preocupada actualmente por una argumentación correcta era la de Derecho, en especial los especialistas en Filosofía del Derecho [27]. Sin embargo, he de añadir que a estos se unen con fuerza ciertos periodistas de investigación ―ya que la argumentación sesgada, la construcción de la posverdad, de fake-news, de interpretaciones distorsionadas y sin contrastar de la realidad se dan principalmente en su filas― y profesores de Filosofía o de Estudios Culturales. Entre los primeros citaremos a los periodistas de investigación Alexander Cockburn y Michael Collon; y del profesorado a Peter Knight (Universidad de Manchester), Timothy Meiller (Universidad de Florida), Frank Furedi (Universidad de Kent) y John Molyneux (Universidad de Portsmouth).

Alexander Cockburn estudió las TdC partiendo de las versiones del 11-S opuestas a la versión oficial, sobre todo al analizar como todas ellas poseían el mismo punto de arranque: negar las pruebas presentadas. Y que ante cualquier evidencia   de su equívoco, utilizan hipótesis ad-hoc a cada cual más inverosímil. En lo que más críticas vierte Cockburn es que después de la Caída del Muro y del 11-S, la izquierda parece haber abandonado el materialismo histórico o cualquier teoría del conflicto en favor de las TdC para interpretar la realidad. Así, se lamenta:

No hay duda, desde que llegué aquí [a los Estados Unidos] a principios de los 70, las cosas han ido cuesta abajo. La izquierda está en una situación terrible. ¿Cuál es la principal obsesión de la izquierda en estos momentos? Pienso que la loca idea de que Bush y Cheney organizaron el ataque contra el World Trade Center. Creo que es una locura. […] solo pienso en las teorías que tienen, de que ningún avión golpeó el Pentágono. Es de chiflados. Es como creer en platillos volantes (Cockburn, 2016) [28].

No solo se centró en los teóricos de la conspiración del 11-S, también criticó a los buscadores de verdades en el asesinato de John F. Kennedy, ya que consideraba que la izquierda no podía perder el tiempo en esas cuestiones, que solo conducían    al fracaso. De ahí que  termine  denominándolos  sin  ambages  «los  Chiflados  de  las conspiraciones». En lo que va a destacar Cockburn, al igual que anteriormente Hofstadter, es en el análisis del discurso conspiratorio, en el que destaca el abuso que realizan del condicional, así como el uso constante del sesgo de atribución [29] que se une al sesgo de confirmación ya citado. A esto, Cockburn añade que muchas de las TdC se han construido alrededor de una anomalía, de un errant data, de un punto sin explicar por la teoría oficial, y que eso es una forma errónea de argumentar. Añade que los constructores de conspiraciones operan igual que esos investigadores que indagan en las sentencias de los condenados a muerte, ya que buscan alguna anomalía y sobre está basan otra interpretación de los hechos, pero desvirtúan el sentido de las conclusiones:

Cualquiera que esté familiarizado con lo criminal, especialmente con la defensa de la pena de muerte, sabrá que hay siempre irregularidades que la acusación no puede aprovechar y que los equipos que llevan la defensa pueden explotar con la esperanza de convencer a un jurado en la fase de imposición de penas en un juicio. Una y otra vez yo pude ver a los equipos de la defensa pasar días y semanas, incluso meses, rastreando un posible eslabón vulnerable en la cadena de evidencias por donde pudiera atacarse, al menos a un nivel fundamental, que pudiera crear una “duda razonable” en la mente de un miembro del jurado. […] Pero cuando un equipo de defensa de la pena de muerte se centra de forma minuciosa en un eslabón tan débil, provoca a menudo una visión distorsionada de todo el caso (Cockburn, Rebelión, 17 de septiembre de 2006) [30].

Siempre que aparezcan supuestas anomalías, lo buscadores de verdades nos dirán que poseen pruebas frescas o «cuestiones inquietantes». Las mismas no dejan de ser coincidencias y las suelen forzarlas en secuencias deductivas, a veces con saltos deductivos, que ellos estiman lógicas e importantes. A esto añaden indicios imaginados en documentos y fotos, «torturando los datos hasta que los datos acaban confesando» (Corkburn, 2006).

El otro periodista de investigación que se une a Cockburn es Michel Collon que destapó una trama ficticia en la que se denunciaba que los disturbios del Tibet en 2008, habían sido provocados por soldados del Ejército Popular chino disfrazados de monjes budistas. Así, Collon considera que los medios de comunicación dominantes desinforman sistemáticamente sobre los conflictos, aplicando los principios de la propaganda de guerra. De esta manera, Collon defiende que las TdC entran dentro de esa desinformación sistemática y se articulan alrededor de este esquema:

La “gran conspiración” es tramada por fuerzas maléficas con poderes gigantescos y casi sobrenaturales; esta maquinación invade todos los poderes: políticos, educativos, mediáticos, religiosos, por lo que todo el Estado queda invadido. Es por eso que no se habla de ello: el silencio ha sido bien organizado y orquestado, lo que confirma la influencia de los conspiradores. En este universo, el género humano verá muy pronto al “bien” triunfar sobre el “mal”. Se trata pues de alinearse en el lado bueno (Collon, 2016a).

Ante los planteamientos expuestos de Cockburn y Hofstadter, Collon dará    un paso más, pues analiza que esas TdC surgen en determinadas épocas históricas.   Y si están renaciendo con fuerza en estos momentos es porque se dan de nuevo las circunstancias históricas que las propiciaron; es decir, en los periodos de crisis y de desarrollo ideológico se asiste siempre a un recrudecimiento en la creencia en algún complot. Actualmente nos encontramos en uno de esos periodos: crisis política y económica; sensibilidad por los riesgos que lleva aparejados ―cambio climático, guerras, fundamentalismos…―; la pérdida de credibilidad de los medios oficiales; el hundimiento de los partidos de izquierda y la desaparición del análisis objetivo de   la realidad desde los parámetros marcados por los diferentes intereses de las clases sociales. De esta manera, Collon comparará el análisis conspiratorio de la Historia     y el materialismo histórico y concluye que: «el conspiracionismo es una forma de derrotismo y en el fondo hace el juego a los patrones y a la explotación» (Collon, 2016a). El conspiracionismo para Collon no permite comprender la Historia, tampoco las guerras, ni la realidad en la que nos movemos.

En cuanto a los profesores universitarios que han abordado las TdC comencemos por John Molyneux, pues considera como Collon que las TdC aparecen por todas partes en esos momentos de crisis y que la sociedad tal y como la conocemos se está desmoronando. Con Cockburn coincide en que las TdC como método de analizar     la realidad surgen porque la izquierda y el movimiento obrero son débiles y sus organizaciones carecen de rumbo. Y coincide con ambos en que las TdC como método de interpretar el mundo son un obstáculo y no son una guía fiable para la acción ni el cambio social. A este respecto su pensamiento se resume en ocho puntos que publicó en el ensayo «¿Qué falla en las teorías de la conspiración?». En él comparó el materialismo histórico con las TdC, para mostrar la inferioridad de éstas a la hora de interpretar la realidad. Así, destaca los siguientes puntos:

1º- Las TdC se basan en un conocimiento «especial» y «oculto»; sin embargo el materialismo histórico se apoya en hechos conocidos y de fácil acceso para la mayoría de la población […];

2º- Las TdC mantienen que el mundo lo gobierna una minoría en la sombra, el materialismo histórico habla de sus clases dirigentes […];

3º- Las TdC tienen una visión de que el grupo gobernante se cohesiona a través del contacto personal y que todos están relacionados e implicados, en el materialismo histórico son los intereses comunes de las clases dominantes […];

4º- El estudio de la Lógica de acumulación del capital nos permite no solo entender lo que une a las clases dominantes, sino también comprender que las separa y las contradicciones internas del modo de producción […]; sin embargo, las TdC sobrevaloran constantemente la unidad (y también la fuerza) de nuestros gobernantes […];

5º- [Para los constructores de conspiraciones] la historia es una sucesión de conspiraciones ocultas, no son útiles, pues, en caracterizar o explicar los patrones generales del cambio social  e histórico […];

6º- TdC no generan una estrategia de acción práctica, de praxis, para cambiar el mundo, excepto la información a la gente de tal conspiración […];

7º- Un rasgo común de los teóricos de las conspiraciones es su doble moral […] simplemente puede hacer su propia interpretación o explicación, sin ninguna prueba o evidencia seria […];

8º- […] Muchas TdC tienen en su núcleo un elemento de racismo, por lo general de antisemitismo. […] (Molyneux, 2011).

John Malyneux también denuncia la doble moral de los constructores de conspiraciones, pues cuando se trata de pruebas que demuestran sus errores son rechazadas de plano y solo aceptan aquellas, aunque solo sean indicios o vestigios, que le son favorables; es el ya citado sesgo de confirmación.

El profesor Frank Furedi se suma a los anteriores y se centra en algunos elementos de las TdC, concretamente en aquellos que muestran el paralelismo con el pensamiento en la Edad Media. Considera que en esa época, todo lo que provocaba desgracias no ocurría por casualidad, ya que no creían en el azar, por lo que pensaban que eran causados intencionalmente. El agente causante, al tener un resultado lesivo para la persona, era una fuerza malévola, si el resultado hubiese sido beneficioso, entonces el agente causante era una fuerza divina benefactora. Furedi asegura que esta perspectiva primitiva no se eliminó de nuestra forma de pensar; al contrario, considera que está volviendo. Aquí también se sitúa con Collon, Malyneux y Cockburn, cuando defienden que en las sociedades actuales, el compromiso crítico con la vida pública, por esa influencia del pensamiento conspiratorio, es sustituido por una búsqueda de lo oculto; es decir, los medios de masas y sus programaciones no ayudan, pues alimentan que lo importante hoy en día no es lo que las figuras públicas dicen realmente, sino  lo que ocultan en realidad. Esto incita al público a buscar motivos ocultos y muchos buscan explicaciones en el reino de las conspiraciones. Así mismo, Furedi considera que el pensamiento conspirativo que nace en la extrema derecha, actualmente inunda los conceptos de análisis de la extrema izquierda. Así nos dice:

Hoy en día el movimiento antiglobalización y anticapitalista no está menos ligado a la política de la conspiración que sus oponentes de la extrema derecha. Desde su perspectiva una vasta conspiración neoconservadora global se ha convertido en una explicación para todos los males que afligen nuestros tiempos […]. La cosmovisión simplista del pensamiento conspirativo ayuda a fomentar la sospecha y la desconfianza hacia el dominio de la política. Desplaza un compromiso crítico con la vida pública con una búsqueda destructiva de la agenda oculta. […] Una búsqueda constante de la historia detrás de la Historia nos distrae de realmente escucharnos unos a otros y ver el mundo como realmente es» (Furedi, 2005; 16.11).

Furedi (2008) nos indica que un evento mundial importante crea una demanda de explicaciones, lo que provoca un aluvión de respuestas que intentan evitar las responsabilidades, lo que denomina «no fui yo». Así, nos señala una serie de ejemplos actuales que lo muestran: Bush ante la crisis culpó al crédito fácil; Obama, a la política económica republicana; el candidato republicano McCain atacó a los reguladores por crear la crisis. En Gran Bretaña, nos dice que Cameron culpaba al primer ministro laborista Brown, y éste a la economía mundial. Estas respuestas justificativas del «no fui yo», llevan generalmente a la búsqueda de chivos expiatorios. Así, tenemos las palabras del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, quién recicló el chivo expiatorio favorito de la historia, los judíos como causantes de la crisis.

A continuación sumaremos el planteamiento de Peter Knight (2000) desde la Universidad de Manchester. En sus investigaciones constata el hecho de que las TdC están por todas partes en la cultura americana desde el inicio de la Guerra Fría hasta nuestros días. Así, desde el momento posterior a la II Guerra Mundial, ha nacido una amplia sospecha de que fuerzas siniestras están conspirando para tomar el control del destino de la nación norteamericana y, por tanto, de la humanidad. Ya no se trataría de un asunto exclusivo de chiflados de extrema derecha, sino que se presenta como una respuesta a un mundo amenazado y globalizado en el que todo parece estar relacionado. Peter Knight parte del análisis de las TdC desde el nacimiento en los Estados Unidos, como elemento importante de la construcción de la nación norteamericana como pueblo elegido, cuestión adelantada por Hofstadter. Las TdC, pues, serán un rasgo vinculado a la identidad nacional de los Estados Unidos, al nuevo estado naciente, al configurarse por el miedo contra los enemigos, reales o imaginarios, internos y externos. Peter Knight considera que las TdC y el pensamiento conspiratorio formaron parte de los ciudadanos de los Estados Unidos, como identidad nacional frente a los enemigos internos y externos que pretendían destruirles como nación. Esta situación da un inesperado giro con el asesinato de John F. Kennedy que provoca  que el pensamiento conspiratorio sea visto como una especie de «paranoia creativa» ―término acuñado por Thomas Pynchon en Gravity´s Rainbow― y sea asumido por sectores de la nueva izquierda norteamericana como análisis de la realidad. Hasta tal punto se han extendido que las interpretaciones de la extrema derecha y de la extrema izquierda, coinciden en los que Peter Knight denomina, siguiendo a Michael Kelly (1995), «paranoia de fusión», cuestión que viene a significar que se han embadurnado los extremos políticos. Todo ello entreverado en una serie de características que las define en el fin del milenio: la conexión de todo lo existente, la Red como incontrolable, el  Pánico  moral  y  el  miedo  al  control  de  la  mente  y  del  cuerpo,  adornadas con predicciones del final de los tiempos, furor apocalíptico religioso, encarnación de alta tecnología del juicio final, fallo de los ordenadores en el sistema global. Así, las TdC se transforman en una máquina para imaginar con antelación el peor escenario posible de paranoia apocalíptica.

Terminaremos este bloque con Timothy Melley, pues considera que en el siglo XXI todo parece conectado por un teléfono inteligente y una red social. Esto hace  casi imposible mantener la individualidad, por lo que ésta se ha convertido en una preocupación importante de todo ciudadano, al considerarla amenazada por esta red de interconexión y posiblemente de manipulación, como la mayoría considera. De ahí que la creencia en las TdC se convierta en un síntoma cultural en nuestro tiempo, de cómo ciertas personas percibe el poder y todo lo público. Esto conduce a la creencia de que la cultura actual se presenta ante nosotros como que las instituciones y fuerzas complejas nos son ajenas y contrarias, que manipulan y controlan nuestras acciones, cuerpo y movimientos, y pensamientos, manipulación mental. De ahí que toda TdC busca el epicentro del que emana el poder y todo discurso político actual las incluye de una forma u otra, así como incluye también la propia paranoia. De hecho, pocos eventos actuales y notables han escapado a ese análisis conspiratorio y a sus elementos constitutivos. Agency Panic [31] será el concepto por el que Melley designa la ansiedad, que él define y gradúa como intensa, en los sujetos de la época actual por la pérdida aparente de autonomía, ya que considera que el origen de dicha ansiedad se encuentra en la forma en que asumimos que las grandes organizaciones, sean multinacionales  o instituciones supraestatales o agencias estatales puedan estar controlando nuestras vidas, influyendo en nuestras acciones o construyendo nuestros  deseos,  cuestión esta última que tiene que ver directamente con la industria de la publicidad y el entretenimiento. Es una ansiedad que se enmarca en el control social ejercido sobre los ciudadanos por todas las instituciones o agencias citadas, al considerar la conspiración como un amplio despliegue de controles sociales. El planteamiento de Melley sobre los constructores de conspiraciones nos lo mostró al oponerlos a los teóricos sociales, pues considera que cuando estos encuentran causas estructurales complejas en una sociedad, los otros tienden a localizar intenciones malévolas. De aquí que la posición de Melley respecto a las TdC podríamos resumirla en estos puntos: en primer lugar, la explosión de TdC desde el comienzo de la Guerra Fría es en parte una expresión de la ansiedad sobre la cultura de masas; en segundo lugar, la TdC siempre ha expresado sospechas sobre las autoridades tradicionales ―periodistas o dueños de los medios  de comunicación, académicos, funcionarios del gobierno, principalmente agencias, policías y militares― y su poder para construir la llamada «historia oficial»; en tercer lugar, conviene recordar que las TdC contemporáneas son inseparables del surgimiento de esa inseguridad, física y psicológica, que provocó la Guerra Fría.

Conclusión: TDC, de la paranoia a lo lógico

Las conspiraciones han existido desde siempre, pero hoy «el complot ha sustituido la noción trágica de destino» (Piglia, 2003;54), o son el «vago sentimiento del destino y la idea de fuerzas ocultas entre bambalinas» (Popper, 1947;26). Lo que es evidente, siguiendo a Karl Mannheim y a Umberto Eco, es que en el manual de todo dictador hay una TdC y un chivo expiatorio que carga con las culpas de las desgracias que ocurren en la realidad y desvía la atención de las políticas aplicadas por los gobernantes. Esto provoca la creación de una TdC o Mito de la Conspiración que es «una forma retórica cerrada y autoconfirmatoria» (Popper, 1947; 26), que incluso obligó a Bertrand Russel (1952) y también a Carl Sagan (1997) a intervenir, para mostrar que se comportaban como pseudociencias en sus argumentaciones. En plena Guerra Fría, Richard Hofstadter señaló que las TdC formaban parte del discurso de la extrema derecha y que poseían su génesis en la creación de la identidad norteamericana frente a sus enemigos: los jesuitas y el Papa; los masones; las brujas, los demonios y los herejes; las monarquías europeas o los judíos. Asimismo, Hofstadter señaló una serie de características en la retórica: exceso de pedantería con intento de presentación como investigación científica; el uso constante del sesgo de confirmación; a lo que sumaba la utilización de falacias en la argumentación, principalmente las de la inversión de la carga de la prueba, ad-ignorantiam, así como las del Cui Protest? y Post hoc ergo proter hoc. Y también identificaba una serie de personajes que serán constantes en el relato conspiratorio: el del intérprete u oráculo moderno y la figura del renegado o agente doble.

Si estaba perfectamente claro que las TdC habían nacido en la retórica de la extrema derecha, en su «estilo paranoide» de hacer política, al decir de Hofstadter; después del magnicidio de Kennedy y la infinidad de TdC sobre el mismo, se produjo una ampliación de su uso. El primero en anunciarlo será el escritor Thomas Pynchon en 1973, en su novela Gravity´s Rainbow, cuando presentó el concepto de «paranoia creativa», como el uso de la interpretación conspiratoria de la realidad por parte      de la izquierda; es decir, el estilo paranoide y las TdC habrían nacido en la extrema derecha, pero después del magnicidio de Kennedy, apareció una nueva izquierda norteamericana que comenzaba a utilizarlo para interpretar la realidad. Al final de   la Guerra Fría, Fredric Jameson (1995) recogió el testigo en el estudio de las TdC y las enlazó con la posmodernidad, para concluir que el pensamiento conspiratorio era un mapeo cognitivo de la realidad, un análisis burdo o elemental de lo real para sentirnos seguros en un mundo que nos era ajeno. A partir de aquí y principalmente después del 11-S, Alexander Cockburn consideró que en el análisis del magnicidio de Kennedy, la izquierda comenzó a tontear con las TdC, pero que es después de la caída del Muro y del 11-S, cuando cayó en la trampa de abandonar el materialismo histórico en favor del conspiracionismo. Lo mismo ocurre con Michel Collon que propuso el regreso a los métodos científicos para luchar y vacunarse contra el conspiracionismo, pues éste sólo servía para informar de conspiraciones reales o ficticias, pero no era una guía válida para la acción. A estos se uniría John Malyneux que estableció sus ocho principios por los que el materialismo histórico era superior al conspiracionismo, y también consideraba que el conspiracionismo se había extendido a la izquierda como forma de interpretar la realidad. A continuación he estudiado al profesor Peter Knight, que nos mostró cómo los extremos políticos utilizaban los mismo andamios de las TdC, por lo que había recogido el concepto de Michel Kelly (1996) de «paranoia de fusión» para estudiar este momento en el que los extremos se tocaban. Knight también nos ilustrará con una serie de características de todas las TdC: la conexión de todo lo existente, la Red como incontrolable, el pánico moral y el miedo al control de la mente y/o el cuerpo, adornadas con predicciones del final de los tiempos, furor apocalíptico religioso, encarnación de alta tecnología del juicio final, fallo de los ordenadores en el sistema global. Después, el profesor Frank Furedi centrará sus investigaciones en que las TdC nos distraen de ver el mundo tal y como es, al mismo tiempo que eran una forma de exculpar al creyente en ellas con el «no fui yo». Y he cerrado el estudio con Timothy Melley que se ha centrado en su concepto de Agency Panic para mostrarnos las razones por las que nacían esas TdC en los momentos actuales.

La peligrosidad de interpretar la realidad como una conspiración radica en el desplazamiento de la paranoia desde lo patológico a lo lógico, desde la periferia lunática al centro de la atmósfera cultural. Es el instante en el que una comunidad de fe ―hasta grupos terroristas― o el propio Estado las hacen suyas y señalan a un chivo expiatorio como causante de los males sociales. Así, a lo largo de la Historia podemos mencionar las conspiraciones que consideraron a los cristianos en Roma como causantes de las desgracias y se les persiguió. Luego en la Edad Media se señaló a las brujas como chivo expiatorio, cuya TdC acarreó miles y miles de muertos ajusticiados, aun hoy en día se desconoce el número exacto. Le siguieron las conspiraciones de los masones, de los judíos ―que condujo a la Solución Final del nazismo― o de los herejes o de los enemigos del pueblo en los países del Este. Sin embargo, no debemos olvidar otras conspiraciones aparentemente menos peligrosas pero que han terminado con suicidios colectivos y masacres de otro tipo. Así, las TdC sobre extraterrestres que arribaban para dominarnos o salvarnos, ha conducido a suicidios colectivos como el de los seguidores de Bo y Peep, la secta de Rancho Santa Fe, en 1997, que se quitaron la vida para desprenderse de su cuerpo mortal y ascender en estado puro a la cola del cometa Hale Bopp, donde alegaban habitaban los seres superiores con los que querían encontrarse. O el fenómeno de las abducciones, que desde 1961 a 1992, tres millones setecientos mil estadounidenses dijeron haber sido víctimas de las mismas. Asimismo, existen grupos que han sustituido a los extraterrestres por el Banco Internacional, la ONU, el Gobierno Federal u otras instituciones supranacionales a las que acusan de sus males, como es el caso de las Milicias Norteamericanas paramilitares. En este caso tenemos el atentado de 1995 en Oklahoma City perpetrado por Timothy James McVeight y sus cómplices de las Milicias, por el que murieron 178 personas. Atentado que adelantó las matanzas que se han producido en nombre de la supremacía racial  y contra las supuestas conspiraciones mundiales de los judíos, migrantes, negros, gitanos o musulmanes.

Así, pues, muchas de las conspiraciones que circulan por el ciberespacio no pasarían de ser cuestiones divertidas o propias de lunáticos; sin embargo, cualquier conspiración puede convertirse en peligrosa si traspasa el umbral que separa la periferia lunática y se sitúa en el centro de la atmósfera cultural, donde puede encontrar una comunidad de fe o colectivo que lo defienda; es decir, como he dicho anteriormente, citando a Chun (2006), lo paranoico se desplaza de lo patológico a lo lógico. La Historia nos ofrece diferentes ejemplos de este desplazamiento que resultó nefasto para la humanidad y condujo a genocidios, masacres o suicidios colectivos. De ahí que las TdC en sus diferentes formatos y mensajes no son inocentes. Hoy en día las vemos muy presentes en los discursos de muchos de nuestros políticos: Trump en Estados Unidos, donde el inmigrante es el buco emisario de muchos de los problemas sociales; Viktor Orbán en Hungría, que considera a los inmigrantes como invasores del territorio; lo mismo en Italia con Matteo Salvini o en Brasil con Jair Bolsorano,  que consideran al inmigrante, como el culpable del desempleo y de la delincuencia,  y niegan la posibilidad del multiculturalismo. Esa consideración del emigrante como invasor, es señalarlo como el nuevo buco emisario. De ahí que las matanzas recientes por tiroteos en los Estados Unidos se han producido bajo el argumento de frenar esa invasión, con el escalofriante dato de que se han alcanzado 250 tiroteos con un millar de víctimas, de las cuales la cuarta parte fueron cadáver y esto solo en el año 2019.

Alejandro M. Gallo, en dialnet.unirioja.es/

Notas:

1.   Una encuesta realizada por la empresa de opinión Public Policy Polling, Carolina del Norte, sobre la facilidad con que nacen y se cree en las TdC, arrojó este resultado: el 37% cree que es un mito el calentamiento global; el 15% que la TV emite ondas por las que el gobierno nos controla; 13% que Obama era el Anticristo.

2.   Fernando Broncano respecto a la posverdad nos dirá: «lo que realmente importa es que el otro crea […]. Al manipulador le es indiferentes la verdad o la falsedad, le son indiferentes los hechos y las evidencias» (Broncano, 2019; 152-3). En esas mismas páginas, Broncano ve paralelismo con la teoría jesuítica de la reserva mental, como un antecedente de la posverdad, que se definiría como que lo realmente importante es el que otro crea, pero termina sintetizando cualquier definición de posverdad con la sentencia «indiferencia a los hechos» (Broncano, 2019; 189).

3.   Es decir, estamos hablando no de teorías científicas o conspiraciones reales, sino de «conspiraciones de ficción», conspiraciones que nunca han ocurrido; de ahí que en lugar de la terminología anglosajona de Conspiracy Theories, se empiece a considerar más adecuada la expresión alemana de Verschwörungmythen, mitos de la conspiración. Esta es la razón, por la que en mi conferencia impartida en la IX Jornada de Investigación Filosófica del 5 de abril de 2019, la titulé «Mitos de la conspiración: de la paranoia al genocidio».

4.   La relación existente entre casualidad y causalidad en las conspiraciones es necesario aclararla, pues en las conspiraciones reales nunca queda excluida la casualidad, el azar o el accidente; sin embargo, en la creencia de las TdC, por el contrario, excluyen la casualidad, ya que en el mundo que dibujan no hay lugar para el azar o el accidente, al estar todo dirigido y controlado por ese grupo semipoderoso y secreto.

5.   Samuel Shelton constituyó International Flat Earth Society en 1956. A su muerte en 1971 le sucedió Charles Johnson, pero, desde que éste falleció en 2001, el futuro de la sociedad es más incierto; sin embargo, unos años después, Oliver Ibáñez, youtuber y licenciado en derecho, lanzó una campaña en las redes ―https://www.xataka.com― defendiendo que la Tierra era plana y que existía una conspiración mundial para ocultarlo y hacernos creer en su esfericidad, más en concreto que es un esferoide oblato.

6.   Este discurso fue publicado en primer lugar en 1995 por The New York Review of Books. En castellano se incorporó como un artículo del volumen Cinco escritos morales, ed. Random House (2010), y después en Contra el fascismo, ed. Lumen (2018).

7.   El constructo conspirativo de los «enemigos del pueblo» se concretó y desarrolló en varias operaciones represivas. Así, se inicia en diciembre de 1934 con la encarcelación de los supuestos componentes del denominado por el régimen Centro Terrorista Zinóviev-Trotsky; en agosto de 1936, el Centro Terrorista Trotskista-Zinovievista; en enero de 1937, Centro Terrorista Trotskista Antisoviético; en marzo de 1938, Bloque Antisoviético de Derechistas y Trotskistas. En realidad era la purga a todos los posibles rivales a Stalin. En el Ejército Rojo ocurrió lo mismo desde 1938, con la Conspiración Militar Fascista y la Organización Militar Trotskista, que permitió purgar el ejército de elementos no tan fieles a su régimen.

8.   No se incluyen el número de afectados en China por las purgas de la Banda de los Cuatro o las consecuencias de la llamada Revolución Cultural, ya que el número real de víctimas se desconoce a día  de hoy y varía desde los 400.000 a varios millones según las diferentes obras de investigación que se consulten. Lo mismo hay que decir de Camboya, con los Jemeres Rojos, que también emplearon el mito conspiratorio con el término de «el enemigo del pueblo» para reprimir a la población provocando un genocidio cuyo número de víctimas también se desconoce, variando desde el millón y medio a los tres millones.

9.   Es la aplicación a la dominación individual y social de las tácticas militares. En el caso que nos ocupa, es el traslado a la sociedad de la guerra relámpago, Blitzkrieg, empleada en la invasión de la URSS en la Operación Barbarroja el 22 de junio de 1941.

10.    Quislings da nombre genérico a un comportamiento protagonizado por el primer ministro noruego, antes ministro de defensa, de nombre Vidkun Quisling, que en la invasión de su país se puso de parte de Hitler y con su ayuda dio un golpe de estado y se proclamó presidente de Noruega, hasta que el III Reich fue derrotado y se le fusiló después de ser juzgado en 1945.

11.    En cursiva también en el original.

12.    Vargas Llosa, Mario: (2013), «El joven Popper», El País, 09 de septiembre de 2013.

13.    Barry Goldwater (1909-1998), senador por Arizona en 1952, opuesto al Estado de Bienestar propugnado por Franklin Roosevelt y Eisenhower. En 1964 se presentó como candidato del Partido Republicano a las elecciones presidenciales frente a Lyndon Johnson, y perdió en todos los estados menos en seis. Sus planteamientos fueron reducir el poder el Gobierno Federal, favorecer las libertades económicas y políticas, evitar que la derecha cristiana evangélica, la facción más ultraconservadora de los republicanos, marcase la ruta del movimiento conservador, desembarazarse de la Seguridad Social y el apoyo a una política internacional norteamericana basada en el anticomunismo. Lo que verdaderamente le hizo distinguirse del resto de políticos fue por su retórica, lo que le llevó a ser conocido como el fenómeno Barry Goldwater. Así, se le conoce por el uso de expresiones como: «No estoy aquí para hacer leyes, sino para abolirlas»; «No tengo interés en racionalizar el gobierno, sino en reducirlo». John W. Dean, en el libro Pure Goldwater, (2008), ed. St. Martin’s Press, escrito al alimón con el hijo de Barry Goldwater, considera que ese estilo es el que hizo ganador a Ronald Reagan en 1980.

14.    Aquí quiero citar la nota a pie de página nº3 de este trabajo, para recordar que esta definición de Hofstadter sobre el estilo paranoico de presentar los discursos políticos enlaza directamente con las diferentes definiciones que se vienen dando actualmente del término posverdad.

15.    De este movimiento nació el Partido de los Billetes Verdes, Greenback Party, fundado en los Estados Unidos en 1875. Su programa se basaba en frenar la caída de los precios agrarios, por lo que defendían que era necesario la emisión de billetes (popularmente los greenback). En las elecciones a la Cámara de Representantes de 1878 consiguió un millón de votos; sin embargo, en las elecciones presidenciales de 1880, su candidato James B. Weaver (Iowa) solo obtuvo tres cientos mil. En 1884 el resultado fue aún peor y decidieron disolver el partido. A partir de ahí, algunos de sus miembros participaron en la fundación del partido del Pueblo.

16.    Esta nota apuntada por Hofstadter sobre la figura del elegido o interprete de las conspiraciones es  de suma relevancia pues enlaza directamente con el «sesgo de confirmación» como elemento presente en todos los discursos sobre la existencia de conspiraciones que mueven la Historia. Así, el creyente en conspiraciones se limita a buscar los indicios, datos o pistas que confirmen su creencia previa, nunca  la va a poner en cuestión. Un ejemplo paradigmático del sesgo de confirmación lo encontramos en los creyentes en la eminente llegada del Apocalipsis, todas las desgracias que llegan a su conocimiento ― huracanes, terremotos, maremotos, atentados, asesinatos, etcétera― no son más que muestras, pistas, indicios, de esa verdad incuestionable de la llegada del Apocalipsis

17.    En el Watergate, desde 1972 a 1974, fue de vital importancia esta figura y se consolidó para el resto de las TdC reales o ficticias. Se la conoció con el nombre de Deep Throat, Garganta Profunda, y se trataba de William Mark Felt que pasaba la información de los pormenores del Watergate al periodista Bob Woudward que, junto a su compañero Carl Bernstein, cubría el escándalo para el diario The Washington Post.

18.    Los sociólogos de la Escuela de Chicago se especializaron en la sociología urbana, lo que se vino a llamar Escuela Ecológica, cuyo representante más significativo fue Robert Ezra Pack (1864-1944). Después de la II Guerra Mundial se suele hablar de la Segunda Escuela de Chicago y se caracterizó por emplear el interaccionismo simbólico combinando con métodos de investigación de campo para crear un nuevo corpus de trabajo. Uno de los miembros más destacados fue el sociólogo y escritor Erwing Gottman (1922-1982), considerado como el padre de la microsociología. Los intereses principales de esta Escuela han sido la Ecología Humana, la relación del individuo con la comunidad en la que habita y considerar el comunicación como algo más que el estímulo-respuesta, y la ven como expresión, interpretación y respuesta.

19.    En 2002 se concedió el Premio Nobel de Economía a Kaheman y a Tversky por descubrir que el cerebro se organizaba acudiendo a una serie de recursos rápidos que denominaron «heurísticas», pero si las decisiones fueran importantes es cuando pueden producirse efectos de sesgo o fallos cognitivos serios.

20.    En The imagen of the City, Lynch examinó tres ciudades distintas (Boston, Jersey City y Los Ángeles) y, utilizando encuestas, entrevistas, mapas mentales y observación, estudió la manera en que el ciudadano común imaginaba su ciudad. De sus conclusiones definió cinco elementos críticos: Sendero, los canales a través de las cuales el observador se mueve; Bordes, fronteras entre dos lugares; Distritos/barrios, secciones de la ciudad que tienen aspectos bidimensionales y con un carácter común; Nodos, puntos en la ciudad que son el foco del tránsito; Hitos, objetos que se pueden ver desde varios ángulos y distancias.

21.    La cursiva es mía.

22.    Principalmente en: El postmodernismo o la lógica cultural del capitalismo tardío, 1991, ed. Paidós; El post- modernismo revisado, 2012, ed. Abada; Reflexiones sobre la postmodernidad (conversaciones con David Sánchez Usanos), 2010, ed. Abada.

23.    Término acuñado por Ernest Mandel y que da título a una de sus obras. Jameson lo recoge y mantiene su significado, ya que viene a identificarse con el capitalismo que surgió después de la crisis del petróleo en la década de los 70’ del siglo pasado.

24.    Althusser, Louis: (1975), «Ideología y aparatos Ideológicos del Estado», pp. 105-172, en Escritos, ed. Laia.

25.    Respecto a esto, recordemos también la obra de Michael Foucault, principalmente Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones (Alianza, 2012), El poder, una bestia maligna (Siglo XXI, 2013) y Redes del poder (Prometeo Libros, 2014).

26.    Vega Reñón, Luis: La investigación en Filosofía, conferencia en Uned, Canal Uned, del 22 de febrero de 2019, y La fauna de las falacias, ed. Trotta, 2013.

27.    Un ejemplo extraordinario de lo anterior y relacionado con el objeto de este artículo es la tesis doctoral de Pablo Lledó Castejón en la Facultad de Derecho de UAM en 2014, que lleva por título: Las teorías de la conspiración del 11-M y su utilización política. En ella muestra la cantidad de sesgos cognitivos y falacias utilizadas en la argumentación del constructo conspirativo fraguado por varios medios de prensa alrededor del atentado del 11-M y la interpretación de su autoría.

">www.youtube.com/watch?v=4XY6L6FIFVI.

29.    El «sesgo de atribución» consiste en que debe haber proporcionalidad entre el hecho (asesinato de  un presidente, por ejemplo) y su causa, no puede ser cualquiera el asesino, ha de estar a su altura. Los constructores de conspiraciones que utilizan este sesgo destilan mucho racismo en sus declaraciones, pues suelen llamar a los autores del 11-S «árabes en sus cuevas» o en el 11-M, los constructores de conspiraciones los llamaron «pelanas de Lavapiés» o «simples moritos». Todo para intentar mostrar que no estaban a la altura para provocar el atentado.

30.    La negrita también en el original.

31.    En el conjunto de su obra, consideramos que la definición más detallada de Agency Panic se encuentra en el capítulo «The Culture of Paranoia» ―pp. 1-47― de su obra Empire of Conspiracy, editorial Cornell Paperbacks, 2000, que es la que hemos usado en este epígrafe.


Fernando Hernández Valls

3.3.    Pasos para el fin de la violencia. Personajes clave

El punto de inflexión en el final de la banda terrorista se produce en la legislatura de 2004 a 2008, con motivo de la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones generales. En este periodo de tiempo se producen una serie de acontecimientos que van a provocar que ETA comience un periodo de declive que llevará a la banda terrorista a su situación actual. A continuación se repasan quiénes han sido los personajes clave en los últimos años que han llevado a ETA a encontrarse en su máxima debilidad operativa.

-        El Gobierno del PSOE

El presidente socialista llegó a La Moncloa en marzo de 2004 fijándose como uno de los principales objetivos acabar con el terrorismo de ETA. El Gobierno, incluso, inició un proceso negociador con la banda terrorista que, finalmente, no fructificó, pero que dejó heridos de muerte a los etarras.

Al principio de su mandato, Zapatero implicó a una parte de su Gobierno en esta negociación con ETA. También mantuvo contacto con conocidos periodistas y medios de comunicación para transmitirles sus planes con la banda terrorista y conseguir un apoyo informativo imprescindible: era necesario tener a la opinión pública a favor [39].

Se podría decir que el Gobierno de Rodríguez Zapatero hizo todo lo que pudo para conseguir el fin del terrorismo etarra. El punto más delicado fue el llamado ‘chivatazo’ a ETA. Consistió en una llamada al por entonces recaudador del impuesto revolucionario de la banda terrorista al bar Faisán de Irún, Joseba Elosúa, para que no pasase a Francia por la frontera de Hendaya ya que la Policía gala había organizado una operación para detenerle. Fue un funcionario policial quien accedió al bar Faisán y dejó al colaborador de ETA un teléfono móvil para transmitirle que no podía viajar al país vecino [40].

Pese a la implicación personal de Zapatero, ETA también jugó sucio con el Gobierno español. Un ejemplo fue el atentado de la T-4 de Barajas, que se perpetró sólo unas horas después de que el jefe del Ejecutivo realizara unas declaraciones oficiales afirmando que la solución al terrorismo en España se encontraba más cerca que nunca. Sólo unas horas después, ETA reventó el parking de la nueva terminal del aeropuerto falleciendo en este atentado dos ciudadanos sudamericanos que se encontraban durmiendo en sus vehículos.

Uno de los principales apoyos en materia antiterrorista del presidente José Luis Rodríguez Zapatero fue Alfredo Pérez Rubalcaba. El veterano socialista, que ya formó parte de los gobiernos de Felipe González en los ochenta y noventa, se reincorporó en 2004 a la primera línea política en el Ejecutivo.

Se puede calificar a Rubalcaba como el verdadero cerebro de la política antiterrorista durante los siete años y medio del Gobierno de Zapatero. A pesar de que el Ministerio del Interior fue ocupado, en un primer momento, por José Antonio Alonso, es Rubalcaba quien diseñó, consultó, decidió y ejecutó las decisiones que afectaron a la relación con ETA durante las dos legislaturas socialista.

La política antiterrorista de Rubalcaba pasó por los dos estadios: de una negociación directa con ETA a un postura dura, con detenciones y mensajes amenazantes en respuesta a la ofensiva de la banda terrorista.

El que fuera también vicepresidente del Gobierno diseñó además una estrategia para hacer frente a los comunicados de ETA. Durante los años que estuvo al frente del Ministerio del Interior convocó a los periodistas cada vez que se producía un acontecimiento importante en materia antiterrorista. Ya fuera por un atentado o por un comunicado, Rubalcaba enviaba mensajes precisos a los periodistas para contrarrestar la propaganda etarra. Suministrando la información adecuada (siempre que no afectara a la investigación), el equipo de Rubalcaba conseguía que los medios de comunicación ofrecieran también la versión oficial del Ministerio del Interior, evitando así que el único mensaje que se difundiera fuera la propaganda de ETA.

A modo de ejemplo, con motivo de la detención de dos importantes jefes de ETA, el departamento dirigido por Rubalcaba facilitó a los medios de comunicación dos detalles que consiguieron dejar en una situación ridícula a los terroristas. Cuando fue capturado ‘Txeroki’, Interior hizo saber que el etarra conservaba una importante cantidad de hachís [41]. Por su parte, cuando la Policía gala detuvo a Gurbitz dio a conocer que el etarra se orinó encima cuando un agente le encañonó con un subfusil. “Acción, reacción”, es como llamaban en el Ministerio del Interior a esta política antipropaganda que desplegó Alfredo Pérez Rubalcaba [42].

-        El atentado de la T-4 marca un antes y un después

Es en las Navidades de 2006 cuando se produce un punto de inflexión en la relación entre el Gobierno socialista y ETA. En vísperas del último día del año, dos terroristas colocaron una furgoneta bomba en el parking de la Terminal 4 de Barajas. El atentado provocó las dos víctimas mortales anteriormente citadas, pero tuvo consecuencias aún mayores.

El Gobierno de Zapatero y Rubalcaba dio orden de romper cualquier tipo de contacto con la banda terrorista. Se canceló todo, ya que un proceso de negociación con los etarras sería indefendible por el Ejecutivo de la nación después de un atentado como este.

Los expertos de la lucha antiterrorista coinciden en señalar que la T-4 es el principio del fin de ETA, ya que el Ejecutivo endurece su postura y a partir de ahora todos los jefes etarras irán cayendo en cadena. Pese a que en un primer momento se interpretó el atentado como un atraso (el fiscal de la Audiencia Nacional llegó a declarar que la furgoneta bomba “hizo saltar por los aires la esperanza de tantos ciudadanos que veían que la violencia de ETA podía llegar a su fin”), la realidad dio la razón a La Moncloa y los etarras comienzan su declive. ETA, por tanto, puso fin con esta acción terrorista a las esperanzas de conseguir un final dialogado a sus más de cincuenta años de historia.

Otro hito importante para comprender la situación de extrema debilidad en la que se encuentra ETA a día de hoy es la llegada a los dos principales organismos de la lucha antiterrorista de dos personajes clave. Se trata de dos semidesconocidos para la opinión público, pero cuya labor ha sido de trascendental importancia para llevar a los etarras al borde de la desaparición.

Se trata, en primer lugar, de Félix Sanz Roldán, director del Centro Nacional de Inteligencia. Llegó al cargo en 2009, ya en la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, en sustitución de Alberto Saiz. El declive de ETA, precisamente, coincidió con su nombramiento. En su haber se encuentran numerosas desarticulaciones de ‘comandos’ y más de un centenar de detenciones de terroristas, así como el descabezamiento de varias cúpulas etarras.

Sanz Roldán es un militar de carrera, que llegó a ser Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) con Carme Chacón en el Ministerio de Defensa. Está realizando, en definitiva, una labor silenciosa aunque importantísima y poco reconocida por la sociedad en lo que se refiere a la lucha contra el terrorismo.

Por su parte, Cándido Cardiel es teniente general de la Guardia Civil y, desde 2010, director adjunto operativo del cuerpo. En su historial también se encuentra la detención de más de un centenar de etarras desde que tomó posesión del cargo. Otro profesional de la seguridad del Estado poco conocido por la opinión pública pero cuya labor es impagable.

Tanto Félix Sanz Roldán como Cándido Cardiel fueron nombrados bajo un Gobierno socialista, pero el Ejecutivo de Mariano Rajoy decidió mantenerlos en el cargo, confiando en ellos máximas responsabilidades en asuntos de Estado. Dos profesionales, en definitiva, cuya trabajo diario contra ETA ha sido de trascendental relevancia y continúa siendo.

-        Patxi López y la apuesta de la izquierda abertzale por vías pacíficas

El nombramiento de Patxi López como ‘lehendakari’ supuso un hecho sin precedentes. No sólo en la historia del País Vasco, sino también a nivel nacional: era la primera vez que un partido no nacionalista se hacía con el poder. Algunos medios de comunicación, principalmente Deia (diario cercano al Partido Nacionalista Vasco), predijeron una crisis sin precedentes. Vaticinaron que se originaría un caos, se paralizaría el país, habría boicots (especialmente, por parte del funcionariado) y sería traumático para todos. Se trataría, en definitiva, de una transición violenta. Pero nada de esto sucedió y la transición fue pacífica [43].

El País Vasco es un sistema político que se caracteriza por su alto grado de competencia: conviven ocho partidos parlamentarios, lo que representa el índice más elevado de formaciones del Estado español. Existe, por tanto, una intensa rivalidad en el Parlamento de Vitoria. Durante muchos años, además, el nacionalismo vasco radical ha estado visible en este Parlamento y ha amparado los atentados terroristas con su sucesivo silencio, lo que ha contribuido a incrementar este ambiente tensión. Ahora, quienes no condenaban los atentados han vuelto a la cámara de representación territorial, pero con otro discurso: el de apostar por la política.

Desde 1979 hasta hoy, ETA ha asesinado a nueve miembros del PSE-EE, cinco de ellos desde la ruptura de la primera tregua en 1999 y uno, Isaías Carrasco, desde el último alto el fuego. Una lacra, la del terrorismo, que lleva presente en Euskadi más de cinco décadas y que se ha llevado por delante la vida de 1.000 personas.

El 1 de marzo de 2009 tuvo lugar ese hecho histórico que ya se ha referenciado: el socialista Patxi López recibió el apoyo del Partido Popular en la sesión de investidura celebrada tras esas elecciones para convertirse en el primer ‘lehendakari’ no nacionalista de la historia democrática del País Vasco [44]. Gobernó en minoría una comunidad extraordinariamente compleja donde un partido hegemónico perdió un poder que conservaba desde hacía treinta años. Y lo ganaron quienes en ese tiempo vivieron con escolta o se vieron obligados a exiliarse. Una comunidad donde hasta el profesor de Ética (el del Audi rojo) puede ser un terrorista [45].

Otro avance importante en la historia del terrorismo en España es la apuesta decidida de la izquierda abertzale por vías exclusivamente políticas y pacíficas, renunciando a defender la violencia de manera explícita. Fue en 2010 cuando el que en su día fuera brazo político de ETA realizó una declaración en Alsasua afirmando que la acumulación de fuerzas políticas y sociales es la “única garantía” para un “proceso democrático”. Añadió que éste sólo debía desarrollarse por “las vías políticas y democráticas”. Así nació Sortu y más tarde Bildu y EH Bildu.

La izquierda abertzale reconoció que la Declaración de Alsasua, de la que salió el documento “Un primer paso para el Proceso Democrático: principios y voluntad de la Izquierda Abertzale”, tuvo lugar después de un amplio periodo de debate y reflexión interna que ha culminado ahora con la declaración titulada “Tras las conclusiones, el camino y los pasos. La Izquierda Abertzale, en marcha”. Así, exponía aquel documento inicial, “el proceso de liberación nacional y social debe basarse en la actividad exclusivamente política, y tomar como únicos instrumentos la lucha de masas, la lucha institucional y la lucha ideológica, la modificación de la correlación de fuerzas y la búsqueda del apoyo internacional”.

La izquierda abertzale abogó en ese momento por una negociación entre ETA y el Gobierno español, que, a su juicio, debía versar sobre “la desmilitarización del país, liberación de presos y presas políticas vascas, vuelta de exiliados y exiliadas, y un tratamiento justo y equitativo al conjunto de víctimas del conflicto”. Más tarde, estas peticiones se han ido rebajando.

Era la primera vez que la izquierda abertzale reprochaba a ETA la “actividad armada”, de la que afirmaba que “lejos de solucionar los bloqueos en el diálogo, no ha hecho sino producir un bloqueo superior, que ha llevado a las partes a posiciones alejadas de la solución y a un escenario de colapso”. Este esquema, agregaba la antigua Batasuna, “debe ser superado”. Añadía que los “principios Mitchell” para la solución de conflictos armados eran “el marco de referencia que permite la superación eficaz de los obstáculos”.

Uno de los dirigentes de la izquierda abertzale que más ha trabajado por conseguir la paz ha sido Arnaldo Otegi, que internamente en ETA se le considera por algunos un “traidor”. El líder más carismático que han tenido los abertzales publicó un libro en prisión desgranando sus apuestas por las vías exclusivamente pacíficas [46].

3.4.    El principio del fin de ETA. Cómo y cuándo comenzó a gestarse la paz

La presente tesis doctoral parte de una investigación previa realizada por el mismo autor y que se concretó en el Prácticum o Trabajo fin del Máster Oficial de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid. Se tituló: “Asesinatos de ETA en la prensa nacional tras el cambio de Gobierno en el País Vasco. De la crispación a la moderación” y fue defendido en junio de 2010 ante un tribunal compuesto por los doctores María Jesús Casals, José Ignacio Población y Jorge Lozano, y obtuvo la calificación de diez (10). En él se detallaba cómo han cambiado ETA, prensa y Gobierno vasco tras las elecciones del 1 de marzo de 2009.

En la misma investigación se realizaba un análisis cuantitativo sobre la repercusión en los medios de comunicación que tenía un asesinato de ETA con el Gobierno de Juan José Ibarretxe y cómo abordaron posteriormente los diarios el mismo acontecimiento bajo el mandato de Patxi López. El objetivo era demostrar cómo comenzó a gestarse la paz en España y cómo los periódicos lo reflejaron.

Para ello, se analizó la oferta periodística de la prensa sobre dos atentados perpetrados por los terroristas: el tiroteo que acabó con la vida del empresario Ignacio Uría, que tuvo lugar en Azpeitia el 3 de diciembre de 2008. Ese día, pistoleros de ETA asesinaron a quemarropa al empresario guipuzcoano justo a escasos metros de la sede de su compañía, adjudicataria de la construcción del Tren de Alta Velocidad (TAV) al País Vasco, precisamente, uno de los objetivos que la banda terrorista marcó como prioritario.

Por otro lado, se pormenorizó el asesinato con bomba lapa del policía nacional Eduardo Puelles, el 19 de junio de 2009. Aquella jornada un ‘comando’ de ETA colocó una bomba lapa en los bajos de la parte trasera del vehículo del subinspector. Cuando lo arrancó, el artefacto hizo explosión y dejó el coche, un Citröen C4, envuelto en llamas. Puelles murió en su interior calcinado, sin poder hacer nada. Era uno de los principales responsables de la lucha antiETA del Cuerpo Nacional de Policía en Vizcaya.

El primero de estos atentados tuvo lugar mientras el ‘peneuvista’ Juan José Ibarretxe gobernaba en la comunidad autónoma vasca, mientras el segundo se produjo ya con Patxi López en Ajuria Enea.

Para esa investigación se tomaron referencias de cuatro diarios con sede central en Madrid: El País, El Mundo, ABC y La Razón. Eran, según los últimos datos publicados por la Oficina para la Justificación de la Difusión (OJD) correspondientes al mes de abril de 2010, las cuatro cabeceras más leídas de España [47]: el diario El País era entonces el periódico generalista de pago más consultado entonces, con 385.157 ejemplares de difusión. Le seguía El Mundo, con 276.478 ejemplares, ABC, con 248.034, y La Razón, con 120.146 ejemplares. Se incluía La Razón porque el de Planeta es un periódico puntero en información sobre ETA, con un equipo liderado por el histórico periodista Jesús María Zuloaga, uno de los mayores expertos en este tipo de información. Sólo se analizaron rotativos de Madrid para poder así valorar mejor si el enfoque informativo y editorializante de los cuatro periódicos cambiaba o no desde una perspectiva nacional, y no sólo local. Se obviaron, por tanto, diarios como El Correo Español, El Diario Vasco, Deia o Gara.

A la hora de establecer el orden de importancia de las piezas informativas en el trabajo de campo se siguieron los siguientes criterios: Posición, prevaleciendo la que ocupa toda la portada, y después la dirección de izquierda superior hacia derecha inferior. Tipografía. Acompañamiento gráfico. Porcentaje de superficie que ocupa en la página. Y número de columnas.

El periodo de análisis se acotó a una semana en ambos casos. De este modo, se analizaron las ediciones de los periódicos que abarcaban desde el 2 al 8 de diciembre de 2008, en el caso de Ignacio Uría, y del 18 al 24 de junio de 2009, en el caso de Eduardo Puelles. Para comprobar si el tratamiento informativo y editorial de las cabeceras cambió con la llegada de los socialistas al poder, se analizó el contenido de sus páginas durante el periodo ya mencionado. Se elaboraron diferentes gráficos para clasificar y tener una idea clara y concisa de la oferta informativa y opinativa.

Las conclusiones de esta investigación fueron las siguientes:

1.       Los cuatro diarios realizaron un gran despliegue para informar y opinar sobre los atentados de ETA que acabaron con la vida de Ignacio Uría y de Eduardo Puelles. Hicieron, por tanto, un amplio seguimiento de la actualidad, de la noticia, con crónicas, con enviados especiales desplazados hasta el lugar de los hechos. La cobertura en El País, El Mundo, ABC y La Razón fue amplia, pues se trató de un ‘hecho excepcional’. Y es que el terrorismo siempre ha sido un problema de Estado para la prensa.

2.       En los días previos al atentado, los diarios no hablaron de ETA. Apenas hubo noticias sobre la banda terrorista, sólo asuntos relacionados con el País Vasco y las cuestiones políticas que allí suceden (aunque no son precisamente pocas; Euskadi es un asunto de Estado, de ahí que los diarios hagan referencia constante a este territorio). Pero antes de los atentados, estas informaciones no eran portada [48].

Los diarios seleccionaron la información que llevaron en sus páginas de acuerdo a sus intenciones y los intereses políticos del momento. En este sentido, el profesor Casero Ripollés explica que “el principio de selectividad, facultad que reside en la profesión periodística, incide directamente en el proceso de construcción comunicativa de la crisis política [en nuestro análisis, un atentado de ETA], atendiendo a la elevada complejidad que estos eventos conllevan [49].

Los atentados de ETA, con cualquier Gobierno, concitaron una elevada atención periodística, que se caracteriza por su intensidad y su articulación en el tiempo. Adquirieron una primacía en el espacio informativo que pocos acontecimientos tienen y fueron, siempre, elemento destacado de portada. Se trató de “contenidos destacados de la realidad informativa por su centralidad y trascendencia”, según Casero Ripollés.

3.       Se puede decir, por tanto, que la información relativa al País Vasco estuvo presente prácticamente a diario en las páginas de los cuatro periódicos analizados. No obstante, la inmensa mayoría fueron informaciones secundarias, que no ocupaban la primera página. El día posterior al atentado, la noticia sí se llevaba a portada, abriendo el periódico al máximo de columnas. El interés de los periódicos decayó, no obstante, al segundo día del suceso, cuando fue desapareciendo progresivamente de la portada. El cuarto día, o quinto en casos excepcionales, ya no aparecía ninguna información ni opinión en los periódicos.

Se observó que los asuntos vascos se caracterizaron por su proximidad a nivel nacional, es decir, el estatus de los actores protagonistas del País Vasco es siempre muy elevado y la visibilidad mediática de esta temática es sólo comparable a la que pueda adquirir Cataluña en la prensa nacional.

1.       En general, los géneros que abordan los atentados de ETA son informativos y opinativos. De hecho, en este análisis, sólo se reflejó una entrevista. Información y opinión a partes iguales. Queda demostrado, por tanto, que “la supremacía informativa no es óbice para considerar la importancia de la oferta relativa a los géneros de opinión, ya que éstos también influyen en el proceso de articulación de la realidad política propia de un acontecimiento atípico [50]”. Aunque el público común no preste excesiva atención a estos géneros, sí sirven para hacerse una idea de la línea editorial del periódico.

El caso vasco, por tanto, constituye, tal y como diría Ignacio Ramonet, un “mega­ acontecimiento” de primera magnitud [51]. La cuestión vasca es, además, un problema de Estado, en el sentido en que afecta a su propia organización y modelo de las autonomías. El País Vasco posee, por tanto, otros elementos añadidos que lo hacen ser una referencia periodística a nivel nacional. Se podría decir, en resumen, que lo que ocurre en el País Vasco es de las primeras, si no la principal, cuestiones políticas para el Estado y, por extensión, de los problemas principales para el sistema político.

2.       No se reflejaron en los diarios exclusivas y temas propios. Excepto algunas piezas reportajeadas. El Mundo, en este sentido, fue un especialista: véase, por ejemplo, la información titulada “Pero la partida continúa” [52], que fue un caso aislado de investigación periodística.

3.       Las diferencias fundamentales entre los cuatros diarios se centraron en sus enfoques. Hay que tener en cuenta que la línea editorial de los cuatro diarios hacia el País Vasco es muy similar: las cuatro cabeceras exponen sus informaciones sobre Euskadi bajo la base del problema terrorista. Con Ibarretxe, los cuatro periódicos consideraban que había un problema de legitimación de los violentos. Después, con Patxi López, los cuatro diarios consideraron que hubo un cambio radical en el discurso político a aplicar.

1.       Se pudieron comprobar que las diferencias fundamentales a la hora de abordar las informaciones y opiniones en los diarios en un atentado u otro fueron las siguientes: cuando Uría fue asesinado, el centro de las piezas eran ETA o ANV. Cuando Puelles fue la víctima, el centro de la pieza fue el asesinado, sus familiares o Patxi López. Por tanto, con el ‘lehendakari’ socialista, la información sobre ETA y sus asesinatos se normalizó: el lenguaje [53] hacia las instituciones se volvió pacífico y las palabras hacia ETA se endurecieron aún más si cabe. Se pasó a criminalizar con un margen mayor a los pistoleros. Las informaciones relativas al Gobierno central dejaron de ser importantes. Ni los partidos políticos de ámbito español tampoco. Sí eran piezas destacadas con Juan José Ibarretxe en el poder.

2.       Analizando de manera particular cuál era la temática de las informaciones en cada diario se puede afirmar que para El País, ETA fue el centro de la pieza en la mayoría de las ocasiones debido a que su libro de estilo exige no dar excesiva cobertura informativa a la banda terrorista [54]. Existió, en este aspecto, una diferencia importante con la oferta que dedicaron a los pistoleros el resto de periódicos analizados. El diario de Prisa dedicó una mayor atención, por tanto, a la víctima y sus familiares: el rotativo de Prisa buscó hacer más visible el dolor por la muerte. Por el contrario, el Gobierno de Madrid fue el centro de la pieza en los diarios contrarios más alejados ideológicamente del Ejecutivo (El Mundo, ABC y La Razón). El Gobierno vasco, por su parte, fue noticia para El País en un mayor porcentaje.

3.       Cuando Patxi López llegó al poder, la cruel manera de asesinar, esta vez, sí fue noticia destacada para la amplia mayoría de los periódicos. El Gobierno central se empezó a alejar del centro de atención. Se llegó a la conclusión también que, una vez que López asumió el poder, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado empezaron a ser noticia. Aún así, y a pesar de que fue asesinado un agente del Cuerpo Nacional de Policía, su labor siguió sin estar referenciada informativamente.

4.       El Gobierno de Ibarretxe no era noticia cuando ETA asesinó a Uría. Cuando atentaron contra Puelles, el Ejecutivo de Patxi López lo fue, y de manera destacada. Antes, los cuatro diarios trataban de situarse en contra de ETA y su entorno. Después, con Patxi López, los diarios cambiaron y apoyaron tanto a las víctimas y familiares, como al nuevo Gobierno vasco y su actitud. Es decir, las informaciones pasaron a incorporar aspectos más sentimentales y humanos.

En la época en que tuvo lugar el asesinato de Uría, en cambio, se centraban más en temas políticos.

1.       Se pudo observar que cuando Juan José Ibarretxe era ‘lehendakari’, la representación en los medios de los dos asesinatos se redujo, además de a ETA, a la reacción que tuvo el Gobierno central. En cambio, con la llegada de Patxi López, se pudo comprobar que a la prensa española también le importaba y destacaba lo que decía y hacía el Ejecutivo vasco [55]. Se podría decir, por tanto, que se puso el punto y final al enfrentamiento entre el nacionalismo vasco (o el partido que gobierna en Euskadi) y el Estado español. Desde entonces, Madrid y Vitoria caminaron en una misma dirección, lo que se reflejó en los periódicos. Y Patxi López fue el gran artífice de todo. Había un problema de violencia y después ya no lo hubo. Esta actitud (menos nacionalista) ha continuado con el Gobierno de Urkullu [56]

2.       Resultó significativa la posición marginal o prácticamente nula que ocuparon los agentes sociales (sindicatos, empresarios, grupos pacifistas, movimientos sociales, etc.) como fuente informativa.

3.       El principal partido de la oposición de entonces a nivel nacional, el PP, ocupó una posición secundaria, cuando no nula, informativamente hablando para los cuatro diarios sometidos a estudio.

4.       El peso informativo que tuvieron ETA y Batasuna no lo adquirieron por ser fuente informativa. Lo consiguieron porque los diarios les acusaban de alterar la paz. Es decir, toda referencia que se hizo a ellos fue negativa.

5.       Los atentados de ETA tienen una naturaleza informativa cíclica. Hay una curva de atención periodística, es decir, un inicio y un final claramente definidos. Lo atípico es noticia. Esto se debe al desfase que se registra entre los esquemas periodísticos preexistentes de estructuración de la realidad y las nuevas necesidades derivadas de la exigencia de dominar la situación de incertidumbre y ruptura generada por la atipicidad, explica Casero Ripollés [57].

6.       Pero no todo fueron buenas noticias para el periodismo con la llegada de Patxi López a Ajuria Enea: el llamado “vicio de la prensa” [58], es decir, el peso excesivo de las declaraciones, se puso de manifiesto de manera evidente en esta investigación. Con Puelles, este ‘vicio’ se acrecentó: se llegó a titular con declaraciones, como, por ejemplo, el diario ABC, que llevó a su portada las palabras del propio ‘lehendakari’: “ETA ha asesinado a uno de los nuestros”.

7.       La espectacularidad fue uno de los aspectos que cambió en la prensa de Madrid con la llegada de Patxi López al poder. Los medios de comunicación, en su intento por rizar el rizo del sensacionalismo y la portada llamativa, realizaron un excesivo exhibicionismo de la violencia. Todo ello en un mundo dominado por la saturación de informaciones y los porcentajes de la audiencia. Pero la espectacularidad genera alarma social y amplifica enormemente la dimensión de los atentados. Tal desproporción, aseguran Idoiaga y Ramírez de la Piscina, se convierte en “un reclamo para las audiencias” [59]. Se podría aplicar aquí la frase pronunciada por Graham Green al magnate William R. Hearst a finales del siglo XIX: “¿Está usted mal informado o es que ha contraído la enfermedad común del periodismo, dramatizar los hechos en detrimento de la verdad?”

En el análisis llevado a cabo se pudo observar que, durante el Gobierno nacionalista en Euskadi, los diarios publicaron en sus portadas imágenes altamente impactantes. El Mundo y La Razón fueron un paso más y llegaron a mostrar el cadáver ensangrentado tirado en el suelo de Ignacio Uría. Con Patxi López en el Ejecutivo, todo esto cambió. Las imágenes de las portadas fueron más pacíficas y ya no se registraron signos de sensacionalismo: los cuatro diarios apostaron por la paz, la Constitución y el Estatuto de autonomía de Gernika.

8.       Se podría decir que existió un no-alineamiento claro de la línea editorial de los cuatro diarios con el Gobierno vasco, en la etapa de Ibarretxe. Y, aquí estuvo el cambio, en la etapa de Patxi López, los cuatro diarios editados en Madrid y con ideologías muy diferentes se alinearon con las tesis que defendía el Ejecutivo vasco. Era algo que nunca había sucedido.

9.       En definitiva, con Patxi López en el poder, los atentados y la reacción de las autoridades reflejada en los periódicos se hizo más cercana a la ciudadanía. Los cuatro diarios describieron los hechos para que los lectores pudieran “verlos” y “sentirlos”. La prioridad, por tanto, se situó en llegar al corazón del receptor. Con Ibarretxe esto no sucedía, ya que eran informaciones más críticas con el poder político; con el ex ‘lehendakari’ se podía observar un inmovilismo, un seguidismo, en la reacción del Gobierno vasco y también en la del Ejecutivo central. Los epítetos hacia la actitud de ambos eran muy diferentes: al de Llodio se le veía como un político perverso, sin escrúpulos, a quien poco le importan las víctimas. En cambio, el de Portugalete fue para los periódicos un estadista democrático, dialogante y que apostó firmemente por la paz.

10.     En los editoriales de los cuatro diarios analizados también se demostró el cambio que supuso la llegada de Patxi López al Gobierno autonómico. El lenguaje de los artículos de opinión era más duro con Juan José Ibarretxe en Ajuria Enea. Pero no sólo se arremetía contra el Ejecutivo del PNV, sino también contra la política del Gobierno de Madrid (se le achacaba no echar a Batasuna de los ayuntamientos). Con Patxi López, en cambio, los editoriales se volvieron más positivos, optimistas y esperanzadores, aunque se compartió, eso sí, el mismo sentimiento de consternación por la última víctima de ETA. Pero el lenguaje empleado varió: no fue tan bélico sino más alabador.

11.     Existía, por tanto, una mala percepción de la opinión publicada acerca del comportamiento del Gobierno de Ibarretxe tras un atentado de ETA, una situación que cambió radicalmente con Patxi López. Los diarios pasaron de ser críticos con un Gobierno a ser muy colaboradores con el otro.

12.     Se pudo afirmar que, en tiempos de Juan José Ibarretxe en el Gobierno vasco, los acontecimientos de carácter negativo acumulaban una oferta superior a los de carácter positivo. Después, con Patxi López, la situación fue la inversa: los acontecimientos positivos pasaron a ser noticia, y destacada, y los negativos, apenas lo fueron. Hubo un vuelco del tratamiento informativo y opinativo de la prensa: ante un mismo acontecimiento, como es un atentado de ETA, los diarios ofrecieron las noticias y las interpretaron de manera diferente. Hay que decir que sólo el mero hecho de titular es una forma de elección. Por tanto, se observó un cambio radical a la hora de abordar el mismo suceso de los periódicos.

13.     Con Ibarretxe, la discrepancia era noticia. Con López, la conciliación pasó a serlo.

14.     Las palabras del ya citado profesor Casero Ripollés se pudieron aplicar perfectamente a aquella investigación y al hecho de la complicidad entre prensa y poder que se instauró con la llegada de Patxi López a Ajuria Enea: “El incremento de la interrelación entre políticos y periodistas en una crisis política puede producir, en primer lugar, la aparición de lógicas autorreferenciales de carácter cooperativo. En estos casos, se instauran una serie de paralelismo entre ambos ámbitos destinados a confluir en el proceso de explicitación que comporta la construcción de la realidad informativa derivada de un acontecimiento atípico. La introducción de dichas convergencias responde a la necesidad, compartida por tanto por la profesión periodística como por las organizaciones políticas, de salvaguardar el orden institucional y las definiciones de la realidad establecidas, finalidades que se convierten en objetivo común”. Es estos casos, “la información ratifica como válido el punto de vista institucional y oficial, aportado por los sujetos políticos, y lo legitima ante el público formado por el conjunto de la ciudadanía” [60].

En definitiva, toda noticia periodística otorga determinada importancia a una serie de elementos que se manifiestan en el titular y en el texto en un lugar preponderante, en detrimento de otros elementos considerados secundarios. Según Ángel López, “la noticia periodística mantiene una serie de correspondencias con el funcionamiento estructural de toda imagen y su esquema gestáltico y, a la vez, con la estructura oracional [61]”.

La noticia, además, presenta los mismos elementos que el esquema que en los años veinte defendieron los teóricos de la Gestalt para delimitar los elementos de la imagen [62]. Es decir, tanto el grueso de la noticia como las imágenes se configuran según reflejos de nuestra psicología que otorga un determinado punto de vista a la percepción de la realidad y que, a la vez, establece una importancia a los elementos utilizados tanto en la imagen como en el texto. Esas características son la figura, el fondo y la frontera, elementos emparentados con las funciones de sujeto, objeto directo y núcleo del predicado respectivamente. La figura se corresponde con la función del sujeto y es el elemento más importante que se pretende destacar. En una imagen sería el elemento que aparece en primer lugar, el más destacado.

La teoría de la Gestalt, por tanto, aplicada a la citada investigación alcanzó las siguientes conclusiones: en tiempos de Juan José Ibarretxe en el Gobierno vasco, el centro de la noticia se lo repartían el inhumano asesinato y la no reacción del Ejecutivo, tanto central como autonómico. Las imágenes, por su parte, destacaban el dolor. Pero con Patxi López las noticias adquirieron un nuevo matiz: un carácter positivo. El ‘lehendakari’ socialista se convirtió en el centro de las piezas y de las fotografías. Sus palabras, sus actos y su imagen desplazaron a los terroristas, al asesinato y a la presencia de la izquierda ‘abertzale’ en los ayuntamientos del País Vasco y Navarra. Daba la sensación, incluso, de que ETA no había cometido un atentado hace escasas horas pues se transmitió en todo momento una imagen en positivo y optimista, un mensaje que caló y que allanó el camino hacia la paz en Euskadi.

3.4.1.  Deducciones de una investigación previa

En aquella investigación se citó un editorial del diario Le Monde publicado el 12 de diciembre de 2001 en el que se podía leer que “hacer callar al separatismo, como pretenden algunos medios, no facilita ni la desaparición ni la solución de dicho problema”. ¿Significa esto que los medios de comunicación deben ofrecer una imagen neutral sobre el terrorismo en el País Vasco, dando voz a los propios pistoleros?

En el código internacional de la ética periodística, la UNESCO aseguraba que “el pueblo y las personas tienen derecho a recibir una información objetiva de la realidad por medio de una información precisa y completa” [63]. En este sentido, si tomamos como punto de partida ambas referencias, la información publicada por la prensa tras un atentado de ETA no cumplió los requisitos exigidos para ser objetiva.

Numerosos investigadores, por otra parte, han concluido que no se puede informar con objetividad sobre los fenómenos terroristas, sean de la naturaleza que sean [64]. Es uno de los aspectos que se intentará pormenorizar en esta tesis doctoral. El motivo es que siempre hay una víctima humana de por medio y ante esta circunstancia no se debe permanecer aséptico. Los ciudadanos, en general, y los periodistas en particular, no pueden permanecer inmóviles. Podríamos decir que con la llegada de Patxi López la prensa pasó a criminalizar aún más a los violentos, como debe ser, y se posicionó de una manera más contundente con las víctimas y contra los terroristas.

Además, Patxi López consiguió algo impensable hasta la fecha. El profesor Soria asegura que “el carácter espectacular de los acontecimientos terroristas disloca muchas veces la capacidad de análisis de las redacciones”. Añade que “la furia de los violentos produce cortocircuitos informativos que se traducen en una versión de los hechos donde prima lo llamativo sobre lo importante” [65]. Pues bien, con el nuevo ‘lehendakari’ se aparcaron estos aspectos sensacionalistas de las informaciones y se dio paso a enfoques contundentes, no violentos y posicionados del lado de las víctimas de ETA.

Porque el fenómeno terrorista no es algo que deba tratarse de manera objetiva: es necesario entender la propia naturaleza de los actos terroristas para hablar de ellos de una forma contundente. Y es que bajo ningún concepto ni argumento se puede justificar en los periódicos el uso de la violencia, el asesinato, el crimen, la extorsión o las coacciones en una sociedad democrática. Se consiguió que los medios de comunicación dejaran de informar sobre terrorismo desde la perspectiva de los terroristas, para pasar a hacerlo desde sus víctimas. No ha sido fácil llevar a cabo este cambio y hay que aprender de errores pasados para que en un futuro no vuelvan a repetirse, ahora que el terrorismo yihadista, como ha quedado más que demostrado, amenaza la seguridad y la convivencia de Europa y del mundo..

Hay que tener en cuenta, también, que las empresas periodísticas no pueden, por sí solas, resolver el conflicto vasco. Mucho menos, los periodistas de forma individual. Sin embargo, sí pueden colaborar en la búsqueda de soluciones, haciendo bastante más de lo que habían hecho hasta la fecha. Fue la hora de desarmar la palabra y armar la razón.

Con la llegada de Patxi López, en conclusión, se reforzó el papel contributivo de las empresas periodísticas y de los propios profesionales al proceso de paz y al diálogo social y político, sin salirse por ello de su legítima posición ideológica. Aplicó la llamada ‘doctrina Cánovas’ [66], es decir, firmeza, inflexibilidad y máxima retórica, dando la imagen de un Gobierno moderado.

3.4.2.  Petición del tribunal

En el momento de la defensa del Prácticum, hace ya más de cinco años, los integrantes del tribunal, los doctores Casals, Población y Lozano, indicaron al investigador la necesidad de una investigación sobre la relación entre ETA y la prensa. Se preguntaron si los medios de comunicación habían actuado de manera correcta a la hora de abordar el fenómeno terrorista en España.

He querido atender a las recomendaciones del citado tribunal y he intentado dar respuesta a ese interrogante, profundizando en cómo la prensa española ha tratado a ETA en los últimos años en referencia a la emisión de los comunicados, una de la partes más importante de la banda terrorista, pues es la forma que tiene de difundir su propaganda.

4.        ETA comienza su final y la prensa lo refleja

ETA ha utilizado los comunicados, a lo largo de toda su historia, para presionar a los gobiernos español y francés, lanzar mensajes, amenazar, intimidar a la opinión pública y comunicar a la ciudadanía sus conclusiones. Estos textos, redactados de manera cuidada y empleando siempre un vocabulario preciso, han sido lanzados en euskera o en castellano, dependiendo de las necesidades de los dirigentes de la banda terrorista.

Los expertos que persiguen a los terroristas concluyen que la dirección de ETA ha utilizado el euskera en sus comunicados cuando, principalmente, ha querido enviar ánimo o ha intentado elevar la moral de sus filas. Por su parte, el castellano ha sido utilizado por los etarras especialmente para lanzar mensajes a los gobiernos. Es decir, cuando ETA quiere que los españoles conozcan sus palabras concretas, el comunicado ha estado redactado en castellano [67]. La cúpula de ETA también ha utilizado el inglés o el francés en alguna ocasión para difundir sus textos. Se trata de casos en los que la banda terrorista ha querido enviar proclamas precisas a la opinión pública francesa o, en general, a los dirigentes europeos y mundiales, cuando ha empleado el idioma anglosajón.

Los comunicados de ETA, además, han sido, junto a los Zutabes y otros boletines internos, los documentos que mejor han servido a los servicios de Información de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía para conocer cómo se ha encontrado la banda terrorista, cuáles han sido sus inquietudes o qué instrucciones han impartido a sus ‘comandos’. Precisamente, los especialistas de las Fuerzas de Seguridad aseguran que “hay que saber leer entre líneas” [68], reconoce un veterano agente de la Guardia Civil que lleva luchando contra ETA más de dos décadas en el País Vasco. De los comunicados, por tanto, se puede sacar importantes revelaciones y se han hecho multitud de valiosos análisis.

4.1.    El diario Gara

ETA ha utilizado el diario Gara (en ocasiones, también el Berria de manera simultánea) para hacer públicos sus comunicados en los últimos años. Tras el cierre de los periódicos Egunkaria [69] y de Egin [70], el soporte al que han remitido sus textos públicos los terroristas ha sido este periódico con sede en el País Vasco.

El primer número de Gara se publicó el 30 de enero de 1999. Según su declaración de intenciones, el rotativo nació con el “propósito de resolución, desde el respeto a los principios democráticos y a la realidad nacional vasca, del conflicto histórico que afecta a Euskal Herria”. En su primera edición, de hecho, se podía leer: “No puede desgajarse, por tanto, el proyecto informativo de Gara de ese contexto global que vive el país, como tampoco de una circunstancia ocurrida seis meses antes de su nacimiento”.

El diario Gara, por tanto, ha sido el medio que ha utilizado ETA en los últimos años para difundir sus comunicados y para enviar los mensajes que ha considerado oportuno que se conozcan. Sin embargo, a la banda terrorista no le ha importado echar mano de otros medios de alcance internacional para que sus comunicados consigan un mayor alcance.

En septiembre de 2010 y octubre de 2011, por ejemplo, los etarras contactaron con la BBC para difundir comunicados importantes, como el anuncio de un “alto el fuego”. El procedimiento que siguieron los terroristas fue de lo más llamativo:

“ETA siguió unas férreas precauciones de seguridad. El mensaje siguió canales muy precisos. Como en el caso de las citas clandestinas, la banda no se fía y toma fuertes medidas para que las Fuerzas de Seguridad no puedan seguir sus pasos. Así fue como los pistoleros contactaron entonces con el periodista Clive Myrie, de la BBC. Una fuente, de la que no sabía nada desde un año antes, le envió un e-mail en el que le comunicaba que había estado ‘buscándole’. Añadía que iba a pasar en Londres la semana siguiente y que, tal vez, podrían ‘tomar un café’ juntos. La cita fue en la estación de metro de Covent Garden. “Tengo algo que contarle”, le anunció: “ETA está considerando seriamente la posibilidad de llamar a un cese en su lucha armada por un Estado vasco. Si está interesado, puede dar la noticia al mundo, ¿Cree que podría estar interesado?”, contó Myrie. Quedaron en que, si ETA decidía anunciar ese alto el fuego, le mandaría un mensaje de texto con la siguiente frase: “Fue bueno verlo en Londres”. Eso significaba de debían encontrarse en París, en la estación Gare du Nord. Le dijo que su teléfono (del periodista) y el de la fuente estaban pinchados. Unos días después, Clive Myrie recibió el mensaje convenido y viajó hasta París. La fuente, tras comprobar que no estaba siendo seguido, le entregó la cinta que a continuación emitió la BBC” [71].

En otras ocasiones, ETA ha establecido contactos con prestigiosos diarios estadounidenses, como The New York Times y The Wall Street Journal [72]. El objetivo, nunca casual, fue conseguir una repercusión a nivel mundial, extremo que tienen garantizado si lo hacen a través de estas marcas reconocidas.

4.2.    Los comunicados de ETA: una forma de presión

El ‘aparato político’ ha sido el que se ha encargado de marcar la estrategia de ETA y, por tanto, de enviar mensajes a la sociedad a través de comunicados, entrevistas o, llegado el caso, boletines internos. En 1976, la organización terrorista se planteó por primera vez la necesidad de que existiera una relación entre la “actividad de masas” y la “actividad armada”. Fue, por tanto, en la VII Asamblea de ETA donde se creó un comité específico [73] que se dedicó a recopilar información proporcionada por los propios militantes e independiente a la que pudieran proporcionar los partidos políticos o los medios de comunicación.

A partir de estos datos los etarras elaboran “un análisis propio de la coyuntura política que servirá para conformar o corregir los de las fuerzas políticas y para, una vez contrastado con los de éstas, llegar a elaborar un análisis homogéneo entre ellas y la organización militar [74]. Por ello, aunque ETA se organice como estructura militar, es el llamado ‘aparato político’ el encargado en determinar la estrategia de comunicación de la banda.

Fue José Miguel Beñarán Ordeñana, alias ‘Argala’, quien diseñó esta estructura organizativa: no quería dependencias del exterior de la banda y consideró que debía ser un comité de expertos quien tendría que hacer los análisis políticos para interpretar la realidad y dar a conocer al exterior las decisiones internas de ETA.

En un principio, según relata Florencio Domínguez, “el aparato político nace como una estructura más, y no precisamente la más importante, en el seno de un grupo que da más prioridad organizativa y de recursos al activismo armado” [75]. Con el paso de los años y con motivo del declive de la actividad armada, la dirección política va imponiendo su hegemonía en ETA, fagocitando al ‘aparato internacional’, al de ‘propaganda’ y al de ‘finanzas’.

El ‘aparato político’ recibió, por tanto, el encargo de ETA de elaborar los textos y documentos de la banda terrorista. En dos sentidos: tanto los boletines de consumo interno, como los que se difundirían al exterior de la organización (los comunicados) [76]. También los ‘políticos’ elaboraron, en sus inicios, informes para que la dirección de ETA tomara sus decisiones.

4.3.    Análisis de los comunicados de ETA

Desde que ETA anunció un “alto el fuego permanente”, el 22 de marzo de 2006, hasta que dos dirigentes de la organización terrorista se reunieron con Ram Manikkalingam (Sri Lanka), Ronnie Kasrils (Sudáfrica) en un piso de Touluse en enero de 2014 (la banda hizo un gesto de desarme el 21 de febrero de ese mismo año), la cúpula de organización armada se dirige a la opinión pública en un total de cincuenta y una ocasiones. Es decir, ETA publica una media de más de seis comunicados al año durante este periodo de tiempo.

Fernando Hernández Valls, en dialnet.unirioja.es/

(*) Es solo una extracto de la tesis completa

Notas:

39.    José Luis Rodríguez Zapatero y su equipo de prensa en Presidencia del Gobierno, dirigido por Miguel Barroso, ­ secretario de Estado de Comunicación, mantuvo reuniones con conocidos periodistas para convencerles de su ­ apuesta por acabar con ETA. El Ejecutivo, en general, consiguió el apoyo mediático de varios medios de ­ comunicación y la firme oposición de otros. ­

40.    La Audiencia Nacional condenó a Jean Pierre Harocarene, Txampi, a cuatro años de prisión y a Emilio Castillo González a dos años y medio por colaboración con la trama del bar Faisán. Los policías fueron absueltos.

41.    Hay que recordar que ETA siempre ha perseguido en el País Vasco a los consumidores y traficantes de drogas.

42.    Conversación del autor con un alto cargo de la Guardia Civil dedicado a la lucha antiterrorista y encuadrado en el equipo de asesores del Ministerio del Interior durante la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba, entre otros.

43.    ARREGI, Joseba. Apuesta por la normalización en Euskadi. En El Mundo: 28 de abril de 2009. Pág. 23.

44.    Ramón Rubial también fue lehendakari, pero previamente a la celebración de las primeras elecciones.

45.    BELTRÁN DE OTALORA, Óscar. El jefe del comando de ETA desmantelado daba clases de Ética en un colegio de Vitoria, en El Correo, 22 de abril de 2009.

46.    MUNARRIZ, Fermín. El tiempo de las luces. Entrevista con Arnaldo Otegi. Bilbao: Baigorri Argitaletxea, 2012.

47.    BUSTAMENTE, Enrique: La concentración mediática en España. En Le Monde diplomatique (ed. española), nº 73, pág. 2.

48.    AZPILLAGA, P., DE MIGUEL, J. C. Y ZALLO, R. Estructura comunicativa y debilidades del sistema informativo en el País Vasco y Navarra. Irún: Alberdania, 2002. ­

49.    CASERO RIPOLLÉS, Andreu. La construcción mediática de las crisis políticas. Madrid: Fragua, 2008. ­

50.    CASERO RIPOLLÉS, Andreu: Ibíd. ­

51.    RAMONET, Ignacio. La tiranía de la comunicación. Madrid: Temas de debate. 1998. ­

52.    Ver portada del diario El Mundo del día 4 de diciembre de 2008. ­

53.    M. HERNANDO, Bernardino. Lenguaje de la prensa. Madrid: Eudema, 1990.

54.      EL PAÍS. Libro de Estilo. Madrid: Aguilar, 2003.

55.    RODRIGO, M. Los medios de comunicación ante el terrorismo. Barcelona: Icaria, 1991. ­

56.    Iñigo Urkullu ganó las elecciones vascas de octubre de 2012, sucediendo a Patxi López en Vitoria. El lehendakari, a diferencia de Ibarretxe, no fijó como prioridad la apuesta soberanista. ­

57.    CASERO RIPOLLÉS, Andreu. Ibíd. ­

58.    BEZUNARTEA, Ofa. Uso y abuso de declaraciones: el vicio de la prensa, en ZER, nº 5, Bilbao: EHU-UPV, 2001. ­

59.    IDOIGA, Petxo y RAMÍREZ DE LA PISCINA, Txema. Ibíd.

60.    CASERO RIPOLLÉS, Andreu. Ibíd. ­

61.    LÓPEZ GARCÍA, Ángel. Escritura e información. Madrid. Cátedra, 1996. ­

62.    LÓPEZ GARCÍA, Ángel. “Categorías y funciones en la percepción de la oración”, en HERNÁNDEZ APARICIO, F. (ed.). Perspectivas sobre la oración. Zaragoza: Universidad de Zaragoza, 1996. ­

63.    UNESCO. Código internacional de la ética periodística. París: Unesco, 1996. ­

64.    TUCHMAN, Gaye. La producción de la noticia. Estudio sobre la construcción de la realidad. Barcelona: Gustavo ­ Gili, 1983. ­

65.    SORIA, Carlos (ed.) Los medios de comunicación y la violencia política. Pamplona: EUNSA, 1985. ­

66.    NAVARRO ESTEBAN, Joaquín. Buenos días, Euskadi. Madrid: Foca, 2000.

67.    Análisis de un experto del servicio de Información de la Guardia Civil, el encargado de perseguir el terrorismo etarra. Conversación reservada con el autor.

68.    Confesión, en este caso, de un agente destinado en el GAR (Grupo de Acción Rápida y antiguo Grupo de Acción Rural), el grupo de élite de la Guardia Civil, en el cuartel de Intxaurrondo en San Sebastián. Conversación reservada con el autor.

69.    Orden del juez Juan del Olmo en 2003. ­

70.    El diario Egin fue clausurado en 1998 por orden del juez Baltasar Garzón. El magistrado consideró que el periódico estaba a las órdenes de ETA. ­

71.    EL CONFIDENCIAL DIGITAL. El MI6 británico avisó al CNI de que ETA había contactado con la BBC para notificarle que iban a difundir un nuevo comunicado. Estará muy medido, para evitar escisiones. 18 de octubre de 2011. http://www.elconfidencialdigital.com/seguridad/MI6-CNI-ETA-BBC-notificarle_0_1708029211.html

72.    EL CONFIDENCIAL DIGITAL. ETA ha tocado a The New York Times, BBC y Wall Street Journal como destinatarios de su inminente mensaje anunciando una tregua. La fecha que se baraja ahora es el 1 de enero. 21 de diciembre de 2012. http://www.elconfidencialdigital.com/seguridad/ETA-Times-BBC-Street-Journal_0_1527447245.html

73.    DOMÍNGUEZ, Florencio. Ibíd.

74.    Segundo documento enviado por ETA (m) con motivo del debate de la VII Asamblea de ETA (pm), en Documentos Y, Vol. 18, pág. 189-196.

75.    DOMÍNGUEZ, Florencio. Ibíd.

76.    En total, ETA publica 48 comunicados. Pero dos de ellos los hace tan seguidos que la prensa sólo publica una única referencia. Es el caso de los textos difundidos por la banda terrorista los días 23 y 24 de marzo de 2006 y 25 y 26 de abril de 2011. Se toma como referencia que ETA publica 46 comunicados en el periodo de tiempo que abarca esta investigación