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Dirección: Georg Maas. Países: Alemania y Noruega. Año: 2012. Duración: 97 min. Género: Drama, thriller. Interpretación: Julianne Kohler (Katrine), Liv Ullmann (Ase), Sven Nordin (Bjarte), Ken Duken (Attornee), Julia Bache-Wiig (Anne), Rainer Bock (Hugo), Thomas Lawinky, Klara Manzel (Katrine de joven). Guion: Georg Maas, Christoph Tölle, Stale Stein Berg y Judith Kaufmann. Producción: Dieter Zeppenfeld, Axel Helgeland, Rudi Teichmann. Música: Christoph M. Kaiser y Julian Maas. Fotografía:Judith Kaufmann. Montaje: Hansjorg Weissbrich. Diseño de producción: Bader El Hindi.Vestuario: Ute Paffendorf. Distribuidora: Karma Films. Estreno en Alemania: 19 Septiembre 2013. Estreno en España: 11 Julio 2014.
Reseña:
Noruega, 1990. El muro de Berlín acaba de ser derribado. Katrine (Julianne Kohler) se crió en Alemania del Este pero vive en Oslo desde hace 20 años. Es una “hija de la guerra”, fruto del romance entre una mujer noruega y un soldado alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
Disfruta de una vida feliz junto a su madre Ase (Liv Ullmann), su marido Bjarte (Sven Nordin), su hija Anne (Julia Bache-Wiig) y su pequeña nieta. Pero, cuando Sven Solbach (Ken Duken), un joven abogado alemán de Derechos Humanos, pide a Katrine y a su madre que colaboren como testigos en un juicio contra el estado Noruego, a favor de los discriminados niños de la guerra, la primera se niega. Gradualmente, toda una turbia red de secretos irá saliendo a la luz.
Los alemanes Georg Maas (“NeuFundLand”) y Judith Kaufmann dirigen con muy buen pulso este notable thriller antinazi y anticomunista, cercano en su estilo y tono sobrios a “La vida de los otros” (2006), de Florian Henckel von Donnersmarck.
Se trata de la adaptación libre de la novela de la escritora y periodista Hannelore Hippe, que da a conocer a los no especialistas el llamado por los nazis Programa Lebensborn (Fuente de Vida), iniciado en 1935 por el Reichsfuhrer Heinrich Himmler, con el fin de seleccionar racialmente y formar en orfanatos alemanes a hijos de miembros de las SS y mujeres belgas, francesas y noruegas de ascendencia aria.
Dicha iniciativa tuvo una alucinante continuidad posterior con la formación de jóvenes agentes secretos de la Stasi, la temida policía secreta comunista de la República Democrática Alemana.
En su clásica puesta en escena, Maas y Kaufmann priman a ratos el drama, mimando las relaciones entre los personajes; y en otros, alientan la intriga, dosificando muy bien los fragmentados flash-back, rodados como si fueran viejas filmaciones de la Guerra Fría, en la mejor tradición del cine de espías de hace cuarenta años. Y siempre mantienen el interés del espectador desde una elogiable posición neutral, muy poco discursiva, que refuerza sus duras críticas al nazismo y al comunismo, presentadas como las dos ideologías más deshumanizadoras del siglo XX.
Ciertamente, el personaje del marido resulta algo tosco, y el del periodista algo blando. También es verdad que la historia tarda demasiado en ponerse a velocidad de crucero, y que al conjunto le falta un poco de frescura narrativa, otro poco de esperanza y un mucho de trascendencia, lo que limita la emotividad y hondura moral de las escenas más directamente referidas al examen de conciencia de los personajes, y a sus procesos de arrepentimiento y perdón.
En todo caso, en dichos pasajes brilla la alta calidad de todos los actores —especialmente de Julianne Kohler y Liv Ullmann— y de la banda sonora deChristoph M. Kaiser y Julian Maas. (Cope J. J. M.)
